sábado, 10 de junio de 2023

Los Túneles de Jerez

 Extraído del libro “Túneles Jerezanos Realidad o Fantasía” de Paulo Nicolás Martínez Herrera. 

Introducción.


Los Túneles Subterráneos Jerezanos, Realidad o Fantasía. Es el tema central de este texto que busca difundir a manera de ensayo monográfico esta investigación de tipo cultural. ¿Intangible o tangible? Identificar qué tipo de patrimonio cultural son los túneles Jerezanos subterráneos fue el objetivo implícito dentro de nuestro tema. Cuando iniciamos esta aventura fuimos testigos de algunas construcciones subterráneas y por lo tanto planeamos de manera sistemática investigar los posibles accesos localizados bajo algunos edificios emblemáticos de Jerez.

Los objetivos de la investigación fueron: Identificar la función y la fecha de construcción, así como la descripción de dichos subterráneos. La mayoría de la gente sabe que existen los túneles jerezanos, pero por desgracia no los han visitado.

A muchos nos ha llamado la atención este tema tan cautivador, pero pocos han investigado. Sólo algunos, de esos pocos, han escrito en papel o divulgado por otros medios lo que en este pequeño ensayo damos a conocer.

En el primer capítulo encontraremos aspectos básicos de Jerez de García Salinas, y de cómo el tema de los túneles ha impactado a la sociedad jerezana desde algún tiempo atrás. Para finalizar situaremos el tema de los túneles en su contexto como manifestación local y mundial.

Los edificios religiosos en los que hay construcciones subterráneas son tratados en el capítulo dos; aspectos como: sus orígenes, su época de construcción, su arquitectura y al final mitos, leyendas o relatos que se cuentan de cada edificio de este tipo.

El autor es un joven de treinta años, que busca con esta investigación hacer más atractivo a Jerez para todos. Antropólogo con especialidad en Arqueología, egresado de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), tiene como objetivo final rehabilitar las construcciones subterráneas, ya que lo encontrado es digno de ser tomado en cuenta y su restauración podría explotarse turísticamente como consumo cultural.

 


El primer túnel documentado.

Uno de los primeros túneles del que los Jerezanos hayan tenido conocimiento generalizado, es del que se localiza en la “Casa de la Rinconada”, la cual se ubica sobre la calle del Santuario. La propiedad perteneció al que en algún tiempo fungió como señor Cura de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, el presbítero

Francisco Javier Reveles. El Párroco que tanto influyó en la historia de Jerez; pues le tocó vivir en momentos clave para el municipio, como la época cristera y la revolución mexicana.

 

Cuando por vez primera visitamos dicho túnel nuestra maravilla e impresión fue grande, pero frustrante al no poder penetrar más allá de los catorce metros en línea recta que ofrecía y ofrece actualmente. Creímos que estaba cancelado por razones de seguridad; tanto para los propietarios de estas casas, por las que pasa la red subterránea de túneles, como para los exploradores de dicho túnel. Oriundo de Zacatecas, este fue nuestro primer contacto con este tema tan conocido por los jerezanos y pasaron cuatro años para que pudiera iniciar la presente investigación, cuyos lineamientos buscaron siempre ser objetivos e imparciales.


Primeros intentos por hacer turísticos los túneles.

Antes de hacer esta investigación, que consistió en corroborar los rumores de la existencia de estas construcciones subterráneas; hubo otra persona que se interesó de manera muy activa en rescatar y rehabilitar algunos de los tramos de estos túneles, pero no le fue posible concluir con su propósito, ya que

según algunos que lo conocieron, la muerte le sorprendió. Al escuchar el nombre del investigador en cuestión, llamó mucho la atención el hecho de que nada de lo que él hizo se documentara; todo lo conocido entorno a él y sus investigaciones sólo se sabe de forma oral. El nombre de este personaje es Jesús Varela Sabag, arquitecto que tuvo el cargo de director en obras públicas de la presidencia municipal de Jerez, durante la alcaldía del Ciudadano Arturo Villareal, también ocupó un cargo dentro de turismo10; todo ello en la misma administración.

Jesús Varela Sabag, no tuvo descendencia. Por tal motivo me dediqué a buscar a su familia ascendente y logré encontrar a uno de sus hermanos. Por desgracia éste, de nombre Ramiro Varela Sabag, no sabía nada al respecto de los túneles, ni de la información que obtuvo al realizar su hermano la investigación. Pero corroboró los datos que se me dieron con anterioridad, los cuales son los siguientes: que poseía una propiedad en la calle de la Parroquia o Ramón López Velarde, allí donde ahora es Radio Jerez; y que trabajó dentro de la administración de Villareal en obras públicas de Jerez.

Hasta aquí quedó lo que me pudo informar el hermano del Arquitecto Varela. Sin embargo, allí no acabó todo, varias gentes coincidieron en que esa propiedad donde está hoy Radio Jerez tenía un acceso a los túneles y que por esa razón el Arquitecto Varela adquirió la finca.

Al organizar el plan de trabajo de esta investigación, no sabíamos nada del arquitecto Varela, ni de la finca que al parecer le perteneció.

A lo largo del presente documento se mencionará el nombre del arquitecto Varela, ya que él como nosotros, estuvo en los mismos lugares que investigamos, si no en todos, sí en la mayoría. Otros textos que hablan de los Túneles Jerezanos.

Además de los libros editados por Miguel Berumen, sólo existe otro texto del que tenemos conocimiento titulado “Jerez, su pasado y su gente” escrito por el Señor José Antonio Muñoz Rodríguez. De este libro se rescataron algunas charlas de interés acerca del tema que nos ocupa; por ejemplo, señala que, en tiempos pasados, en los que vivieron personajes como Don Miguel de Inguanzo y Don Antonio Sánchez Castellanos no había bancos, donde la gente pudiera guardar su dinero, sólo uno en Zacatecas. Ante esta situación las

personas de dinero que podían acumular riquezas, las depositaban en talegas18 o arcones que a su vez eran guardados en subterráneos que eran mandados construir precisamente con esta finalidad. Entre estos dos personajes surgían retos al calor de las copas, siendo uno de los retos más propagados el de Don Miguel de Inguanzo, quien con su basta riqueza dijo que podría “pone una cerca de talegas de dinero de Jerez a Zacatecas.


En cuanto al tema de los túneles, se retoma la siguiente información del texto de José Antonio Muñoz:

[...] Casi todas estas mansiones [del centro histórico de Jerez], quizás por encontrarse cerca de las Iglesias importantes (la Parroquia o el santuario), se comunicaban entre sí por medio de subterráneos, quien sabe con qué [sic] fin, en mis atrevidos años juveniles exploré algunos de éstos, llamándome en su interior los pasadizos de mampostería en los que se observaban una serie de criptas y nichos (para mi mala suerte, ya vacíos) y que después supe eran para depositar allí las pertenencias de cada uno de los miembros de esas acaudaladas familias que, conforme se iban muriendo quedaban allí depositadas, consistiendo en su ropa, sus trajes de charro almarados [sic] con botonaduras de oro y plata, finos sombreros galoneados con los mismos metales, sillas de montar, pistolas, rifles, sables, guaparras, dagas y alhajas, en fin, todo lo que al difunto a [sic] difunta le había pertenecido, incluyendo también sus caudalosos dotes consistentes en monedas de oro y plata de cuño corriente, por lo que objetos y dinero quedaban enterrados en las criptas y nichos subterráneos no volviéndose a tocar ni a utilizar por respeto al difunto, ya que, tampoco tenían necesidad de hacerlo; por eso es que al pasar el tiempo esas hermosas casonas que los nuevos “riquillos” adquirieron, lo primero que hicieron fue escarbarlas para buscar y sacar aquellos fabulosos “entierros” dejados allí por sus antiguos dueños que al estallar la revolución salieron de Jerez [...]

En este texto podemos identificar mucho de lo que la gente cuenta: pasadizos, entierros fabulosos, casonas cercanas a Iglesias conectadas por subterráneos, y en general lo relacionado al tema que nos ocupa. Lo más sorprendente del texto es que el autor asegura haber explorado algunos subterráneos.

En los años 20´s del siglo pasado, una nota:

Con el presente escrito se pretende dar a conocer mediante una “recopilación” la historia de los túneles de Jerez, o por lo menos la información que de ellos se ha obtenido hasta el momento. Sin embargo, no se ha podido encontrar mucha, aparte de la ofrecida por Miguel Berumen. Sólo hay la de otra persona, el papá del mismo Miguel B.; éste muestra una descripción detallada de la información que le ha legado su padre, la cual data de los años 20 del siglo pasado y dice lo siguiente:

El pozo del pararrayos que se encuentra en el V. Santuario, es el respiradero del subterráneo que comunica a este con la Parroquia. Bajo el antiguo altar mayor se encontraba una cripta con entrada de varios escalones y hay otra que va a la capilla de la Virgen del Rosario. Este tramo ha sido afectado grandemente por la humedad de una fosa de drenaje que está bajo la escuela de niñas; hay una ramificación que parte hacia el sur y comunica a varias casas como la del banco y la de la rinconada de la calle del Santuario donde tiene su entrada en el corral de al fondo al lado sur. Del santuario sigue el túnel hacia el poniente hasta las primeras casas de la calle Rosales y algunas de las Flores; por el lado norte pasa bajo las fincas de la calle del Refugio y San Francisco, y continúa hasta el callejón del Gallo [...]

INVENTARIO DEL ARCHIVO PARROQUIAL DE TLALTENANGO, ZACATECAS

Con motivo de la restauración que se lleva a cabo en la parroquia de Colotlán, viene a mi memoria que en el tiempo que trabajaba en Tlaltenango, los archivos parroquiales de aquel lugar minuciosamente fueron intervenidos por expertos que limpiaron, restauraron y ordenaron esos documentos de los más antiguos con que cuenta esa ciudad. Sirva pues este documento para recordarlo y si fuese el caso, procurar lo bueno de aquellas acciones para nuestro pueblo.

Pp Alonso


INVENTARIO DEL ARCHIVO PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, TLALTENANGO, ZACATECAS OBISPADO DE ZACATECAS

Luis Román Gutiérrez

Coordinador

SÍNTESIS HISTÓRICA

El municipio de Tlaltenango de Sánchez Román se encuentra al suroeste del estado de Zacatecas, a 170 km de la capital del estado cerca de los límites con el norte de Jalisco. Es una de las regiones más productivas por su clima semitropical y por sus tierras fértiles para la agricultura y la ganadería. Pero al mismo tiempo se ha caracterizado por el alto índice de migración a los Estados Unidos de Norteamérica. 

La base de su economía sigue siendo predominantemente la agricultura, las remesas de dinero que llegan de los migrantes también es un rubro importante, y de manera sistemática el comercio va creciendo y ganando terreno, pues la ciudad de Tlaltenango es el núcleo de una región integrada por los municipios zacatecanos de Teul de González Ortega, Florencia de Benito Juárez, Santa María de la Paz, Tepechitlán y Momax; y otros más pertenecientes a Jalisco como Colotlán, Totatiche, Villa Guerrero y Bolaños con todas las comunidades que los componen.

La palabra Tlaltenango es de origen náhuatl y significa “Sitio amurallado” o “Lugar entre murallas”. A la llegada de los españoles en el siglo XVI esta región estaba poblada por indios caxcanes, un pueblo que, inicialmente, se opuso a la conquista, participando en la “Guerra del Mixtón”, de 1541. El primer encomendero de Tlaltenango fue Toribio de Bolaños quien, murió entre 1558 y 1560. Desde entonces, y a lo largo de tres siglos, Tlaltenango, Jerez y Fresnillo conformaron una alcaldía mayor, hasta fines del siglo XVII cuando se convirtieron en una subdelegación de la intendencia de Zacatecas. 

Finalmente, con la constitución de 1825 del estado de Zacatecas, Tlaltenango quedó instituido como una de las 13 municipalidades. Volviendo a los inicios de este valle, desde 1540, ya existía un templo y alrededor de 1550 ya había un “cura beneficiado” en Tlaltenango. Miguel Lozano ostentaba este título en 1585 el mismo año en el que falleció, Francisco Manuel Salcedo en 1630 y Manuel Sarmiento en 1663. Destaca la actuación de tres párrocos tanto en las cuestiones espirituales como en los materiales, dentro de la sociedad, a cien años de distancia uno de otro: Domingo Cavero y Castro alrededor del año 1750, Rafael Herrera para 1857 y Antonio Quintanar en la década de 1940.

El 21 de febrero de 1771 un sismo sacudió el Valle de Tlaltenango provocando la caída de la parroquia, dejando solamente algunos muros en pie. Para su reconstrucción, los pueblos de indios de los alrededores se organizaron trabajando por jornadas, en las diferentes tareas; otros (como los del Teul) no pudieron participar por atender los daños que sufrió su propio templo. Algunas cofradías participaron también aportando reses o maíz para la alimentación de los trabajadores. La bóveda de la parroquia terminó de colocarse el día 14 de marzo, aunque no sería el final de la obra, pues en total, se tardaron tres meses y concluyeron hasta el día 18 de mayo, en que se habían colocado todos los santos, muebles y colaterales, pues, mucho de ello, se había trasladado al, Hospital Mayor, capilla de San Diego, y casas de particulares. Toda la obra estuvo a cargo del cura Domingo Castro Cavero.


Por su parte, Rafael Herrera, en tiempos de la Reforma, con apoyo del gobernador J. Jesús González Ortega formó la actual biblioteca de la parroquia, de la que se comentará más adelante. Finalmente, Antonio Quintanar fundador del colegio “Cultura y Restauración” y promotor de la construcción de un puente que necesitaba la población —ya que debido a las constantes crecidas del río quedaban incomunicados—, así como de un campo deportivo para beneficio de la juventud.


Historia del proceso de rescate de los fondos

A principios del año 2009 se publicó la convocatoria del Fondo Estatal para la Creación Artística de Zacatecas (FECAZ), que incluía por vez primera la categoría de Difusión del Patrimonio Cultural.

En una visita previa de reconocimiento a Tlaltenango se había previsualizado el tipo y cantidad de documentos que la Notaría Parroquial resguardaba; además, con el entusiasmo y la autorización del párroco Pbro. Gabriel Medina Magallanes, fue posible consolidar esa idea en el proyecto que poco más tarde se vería aprobado.

Los recursos obtenidos por la beca se emplearon en la adquisición de materiales (estantería, cajas, carpetas, papelería, etcétera), así como para sufragar gastos de alimentación y parte del combustible para la trans- portación de personal.

El rescate, la ordenación y catalogación de los fondos manuscritos y bibliográficos se llevaron a cabo por un grupo de docentes-investigadores, alumnos y egresados de las licenciaturas en historia y filosofía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Esta misma institución también apoyó con transporte, combustible y hospedaje. Finalmente, la Asociación Zacatecana de Estudios Clásicos y Medievales (AZECME) facilitó equipos de cómputo y fotográficos para su realización.

La primera fase consistió en la capacitación de personal en las técnicas requeridas para el trabajo con los acervos. ésta fue mediante diplomados en paleografía, archivonomía, biblioteconomía y latín; así como talleres sobre limpieza, conservación y digitalización, impartidos en las unidades académicas de filosofía e historia del periodo comprendido entre abril y junio de 2009.

En el mes de julio de 2009 iniciaron las actividades en la notaría parroquial. Primero se procedió a la limpieza de los fondos que estaban contenidos en alrededor de 60 cajas de archivo tamaño carta y oficio, dando un aproximado de 400 libros y 30 metros lineales de documentos: para después revisar una por una, separar los materiales y ubicarlos en sus respectivos acervos (documental y bibliográfico).

Dentro del acervo documental se comenzaron a clasificar los manuscritos por fondo, secciones y series; siguiendo el esquema o cuadro de clasificación propuesto en el proyecto, al mismo tiempo que se ordenaban cronológicamente.

En cada una de las cajas, carpetas y libros manuscritos se iba colocando una etiqueta provisional con la siguiente información: área, sección, serie, número de caja, número de carpeta, fechas extremas y observaciones.

La labor continuó de agosto a noviembre y se procedió a la organización de expedientes y a la elaboración de instrumentos de consulta siguiendo, el mismo esquema del cuadro de clasificación. Sin embargo, éste a medida que avanzaban los trabajos se decidió modificar a fin de sujetarse a la naturaleza del archivo.

Se creó una base de datos donde, en 1036 fichas, se registró el contenido de cada carpeta y libro manuscrito de las 270 cajas que resultaron como producto de este proyecto, más siete libros manuscritos que quedaron fuera de las cajas debido a sus dimensiones físicas.

Se elaboraron e imprimieron las etiquetas definitivas para cada caja con los siguientes datos: fondo, sección, serie, número de carpetas, fechas y observaciones. Al igual que las etiquetas definitivas para cada carpeta y libro manuscrito con la siguiente información: área, sección, serie, número de caja, número de carpeta, fechas extremas y observaciones.

Se hizo un inventario del contenido de cada una de las cajas con el área, sección, serie, número de caja, cantidad de carpetas, fechas extremas y observaciones. Finalmente se creó una relación por área, sección y serie dando la ubicación y la cantidad de documentos de cada uno.


BIBLIOTECA ANTIGUA

Orígenes

Desde el siglo XVI pocos años después del arribo de los primeros españoles a nuestro territorio, también llegaron los primeros acervos bibliográficos de carácter particular. Posteriormente con la presencia de las órdenes religiosas, titulares del conocimiento dominante de la época, se crearon las bibliotecas conventuales para la formación de religiosos y para cumplir con sus funciones de evangelización y educación. Estas bibliotecas, acrecentadas en los siglos XVII, XVIII XIX y aún en el XX, son el reflejo de las ideas que prevalecieron en distintos tiempos sobre el mundo, el hombre, la sociedad y Dios.

 Aunque a lo largo de los siglos XIX y XX fue desapareciendo aquella imagen del predicador novohispano, conservamos parte de los acervos de las bibliotecas de los conventos de San Francisco, Santo Domingo, San Agustín, Nuestra Señora de la Merced, San Juan de Dios, la de la Compañía de Jesús, la de la Parroquia (hoy Catedral) y la del Colegio Apostólico de Guadalupe.

La actual biblioteca que se conserva en la parroquia de Tlaltenango originalmente formó parte de la biblioteca del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas. Su fundador, de acuerdo a las primeras crónicas de este colegio, fue el mismo fray Antonio Margil de Jesús, quien en 1707 encargó a España una porción de libros, que (sostiene fray Antonio Alcocer en 1788) hoy son los más útiles que tiene la librería. Dicha biblioteca fue aumentando con los libros que se adquirían desde la metrópoli o por los ejemplares que dejaban los mismos frailes a su muerte.

En 1859, el gobernador liberal, Jesús González Ortega puso en práctica las leyes de Reforma expedidas por el gobierno de Benito Juárez en Zacatecas, decretando la expulsión del estado de todas las órdenes religiosas masculinas. El primero de agosto del mismo año los frailes del colegio padecieron la exclaustración dejando el convento en manos del pillaje. Fray Ángel de los Dolores Tiscareño, último cronista del colegio y religioso a quien también le tocó vivir dicha expulsión se quejó expresando:

“Pero el pillaje y el despilfarro llegaron a su colmo en la biblioteca. Situada en la parte superior de la sacristía y con las mismas dimensiones de esta […]. Conteniendo aproximadamente de doce a quince mil volúmenes, incluso los de la selecta en departamento separado, figuraban en ellas muchísimas obras de importancia, algunas de las cuales se hallaban duplicadas y aún triplicadas procedentes de los expolios (sic) de religiosos difuntos”.

De igual manera, explica el destino de la biblioteca que llegó a formar parte de la Biblioteca Pública del Estado, la actual Biblioteca Elías Amador ubicada en el Museo Pedro Coronel. Sobre el destino de la otra parte de la biblioteca del colegio relata que:

“[…] no muy pequeña, fue conducida de la misma manera; esto es, en carros descubiertos y al arbitrio del conductor, a Tlaltenango por disposición del señor cura licenciado don Rafael Herrera, quien por la amistad que mantenía”.

El 12 de julio de 1859 el gobierno de Benito Juárez promulgó la Ley de Exclaustración compuesta de 25 artículos, estableciendo la secularización de los bienes eclesiásticos, la separación de la iglesia y el estado, la supresión de las órdenes religiosas y la prohibición de fundar nuevos conventos. Además, se consideraba que los templos y todos los bienes inmuebles, así como los objetos destinados al culto pasasen al domino de los obispos y que los libros, pinturas y objetos de arte fuesen entregados a los museos nacionales.

 “con González Ortega […], obtuvo el permiso necesario para disponer de esos libros y otros muchos objetos preciosos del Colegio de Guadalupe.”

Tiscareño consideraba al padre Herrera como un eclesiástico de moral intachable y celoso de su pastoral, pero encuentra discutible la acción arriba mencionada. Si bien Tiscareño padeció la exclaustración de 1859, el tomo cuarto de El Colegio de Guadalupe fue publicado hasta 1909, por lo que posiblemente la historia de este lote de libros de la biblioteca la adquirió del libro Los hijos de Jalisco o sea catálogo de los catedráticos de Filosofía publicado en Guadalajara en 1897. Agustín Rivera relata con idéntico sentimiento el destino de la biblioteca.

En la misma época (1859) González Ortega exclaustró a los monjes de Guadalupe, y el compadre (Rafael Herrera) se llevó a Tlaltenango todos los libros de la gran biblioteca del convento, dizque para que no (se) perdieran, siendo así que una cosa en ninguna parte estaba más perdida que en manos de Herrera. 

“Empacados de prisa aquellos desgraciados libros i por las zafias manos de soldados, se los llevó el cura en carros, en tiempo de lluvias (agosto), i sabe Dios cuantos se perdieran i cuantas obras quedaran truncas. I como Herrera no era un Arias Montano, el bibliotecario del escorial, ni aún estantería tenía, encerró todos aquellos libros en una bodega, donde quedaron en extraña confusión las obras de San Agustín i La Vida de la Muerte del Padre Bolaños, monje del mismo convento de Guadalupe, la Summa de Santo Tomás de Aquino con sus Videtur Praetera Sed. Contra Respondeo dicendum, i Los Amantes de Teruel de Hertzenbusch […].”

Esta misma historia vuelve a ser retomada por el profesor Cuauhtémoc Esparza quien relata con las mismas palabras los mismos sucesos, sin establecer juicio contra la figura del padre Herrera. En los meses de agosto y septiembre del 2009, la biblioteca de la parroquia de Tlaltenango cumplió 150 años de antigüedad. 

El presente inventario tiene como fin su rescate y promoción. 

Los resultados de este trabajo arrojan datos interesantes, fueron 410 libros los que se catalogaron y ordenaron. El libro más antiguo fue editado en 1610 y el más reciente es de 1964. Por lo que se infiere que la biblioteca siguió creciendo después de 1859.

Los lugares de edición varían desde Salamanca, Madrid, Cádiz, Murcia, Zaragoza, Pamplona, Burgos, Bilbao, Venecia, Roma, Génova, Paris, Amberes, Brujas, Ratisbona, Bélgica, Leipzig, Padua, Lovaina, Chicago, Buenos Aires, México, Puebla y Zacatecas. Por lo que los idiomas en que se encuentran los libros son el español y el latín especialmente; pero también el francés, inglés, italiano y solamente uno en alemán.

Las materias que dominan son: religión, teología, derecho canónico, filosofía, historia eclesiástica, historia, literatura, geografía, gramática, moral, música, mariología, apología, medicina y física.

Con el presente inventario, se pretende no solamente rescatar un acervo bibliográfico que formó parte de una de las instituciones más importantes del mundo novohispano del siglo XVIII, sino darlo a conocer a investigadores ya sean literatos, historiadores, filósofos, etcétera; además de lograr su preservación.

Los acervos documentales no solamente ofrecen material escrito (manuscrito o impreso), prueba de ello son las magníficas imágenes, tal es el caso de los grabados de las obras, así como las ilustraciones sueltas (testigos) que se encontraron entre las páginas de los libros, por ejemplo una imagen mariana en color sepia.

Historia del fraccionamiento “Las Golondrinas” en Colotlán

Por: José Alonso Serrano Campos

En la década de los 90 del siglo pasado, la Cooperativa Popular “21 de marzo”, responsable del proyecto de vivienda popular “Las Golondrinas” en la cabecera municipal de Colotlán, Jalisco conformada y encabezada por varios colotlenses que con su sinergia y visión empresarial concretaron dicho proyecto, en el trascurso de los años el fraccionamiento se vio envuelto en entramados burocráticos y legales.


Como única razón informativa y sin más que la objetividad, aquí un breve recuento de los acontecimientos más significativos de dicho asentamiento humano ubicado a un kilómetro del bulevar rumbo a la comunidad de San Nicolás, en importancia destaca por ser el primer fraccionamiento fuera de la mancha urbana en albergar a decenas de familias colotlenses, un proyecto visionario para los involucrados en aquella época.

El 12 de Julio de 1993 el señor Joel Manuel Márquez Pacheco vendió un terreno de 12 hectáreas a los señores Armando Miramontes Robles y Arturo Lozano Cornejo (quienes encabezaban en ese entonces el gremio), en específico el terreno se vendió a la asociación civil antes mencionada.

Dos meses después la unión de colonos compró otra fracción de terreno al mismo Joel Manuel con una extensión de 5-09-86, el vendedor manifestó que el precio del terreno era la cantidad de seiscientos mil pesos, dándole un anticipo de doscientos mil pesos quedando a deber cuatrocientos mil, “los compradores se niegan a pagar el resto, ya que mencionan que el terreno fue adquirido y pactado por una cantidad menor a la que demanda”, finalmente el 31 de octubre de 1996, la unión de colonos confesó ser verdad la cantidad que demandaba el señor Joel  Manuel Márquez.


Para eso, el 20 de diciembre de 1993 la Unión de Colonos “21 de marzo AC” recibió la notificación de que el cabildo autorizó al presidente municipal José de Jesús Alejo Mayorga para que firmara un convenio con la asociación para autorizarles el permiso de construcción del fraccionamiento “Las Golondrinas”, así se llevó a cabo dicho permiso y comenzó la edificación.

A mediados de la década de los 90 comenzaron a habitarse las primeras viviendas del fraccionamiento, las áreas comunes se establecieron, al tiempo llegó la escuela, los servicios públicos y había transporte público que pasaba por el camino aún de terracería.

En 1996 Joel Manuel Márquez como apoderado de Frances Lavoy Peck, presentó demanda en la vía civil ordinaria “A la asociación unión de colonos e inquilinos 21 de marzo, así como al jefe de Registro Público de la Propiedad, Catastro Municipal, Notario Público No.1”, a quienes demandó la rescisión de los dos contratos de compre-venta de inmuebles por la cancelación de las inscripciones regístrales y catastrales de dichos contratos y la cancelación de los mismos.

En mayo de 1998, se condena a la Unión de Colonos 21 de marzo A.C. a devolver a la parte actora Joel Manuel Márquez Pacheco, los predios rústicos a que se refieren los contratos de compra-venta descritos, así mismo recondena a la parte actora a devolver a la Unión de Colonos el anticipo que tiene recibido previa deducción de la liquidación que se haga en ejecución de sentencia de pago de daños y perjuicios ocasionados.

En la administración municipal 2004-2006 de José Luis Carrillo Sandoval se implementó el proyecto de pavimentación de un kilómetro desde la carretera federal (hoy el bulevar) hasta la entrada del fraccionamiento.


El 24 de junio de 2009 se presentó documento dirigido al Juez mixto de este municipio, en el cual la C. María Isabel Sánchez Carlos aclaraba su situación legal en cuanto a pagos y posesión de un lote que adquirió en el fraccionamiento 21 de marzo A.C., dicho documento fue recibido en fecha 27 de marzo de 2009, con copia a la Oficina Municipal de Regularización.

El C. Sergio de Luna Álvarez apoderado legal del C. Joel Manuel Márquez en el 2009 solicitó al presidente Municipal. Ing. Enrique Álvarez de la Torre, le sean notificados los asuntos relacionados con el Fraccionamiento las Golondrinas respecto a reuniones, avances, tramites de regularización etc. Ya que están en plena disposición de resolver la problemática que suscita el fraccionamiento, hace mención de que cuenta con documentos que acreditan la propiedad del fraccionamiento en cuestión y que pertenece al C. Joel Manuel Márquez Pacheco, adjunta oficio certificado catastral con historia de cuenta, recibo oficial de Impuesto predial y demás documentos que lo avalan.

Luego de diversas trabas legales donde se vieron involucrados el dueño del terreno, la asociación de colonos, Fonapo y demás dependencias de gobierno tanto estatal como federal, a través de distintos litigios, los trámites se fueron solventando por distintos ámbitos.

Más adelante, por septiembre de 2002 se elaboró la primera minuta con motivo de los trabajos preparatorios para la operación de los servicios públicos municipales por el H. Ayuntamiento Constitucional de Colotlán en el fraccionamiento Las Golondrinas.

En fecha 8 de octubre de 2004 la Asociación de Colonos “21 de marzo” presidida por Armando Miramontes Robles solicitó la incorporación del fraccionamiento Las Golondrinas al programa de la Comisión Municipal.

El 14 de abril de 2005 a través de Asamblea Extraordinaria se le otorgó al M.V.Z. Ramiro Miramontes Nava, Poder General Judicial para actos de Administración y especial de Dominio para Gestionar y Negociar todo lo relacionado con créditos plazos, saldos, interés y escrituración del total de viviendas.

En fecha 4 de julio de 2005 el M.V.Z. en su carácter de apoderado General de la Unión de Colonos e Inquilinos 21 de marzo A.C. presentó escrito al presidente municipal José Luís Carrillo Sandoval solicitando se inscriba el fraccionamiento las Golondrinas al Programa de Regularización de Asentamientos Irregulares en Propiedad Privada, acompañando copias simples de diversos documentos y así mismo solicitando al director de obras públicas para revisar las obras y servicios así como al Sindico para recibir las áreas de donación.

Para el 12 de julio de 2005 con el oficio número 029/2005 se le dio respuesta al escrito presentado por el M.V.Z. Ramiro Miramontes Nava en su carácter de Apoderado General de la Asociación de Colonos 21 de Marzo, haciéndole saber que con fundamento en lo dispuesto por el articulo número 1 del decreto 16,664 emitido por el H. Congreso del Estado es procedente la integración e inscripción al Programa de Regularización pero de igual forma se le comunican las etapas previas que se deben cumplir así como los requisitos necesarios para integrar el expediente debido.

A principios de abril de 2007 se recibió el plano actualizado y se terminó de integrar el expediente para PRODEUR para su dictamen, en junio del mismo año la COMISIÓN recibió el dictamen de procedencia.

En fecha 27 de junio de 2007 se inspecciona físicamente por la COMUR el área federal encontrando inconsistencias varias. Con fecha 22 de agosto de 2007 la coordinación de la comisión solicitó al Ayuntamiento apruebe los puntos del Acuerdos que recaen del Dictamen de la PRODEUR para el fraccionamiento “Las Golondrinas”. Con fecha 27 de agosto de 2007 el Ayuntamiento aprueba los puntos de acuerdo del dictamen de procedencia.

Con fecha 17 de abril de 2008 mediante su apoderado legal (C. Ramiro Miramontes Nava), la Asociación de Colonos e Inquilinos “21 de marzo A.C.” solicitó se les dé a conocer las acciones totales necesarias para cumplir con el procedimiento señalado por el decreto 20920.

Con fecha 18 de abril de 2008, a través de la oficina municipal de regularización y con oficio 0009/2008 el municipio da respuesta a la petición escrita de la Asociación de Colonos e Inquilinos “21 de marzo” en relación a las acciones totales necesarias para cumplir con el procedimiento señalado por el Decreto 20920.

Posterior a estos hechos documentados en la oficina de Regulación de Predios del Municipio de Colotlán, los que figuraron como actores de los asuntos en dicho fraccionamiento, muchos de ellos prescindieron en sus funciones y posteriormente el seguimiento ha sido siempre buscando el beneficio de los habitantes de este fraccionamiento, el disponer cada vez de mejores servicios y que las condiciones de vida de sus colones sean cada vez mejores.

¡TEPETONGO CUMPLE 425 AÑOS DE SU FUNDACION!

Lic. Vladimir González Ávila  

Cronista de Tepetongo, Zacatecas.


Los datos más antiguos que se tienen documentados de la cabecera municipal, datan de 1561, y se encuentran plasmados en un escrito firmado por Don Gonzalo de Ávila, un minero residente en la ciudad de Zacatecas; el cual, en su reporte, habla de un levantamiento indígena en la estancia de Tuichán o Tuitán donde dieron muerte a los trabajadores de la estancia y de la cementera que ahí se encontraba, al igual que a sus propietarios los señores Alonso Hernández y Antón Sanches.

Al año siguiente en 1562 se otorgaron las mercedes para la explotación de las Haciendas o Encomiendas de Santiago del Cuidado y San Miguel de Buenavista, las cuales abarcaban prácticamente los mismos límites con que actualmente cuenta el municipio. A partir de entonces, empieza la historia documentada del municipio y la presencia cada vez más numerosa de españoles en la región.

Es así que el día 8 de junio de 1598, El capitán JUAN DE LA TORRE cambia la parte que tenía de unas minas en San Luis Potosí, por una estancia de ganado mayor, LA ESTANCIA DE TUICHAN y fue ahí donde fijó su residencia, razón por la cual, a partir de entonces se empieza a llamar SAN JUAN DE TEPETONGO y por tal motivo se considera que esa es la fecha de su fundación. 

Posteriormente se le llamo ESTANCIA DE TORRES Y TEPETONGO, pero ya en 1730 se le denomina Tepetongo solamente, tal como se le conoce el día de hoy. 

Una vez consumada la independencia de México el congreso constituyente del Estado de Zacatecas se reúne el día 3 de diciembre de 1823 para declarar la creación de un nuevo municipio denominado TEPETONGO, así pues, este 2023 cumple 425 años de su fundación y también oficialmente ha sido declarado el 2023 como: ¡EL AÑO DEL BICENTENARIO DEL MUNICIPIO LIBRE Y SOBERANO DE TEPETONGO!

domingo, 4 de junio de 2023

Tesoros por descubrir del cerro de Santiago

Por: José Alonso Serrano Campos

Al igual que el cerro de San Nicolás, el de Santiago por su forma caprichosa, es una de las siluetas distintivas en el paisaje de los colotlenses, una colina que se eleva a los dos mil metros sobre el nivel del mar, que guarda en sus espacios: historias, leyendas y tesoros del pasado aún por encontrar, rescatar y dar a conocer, pero sobre todo valorar.

Fue hace dos años, con la familia subimos hasta la parte alta, varios lo hicimos por primera vez, por una ladera, un callejón, topar con una puerta de madera y seguir todo derecho hasta encontrar la cima, para nuestra sorpresa había vacas pastando plácidamente pues el espacio es bien utilizado por los vecinos y tienen ahí sus animales.

Llegamos a “la coronita”, el nombre real es “el baulito”, un centro ceremonial donde estaban los vigilantes prehispánicos, una piedra enorme y bancos de piedra alrededor, cuentan los pobladores que un día, hace no muchos años, encontraron que estaba todo destruido, levantaron la loza y perdieron los rasgos de aquel punto tan especial para los ancestros.

En la bajada del cerro andaban las personas que ahí vivían hace más de 500 años, los primitivos convivían su hogar (el cerro) con jaguares y venados, se dedicaban a la pesca en los cauces del río, algo disparatado actualmente pues ya no hay trazas de peces, recordemos que en Mesa de Flores hay vestigios incluso de mar, de hace millones de años, caracoles y otros fósiles que se pueden encontrar entre las rocas con cierta facilidad.

Trabajaba en presidencia allá por el año de 2005 cuando un buen amigo me mostró un mapa del cerro con algunas figuras simbólicas, le tomé foto y nunca más volví a ver ese espectacular lienzo plasmado en un cuero.

En la parte baja mostraba un jaguar, un puercoespín, una hoya y unos perros, las huellas de ellos dibujadas, era la representación del camino hacia arriba, los enceres domésticos que utilizaban en sus cuevas abajo del peñasco.

Sigue la bajada y hacían sus casas entre cuevas y un tipo tejaban, todo eso por la misma geografía se tapó y se destruyó, dejando escondidos enceres y demás utensilios de aquellos habitantes indígenas de la región.

Había mucha flora y fauna que lamentablemente se ha venido a menos por diferentes causas, una de ellas han sido los incendios, disfrutaban de liebres, conejos, topos y claramente alacranes.

Donde está la calavera se observa que va montada en una serpiente, representando la subida y la muerte. Ese espacio nos conduciría a el arroyo de la pila del muerto, debajo de la cruz hay una persona en forma fetal porque ahí está representado lo que era el panteón de aquellos ancestros.

Puntas de hachas documentadas en el sitio

En un tipo chiquihuite, llenaban de barro y los colocaban para ser enterrados. Quedaba todo puesto como en un montículo. “Si seguimos las huellas, te conectas con todos los lados” nos dice el dueño de este peculiar dibujo.

Fuimos precisamente a ese lugar, ahí se aprecia algo curioso, la tierra es distinta, quizá hicieron un cerro lleno de cráteres, hurgando a tan solo 30 centímetros había cabello, luego un cuerpo en esa forma; seguramente con el barro lo conservaban mucho, para respetar lo dejamos tal y como estaba.

Donde está la liebre y un tercio de leña, se representa la recolección con que subsistían entre águilas, magueyes y siguiendo las huellas a donde había agua llegaban a comerse las ranas enormes, todo eso está ahí en ese lugar como huellas del pasado que perdura, no solo en el recuerdo de los viejos, si no en las huellas que esperan a ser encontradas y documentadas.

Terminó aquella aventura por el cerro y bajamos entre mucha hoja de roble, un riquísimo olor a orégano (del mejor que hay en esta zona) e hicimos una pausa para cortar tunas de un enorme nopal, desgraciadamente con tanta quemazón se está acabando el mejor orégano y más vegetación.

Finalmente, cabe destacar que hay muchos minerales en beta, los españoles traían expertos en su búsqueda cuando la conquista, encontraron yacimientos que no les pareció importantes, aún así quedaron rastros de antiguas minas que no fueron explotadas, dejando constancia de la riqueza que tiene el cerro y zonas aledañas en cuestión de oro y plata, de lo que hablaremos próximamente.

sábado, 3 de junio de 2023

Un “Medio Real” de 1821, el peso "Muera Huerta" de 1914 y la Real Caja de Bolaños


Por: José Alonso Serrano Campos

El “Real” fue una denominación de moneda en México utilizada desde el tiempo de la Colonia, que se mantuvo vigente hasta 1863 con Benito Juárez, El peso se convirtió hasta 1897 en la única unidad monetaria vigente en México, con una tasa de cambio de 8 reales por 1 peso.

Las monedas de plata fueron emitidas en denominaciones de ¼, ½, 1, 2, 4 y 8 reales; y las monedas de oro en denominaciones de ½, 1, 2, 4 y 8 escudos. Entre 1814 y 1821, monedas de cobre fueron acuñadas en denominaciones de ⅛, ¼, 2 y 4 tlacos.

Durante los años 1821 y 1822 se acuñaban moneda a nombre de Fernando VII en las distintas Casas de Moneda del Virreinato de Nueva España, a pesar de los cambios en el gobierno que se suscitaban. La razón de ello era jurídica, a pesar de la firma del Acta de Independencia del 28 de septiembre de 1821. Tanto el Pacto de Iguala como los Tratados de Córdoba definían a México como un Imperio, en el que el monarca español o alguno de los miembros de su dinastía seguiría siendo el soberano, y hasta su aceptación y coronación, un Consejo de Regencia ejercería el poder ejecutivo.

Cuando finalmente las autoridades virreinales tuvieron que jurar la Constitución, su objetivo varió hacia la Independencia, con el objeto de instaurar una monarquía, obviando las instituciones constitucionales, en la persona del propio Fernando VII o de alguno de los infantes españoles. Uno de los apoyos que buscaron y obtuvieron fue el del oficial realista: Agustín de Iturbide.

Con el Plan de Iguala, el 24 de febrero de 1821, con el objetivo de establecer la independencia de México, se mantuvo la monarquía en la persona de Fernando VII, estableciendo la religión católica como única y la unión de todas las clases sociales. Se formó un ejército conocido como Trigarante, al que se unieron militares realistas y algunos antiguos insurgentes.

Debido a lo anteriormente expuesto, es lógico que la Regencia decretase que las casas de moneda operativas en el Imperio siguiesen acuñando monedas de oro y plata con el busto y las leyendas de Fernando VII, lo que fue efectivo hasta la proclamación de Iturbide, por lo que el 11 de junio de 1822 se autorizó la emisión de moneda de oro, plata y cobre con los nuevos tipos referidos a Agustín I.

Primer Moneda del Imperio Mexicano

En el anverso aparece el busto del monarca mirando a la derecha, provisto de manto y coronado de laurel. Pero en las cecas provinciales, como la de Zacatecas, hay una amplia variedad de estos bustos, incluso solo en este año de la moneda en mención (1821) por las diferentes casas de moneda como las de México, Durango y Guanajuato, por citar unos ejemplos.

La Casa de Moneda de Zacatecas acuñó a nombre del monarca español, con marca de ceca Zs. Las siglas de ensayador son “RG”, José Rodríguez Gallinas, que ensayó moneda entre los años 1820 y 1822. Muchas de ellas están más o menos descentradas.

En 1821 las casas de moneda del país ya tenían mejores troqueles y maquinaria para hacer piezas de calidad en las denominaciones mayores como los de 4 y 8 reales, los detalles salían burdos en las bajas denominaciones como esta que se muestra por ser de tan solo medio real.


En uno de sus lados se muestran los dos columnarios que dicen plus y ultra (que quieren decir: más allá de España), se lee HISPAN (España), ET IND (el rey), R (Real), Z (Zacatecas)  y RG (el ensayador Rodríguez Gallinas), al centro el escudo en general de la nueva España: el castillo, los leones y la corona.

Su canto era prácticamente inexistente en esta denominación, en las más altas había una especie de cuadros y ruedas, intentado para que no pudieran rebajarles plata, la gente las limaba y sacaba plata de cada moneda, afectando su valor y su peso, por eso decidieron grabar también el canto a cada moneda.

Esta variedad de diseños en los años 1821 y 1822 se debe a que el director de la ceca entre 1817 y 1827, Dionisio Sancho, continuó labrando moneda con el busto y a nombre de Fernando VII hasta el año 1825, alegando la urgente necesidad de numerario y que las matrices y troqueles que le habían remitido con los sellos de la nueva república eran muy defectuosos, por lo que batir moneda con los mismos sería un desprestigio para la afamada Casa de Moneda de Zacatecas.

Esta fue la moneda encontrada a poca profundidad en el patio de una casa de la comunidad de Santiago Tlaltelolco y cuyos dueños guardaremos su confidencialidad, tiene un valor aproximado de $800 pesos, según expertos.

-----------------

La moneda “Muera Huerta” contra Victoriano Huerta

Con tan solo 27 años, Victoriano Huerta Márquez tuvo un mandato sumamente breve, sin embargo, es conocido por ser un presidente dictador de la república mexicana, originario de Colotlán, que se impuso su gobierno gracias al poder militar, lo que produjo un descontento enorme y obligó a que desconocieran su gobierno.

Su carrera militar inició cuando Porfirio Díaz era presidente de México, durante el gobierno de Francisco I. Madero ascendió a general cuando México estaba pasando por la primera fase de la Revolución mexicana. En febrero de 1913, lideró una conspiración y golpe de estado en contra del gobierno de Madero en lo que se conoce como la Decena Trágica. 

Después de varios días de peleas y muertos, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez (el vicepresidente) fueron derrotados, arrestados y finalmente, asesinados. El Golpe de estado contó con el apoyo del entonces Imperio Alemán y Estados Unidos con el gobierno de William H. Taft. 

Cuando Woodrow Wilson llegó al poder estadounidense, no quiso reconocer el régimen y autorizó la distribución y venta de armas a los rebeldes. En un principio varias de las grandes potencias lo habían apoyado, pero cuando las fuerzas revolucionarias vencieron a Huerta las potencias le quitaron el apoyo sobre todo por las amenazas de Estados Unidos. Ante la falta de apoyo y la derrota, Victoriano Huerta tuvo que renunciar y exiliarse en Julio de 1914 después de un corto gobierno. 

La moneda en la que se lee “Muera Huerta” ha sido una de las más destacadas, correspondiente a la revolución mexicana. Actualmente no es muy conocida y solo es querida por los coleccionistas, ya que tenerla es algo curioso, debido a que se cree que es la única moneda en el mundo donde se le desea la muerte a un gobernante. 

La historia inicia después de la Decena Trágica, Huerta no tuvo una presidencia sencilla, ya que Emiliano Zapata, Venustiano Carranza y Pancho Villa fueron los organizadores de la resistencia. Los intentos por destituir a Huerta no fueron solo en los campos de batalla, hubo otras acciones simbólicas para demostrar el rechazo que sentían los mexicanos hacia Huerta, una de estas muestras fue la moneda que decía “Muera Huerta”.

Durante el gobierno de Huerta la circulación de las monedas se vio afectada, lo que tuvo como consecuencia que el dinero escaseara. Esto tuvo como resultado la creación de los bilimbiques (monedas acuñadas por los rebeldes que pertenecían a las fuerzas revolucionarias). Algunas de estas monedas fueron el Tlaco de Hacienda y la Moneda de Francisco Villa. 

La Moneda de Francisco Villa fue acuñada en la ciudad de Cuencamé, Durango durante 1914 con un valor de 1 peso. Lo llamativo de esta moneda fue la leyenda de “Muera Huerta”. Al respecto Banxico publicó: 

“Para aliviar la escasez de circulante y solventar los gastos originados por la Revolución, Francisco Villa ordenó a los generales Calixto Contreras y Severino Ceniceros la fabricación de moneda. En Cuencamé se hicieron piezas de un peso, de las que se conocen numerosas variedades.”

En esta pieza se aprecia el resplandor republicano (El Gorro Frigio resplandeciente), rodeado por la leyenda ESTADOS UNIDOS MEXICANOS y en el exergo la denominación y el año de acuñación flanqueados por seis estrellas, la variedad más rara de estas monedas. En el anverso, ostentan el águila de frente postrada sobre un nopal volteada a la derecha, con una serpiente en el pico (escudo nacional) y la leyenda en semicírculo EJERCITO CONSTITUCIONALISTA, destacando abajo la leyenda MUERA HUERTA, expresión del odio que los revolucionarios norteños sentían hacia Victoriano Huerta.

Frente a la circulación del tajante mensaje, Victoriano Huerta se encolerizó y tomó una acción radical que fue la emisión de un edicto donde ordenaba que cualquier persona que tuviera como posesión la moneda tendría que ser fusilado. Para evitar el fusilamiento, las personas comenzaron a tirar sus monedas incluso llegando a enterrarlas. 

Poco después Victoriano Huerta fue derrocado y a pesar de que su muerte no estuvo relacionada con la revolución, la moneda quedó en el olvido, Rogelio Chárteris Reyes, apunta: “Lo que es un hecho es que dicho anatema logró que la popularidad de la pieza se magnificara en el campo del coleccionismo.  Entiendo que no se conoce en el mundo o por lo menos el caso no ha sido común, de una moneda que incorporase una leyenda de esa naturaleza. En México sólo se conoce otro ejemplo, seguramente copiado del anterior: el peso 1935 ‘Muera Calles / Muera Garrido Canabal.”

Pero regresando al tema y respecto al uso de esta moneda, algunas tropas villistas recibían su pago con estas monedas de plata, ya que el metal generaba mayor confianza entre ellos y desde luego, esto se traducía en la lealtad de sus generales.

Es importante considerar que las monedas “Muera Huerta”, lamentablemente son muy falsificadas, por lo que es importante observar bien las roturas de troquel características sobre todo en el reverso, además de otros detalles que el ojo se acostumbra a detectar una vez que se han visto muchas piezas originales, como la troquelación, comportamiento del metal, canto, etc.

¿Cuánto cuesta la moneda? Recientemente la moneda volvió del olvido ya que comenzó a ser deseada por curiosos y coleccionistas y gracias a esto (y dependiendo de su estado) la moneda puede llegar a costar más de 30 mil pesos, en el caso de la moneda que pudimos ver, se trataba de una mala imitación.

---------

Anécdota de “Hasta que te cayó el veinte”


La moneda de cobre de 20 centavos tenía muchos usos en cosas y actividades hoy extinguidas: era la unidad de medida del perfume que usaban las muchachas, era la apuesta en los juegos del trompo, el tacón, la rayuela y era lo que costaba una llamada en los teléfonos públicos en el siglo pasado.

De esa moneda se derivaron dichos mexicanos que todavía sobreviven. Uno de esos dichos proviene de los teléfonos, a la par en aquellos años de los medios de comunicación como el correo y el telégrafo en clave morse.

En los teléfonos públicos de la calle siempre era lo mismo: se agarraba la bocina, se le echaba el veinte en la ranura de arriba y, casi siempre, la moneda salía por la ranura de abajo. Había que hacer varios intentos para lograr que diera línea.

Después de varios intentos, al méndigo teléfono por fin le caía el veinte y daba línea. Pasados tres minutos, una voz de mujer le decía a uno: “para continuar, deposite sin colgar otra moneda”. Algunos, sin saber que era una grabación, se desesperaban y le decían: “un momento señorita, no encuentro un veinte”.

Esas dificultades para que la moneda activara la línea dieron origen a un dicho referido a los que no entendían alguna cosa. Tanto era así que cuando esa persona, dura de entendederas, lograba entender algo, los demás le decían: “Hasta que te cayó el veinte”.

------------

La Real Caja de Bolaños , en la zona norte de Jalisco (conocida erróneamente como Casa de Moneda o Casa Real), es un edificio construido entre 1752 y 1761 mandado a construir por el virrey Revillagigedo debido a la enorme riqueza del Real de Minas de Bolaños, Nueva Galicia (Jalisco).

Su función, como fue común en las cajas reales en el virreinato, dependientes de la Real Hacienda, era la representación administrativa del virrey en los centros mineros importantes y se encargaba del almacenaje, distribución y aprovisionamiento de sal y azogue (mercurio), necesario para las técnicas del beneficio, amalgamación y separación de la plata y por supuesto, la recolección de la plata obtenida por los mineros.

La Real Caja era la institución encargada de recibir y distribuir la plata extraída de las minas, además de la distribución y envío. Ubicada al sur de la plaza de armas de Bolaños, se asoma la pintoresca edificación al frente de la hermosa plaza, rodeada de expresivas edificaciones coloniales. La plaza de planta rectangular, con kiosco al centro, octagonal, de herrería y con bombillas de dragones, jardines a sus costados largos, con rosales y pinos.

Nicolás Valdés comentó: “su terminación se debió a la diligencia del primer corregidor Lic. Diego Gorospe y Padilla (1754-1756). Los alarifes o arquitectos de la hoy Presidencia Municipal, La Caja Real y La Aduana y El Ensaye (Casa llamada de La Granada) debieron ser José Antonio Ulibarri y Velarde y Pedro José Tenorio. En 1755 Gorospe nombra evaluadores de un solar a los maestros de alarifes ya citados y en 1756 compra el terreno para La Caja, Aduana y Ensaye”.

El lado oriente de la plaza lo limita la parroquia vieja, la puerta principal en arco de medio punto, sobre capiteles dóricos, enmarcada por medias columnas estriadas, arriba de la cornisa luce la ventana coral, vertical y con bajos relieves en su marco. Del costado izquierdo se adosó el campanario, de un cuerpo y de planta cuadrada, con dos vanos arqueados por cara, fue cubierto por cúpula con linterna, al fondo se dejaba ver La Bufa, con su cima desnuda, casi vertical y de media luna.

“De tres naves, la nave central era la capilla de 1739, mandada construir por el piadoso minero don Pedro Álvarez Cantón. Fue el primer templo en Bolaños. Hasta noviembre de 1794, en que se cambió al Santuario, duró aquí el culto. Las naves laterales debieron ser construidas a partir de 1755”. Atrás de la parroquia vieja se edificó la nueva, de la cual restan algunos vestigios, como: el altar mayor con columnas estriadas y la sacristía, con peculiares ventanas redondas y elaborados arcos con ángeles en sus claves, obra que inició en 1778.

Al costado Sur de la plaza, se observa la insólita Real Caja, la fachada principal la comprenden cinco contrafuertes, que abrazan dos pisos, en el primer claro, un balcón sencillo; en el segundo, en el primer piso, dos ventanas verticales y con forja, le sigue una puerta con un águila bicéfala, arriba una pequeña ventana y por remate, un escudo real, al costado izquierdo, un balcón corrido con  dos puertas; el tercero, con dos ventanas y un balcón corrido; y el último claro con una puerta y un balcón sencillo.

La fachada poniente, con cinco contrafuertes y algunas ventanas entre ellos. El interior, conserva tres corredores en sus dos pisos, arcos en medio punto sobre capiteles toscanos y columnas redondas, espacios mutilados en sus extremos. Fundada por orden del rey, en 1752, funcionó hasta 1807, Caja que mandó 364,000 marcos de plata a la de México. Alberga la Casa de Cultura.

Pinturas y familia de Fernando de Mier y Terán - Noble de Colotlán y la Villa de Xerez

Por: José Alonso Serrano Campos

De entre los múltiples retratos de la nobleza y otras élites del virreinato de Nueva España plasmadas por grandes artistas en pleno siglo XVIII, destacan dos pinturas que hacen referencia a las élites de la época en Colotlán, quizá haya más de esas pinturas de abolengo, a continuación se refieren dos de la familia de don Fernando de Mier y Terán:

La pintura de Fernando de Mier y Terán (fechada en 1773) se encuentra en el Museo Nacional del Virreinato, en la obra muestra en su vestir el influjo de la moda francesa que se introdujo de manera paulatina en la Nueva España y llama especialmente la atención una leyenda escrita en su cartelera del lado izquierdo donde refiere que nació en Colotlán por el año de 1735.

También existe otra pintura de su hija, Francisca Javiera Tomasa Mier y Terán, misma que se encuentra en el Museo del Castillo de Chapultepec (fecha, 1778) y hace referencia en su cartelera sobre la familia con algunos arraigos colotlenses, señala uno de los destinos comunes entre las ricas criollas novohispanas: el convento. Es probable que el cuadro fuera encargado al pintor para representar la riqueza y el poder de la familia de esta joven de la alta sociedad antes de su reclusión como monja.

En los retratos femeninos del siglo XVIII y XIX se simbolizaba la riqueza de la familia a la que pertenecía la persona retratada a través de joyas, bordados y lujosos abanicos como el que se observar en el retrato de Francisca Javiera Tomasa, justo en su mano sostiene un peculiar abanico sin abrir.

CÉDULA CUADRO FERNANDO DE MIER Y TERÁN

Pintura de forma rectangular en la que aparece, sobre un fondo gris y cortinaje verde, el retrato de cuerpo entero de Fernando de Mier y Terán. Nació el 11 de enero de 1735 en el poblado de San Luis de Colotlán, este personaje muestra en su vestir el influjo de la moda francesa, que se introdujo de manera paulatina en la Nueva España.

Su casaca, bordada en tonos multicolores, muestra la característica del endurecido con papel o cerda, que las volvía amponas a partir de la cadera. Presenta asimismo el peinado de la época: peluca con rizos circulares alrededor de la cabeza, enrollados cerca de las sienes; el resto del cabello, recogido de la parte posterior de la cabeza, se ataba con un listón a la altura de la nuca.

Ya que la peluca dificultaba portar el sombrero, éste se llevaba bajo el brazo izquierdo, como si se estuviera de visita o en un salón. Respecto a este personaje y a su peluca, que no presenta color blanco según la usanza de la época, Carrillo y Gariel señala: “encontramos a gran número de personajes que no llevan peluca ni pelo empolvado, pero sospechamos que esto se debe a su alejamiento de la Corte o por presentarse en traje informal, vestidos algunos con casaca y chaleco de tela de primavera, de China, como puede verse en el retrato de Don Fernando de Mier, quien por 1773 fue vecino de Jerez de la Frontera”.

INSCRIPCIÓN R. de Dn. Fernando de Mier y The/ran y Mijares, hijo leg.mo de Dn./ Antonio de Mier y Theran, natural/ de los reynos de Castilla Montañas/ de Santander en el lugar de Ruente, Va/lle de Caguerniga y de Doña Margarita Mi/jares Solorsano, natural del pueblo de Sn./ Luis de Colotlán, en donde nació el 11 de/ hen° de 1735 y actualmte. Vezino de / la villa de Jerez de la frontera / año de 1773.

INSCRIPCIÓN Retrato de Doña Francisca Xabiera Thomaza, natural de la Villa de Xeres, hija lexitima de Don Fernando Mier y Terán, natural de Colotlán, (hoy Ordenado de Diacono) y de D. María Salvadora Rodriguez Saenz, natural de estha Villa; Fueron sus Abuelos D. Antonio de Mier y Terán, natural de Ruente en los Reynos de Castilla y Doña Margarita Mixares Solorsano natural de Colotlán, y maternos D. Domingo Rodríguez Saenz y Doña Clemensia Garzía de la Cadena. La que entró para Religiosa de velo y choro en el convento de Santa María de Gracia el día 22 de abril de 1778 a los 16 años, 7 meses y 3 días de edad.

---

En la investigación antropológica basada en los registros de las iglesias de esta región se pudieron rescatar los siguientes datos: Don Antonio de Mier y Terán nació en 1712 en Burgos, Castilla y León, España hijo de Antonio de Mier y Terán y la señora María Antonia de la Campa y Cos. El cuarto de seis hermanos: Josefa (1699), Manuel (1703), Juan Antonio (1705), Antonio (1712), José y Manuela.



Se casó con Margarita Minjares Solorsano y de Luna y Ávila Varela (1718-1735) en San Luis de Colotlán el 2 de mayo de 1734. Ella nació en el rancho de San Agustín del Epazote, Colotlán en el año de 1718, tuvieron a Fernando Higinio Antonio de Mier-Theran y Minjares en 1735 y ella murió al dar a luz, así quedó asentado en el libro parroquial:

“Declaración del beato Domingo Vicente Salinas presbítero sin generales En la Villa de Xerez a los quince días del mes de Abril de 1774 años, presenta información que se ha mandado testigo el beato Don Domingo Vicente Salinas, clérigo, presbítero, domiciliaris de este obispado y vecino de esta dicha Villa, de quien su merced el Sr Cura Vicario ,Juez Cde co por ante mí el presente Notario recibió juramento que hizo In verbo sacerdote Pectore, prometiendo decir verdad en lo que supiese y fuese preguntado, que siéndolo a el tenor del interrogatorio inserto en el escrito que motiva dicha información = Dijo a: la 1ª ) pregunta: haber tenido pleno conocimiento de Don Antonio de Mier y Theran, aun antes de los muchos años que fue vecino de esta dicha Villa siéndolo en el puesto del Epazote, términos del pueblo de Colotlán, donde vivió maritalmente en convivio con Doña Margarita Mijares y Solorzano y de su matrimonio hubieron por su legítimo hijo a Don Fernando de Mier Theran y Mijares, el que nació en referido pueblo, causándosele a su madre, la muerte en su nacimiento”.

Fernando de Mier y Terán fue Bautizado en la parroquia de San Luis, Colotlán el 13 de enero de 1735.

Su madre Doña Margarita fue hija de los señores Diego Minjares Solórzano y de la Torre (1692- ) y de Rosa María de Luna y Ávila Varela (1697 - ) hermana de: Josepha (1717-1817), Antonio (1719 - ), María (1720-1820), Manuela (1720- ), Antonia Rita ((1722- ), Florencia Bonifacia (1723-1745), María Isabel Paula (1724- ), María Petra de san Juan (1732- ) y Joseph Silvio.

Sus abuelos Marcos Minjares Solorzano y Ana Elizondo se casaron en Mazapil, Zacatecas el 13 de mayo de 1660, hacia atrás no hay más registros.

Fernando de Mier se casó con María Salvadora Rodríguez Sáenz (1745-1773) y tuvieron ocho hijos:

Francisca Xaviera Tomasa (1761-1805), María Marcela Margarita (1764- ), Juan Antonio Cornelio (1766- ), Francisco Xavier Navor (1768- ), Juan Joseph Francisco Xavier (1770- ), Francisca Antonia (1771 - ), Juan Pedro Jph (1772- ), Fernando de Teresa (1773 - ) todos de apellido Mier Rodríguez.

Francisca Xaviera Tomasa nació el 24 de septiembre de 1761 en Jerez, Zacatecas, murió en la ciudad de México en el año de 1805.


Museo Nacional del Virreinato

Se conoce la obra de los grandes pintores novohispanos que vivieron en la capital de la Nueva España. Ver una obra de gran calidad hecha por alguien de la Nueva Galicia, es de resaltarse, la obra de Fernando se le atribuye a Ignacio Berben Montano (algunos lo refieren erroneamente "Berbeno"), pintor que vivía presumiblemente en la hoy Guadalajara y la mayor parte de su obra se encuentra en el Convento de Guadalupe, en Zacatecas, y en el Santuario de San Juan de los Lagos.

Para saber más de Berben se recomienda el artículo "Análisis epistolar entre el pintor Ignacio Berben Montano y sus mecenas, 1781 y 1783", de la autora Maricela de la Luz Valverde Ramírez. 

http://www.filha.com.mx/upload/publicaciones/archivos/20220214205998_valverde.pdf

viernes, 2 de junio de 2023

SEMBLANZA DEL LICENCIADO RENATO HARO ORTEGA

Por: José Alonso Serrano Campos

Renato Haro Ortega

Fue un importante licenciado, gestor y notario de la región norte de Jalisco, nació en Colotlán el día 5 de agosto de 1938, siendo sus padres el Señor Rafael Haro Márquez y su esposa María Ortega del Real, con quienes al igual que sus hermanos convivieron en el entonces apacible centro de la población.

Cuando niño hizo sus estudios de educación primaria en la escuela particular "Progreso" de esta ciudad, ubicada en lo que hoy es el Colegio “Jalisco”. 

Por motivos de negocios, su familia tuvo que trasladarse a vivir al Distrito Federal (D.F. hoy Ciudad de México), donde hizo sus estudios de educación secundaria en el Instituto de Ciencias y Humanidades de Tlalpan.

La Preparatoria la estudió en el Colegio "Cristóbal Colón" de México, D.F., terminó la Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de México, haciendo su Tesis Profesional en el área de Derecho Constitucional bajo el título de “Trayectoria Constitucional y Política del Estado de Jalisco”.

Sus inquietudes políticas se vieron encauzadas en el año de 1964, cuando el entonces candidato a la presidencia de la República, el Lic. Gustavo Díaz Ordaz, lo nombró su representante personal en el VII Distrito Electoral del Distrito Federal.

En marzo de 1971 fue designado representante por México al Congreso Mundial de Sindicatos de la Industria Automotriz, celebrado en Londres, Inglaterra.

Posteriormente, fijó su residencia en la ciudad de Guadalajara, trabajando como abogado postulante hasta octubre de 1979, cuando fue nombrado Notario Público Titular Número Uno de la Municipalidad de Colotlán, Jalisco; cumpliéndose su destino de ave migratoria, regresando a donde habían quedado sus raíces familiares.

En su vida personal el Lic. Haro Ortega formó una familia netamente colotlense, habiendo contraído matrimonio con la señorita Ernestina Lamas Sandoval, con la que procreó tres hijos: Rafael, Renato y Lilibeth Susana.

A lo largo de su trayectoria profesional se distinguió como un humanista y, por consiguiente, interesado en los idiomas y en las tareas de investigación hasta ese entonces desarrolladas y se hizo de mucha bibliografía al alcance en esos aspectos.

En ese sentido, hizo estudios del idioma francés en el Instituto Francés de América Latina, egresando en 1965. Como escritor editó varios libros: “Trayectoria Política y Constitucional del Estado de Jalisco", "La Constitución de Apatzingán”, “Estudios sobre Paul Claudet”, “Estudio sobre Morelos, Siervo de la Nación” y el primer libro de la “Historia de Colotlán” al lado del gran escritor Bernardo Carlos Casas.

Fue maestro fundador de la Escuela Preparatoria Regional de Colotlán, junto con un destacado equipo de docentes, compartió la llegada de esta extensión de la Universidad de Guadalajara en su nivel medio superior en septiembre de 1980.

El Lic. Renato Haro Ortega destacó además por su brillante carrera política dentro del Partido Revolucionario Institucional, sólida y sincera, ya que una de sus metas era lograr el bienestar y progreso de su patria chica: Colotlán.

Fue miembro del Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI en el Municipio de Colotlán (CEPES). Desempeñó el cargo de presidente municipal en el trienio 1986-1988, durante el cual diseñó y oficializó el escudo de armas de la noble y leal ciudad de Colotlán, Jalisco.

Durante el trienio 1986-1988 ocupó la función de alcalde, en su administración se respetó el ordenamiento de la Ley electoral del estado para que la relación de regidores por mayoría se agregara uno más del partido de oposición con mayor minoría relativa, quedando el ayuntamiento con ocho regidores.

Desafortunadamente esta administración coincidió con los años más graves de la profunda crisis económica que sufrió nuestro país. El interés del gobierno en esa época era únicamente terminar las obras iniciadas y no hacer ninguna obra nueva.

Únicamente con el escrupuloso manejo de los recursos municipales permitió librar el gasto corriente del Ayuntamiento y el mantenimiento de los servicios públicos municipales, que se apoyaron fuertemente con la compra de equipos de oficina, así como la unidad para el servicio de uso público, para continuar con el programa de adoquinado de las calles, lográndose terminar aproximadamente 20 cuadras (un promedio de 12,000 metros cuadrados).

Se nivelaron diversas calles de la población sobre el libramiento de la carretera en la parte norte y poniente. Se donaron terrenos para instituciones oficiales. Se apoyó el establecimiento de jardines de niños y a nivel de gobernación se expidieron los Reglamentos Municipales de Policía y buen Gobierno, Obras Publicas, Mercados y Reglamento del Ayuntamiento.

Fue también miembro de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, formando el Capítulo Norte, de la misma en esta ciudad.

Desempeñó el cargo de presidente del Club de Leones de Colotlán, distinguiéndose por el remozamiento y funcionalidad del local del club.

Siguiendo la tradición de su papá, el señor Rafael Haro, que cada año enviaba un buen lote de cobertores para las personas más menesterosas de Colotlán, él también ayudaba a las personas de escasos recursos económicos.

Su vocación de servicio lo llevó a ser Gobernador del VII Distrito de los Clubes de Leones de la República Mexicana, que agrupa a clubes de los Estados de Durango, Zacatecas y región norte de Jalisco.

Varias son las facetas de la vida del Lic. Renato Haro Ortega que conjugó la política y el humanismo, dando por resultado que fue un hombre conocedor y sensible a los problemas de nuestra entidad y de su natal Colotlán.

Falleció el día 2 de febrero del año 2001 en la ciudad de Guadalajara de donde fue trasladado a Colotlán para que sus familiares y amigos le testimoniaran su afecto y admiración, para luego ser inhumado en la cripta familiar "El Refugio" del Panteón de Guadalupe de esta ciudad de Colotlán.

Frases populares del pueblo

Por: José Alonso Serrano Campos SERÁ EL SERENO Aunque la expresión tuvo origen en las calles del México del siglo XIX, la historia empieza s...