Así dice: "Habría sido necesario mandar a los Distritos comisionados expensados e instruidos, que bajo un mismo plan hubieran reunido y ordenado las noticias; pero las circunstancias del erario no permitían tales gastos y los trabajos que la obra demanda debíamos todos hacerlos sin causar al Gobierno ningún gravamen. Así lo ha verificado la Comisión, y si a pesar de sus esfuerzos, no tiene la complacencia de presentar a la Junta una obra que pueda figurar por sí, le queda a lo menos, la de ofrecer a la misma y a las autoridades de Jalisco un manual estadístico del Departamento que facilitará en muchos casos el desempeño de sus atribuciones".
El Distrito estaba dividido entonces en dos Partidos, el de Colotlán y el de Bolaños, sobre los cuales se presentan informaciones diversas, y algunas palabras conteniendo datos generales aquí muy resumido:
a) Distrito de Colotlán. Las minas. "El mineral de más nombradía que hay en el Distrito es el de Bolaños, que tiene diversas minas de plata, cobre y plomo; sin embargo, de que las primeras no producen cuanto debían por la abundancia de agua que las inunda. Al O del pueblo de Chimaltitán se halla una sierra con algunas minas de plata, y en las inmediaciones de San Andrés del Teúl se encuentran otras del mismo metal y de magistral. Casi en todo el distrito se descubren vetas de salitre, cal, canteras finas y comunes, y en la comprensión del pueblo de Huejúcar, cerca del rancho de San José de los Márquez, de piedra tecal muy fina”. Sobre problemas de delimitación "Los límites de este Distrito presentan varias irregularidades que dificultan su demarcación exacta. El pueblo de Nostic, que pertenece al primer Partido. sólo toca con el segundo por el cañón de una barranca que lo comunica por el S. con el de Azqueltán.
Los dos de Mezquitic, San Nicolás, Soledad, Tenzompa, San Andrés del Teúl, Nueva Tlaxcala, y la villa de Huejuquilla se encuentran rodeados por los límites de los Departamentos de Zacatecas y Durango. El pueblo de Nueva Tlaxcala se halla unido de tal manera al mineral de Chalchihuite del Departamento de Zacatecas, que la división de ambos la forma una calle que se dirige de N a S así pues, sin incluir estas irregularidades, los límites del Distrito son; por el NE con los Partidos de Monte Escobedo y Tepetongo del Distrito de Jerez del Departamento de Zacatecas; por el SE con los Distritos de Villanueva y Tlaltenango del mismo Departamento, por el SO con el expresado de Tlaltenango y con el de Tepic, y por el NO con la sierra del Nayarit".
Conforme al plano formado por D. José María Narváez, en donde no se consideraron estas circunstancias, el Distrito de Colotlán confina por el E y SE con el Departamento de Zacatecas; por el S con el Distrito de Etzatlán en una pequeña parte; por el O con el de Tepic, y por el N con los Departamentos de Durango y de Sonora". (sic) ¡Véase cómo la problemática de límites se arrastra desde siempre!
b) Después, López Cotilla se refiere al Primer Partido de Colotlán (región nororiental del NJ), cuya "capital" tenía 2,483 habitantes, de ocupación agrícola, de arriería y tejido. Luego enumera los poblados, desde Santa María de los Ángeles a Huejúcar (el segundo en importancia), y Huejuquilla el Alto, así como las haciendas y ranchos.
c) El segundo Partido de Bolaños, con cabecera en el mineral del mismo nombre (5,174 habitantes), que entonces estaba ya "en abandono por haberse anegado sus minas, y en el día se trabaja por una compañía inglesa". Este Partido unía al propio municipio de Bolaños, San Martin, Totatiche y Chimaltitán.
El Resumen general del Departamento señalaba para el Distrito de Colotlán: Por su parte, Mariano Bárcena ofrece el panorama de los Cantones, Departamentos y municipalidades del Estado de Jalisco en su Ensayo estadístico, publicado en pleno porfirismo (1888), es decir hace casi exactamente cien años. Seguía, no obstante, utilizando los cantones, que eran una especie de región administrativa y, curiosamente, los Departamentos, herencia ya poco útil. Su descripción no resulta interesante y después realiza una enumeración de los accidentes y factores geográfico-físicos, que tampoco nos sirven en este momento, pasando luego a dar algunos datos de cada pueblo de cuantos integran los cantones, así como de producciones genéricas de la agricultura. Quizá la utilidad del libro de Bárcenas consiste en poner sobre la mesa todos los conocimientos -entonces embrionarios- existentes sobre Jalisco. En un cuadro se señala la cifra de 60 135 personas como el total de habitantes al 31 de diciembre de 1885. De ellos 10,298 vivían en Huejuquilla, 9,868 en Colotlán y 6,738 en Bolaños, con cantidades menores en el resto que son sólo 6 municipios, pues no existían los de Villa Guerrero y San Martín de Bolaños. No tenemos más remedio que usar la obra de Bárcena como eso: un libro hecho al estilo de su momento. Sin embargo, el de López Cotilla resulta más didáctico y útil.
Posteriormente se siguió reflejando en las obras de Jalisco la escasa importancia que se otorgaba a la investigación regional y por lo tanto, hasta bien entrado el siglo XX no existían manuales con descripciones y cifras bien fundadas sobre la situación real del NJ. Después de 1950 un nuevo capítulo se abre, al menos por lo que respecta a la necesidad de dar al conocimiento regional su obligada dimensión: la Geografía ha avanzado a jalones, pero en este aspecto falta dar uno más para que las regiones de Jalisco alcancen su proyección debida y así coadyuven al desarrollo económico y social menos dislocado y pleno de brutales contrastes, que todavía caracteriza al Estado (y no sólo a este sino a todos y en general a la República).
Fuente: Ángel Bassols Batalla “Norte de Jalisco, una región ‘remota’ de occidente”, Instituto de investigaciones económicas (1988)
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