Extraído del libro “Túneles Jerezanos Realidad o Fantasía” de Paulo Nicolás Martínez Herrera.
Introducción.
Los objetivos de la
investigación fueron: Identificar la función y la fecha de construcción, así
como la descripción de dichos subterráneos. La mayoría de la gente sabe que
existen los túneles jerezanos, pero por desgracia no los han visitado.
A muchos nos ha llamado la
atención este tema tan cautivador, pero pocos han investigado. Sólo algunos, de
esos pocos, han escrito en papel o divulgado por otros medios lo que en este pequeño
ensayo damos a conocer.
En el primer capítulo
encontraremos aspectos básicos de Jerez de García Salinas, y de cómo el tema de
los túneles ha impactado a la sociedad jerezana desde algún tiempo atrás. Para finalizar
situaremos el tema de los túneles en su contexto como manifestación local y
mundial.
Los edificios religiosos en
los que hay construcciones subterráneas son tratados en el capítulo dos;
aspectos como: sus orígenes, su época de construcción, su arquitectura y al
final mitos, leyendas o relatos que se cuentan de cada edificio de este tipo.
El autor es un joven de
treinta años, que busca con esta investigación hacer más atractivo a Jerez para
todos. Antropólogo con especialidad en Arqueología, egresado de la Universidad
Autónoma de Zacatecas (UAZ), tiene como objetivo final rehabilitar las
construcciones subterráneas, ya que lo encontrado es digno de ser tomado en
cuenta y su restauración podría explotarse turísticamente como consumo
cultural.
El primer túnel documentado.
Uno de los primeros túneles
del que los Jerezanos hayan tenido conocimiento generalizado, es del que se localiza
en la “Casa de la Rinconada”, la cual se ubica sobre la calle del Santuario. La
propiedad perteneció al que en algún tiempo fungió como señor Cura de la
Parroquia de la Inmaculada Concepción, el presbítero
Francisco Javier Reveles. El
Párroco que tanto influyó en la historia de Jerez; pues le tocó vivir en
momentos clave para el municipio, como la época cristera y la revolución mexicana.
Cuando por vez primera visitamos dicho túnel nuestra maravilla e impresión fue grande, pero frustrante al no poder penetrar más allá de los catorce metros en línea recta que ofrecía y ofrece actualmente. Creímos que estaba cancelado por razones de seguridad; tanto para los propietarios de estas casas, por las que pasa la red subterránea de túneles, como para los exploradores de dicho túnel. Oriundo de Zacatecas, este fue nuestro primer contacto con este tema tan conocido por los jerezanos y pasaron cuatro años para que pudiera iniciar la presente investigación, cuyos lineamientos buscaron siempre ser objetivos e imparciales.
Primeros intentos por hacer
turísticos los túneles.
Antes de hacer esta
investigación, que consistió en corroborar los rumores de la existencia de
estas construcciones subterráneas; hubo otra persona que se interesó de manera
muy activa en rescatar y rehabilitar algunos de los tramos de estos túneles,
pero no le fue posible concluir con su propósito, ya que
según algunos que lo
conocieron, la muerte le sorprendió. Al escuchar el nombre del investigador en
cuestión, llamó mucho la atención el hecho de que nada de lo que él hizo se
documentara; todo lo conocido entorno a él y sus investigaciones sólo se sabe
de forma oral. El nombre de este personaje es Jesús Varela Sabag, arquitecto
que tuvo el cargo de director en obras públicas de la presidencia municipal de
Jerez, durante la alcaldía del Ciudadano Arturo Villareal, también ocupó un
cargo dentro de turismo10; todo ello en la misma administración.
Jesús Varela Sabag, no tuvo descendencia. Por tal motivo me dediqué a buscar a su familia ascendente y logré encontrar a uno de sus hermanos. Por desgracia éste, de nombre Ramiro Varela Sabag, no sabía nada al respecto de los túneles, ni de la información que obtuvo al realizar su hermano la investigación. Pero corroboró los datos que se me dieron con anterioridad, los cuales son los siguientes: que poseía una propiedad en la calle de la Parroquia o Ramón López Velarde, allí donde ahora es Radio Jerez; y que trabajó dentro de la administración de Villareal en obras públicas de Jerez.
Hasta aquí quedó lo que me
pudo informar el hermano del Arquitecto Varela. Sin embargo, allí no acabó
todo, varias gentes coincidieron en que esa propiedad donde está hoy Radio
Jerez tenía un acceso a los túneles y que por esa razón el Arquitecto Varela adquirió
la finca.
Al organizar el plan de
trabajo de esta investigación, no sabíamos nada del arquitecto Varela, ni de la
finca que al parecer le perteneció.
A lo largo del presente documento
se mencionará el nombre del arquitecto Varela, ya que él como nosotros, estuvo
en los mismos lugares que investigamos, si no en todos, sí en la mayoría. Otros
textos que hablan de los Túneles Jerezanos.
Además de los libros editados
por Miguel Berumen, sólo existe otro texto del que tenemos conocimiento
titulado “Jerez, su pasado y su gente” escrito por el Señor José Antonio Muñoz
Rodríguez. De este libro se rescataron algunas charlas de interés acerca del
tema que nos ocupa; por ejemplo, señala que, en tiempos pasados, en los que vivieron
personajes como Don Miguel de Inguanzo y Don Antonio Sánchez Castellanos no
había bancos, donde la gente pudiera guardar su dinero, sólo uno en Zacatecas.
Ante esta situación las
personas de dinero que podían acumular riquezas, las depositaban en talegas18 o arcones que a su vez eran guardados en subterráneos que eran mandados construir precisamente con esta finalidad. Entre estos dos personajes surgían retos al calor de las copas, siendo uno de los retos más propagados el de Don Miguel de Inguanzo, quien con su basta riqueza dijo que podría “pone una cerca de talegas de dinero de Jerez a Zacatecas.
En cuanto al tema de los
túneles, se retoma la siguiente información del texto de José Antonio Muñoz:
[...] Casi todas estas
mansiones [del centro histórico de Jerez], quizás por encontrarse cerca de las
Iglesias importantes (la Parroquia o el santuario), se comunicaban entre sí por
medio de subterráneos, quien sabe con qué [sic] fin, en mis atrevidos años
juveniles exploré algunos de éstos, llamándome en su interior los pasadizos de mampostería
en los que se observaban una serie de criptas y nichos (para mi mala suerte, ya
vacíos) y que después supe eran para depositar allí las pertenencias de cada
uno de los miembros de esas acaudaladas familias que, conforme se iban muriendo
quedaban allí depositadas, consistiendo en su ropa, sus trajes de charro
almarados [sic] con botonaduras de oro y plata, finos sombreros galoneados con los
mismos metales, sillas de montar, pistolas, rifles, sables, guaparras, dagas y
alhajas, en fin, todo lo que al difunto a [sic] difunta le había pertenecido,
incluyendo también sus caudalosos dotes consistentes en monedas de oro y plata
de cuño corriente, por lo que objetos y dinero quedaban enterrados en las
criptas y nichos subterráneos no volviéndose a tocar ni a utilizar por respeto
al difunto, ya que, tampoco tenían necesidad de hacerlo; por eso es que al pasar
el tiempo esas hermosas casonas que los nuevos “riquillos” adquirieron, lo
primero que hicieron fue escarbarlas para buscar y sacar aquellos fabulosos “entierros”
dejados allí por sus antiguos dueños que al estallar la revolución salieron de
Jerez [...]
En este texto podemos identificar mucho de lo que la gente cuenta: pasadizos, entierros fabulosos, casonas cercanas a Iglesias conectadas por subterráneos, y en general lo relacionado al tema que nos ocupa. Lo más sorprendente del texto es que el autor asegura haber explorado algunos subterráneos.
En los años 20´s del siglo pasado, una nota:
Con el presente escrito se pretende dar a conocer mediante una “recopilación” la historia de los túneles de Jerez, o por lo menos la información que de ellos se ha obtenido hasta el momento. Sin embargo, no se ha podido encontrar mucha, aparte de la ofrecida por Miguel Berumen. Sólo hay la de otra persona, el papá del mismo Miguel B.; éste muestra una descripción detallada de la información que le ha legado su padre, la cual data de los años 20 del siglo pasado y dice lo siguiente:
“El
pozo del pararrayos que se encuentra en el V. Santuario, es el respiradero del
subterráneo que comunica a este con la Parroquia. Bajo el antiguo altar mayor
se encontraba una cripta con entrada de varios escalones y hay otra que va a la
capilla de la Virgen del Rosario. Este tramo ha sido afectado grandemente por
la humedad de una fosa de drenaje que está bajo la escuela de niñas; hay una ramificación
que parte hacia el sur y comunica a varias casas como la del banco y la de la
rinconada de la calle del Santuario donde tiene su entrada en el corral de al
fondo al lado sur. Del santuario sigue el túnel hacia el poniente hasta las
primeras casas de la calle Rosales y algunas de las Flores; por el lado norte
pasa bajo las fincas de la calle del Refugio y San Francisco, y continúa hasta
el callejón del Gallo [...]
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