Por: José Alonso Serrano Campos
En este documento comparto la historia de vida de una entrañable familia que sentó bases en Colotlán y a quienes se les guarda un especial aprecio, en palabras de una de sus hijas: Esther Vázquez Felgueres. Recopilación hecha en Colotlán, Jalisco el 17 de Mayo de 2013 por su servidor.
DR. RAÚL VÁZQUEZ RUVALCABA Y MA. LUISA FELGUERES DEL REAL |
Doña Luisa o Luisita fue el honroso nombre que se ganó a pulso mi mamacita, después de atender con enorme dedicación y responsabilidad durante 40 años el negocio que su esposo, el Dr. Vázquez le dejó enseñándola a conocer las propiedades maravillosas de las medicinas que se manejan en una Botica.
El Dr. Raúl Vázquez Ruvalcaba era originario de Apozol, Zac. y después de una niñez dedicada a las labores del campo, terminando su instrucción primaria, un doctor amigo de la familia los convenció para que lo mandaran a estudiar a la ciudad de Guadalajara con uno de sus hermanos que ya radicaba en esa ciudad. Con grandes esfuerzos hizo la Preparatoria y luego ingresó a la Facultad de Medicina. En esa época se llevaba el Plan de Estudios de la Academia Francesa y tenían que traducir día con día sus libros de texto como Medicina Interna tomos I, II, y III y los que correspondían al grado que iban estudiando, pero fueron un grupo muy unido se apoyaron unos a otros de manera tan decidida que sacaron adelante su carrera, realizaron sus Servicio Social en el antiguo Hospital de Belén y él, mi papá obtuvo su Título de Médico Cirujano y Partero en el año de 1931.
Cuándo llegó a esta población encargado de los Servicios de Salubridad y Asistencia Pública, conoció a la que sería su esposa, una joven de 17 años.
Tuvieron que casarse en una ceremonia muy sencilla y casi en secreto en una casa particular por los conflictos sociales y religiosos que sufría el país, después de la Guerra Cristera, donde todavía la libertad de cultos no se restablecía y se sufría la persecución de los sacerdotes. Aquí se recordaba con gran tristeza y temor que en esta ciudad fueron ejecutados los mártires, Cristóbal Magallanes de Totatiche y el joven Agustín Caloca del Teúl de González Ortega.
El Dr. Vázquez y su esposa se fueron a la ciudad de Tlaltenango, Zac., donde nacimos sus primeros hijos Ofelia y yo, luego radicaron en otros lugares como Aguascalientes y en Ciudad del Maíz, S. L. P. Regresaron a este lugar cuándo enfermó su mamá Mercedes del Real, y decidieron ubicarse aquí definitivamente. Mi mamá la Sra. María Luisa Felgueres del Real era originaria de este lugar, tuvo una niñez muy difícil pues perdió a su padre a los dos años de edad, y sobrellevó una dura situación económica, pero con la alegría natural de sus pocos años venció esta adversidad y su infancia transcurrió normalmente, según nos contaba era muy querida por el entonces Inspector Francisco (Paco) Huizar y ya no había regaños cuando su tía la Profra. María del Real le exigía mas dedicación en sus tareas. Tenía tan buena memoria que guardaba anécdotas muy divertidas de esa época: como la de una Maestra que en los exámenes orales, donde asistían toda clase de autoridades y padres de familia, una de las preguntas era.
-¿A ver niños, porqué esta tan verde el cerro de Santiago?
A lo que un niño muy seguro contestaba.
-¡Porque hay munchos venaos Maestra!
-Muy bien, muy bien Panchito.
O aquella que trataba de Historia.
-¿Qué hizo Don Miguel Hidalgo cuando la conspiración de Querétaro fue descubierta?
Y movía las palmas de las manos en una forma tan inequívoca que sus alumnos comprendían inmediatamente y respondían.
-¡Su chocolate, Maestra, su chocolate!
-Muy bien, muy bien, mi Jacintita. Un aplauso para esta niña tan lista.
Después cuando terminé mi carrera de Profesora Normalista, me bromeaba acerca de las preguntas de mis exámenes.
Así que cuándo conoció al que sería su esposo, encontró el apoyo del padre que le había faltado.
A su llegada a esta ciudad e instalar su Consultorio y Botica, ella se convirtió en su mejor colaboradora, pues inmediatamente contó con la ayuda invaluable para atender a sus hijos, de sus hermanas Mela y Meme como las nombrábamos con cariño, que aunque tenían a su cuidado a la Tía Pola, pronto se integraron a la nueva familia.
Ella era su enfermera, su asistente, preparaba las fórmulas medicinales que iba necesitando para sus pacientes, pues contaba con un surtido y magnífico Botamen, compuesto por sales químicas, con las que preparaba pomadas y cremas para quemaduras, polvos para infecciones intestinales, jarabes para la tos y muchos otros compuestos pues había muy pocas medicinas de patente. Todavía conservamos todas esas valiosas sustancias. Pero las comunicaciones mejoraron y su Farmacia Modelo, como el quiso que se llamara, pronto recibió las visitas de muchos representantes de Laboratorios. Cuando ya estuvo instalada en el lugar que actualmente ocupa, era muy elegante, todos sus muebles estantes y vitrinas eran de madera y cristales, acondicionó grandes aparadores donde se exhibían regalos, juguetes, ropa, perfumería.
Además como no se contaba con energía eléctrica regular, se le doto de un Refrigerador, que funcionaba con gas butano.
Después de años de una esforzada y dedicada labor, que no conocía horarios, ni comodidades, mi Papá, atendía con urgencia, piquetes de alacrán, mordeduras de víboras, pleitos con heridas de balas o cuchilladas, ir a caballo para atender a sus pacientes a ranchos, y comunidades lejanas como El Saúz Tostado, El Carrizal, El Epazote etc., todavía hasta hoy se reconoce su trabajo, como médico general atendió niños, señoras y ancianos.
Con frecuencia realizaba delicadas intervenciones quirúrgicas, su enfermera era su esposa y otras, según la gravedad del caso, se apoyaba en la colaboración del Dr. José León Oropeza que residía en esta ciudad. También atendía graves accidentes laborales ya que fue el médico oficial de la compañía constructora que realizó la primera carretera de terracería que tuvimos en la Zona Norte de nuestro estado, Tepetongo-Tepechitlán que benefició a su paso a varios pueblos de Jalisco entre ellos Colotlán y que gracias a la solicitud del Gobierno de Zacatecas, se lograría el ambicioso proyecto de la construcción de la gran presa de Excamé, concedida por el entonces Presidente de la República Lic. Miguel Alemán Valdés quién realizó giras de trabajo por estos lugares.
Así pasaron los años, sus hijos crecieron y ellos con la intención que nos preparáramos para la vida, nos mandan a estudiar a Guadalajara, y fue en esa época que la salud de mi papá comenzó a resentirse ya que su corazón se afecto gravemente y en unos cuantos meses, murió en esa ciudad, el 1º. de Marzo de 1957, dejando a su esposa con una gran familia a su cargo. Entonces ella demostró su gran valor, entereza y responsabilidad al frente del negocio. Aquí quiero agradecer a los Doctores que la apoyaron, Alejandro Marrufo, Rafael Aceves, Jorge Carrazco, Raymundo Sinencio, Feliciano Rosales y tantos otros.
Ahí pasó en su Botica, inviernos y primavera, le favoreció muchísimo que en ese tiempo cada Laboratorio mandaba a sus Agentes de Ventas y a pesar de las pésimas condiciones de nuestras carreteras traían hasta este remoto lugar, vía Zacatecas, lo mas avanzado de sus productos farmacéuticos como Bayer, Squib, Roche y otros, le dejaban Literatura Médica y le comentaban:
-Esto es lo mas avanzado para tal o cual enfermedad.
Así conoció las propiedades de la Amoxicicilina, Antihistamínicos, Antivirales, Bromexina, Sulfas todo lo que iba saliendo al mercado; pero además ella manejaba medicinas tradicionales como perlas de éter, gotas para los ojos y oídos, analgésicos de libre venta y otras de las exigencias de sus clientes.
Como el de un joven que le solicitó le preparara unos polvos para el amor, pues los necesitaba con urgencia.
Ella le respondió que no los conocía, que nunca los había elaborado, pero el muchacho le insistió tanto, que ella accedió, nos contó después que había mezclado talco para bebé y para dama, que tuvieran un agradable aroma y en una envoltura muy discreta se los entregó.
El joven regresó al poco tiempo, agradeciéndole mucho, le dijo que habían sido muy efectivos pues los polvos se los puso en unas flores y chocolates y que la muchacha que pretendía cambió de actitud y le correspondió.
Y así tantas anécdotas que tuvo a lo largo de esos 40 años, como la de una señora que le iban a amputar su pierna derecha, mi mamá logró salvársela con los medicamentos que ella misma le aplicaba inyecciones y capsulas con constancia y fe en ellos, la favorecieron y continuó con muy buena calidad de vida.
Sra. María Luisa Felgueres viuda de Vázquez |
Pero también atendía a sus hijos y encontraba la manera de divertirnos, desde temprano le decíamos:
-“Mamá en la noche asústenos”
Ella contestaba
-“No luego corren y se asustan”
Pero insistíamos y ella nos dejaba con la duda. Eran épocas muy distintas, sólo se contaba con un débil alumbrado en las calles y en nuestras casas. El pueblo se veía como en penumbra, el escenario se prestaba y su ingeniosa imaginación, nos sorprendía a pesar de que sabíamos que era ella. Unas veces era un desconocido con uniforme militar que fumaba en la sombra de un gran guayabo que estaba en el patio, y con un discreto “chist, chist” nos llamaba. Otras veces en una gran jaula con un pie que le daba altura, disfrazaba a una mujer, con falda larga, zapatos, blusa, lentes y sombrero, la colocaba al final de la escalera, corríamos porque ella nos seguía con una sábana blanca y con una lámpara en la cara le daba una luz mortecina, nos deteníamos y esa vez la última en la fila era mi hermana Maye y que se desmaya, ella pronto se quito todo la abrazó y le dijo:
-“Mi hijita, mi hijita soy tu mamacita, acuérdate que me lo pidieron”
Maye se repuso pronto y todos nos reíamos, pero siempre nos sorprendía con algo diferente, mis Tías decían:
-“Hay Mariquita siempre jugando con sus hijos”
Pero ellas le ayudaban proporcionándole lo que necesitaba.
Otras de sus grandes satisfacciones, como jefa de familia, era festejar los cumpleaños de sus hijos, 10 mujeres y 3 hombres. Sobre todo los 15 año, aquí había muy buenas Orquestas, pero ella se esforzaba mucho mas. Por ejemplo en un festejo de una de mis hermanas trajo a la Sonora Zacatecana de la ciudad de Fresnillo, Zac., que en ese tiempo era de las Orquestas mas populares en la Región y se escuchaba increíble. Todas estas fiestas se efectuaban en el gran patio de su casa, que le añadía un trato familiar y cordial a sus invitados que acudían en gran número. Para su Hija pequeña y consentida Anita celebraba en su rancho La Trinidad una gran fiesta llamadas “Paseos” con abundante comida, bebida y amenizada con un buen Mariachi. ¡Qué lástima que se hayan perdido estas costumbres!
Todos aprendimos y trabajamos en su Botica, desde luego los mayores conocíamos mas, porque mi Papá se empeñó en que lo hiciéramos. Mi hermano Raúl al casarse se independizó y fundó la Farmacia Modelo No. 2
Pero no todo fue éxito y felicidad para ella, desde muy joven padeció una enfermedad nerviosa, que ahora conocemos como trastorno Bipolar que la acompañó toda su vida. Sus crisis eran muy agudas y sus tratamientos largos y dolorosos, hasta que los nuevos medicamentos que le recetaban sus médicos lograban calmarla.
Todavía celebramos con una gran fiesta su cumpleaños número 80, el día 15 de Noviembre de 1997 la cual disfrutó muchísimo, llena de flores y regalos que le enviaron sus amigos y familiares que la acompañaron. Fue la última descendiente directa de la Familia Felgueres Suarez, que emigraron del Valle de Valparaíso en el siglo XVIII a este lugar. Sólo ella se casó de sus tres hermanos, pues aunque uno era varón murió soltero en los Estados Unidos. Prolongó e hizo florecer a una numerosa familia que está integrada todavía, gracias a Dios por Esther, Ofelia, Marolisa+ María Luisa, Raúl, Salvador, Olivia, María Elena, María Guadalupe, María del Carmen, María del Rosario, Alberto, Lucía, Ignacio+ y Anita, y que sigue continuando en 31 nietos y 33 bisnietos. Para ellos esta historia, para los que no tuvieron la alegría de conocerlos, tengan una imagen real y amorosa, que trascienda el tiempo, de quienes fueron sus abuelos y bisabuelos Raúl y María Luisa.
Sra. María Luisa Felgueres, hijos, nietos y bisnietos en su 80 aniversario |
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