lunes, 15 de febrero de 2021

Callejón Solitario

Hay una vía entre la calle Nicolás Bravo y el bordo del río de Colotlán que es casi desconocida, es una de las calles más céntricas pero que pocos conocen porque prácticamente nadie tiene necesidad de pasar por ahí.

Su nombre es el Callejón Solitario, paralelo al callejón Primavera, nada comparado con su fama, aunque el nombre es callejón Angulo, no primavera, donde precisamente se encuentran los baños y aquel espacio donde se celebraban las grandes fiestas de Colotlán, muy cerca del templo de San Nicolás Tolentino. Seguramente ubican perfectamente esa calle pero aún no saben de qué otra calle estoy hablando.


Es el primer callejón que se encuentra al tomar la calle Nicolás Bravo, ubicación estratégica para que no se inunde, porque está un poco más alta y el río viene derecho para tomar una curva en la que fue la también famosa "mezquitera", incluso en las crecidas del río recuerdo que el causal no subió tanto en el callejón llegó a correr por la calle Nicolás Bravo entre la Independencia y la Juárez, mientras que en este callejón no llegó ni a la mitad de su trayecto.

Este pintoresco callejón tenía el propósito de conectar las huertas situadas cerca del río con el centro del pueblo, también era el paso común para los fraternos amigos del "nogalito", así como para quienes en tiempo atrás usaban los lavaderos del mesón de San Nicolás.

La única casa que había estaba ubicada casi a la mitad, perteneciente a la propiedad de la familia Torres, vivía una pareja de viejitos, don Aurelio Sillas y su esposa, al tiempo se fue poblando de vecinos, actualmente viven varias familias, por años le hacía honor al nombre.

De tierra su piso, hasta hace unos 15 años se colocaron servicios básicos y cemento, antes los más cercanos se conectaban hasta la Nicolás Bravo, guarda en su memoria cercos de piedra que fueron derribados y vueltos a colocar en un lado, grandes mezquites de los que solamente sobrevive uno. además de muros de adobe desgastados por el paso del tiempo.

Aún queda la fachada de una casita antigua, con su puerta original y su cerradura.

Por su estrecho pasaje los vecinos del lado sur cedieron dos metros de frente de su propiedad para poder enanchar la vía, de no haberlo hecho sería el paso de apenas un vehículo. Hace poco se creó una vía intermedia, la calle Otoño que lo conecta donde topa la Primavera.

Se le ha intentado cambiar el nombre por "del sol", también se le nombró "del solitario", últimamente se ha querido cambiar el nombre de callejón a calle, pero no nos hemos propuesto, sigue siendo "Callejón Solitario" y como que se le ha ido tomando cariño a la vía, aunque no gusta mucho el nombre.


miércoles, 10 de febrero de 2021

Nunca he trabajado en una estación de radio

 “Yo nunca he trabajado en una estación de radio”, lo digo con mucho gusto porque siempre he disfrutado impulsar mi gran deleite por ese medio de comunicación, siempre quise tener una estación en Colotlán, pero “las trabas” de la SCT nunca me permitieron tener una concesión legal para operarla, por lo tanto, lo que hice y sigo haciendo es impulsar proyectos de radio por donde me ha sido posible, como una magnífica vía de comunicación, más que de entretenimiento, que también lo es.

Mis aventuras comienzan desde que mi papá tenía un estéreo con una antenita en la azotea para sintonizar (a duras penas) las estaciones FM de Guadalajara, luego con la parabólica sintonizaba estaciones vía satélite, tengo noción que ahí inició mi gusto por la radio, grabando mis casetes y haciendo mis propias mezclas, tengo en mi memoria haber puesto alguna vez mi voz en una cinta, hablándole a una pequeña grabadora.

Todavía en Preparatoria, allá por 1998 hubo un programa como de radio en Cable TV Colotlán, que se escuchaba en el canal 3 de la televisión, pero no tenía imagen, era de mi entrañable y famoso amigo “El Boga” Solano, ahí andaba yo llevándole mis discos compactos para que me pusiera rolas, me acuerdo que le llamaba por teléfono y salía al aire desde mi casa, pecaba yo de enfadoso, debo reconocerlo.

Profesionalmente durante el tiempo que estudiaba la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en Guadalajara, pude visitar a las estaciones de radio “chidas”, me acuerdo haber ido en excursión a MVS Radio, Televisa Radio y Ondas de Alegría, un estudio de grabación que me dejó con la boca abierta en aquella época fue en una práctica que nos llevaron al ITESO.

Para las prácticas profesionales me apersoné en Radio Alegría Digital de Tlaltenango, la señora Consuelo, Gerente en aquel entonces de la 1100 AM me permitió hacer ahí mi servicio que duró algunos meses, conocí a grandes amigos, entre ellos al buen Alex Tapia, Nico del Real, Juan Carlos Mendoza y mis maestras China y Natalia, estuve en controles durante el programa de la Licenciada Ema Ávalos, a quien también le aprendí mucho. 


El primer trabajo formal en radio, donde nació mi apodo de “Pepe Alonso”, fue en 2003 como reportero de la zona norte de Jalisco en CNZ Noticias, atinadamente conducido por Laura Macías (autora del apodo, a quien agradezco me hiciera "famoso") y Lucía Rivera (gran amiga y colega de cubrir noticas) en la 1100 AM de Tlaltenango, cada tarde de lunes a viernes me enlazaba vía telefónica para dar a conocer lo más relevante de la región, fueron algunos meses, incluso me tocó conducir emisiones en ausencia de alguna de sus titulares, ganaba bien para ese tiempo gracias al patrocinio de Celulares del Norte, del señor Maclovio Curiel (qepd), grata experiencia. 

En 2005 nació Radio Plaza, 87.7 FM en Colotlán, con los conocimientos técnicos de mi colega Sergio Valdez y lo poquito que yo sabía de programación, hubo muchas manos involucradas para consolidar esa radio, lástima que también hubo otras que no permitieron que siguiera creciendo.

Al paso de los años fui con Alex Tapia, el mero mero de la radio, pusimos al aire Radio Alegría Digital por internet, en su sitio web, muy en pañales estaba la tecnología de aquel momento, pero ya nos hacíamos escuchar a todo el mundo.

También tuve la oportunidad de tener acercamiento con Radio Mezquitic (que le perdí la pista), una radio en Villa Guerrero (fue desmantelada por las autoridades federales al poco tiempo de iniciar), Radio Huejúcar (que en Colotlán se alcanza a escuchar por algunos sitios altos) y Radio Alegría de Jalpa, Zacatecas.

Como Director de Comunicación Social en el Gobierno Municipal de Colotlán, durante mucho tiempo tuve colaboraciones con la repetidora de Radio Universidad de Guadalajara en Colotlán, recuerdo que cuando la prendieron tenía muchas fallas técnicas, aun así, comenzaron con su programación local, hubo un proyecto para tener un programa local que a fin de cuentas no se concretó pero mi mayor participación fue en el noticiero, en el espacio brindado para dar a conocer acciones del Gobierno Municipal.


En Tlaltenango, también como encargado de la oficina de Comunicación Social puse por internet una radio llamada “Radio Futura”, con la idea de que se consolidara como una radio cultural para ese municipio, pero no se concretó el transmisor, luego la retiramos también del sitio web, casi a la par de otro proyecto radiofónico para el Tec de Tlaltenango que también participé en su proyecto. 

Como reportero de Voz del Norte “el periódico de la vida regional”, hice diversas intervenciones a diferentes radios, como: Cadena de Noticias y el Sistema Jalisciense de Radio y Televisión, también tuve enlaces a Notisistema donde practiqué más del periodismo radiofónico.

En su momento hubo la posibilidad de obtener una licencia de locutor, no recuerdo en cuál radio estaba, pero fue un trámite muy satisfactorio ante la instancia de gobierno, tengo mi documento que al día de hoy nunca me lo han requerido, pero ahí está para cuando se ofrezca.

En casa, con mucho tiempo libre luego de trabajar por años en presidencias municipales, hice mi propia radiodifusora: “Colotlán Radio”, solo por internet, en audio de Alta Definición, la trabajé aproximadamente un año, la quité porque no tenía tiempo, me llené de trabajo en las escuelas donde comenzaba a dar clases, la mayor satisfacción fue haber hecho muchos amigos, tuvo mucha audiencia y buenos patrocinadores, algún día pronto resurgirá.

Finalmente, y no por eso menos importante está el proyecto de mi buen amigo “Peluchín” Villegas, una radio por internet que lleva por nombre PMP Radio, perteneciente al grupo HEVICO desde Tlaltenango, Zacatecas y que se retransmite por varias páginas de internet. Un proyecto sólido y próspero con gran potencial que sigue creciendo gracias al talento de su creador y del cual me honro en ser parte de su equipo.

Así mi andar por ese importante medio de comunicación llamado: “Radio”, una belleza que todavía no se termina de escribir, solo Dios sabe qué más podamos hacer...

lunes, 8 de febrero de 2021

RECORRIDO POR LA ZONA WIXARIKA (HUICHOL)

Por: José Alonso Serrano

15 de agosto de 2003 – Actualizado en febrero de 2021.

Los preparativos comienzan a primeras horas del día, justo a las 6:00 de la mañana, mi padre y un servidor salimos de Colotlán con destino a San Miguel Huaixtita, una de las comunidades más alejadas de la zona norte del estado de Jalisco, en camioneta de su trabajo en la Secretaría de Salud, el objetivo era darle mantenimiento a algunas unidades médicas, él para no irse solo pues  yo me fui "de pegoste".

Para llegar a ese lugar, se hace el recorrido por la carretera federal #23 a Huejúcar, luego hay que pasar por la carretera compartida por los Estados de Jalisco y Zacatecas que nos conducen hacia Monte Escobedo, Mezquitic y finalmente Huejuquilla el Alto, de ahí se toma un camino de terracería (en aquel entonces así era) que nos conduce a nuestro destino final, luego de pasar casi 10 horas de difícil andar y 320 kilómetros recorridos.

Al llegar a Huejuquilla no hay mucho problema, pero al continuar el camino por terracería comienza a sufrir el vehículo con tanto “brinco”, existe un lugar cercano a la carretera donde convergen cuatro estados de la república: Zacatecas, Durango, Nayarit y Jalisco. El paso continúa entre el mal estado de la carretera y pasamos por el territorio de los Coras, un grupo étnico de Zacatecas y Durango.

A esa altura, ya hace mucho frío y el paisaje pasa a ser boscoso, por ahí hace tiempo existían fuertes enfrentamientos por los problemas de tierras que aún prevalecen sin resolver del todo.

Luego pasamos la comunidad de Canoas, perteneciente a Durango, y siguiendo el trayecto comienzan las grandes montañas y la belleza geográfica de lo accidentado del terreno, enclavado en la Sierra Madre Occidental.

Poco antes de llegar, se encuentran algunos aserraderos, donde personas trabajan la madera que se extrae de las zonas más boscosas de la sierra. 

Luego de subir y subir por entre los cerros, observé postes de la Comisión Federal de Electricidad que estaban tirados a la orilla de la carretera, algo curioso al pensar que en esos alejados parajes llegará la electricidad, al poco caminar encontramos a trabajadores de la CFE, precisamente ellos estaban colocando el posterío para el servicio.

Ahí se encontraba el Supervisor de Construcción de la CFE, el Ing. Francisco Javier González, quien me dijo que se pondrían aproximadamente 200 kilómetros de cable y postes, colocados para brindar el servicio a ocho comunidades de la zona huichol. Las comunidades beneficiadas son: Amoles, San Sebastián, Pueblo Nuevo, San Andrés Cohamiata, San Miguel Ahuaixtita, Jesús María y Mesa del Nayar.

Recuerdo que en una visita del presidente Vicente Fox a Mezquitic, prometió que al final de su administración, las zonas indígenas tendrían electricidad. Tal vez a raíz de eso las obras se empezaron desde el 2002 con la planeación y permisos para el cambio de uso de suelo del bosque y en abril comenzaron los trabajos del tendido de la red, colocación de postes y cableado.

El 23 de agosto de 2003 terminó la obra, a partir de entonces se comenzaron a conectar las comunidades, fuerte desafío para sostener el servicio, pues si bien se podía conectar, pocos lo podrían pagar, siendo una de las zonas más marginadas del país.

Años después, el ingeniero González me contactó por correo electrónico para pedir la nota publicada en aquella que lo entrevisté en la sierra para Voz del Norte, pues le di mi tarjeta de presentación, me contaba que le valió un fuerte regaño de sus jefes por haber “soltado” algo que debía haber sido reservado hasta el mega anuncio de la autoridad, como así lo hicieron pero nosotros nos “adelantamos”.


Recuerdo que enseguida de entrevistarlo nos dieron las tres de la tarde, en un punto alto desde donde mi celular tuvo señal y pude hacer mi reporte a Radio Alegria 1100 am, desde lo más recóndito de Mezquitic yo colaboraba en su noticiero CNZ Noticias, de eso hablaré luego.

Siguiendo el recorrido, existe un crucero que va a San Andrés Cohamiata, nos dirigimos a ese lugar para dejar unos materiales que hacían falta en la casa de salud de la comunidad, ahí la encargada nos recibió, yo aproveché para tomar algunas fotografías, casi de inmediato regresamos al crucero, para tomar el camino a San Miguel.

Hasta ese punto, luego de haber salido a las 6:00 de la mañana, y tomado nuestro tiempo para comer en San Andrés, ya eran cerca de las 7:00 de la tarde y faltaba poco más de una hora para llegar a nuestro destino.


Por fin llegamos a San Miguel antes de que acabara la luz del sol, un lugar en lo alto de las montañas, por un lado y por otro se aprecian algunos llanos en las faldas de los cerros, encontramos a muchos huicholes tomando bebidas alcohólicas en una especie de terraza, el motivo era que se inscribieron en las listas de beneficiarios del programa gubernamental PROCAMPO, motivo era de sobra.

Luego de las aventuras para poder ubicar un sitio y dormir dentro de la casa de salud, (nos quedamos en la casa de salud, no había nadie esa noche) por la mañana todo era un silencio, muchos habitantes pasaban montados en burro hacia el sembradío de maíz que muchos hombres tienen en el fondo de las montañas, para subir y bajar lo hacen en animales a través de la barranca.

Existen varias tienditas con productos como huevo, verduras refresco y botanas, en una me compré unas galletas Gamesa, aunque ninguna tiene mucho surtido, es difícil creer que llegan a surtir proveedores hasta ese lugar, lo que hacen los tenderos es ir por su cuenta a surtir productos hasta Huejuquilla.

Una señora Wixárika que es Técnico Auxiliar en la Casa de Salud de San Miguel me platica sobre la falta de una ambulancia, decía que unas personas de Estados Unidos les habían donado una y que próximamente se las entregarían, por lo que ella y varias mujeres estaban organizadas y haciendo el trabajo de construir el espacio cerca de la Casa de Salud para meter ahí la ambulancia. Me platica que ellas y sus amigas hicieron los cimientos y que pagaron a los hombres para que hicieran las bardas, pero no estaban haciendo nada porque se iban todos a la siembra y tenía preocupación de lograr su cometido.


Así terminó la visita de un día por la casa de salud de San Miguel, no se que tanto hizo mi papá mientras pero espero haberlo ayudado, nos fuimos al siguiente destino, conocí enseguida la comunidad de Popotita, un lugar cerca de San Miguel que traslada la mente a otro mundo por la forma de sus casas y el aspecto de su gente, un lugar poco imaginable en el “mundo moderno” de las ciudades y pueblos concurridos del país.

Ese mismo día, mientras nos disponíamos a regresar a Colotlán, se escuchó el vuelo de una avioneta que aterrizó en una pista cerca del pueblo, esa pista es utilizada como medio de comunicación para trasladar doctores y enfermos cuando se requieren traslados urgentes y también para uno que otro turista.

Precisamente fue el caso, llegó una familia en la nave para conocer el lugar, al igual que yo estaban fascinados con la belleza del sitio, era una familia turista de mexicanos radicados en Estados Unidos, habían salido de Puerto Vallarta, fueron solamente a conocer la comunidad, permanecieron un rato y se fueron por los aires que los trajeron, a lo mucho en una hora de vuelo, nosotros habíamos recorrido más de 10 horas por tierra.

Luego de una breve estancia de dos días en el lugar más alejado de la zona norte de Jalisco, donde cabe aclarar que se llega en camioneta, pues hay lugares mucho más alejados donde solo se podía ingresar a pie o en animales; esta experiencia deja al menos dos enseñanzas: Una es que es muy difícil llegar hasta estas comunidades, el nivel de vida y sobre todo la riqueza cultural prevalece gracias a su lejanía con el mundo moderno y otra es que es un lugar donde rara vez se ven mestizos, por lo que su riqueza cultural sigue siendo desconocida y poco valorada.


 

COSMOGONIA HUICHOLA; UNA ETNIA QUE SE RESISTE A SER CONQUISTADA

 500 AÑOS DESPUÉS...

Los huicholes constituyen el grupo indígena más importante en el Estado de Jalisco y su lengua es una de las 52 reconocidas a nivel nacional como autóctonas. En la zona norte, debido a su aislamiento, las costumbres, religión y su particular concepto del mundo les ha permitido subsistir como etnia. Los cerca de 20 mil wirrárikas son reservados al hablar de sus costumbres y creencias; sin embargo, la intención con este reportaje no es ultrajar ni exponer su forma de vida, sino hacer conciencia de la estructura y los valores que contienen.

A sus antiguas creencias, el huichol, ha añadido algunos otros elementos, rindiendo culto a algunos santos y conservando dioses nativos que les llama: “Nuestra Madre Tierra”, “Nuestro Abuelo Sol”, “Nuestra Tía la Lluvia” y “Hermano Peyote”, entre otros.

Los “maracames”(curanderos o hechiceros), son quienes dirigen las ceremonias religiosas, quienes cantan y rezan, en rituales agrícolas y en peticiones de lluvias como la de “Maíz Tierno” y “Curación de la Tierra”.

Utilizan vestuarios con muchos bordados y en ocasiones sombrero, las casas rectangulares, son de carrizo entrelazado, piedras y adobe, con techos de paja.

El primer estudio del Gobierno sobre las posibilidades de desarrollo de la zona huichol, por los años sesentas, concluyó: “observando que el huichol, a través de siglos en poco o en nada ha cambiado en su manera de ser tradicionales, y el que más ha defendido y conservado la tradición de su mundo y a pesar de varios intentos, aun no se ha contactado su verdadero ser.” (Informe de Gobierno del Estado 1966).


Las artistas del tejido

Quienes se encargan de bordar sus trajes tan característicos, son las mujeres. “no basta con copiar los ademanes del Maracame o las grecas de la tejedora, se tiene que hacer con corazón” dijo una huichola-mestiza mientras trabajaba en un traje para vender en el municipio de Mezquitic, Jalisco, poco antes de la visita del Presidente Fox.

Los niños Huicholes se crían con un sentido religioso de vida, que le revela poco a poco el significado de los misterios que lo rodean. He aquí el sentido ecológico huichol: “Todo se sacrifica por nosotros: el maíz, el venado, el mar y la lluvia”. Signos representativos de la etnia y que plasman en la mayoría de sus artesanías.

El maestro ya fallecido José Manuel Pérez Carrillo, vivía en Colotlán y hacia referencia a las personas que pasaban unos cuantos días observando a los huicholes en lugares “medio civilizados”, quienes daban al público en general, y los mismos estudiosos tenían, una imagen falsa y superficial de una cultura cuyos alcances son insospechados, como los colonizadores, al no ubicar la riqueza cultural de un mundo que sólo les significaba algo en el plano material.

La escritora Mircea Eliade, citaba: “Ciertas tradiciones ancestrales se encuentran en peligro de degeneración. A fin de evitar su deterioro, las enseñanzas son transmitidas más y más bajo el velo del secreto. Este es el conocido fenómeno de “ocultación” de la doctrina, que se presenta cuando la sociedad que la ha preservado está en curso de una transformación radical”.

Lo anterior menciona las posibles causas del hermetismo que la etnia huichol ha mantenido durante toda su existencia ante el interés de personas para poder presenciar e involucrarse en sus celebraciones religiosas.


Las controversias

Varios casos controvertidos como el del periodista Fhilip True, que a pesar de la polémica surgida y la dirección que el caso ha tomado ante las leyes, pudieron probablemente haber sido a raíz de que las personas trasgreden las zonas que celosamente ocultan.

En el museo “Pedro Coronel” de la ciudad de Zacatecas, se expone una colección de máscaras huicholes, estas son utilizadas en sus ceremonias religiosas y al finalizarlas, son destruidas, siendo prácticamente imposible la obtención de éstas, algo rescatable y muy valioso para quien se interesa en esta cultura. Las formas del arte huichol, representan mucho más para el indígena que lo que podría significar para el mestizo.

*Para hacer su arte, el creador tiene que vivir inmerso en la visión mítica, para tener la capacidad de plasmar una realidad invisible y mágica porque el artista debe poseer la calidad de atraerse y albergar la energía espiritual del ser humano o del dios ancestral que representa.

“El arte de la cultura de los huicholes, no suele estar expuesto en los museos, o tiendas de artesanías, así como nuestros mitos tampoco son “cuentos populares”, refiere el Sr. José Benítez, quien actualmente realiza el cuadro que será colocado en la estación Juárez del Tren Ligero de Guadalajara.

Para el Sr. Benítez, los productores de artesanías huichol, son “huicholes medio urbanizados” que han dejado sus labores propias y se han desarraigado de sus comunidades. El artesano que produce para la venta, no lo hace por inspiración, sino por un interés económico; esto es, su arte pierde el sentido mitológico y espiritual.

La burla del mestizo le hace abandonar el traje bordado de manta, además se ven obligados a buscar mejor modo de vida en pueblos fuera de la sierra, emigrando debido a la extrema pobreza en la que viven.

El valor de las artesanías es muy bajo. Muchos huicholes que viven en pueblos como Huejuquilla, Huejucar, Colotlán, Bolaños e incluso en las afueras de Guadalajara, se ven inmersos en la “cultura” dominante del alcoholismo y de la enfermedad. “Yo no soy huichol, no soy mestizo, ¡no soy nada!” refería un wirrárika que reside en Colotlán, un joven indígena que entre vapores de alcohol deambula por los municipios de la región. Era músico, ahora ha perdido su identidad.


Población

Según datos del INEGI, los 4 municipios que comprenden la zona huichol cuentan con una población de 33 mil habitantes, siendo el 80% indígenas; sin embargo, las cifras reales podrían duplicarse lo que evidencia que el control político está en manos de los mestizos.


El apoyo de los mestizos

Los apoyos de la sociedad civil son numerosos, existen 19 grupos de asociaciones e instituciones dedicadas a ver por los huicholes.  El Gobierno, en sus tres niveles, federal, estatal y municipal contribuyen también en rubros importantes como son educación, salud y asistencia social.

Patricia Ramos Salas, encargada de asuntos indígenas de la Unidad Regional de Servicios Educativos (URSE) ubicada en Colotlán, informó que el número de niños que acudieron a clases en la zona huichol durante el ciclo 2000-2001 es de 4 mil 631 alumnos, en 31 jardines de niños y 61 primarias. Algunos niños son atendidos en albergues en coordinación del Instituto Nacional indigenista (INI) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) porque no pueden recorrer diariamente las enormes distancias entre su casa y la escuela.

Entrevistado en la parte alta de la sierra, el Profr. José Casillas, Director de Desarrollo Comunitario del DIF Jalisco, dio a conocer que la dependencia tiene programas conjuntos con los municipios, pero aclaró que por cuenta propia coordina a 450 promotores en la zona; 200 maestros indígenas, 100 empleados de la Secretaría de Salud, 67 del DIF, 50 del INI y 30 de la Semarnat donde operan 50 cocinas populares (COPUCI). Agregó que el INI dirige los 14 albergues existentes en la sierra, beneficiando a mil 600 niños de entre 6 y 14 años.

Para el Gobierno Federal, en México existen 460 municipios altamente marginados y es por ello que implementó el Programa Nacional de Atención a las 250 microrregiones. En Jalisco, sólo Mezquitic fue incluido.

Por su parte, el Dr. Sergio Armando González Aceves, Director General de la Región Sanitaria 01 Norte, señaló que los esfuerzos son muchos y los logros satisfactorios. En los 10 municipios existen 52 unidades clínicas y 2 hospitales de primer contacto, uno en Huejuquilla el Alto y otro en Colotlán, además de 19 módulos de Salud Rural. En breve estará operando el No. 20 en Totatiche, mientras que en los municipios de Bolaños y Mezquitic existen 14, de los cuales 10 se encuentran en territorio huichol.

También alertó sobre el riesgo de brotes endémicos por el consumo de agua contaminada de arroyos o bordos, por lo que los esfuerzos de la Secretaría se duplican para prevenir enfermedades gastrointestinales; explicó además que los piquetes de alacrán y arañas son frecuentes por lo que la dependencia distribuye al menos cuatro dosis de suero en cada unidad de salud, sin embargo aclaró: “el objetivo no es cambiar tradiciones, sino adicionar recursos para mejorar su salud” concluyó el Dr. Sergio Armando González.

Las poblaciones más alejadas de la civilización son San Andrés Cohamiata en Mezquitic, a 530 kilómetros de la capital del estado. Es muchos casos, es necesario el traslado a lomo de mula o a pie, haciendo más difícil la prestación de los servicios médicos.

Para darnos una idea de lo aislado de muchos de los asentamientos huicholes, cada mes se realizan alrededor de 20 vuelos en avioneta, ya sea para recoger enfermos o para el traslado de personal o medicamentos.

“Ellos podrán corresponder con su vigor nativo a los servicios que nosotros podemos ofrecerles en su beneficio, sin lavarles el cerebro a cambio de alfabetizarlos y sin transformar la ecología que ellos han preservado a cambio de carreteras.” Es la reflexión del autor del libro “Acercamiento histórico y subjetivo al huichol”.

Todo esto tiene su origen en el aislamiento de la geografía y la política nacional pues el tema de las etnias apenas si con el movimiento de Chiapas empezaron a ser tomados en cuenta más en serio. Conocido es en toda la comarca cómo después de la Guerra del Mixtón las tribus de la comarca se mantuvieron alejadas del contacto con los españoles y reaccionaron junto con los Coras y Tepehuanos atacando las villas ya establecidas.

Esto motivó que las autoridades hicieran fuertes que en verdad eran lugares protegidos por empalizadas para protegerse de la agresión de estos grupos. Jerez y Colotlán son ejemplos de ello. Todavía a mediados de la colonia, el Virrey Montañés, luego de la rebelión de Nostic, trató de resolver la problemática de los naturales de estas regiones y les mandó emisarios con quienes acordaron que no volverían a sublevarse; a cambio el gobierno colonial se comprometía a suministrarles alimento y otro tipo de ayudas.

En efecto no hubo más rebeliones, pero la sobreprotección que ellos sintieron en ese momento, se ha traducido en “la costumbre” de recibir sin trabajar, una actitud paternalista que hasta nuestros días mucho ha dañado a la cultura huichol.

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Con este reportaje participé en el Premio Jalisco de periodismo 2003, que otorgaba la Universidad de Guadalajara. Buena experiencia pero el periodismo regional no impacta igual que los monstruos de la ciudad... todavía.

viernes, 5 de febrero de 2021

ANASTASIO PACHECO, EL DEL REVOLCADERO POLÍTICO EN VOZ DEL NORTE

 

¿QUIÉN ES?

Por: José Alonso Serrano Campos

Durante muchos años (desde 1999) la sección “El Revolcadero Político” del periódico regional "Voz del Norte" ha plasmado la vida política de la sociedad en el norte de Jalisco, sur de Zacatecas y de igual manera en  recientes fechas por la zona valles de Jalisco.

Como en aquella sección del noticiero nocturno que existía en televisa llamada “Las Mangas del Chaleco”, debemos agradecer a quienes voluntaria pero sobre todo involuntariamente hacen posible esta sección editorial con el seudónimo del ilustre Anastasio Pacheco.

La tentación de muchos retóricos en estas líneas ha sido buscar al autor del “Revolcadero” para dar con quién se las hizo y se las pague, sin ver que fueron ellos mismos con su actuar en la función pública o social, con su forma de proceder, que son merecedores de una digna y oportuna mención en esta sustancial sección del periódico de la vida regional, si lo toman para bien o para mal es circunstancial.

Anastasio Pacheco no existe en la actualidad, propios y extraños debemos saber que es un “apodo” para homenajear a un ilustre personaje de la región que si existió. La sección de este medio informativo es un editorial, realizado de su equipo de trabajo, pero con contenido cuya única responsabilidad es de cada uno de los que ahí han figurado, los que son tema hoy y seguramente los que en un futuro aparecerán.

Les cuento que en el pueblo de Puente de Camotlán, perteneciente al municipio de la Yesca, Nayarit justo en el atrio de su iglesia se encuentra la tumba del señor Pacheco, dicen los que saben que por agradecimiento a su contribución para construir la iglesia, el clero permitió que fuera sepultado a un costado del templo antiguo y hoy con la remodelación del lugar fue retirado su nicho y colocada una placa en su honor donde dice que ahí está sepultado, incluso una de las calles del Puente lleva su nombre.

El señor Anastasio Pacheco ha sido merecedor de varios corridos, grabados por distintos artistas y agrupaciones; en una de tantas tardes por mis recorridos en automóvil, sintonizaba Radio Cañón 1100 AM de Tlaltenango y en uno de sus programas llamado "Tardes de Corridos" programaron el tema interpretado por Chalino Sánchez, en ese momento surgió la idea de hacer esta recopilación de datos...

¿Quién fue ese famoso personaje del corrido? pues Anastasio Pacheco Carrillo fue un hombre valiente, noble y justo, de los más ricos de su época, de religión católica, avecindado en Puente de Camotlán, comunidad perteneciente al municipio de la Yesca, Nayarit, siempre se creyó que había nacido en Huejuquilla el Alto, Jalisco pero por documentos que existen en la vicaría de la iglesia se comprueba que nació en Huajimic, Nayarit el 1 de Mayo de 1847, hijo de Norberto Pacheco y Ma. de Jesús Carrillo. 


Bautizado en el mismo pueblo el 8 de mayo del mismo año. A los diez años de edad, él y su familia se mudaron a la región de Camotlán donde adquirieron tierras y ranchos para agostadero en “Rancho Nuevo”, comprensión de lo que ahora es Puente de Camotlán. 

Ahí conoció a Antonina Hernández con la cual se casó por primera vez. Se hizo de ganado y grandes extensiones de tierras en la que cultivaba maíz, frijol y caña de azúcar. La extracción del jugo la utilizaban para hacer piloncillo mediante un molino a base de piedras rodantes movidas con remudas para exprimirla. El dulce lo llevaba a vender a los pueblos del norte y sur de Jalisco.

Entre la venta de piloncillo, cueros de animales y ganado, fue creciendo su capital hasta convertirse en uno de los más ricos y respetados de la región, Antonina su esposa falleció, sepultándola en el panteón del pueblo antiguo de Camotlán. A los 5 años después cuando tenía 44 años de edad tuvo sus segundas nupcias tomando por esposa a Francisca Núñez, dicha boda se llevó a cabo en la parroquia de Amatlán de Jora en 1891.


Fue precursor para la construcción de la primera iglesia de Puente de Camotlán, donó la mayor cantidad de dinero para ese fin y quedó terminada en 1897.

Murió asesinado el 24 de junio de 1899, a los 52 años de edad cuando celebraba el santo de su hermano Juan, en el rancho vecino de nombre “Rancho Nuevo”, por haber descubierto y reclamado a don Víctor Ayala, sobre unos bueyes que le había robado. Éste le pagó a un compadre llamado Timoteo González para cometer el asesinato. Por tal motivo, esperaron el momento adecuado para hacerlo, en el baile de gala del día de San Juan, dicen que se apartó a llevar unas botellas de licor y en ese momento le dieron tres puñaladas.

Era respetado por la gente del lugar, un hombre rico y valiente, reconocido como “el principal”, así lo cuenta su corrido. Este personaje marcó una gran época en aquel entonces, encumbró varias hazañas en sus recorridos por el norte de Jalisco, dejando anécdotas por el rumbo de San Martín de Bolaños hasta Villa Guerrero. 

En razón de su tema musical, habría que recordar que un corrido es una forma rítmica y literaria popular mexicana, espontánea e ingenua del autor, muchas veces anónimo, pero no lo es en este caso. Al corrido se le atribuye su autoría a un señor del pueblo, Don Nayo Muro, quien lo cantaba así: “Año de 1900 y los que van a contar, gustaron, tomaron vino, los ricos de Camotlán. Hicieron baile de gala al estilo Camotleco y en ese baile que hicieron murió Anastasio Pacheco” y sigue…


Hay otra versión que también se le atribuye al compositor Don Elidio Pacheco, oriundo de Huejuquilla el Alto, Jalisco. Independientemente del mérito, una excelente versión es la del señor Remberto Arellano Cortes: https://youtu.be/-hxKgvM1N0E

Ha sido tema de varias producciones, también “arreglado” según los distintos intérpretes, cambiada o alterada la letra original, algunos dirán que está mal pero siempre existirán las dos versiones, unos que aseveran el plagio o la alteración y otros que asuman como auténtico y oriundo del lugar a que se refiere por muy lejano que sea de la región donde vivió este Anastasio Pacheco.

La versión original es difícil de identificar pero la interpretada por la Banda Hermanos Ramírez y el mariachi de Villa Guerrero tienen mayor aceptación, quien hizo popular el tema fue Antonio Aguilar y Juan Carlos Guzmán con la Banda Chibuya de Nayarit, las versiones del mismo tema con la población distinta a Camotlán son de Chalino Sánchez, Los Cadetes de Linares, El Original de la Sierra, Los Cachorros de Juan Villarreal y La Fe Norteña de Toño Aranda, entre otros. Los Buitres de Culiacán en el 2012 ha sido el grupo más reciente en grabar este tema pero igualmente con el nombre de la población distinto al original, en su mayoría lo asumen de Canatlán, Sinaloa.

Existen varias alteraciones a la letra original, destaca una en la primera estrofa que se ha prestado por años a diversas interpretaciones: “Año de 1900 (cuando en realidad fue 1899) y los que van a contar, murió Anastasio Pacheco principal de…” y dicen un lugar, según el artista que la canta dice: Apatzingán (Michoacán), Canatlán (Durango), Camotlán (Nayarit) o incluso Ganatlán o Ecanatlán pero el original es Camotlán, en referencia al pequeño pueblo de la sierra de la yesca nayarita, que en algún momento también formó parte del territorio jalisciense, donde destacó este personaje.

No resta más que homenajear a este hombre y recordar que si usted aparece en la muy leída sección de "El Revolcadero Político" del periódico Voz de Norte, no es culpa de Don Anastasio, pues él descansa en paz desde hace más de un siglo, quizás el único peso del remordimiento de los que ahí se mencionan recaiga en sus acciones, mencionadas por las gustadas letras escritas con el toque de humor del editorial periodístico.

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Letra del corrido (versión Juan Carlos Guzmán con Banda La Chibuya) del cañón de Camotlán:

 Año de 1900 y los que van a contar 

murió Anastasio Pacheco principal de Canatlán 
el principio del enojo fue que Anastasio 
a la mala le reclamaba unos bueyes al señor Víctor Ayala.

Le dijo Víctor Ayala yo no soy tu roba bueyes 
yo tengo plata sellada en ese Real de los Reyes 
decía Timoteo Gonzales qué le pasa compadrito 
el que con usted la quiera conmigo amarra cortito.

Murió Anastasio, que era hombre rico, era valiente 
cual era un león, pero el más hombre muere a traición 
lloró su esposa también sus hijos cuando le dieron esa razón 
y fue un llorar sin consolación.

Le dijo Víctor Ayala compadre si usted lo mata 
le doy un buey escogido y 30 pesos de plata
Tomó la daga en la mano, se alzó la manga hasta arriba 
porque le había prometido que por él daba la vida.

Y su mujer le lloraba, su madre con más razón

de ver a su hijo tirado traspasado el corazón

vuela, vuela palomita párate en ese árbol seco 
a publicar la noticia de ese Anastasio pacheco.

Murió Anastasio que era hombre rico, era valiente 
cual era un león, pero el más hombre muere a traición 
lloró su esposa también sus hijos cuando le dieron esa razón 
y fue un llorar sin consolación. 

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Referencias:

Datos e imagen gracias a: Ranulfo Robles Valle.

Página de facebook: /puentedecamotlan

Libro "Remembranzas de mi Pueblo Puente de Camotlán", versión 2019 segunda edición, autor Feliciano Del Real Del Hoyo.

https://www.youtube.com/watch?v=QYUoQq_-3wI

http://www.youtube.com/watch?v=oAFnUAOKvr4

http://www.youtube.com/watch?v=Q5Bt_lczZhQ

http://www.youtube.com/watch?v=Z4REzxDlkZg

http://www.youtube.com/watch?v=fjLwryhzyHg

http://www.youtube.com/watch?v=rtZrQFtLOAY

http://www.youtube.com/watch?v=21nH2Tfq9nc

miércoles, 3 de febrero de 2021

Familia de Victoriano Huerta, Presidente colotlense


Por: José Alonso Serrano Campos
Colotlán ha tenido hombres y mujeres destacados, personajes que han quedado registrados en la memoria histórica de México, uno de ellos quizá también el más polémico fue Don José Victoriano Huerta Márquez, aquel hombre que llegó a la Presidencia de México y quedó tocado con el estigma de traidor.

Mucha gente sabe que aquel hombre nació en Colotlán, su fecha exacta de nacimiento fue el 22 de diciembre de 1850, incluso en su fe de bautizo se dice que al día siguiente recibió el agua bendita en la Iglesia de San Luis de Colotlán.

No hablaré tanto de su cargo y mucho menos de las circunstancias que lo hicieron ser la máxima autoridad de nuestro país en el periodo del 19 de febrero de 1913 al 15 de julio de 1914 pero cabe recordar que se trató de un golpe de estado y que derrocó al gobierno de Francisco I. Madero.

Vamos entonces a los orígenes de Don Victoriano, sus padres se casaron en Colotlán el 23 de enero de 1850, fueron Jesús Huerta Córdoba, nacido en 1825 y María Lazara del Refugio Márquez Villalobos del año 1828, originaria del Plateado, Jurisdicción de Tabasco, Zac (actualmente es municipio autónomo) y avecindada en Colotlán hacía más de 10 años junto con su familia. Aquí se aclaran las versiones de su posible origen indígena, no se tiene registro, ni rastro de ello.


Como primogénito, posteriormente llegaron a este mundo sus hermanas: María Teresa (1852 – 1936), María Ramona Josefa (1854 – 1928), María Nicolasa Esmerlinda (1855 -  ) y Úrsula (1857 – 1938) Huerta Márquez, todas nacidas también en Colotlán, no menciona que fueran de alguna comunidad por lo que tampoco tenemos evidencia del lugar de la población donde nació, se dice que en la comunidad de Agua Gorda hacia el lado sur del municipio, pero lo que testimonios afirman es que vivía en la casa que se encontraba en la esquina de las calles Zaragoza y Centenario, hoy se encuentra en ese sitio una finca moderna y una carnicería.

En los registros parroquiales se menciona también a sus abuelos, comenzamos por los paternos, ellos se casaron el 24 de abril de 1817 en la Iglesia de San Luis de Colotlán, fueron: Rafael Huerta Benítez, español de Villanueva avecindado en Sauz de los Márquez y María Isabel de la Trinidad Córdoba Pacheco, española y vecina del barrio de Tochopa (destaco que se le asentó el título de española, aunque propiamente no haya nacido en España, pues así se les inscribía al tratarse de familias descendientes de los españoles).


Los bisabuelos paternos de la familia Huerta Márquez fueron: José Antonio Huerta Muro, nacido en 1791 y María de la Soledad Benítez, también sus bisabuelos maternos fueron Antonio Gil de Córdova y María de la Encarnación Pacheco, todos con registro “español” en esta región colindante con Colotlán.

Sobre la mamá de Victoriano, doña María Lazara del Refugio Márquez Villalobos, fálsamente se le ha tratado como huichola (en esos tiempos no había esa etnia por estos rumbos), existe una fe de bautismo en Colotlán el 28 de diciembre de 1828,  que dice nació el día 17 de diciembre del mismo año en el Carrizal, otras fuentes indican que nació en el Plateado, aquí la evidencia de su lugar de nacimiento:


Fue hija de José María Apolonio Márquez de los Olivos y López de Lamas, nacido en 1801, cuyos restos descansan en el atrio de la iglesia de Santa María de los Ángeles, su madre fue doña María Agatona de la Soledad Villalobos Alvares, nacida el 9 de enero de 1809 en Huacasco, Santa María de los Ángeles. Ambos se casaron en Colotlán el 11 de abril de 1825. En ninguna acta se menciona que fueran indígenas o mestizos, muy poco probable fueran de origen indígena pues eran comunidades con pura población española; más atrás en sus antepasados tampoco registran personas indígenas, aun así hay quienes afirman que Victoriano Huerta era de origen puro chichimeca ("bárbaro"), lo cual aquí se aclara también.

Doña Refugio, madre de Victoriano, falleció a los 78 años de edad el día 27 de febrero de 1907 a las ocho de la noche en una casa de la ciudad de México, a causa de apoplejía cerebral. En ese documento se lee que era originaria de la Hacienda del Plateado, Zacatecas, tuvo varios hermanos, de quienes todavía viven familiares directos en Colotlán.

Luego de que Victoriano partió del Norte de Jalisco, hizo vida y nunca más volvió a su tierra, por los datos registrados se cree que se fueron también sus padres y hermanas a la capital del país; Cuando victoriano tenía 29 años se casó, su esposa fue María Francisca de Paula Emiliana Ninfa Águila Moya, originaria de Jalapa, Veracruz, de familia de buena posición, descendiente de españoles, nacida el 7 de enero de 1860 y ambos unieron sus vidas en matrimonio en la ciudad de México en el año de 1880, ella con el nombre de Emilia Águila, mujer bella, de finas cejas y dignos ojos.

Ambos tuvieron 9 hijos: Jorge, Víctor, Dagoberto, María Elisa, Celia, María del Carmen, Luz, Elena y Eva Huerta Águila.


Luego de su presidencia y de haber salido del país exiliado, recorrió diferentes partes del mundo hasta que murió el 13 de enero de 1916 a los 66 años de edad por cirrosis hepática en el Paso, Texas, incluso hubo rumores que fue envenenado por el propio gobierno de los Estados Unidos, pero no hay testimonio de ello, murió en el Hospital Providence de Fort Bliss, condado de El Paso para luego ser sepultado en el cementerio La Concordia, hasta que sus restos fueron inhumados posteriormente en el cementerio Evergreen, en El Paso.


Victoriano dejó este mundo; Emilia Águila y su numerosa familia (que con el pasar de los años creció mucho) vivieron en La Habana y después en San Antonio. Regresaron a México, a su casa particular en la colonia San Rafael de la capital. Ahí moriría ella a los ochenta años de edad el 15 de agosto de 1940​; dejando siempre patente el recuerdo a sus nietos de su abuelo Victoriano Huerta como un hombre borracho, mal hablado y mujeriego, de quien había quedado viuda más de dos décadas antes de su muerte.

Estas últimas palabras fueron testimonio de la misma viuda en el libro “La Suerte de la Consorte. Las esposas de los gobernantes de México”, historia de un olvido y relato de un fracaso, Editorial Océano, página 197, escrito por Sara Sefchovich y publicado en 2002.




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