¿Qué ocurre después de 10 años de casados?
MTRA. ANITA PARRA | CUENTO |07 – 07 – 2018
- Para toda la vida, sí, acepto, contigo hasta el final,
te amaré por siempre, te amo sobre todas las cosas,
eres lo que soñé, siempre estaremos juntos, por siempre
y para siempre… siempre…
Entre estas y algunas otras frases, se localiza el amor inicial de parejas que desean unir su camino, sin saber nada más de su futuro, palabras que viajan, historias que se cuentan; esto se encuentra en cada leyenda que viaja por el mundo, entre ilusiones, sueños y anhelos; ideales inconclusos, fantasías y magia a su alrededor. ¿Conoces a alguien así? Pues ahora te invito a leer un sueño escrito a base de pruebas.
En un lugar del mundo, donde la historia se escribe con tinta que derrama un corazón latiente; sonido tal cual, como agua de arroyuelo entre piedra, resuena este rojo palpitar. Entre montañas y verdes pastizales, comienza esta gran historia. Un joven, cuya familia le educaban con los más altos valores llenos de calor de hogar, sus padres trabajadores y responsables de la educación, saberes y deberes de su gran amor, le mostraban poco a poco el mejor andar, Jacob nombre que sus padres eligieron, es el fruto de su gran entrega.
Jacob hijo único de ese hogar, luchaba con sus propios enemigos internos, ideales falsos y sueños altos por alcanzar, era un joven como muchos más de aquel bello lugar. Al relacionarse con ellos podrían concretar viajes y aventuras sin fin, entre risas y alboroto se desarrollaba de lo más común. Únicamente el monstro interno que no tenían que tocar, aquel enemigo íntimo, que todos conocían, y que poco se hablaba de ello, su soledad.
Su personalidad se doblaba ante las palabras: eres único y te hace diferente. Resonaban entre voces de su cabeza, todo ello se marcaba más en la adolescencia, conforme pasaron los días el enemigo de Jacob se ocultaba de lo mejor, y al llegar a la juventud, parecía haberse eliminado, “buen trabajo” replicó entre dientes, sus padres orgullosos de él, su familia, y amigos cercanos que lo veían crecer, lo había hecho bien, pues concluyó esos sueños e ideales.
Un día de esos tantos que Jacob salía a explorar los alrededores de aquel lugar lleno de paz, tranquilidad, entre arroyuelos y campos verdes, se encontraría con una bella mujer, sin hacer alardeo, Jacob se sintió atraído por ella, y ella no lo podía disimular, comenzaron una amistad corta, sin pensarlo ni analizarlo más de dos veces aquello ya era como magia, puesto que en algunos meses, ya estaban hablando de matrimonio, de unir caminos, de fortalecer lazos, de dar el SÍ que haría la diferencia de sus vidas.
Nadia, la bella mujer que Jacob elegiría para esposa, era tímida, callada y muy sonriente. Llena de valores, de raíz en una hermosa familia que luchaba día a día por lograr encaminar a sus cuatro hijos por el sendero del triunfo. Era un hogar muy distinto al de Jacob, había diferencias emocionales muy marcadas, Nadia sabía perfectamente discutir con un hermano, hacer renegar a su pequeña hermana y poder dialogar con sus padres. Jacob en cambio conocía el amor en todo su esplendor que sus padres le otorgaron. En aquel momento nadie pensaría en el enemigo de Jacob. Ni tenían por qué traerlo al presente. Todo era del mejor color, el tinte perfecto para amenizar los verdes campos, los corazones latientes al mismo ritmo, he aquí donde comienzan a cerrar los ojos y abrir la mirada profunda del corazón, el famoso y tan nombrado Amor de pareja.
Nadia y Jacob, unen sus ideales para fortalecer sus sueños, se contagian de las mismas fantasías, ilusiones, sueños y anhelos. Entrando al mundo imperfecto de pareja, claramente ellos no lo sabían. Únicamente dijeron SÍ, ACEPTO, PARA TODA LA VIDA, HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE. Justo así comenzó la historia.
Comenzaron como cada pareja lo hace, acoplándose a su nuevo mundo de dos bases, y tratando de localizar la tercera para iniciar el triángulo perfecto, lo único que estaba ocurriendo sin que ellos lo supieran, era que el enemigo de Jacob y los pequeños monstros de Nadia salían sin que ellos lo sospecharan, algo terrible ocurría, nadie lo notaba, cuando esto pasaba sin sentir ni pensarlo; Jacob se transformaba; insultaba, lastimaba y ofendía, justo el corazón de Nadia, era egoísta se encerraba en aquel mundo infantil, demostrando su negro ser, decía palabras hirientes, y gestos que dejaban huella, - qué dolor ver esa imagen - olvidaba que estaba sujeto al amor de Nadia.
Jacob nunca se dio cuenta de ello, incluso conservaba objetos del pasado, eso era señal de que su enemigo jamás salió de él. Cuando a Nadia le salía su monstro, tenía una mirada amenazante, su silencio mataba, su distancia cortaba, su orgullo dolía, su sinceridad era hiriente al corazón; aunque la verdad decía, con ese tono jamás se entenderían.
Así son las cosas cuando los demonios en el matrimonio se dejan ver, ellos sin saber todos los días vivían para amarse y respetarse, para entregarse a la vida juntos uno al otro. En una tarde de poco calor y un clima agradable llegó la noticia de que su amor tenía efecto, un tercero llegaría a integrar su cariño, respeto, sueños, ideales y la magia de ser dos adultos, los cuales se convertirían en padres de un ser sin conocer, la experiencia que algunas parejas desean experimentar; abuelos, tíos y primos querían conocerle, sin saber qué sorpresa les daría la vida, una bella niña o gran hombre, para orientar y guiar tal cual lo hicieron con ellos, mejorarían cada aspecto, nada sería igual, hoy los responsables de todo, darían amor sin pensarlo dos veces.
Pasaron los días y las respectivas semanas, entre consejos e historias que confundían más el nacimiento de aquel pequeño bebé, llegó el gran día, julio se encargaría del regalo más grande de ser padre, entre enemigos y monstros internos llegó Jazael, un niño con mirada singular, sonrisa encantadora y muy inteligente.
Jacob, Nadia y Jazael iniciaron su vida en familia, sin darse cuenta los monstros y enemigos internos salieron en constantes ocasiones mientras Jazael reía y jugaba, crecía y aprendía, juzgaba y decidía… y eso jamás lo notaron, no era algo significativo ya que el monstro de cada uno les cerraba los ojos, les bloqueaba el corazón y dejaba secuelas serias en la integridad de Jazael.
Hasta que ocurrió, la bomba tronó, sí, justo un día sin sentirlo llegó, los monstros salieron desatando un fuerte ruido en los tres corazones, en ese momento todo se trasformó, en dolor, rabia, coraje y rencor. Ella mencionó todo el dolor que sentía al ser ignorada, abandona, desplazada, en todos los aspectos, incluso mencionó ser títere de un mundo que nadie conoció, solo ella y su amor, se enfermó sin darse cuenta que la medicina a su lado estaba. Un corazón sangraba momento a momento, voces escuchaba con la misma historia: “hoy seré mejor” y ella esperaba con ilusión, pero eso nunca llegaba… la desilusión le tomó de la mano y el corazón oscureció.
A Jacob el enemigo letal se apoderó de sus ojos y pensamiento sin dejarle sentir, sus gestos fueron marcados con odio y dolor, el daño estaba justo en su mejor lugar, cerca del lecho de amor, a él dejó de interesarle todo de ella, su soledad lo aterró, la atención no llegó, el cambio no ocurrió, el miedo sobre su hogar cubrió, los 10 primeros años no les alcanzó para el sueño del amor cumplir, y ¿qué paso? Se preguntaba él.
A Jazael, su dolor le abandonó entre calles diferidas, entre días compartidos, momentos especiales, pero sólo para dos ojos, un corazón y dos manos, ya no estarían sus padres juntos, le rifarían los días, seleccionarían momentos, elegirían espacios, dobles obsequios tendría, doble casa pisaría, abuelos y tíos él visitaría. Salidas y graduaciones, familia dividida si tendría, doble carta haría. Un corazón llora pensando esto que él viviría. La tinta brota justo de aquí, la historia se escribe con hojas del corazón de Jazael. Y los padres suspiran y late su corazón dándole vida al pobre latir del pequeño corazón de Jazael.
Preguntas sin respuesta, dudas que agobian, magia que no hizo efecto entre ilusiones, sueños y anhelos; ideales inconclusos, fantasías… todo esto ocurre si no fijan su mirada como padres, pareja, amigos y amantes. Jacob comenzó el Reto del Amor, metas cortas para recuperar a su familia, cuidarla como siempre anheló, como nunca logró hacerlo. Confía plenamente en su Dios, su fe en el amor ya está. Nadia en su burbuja de sí misma, en espera que le dejen en paz. Con el mejor ideal de hacerle el bien a Jazael. Con el monstro de su mano y el corazón oscurecido. Y Jazael en tardes divididas con el corazón de tintero, la mejor tinta que pinta el alto atardecer lleno de sonrisas, porque su amor jamás se verá dividido.
¿Cuál es el mejor final? ¿Cuál es el final deseado? Jóvenes aún son, ellos padres de un primer hijo, de 10 años de matrimonio, ¿Cuál de su destino harán? ¿Cómo lo solucionarán, cómo le trabajarán? Mil preguntas, una estrategia, tres corazones, un libro de retos, sueños e ilusiones, y nadie puede escapar de una historia así, esto se vive a diario, por cada calle de la ciudad, caminos y pueblos. En tus manos está la solución y dejar que el corazón decida, será lo mejor para tu vida.
Los enemigos y monstros son seres pegajosos, almas de vida propia, que se apoderan de infantes, toman fuerza en la adolescencia y el adulto teme tocarlos para solucionarlos. Es el momento justo donde te separas de cada ser que amas y te alejas entre montañas y praderas, entre el verde de los campos, el tocar el cielo te hará pensar en tu pareja, en el ser que elegiste para compartir el camino, qué daño le haces para que ella o él se aleje de ti, de tu sueño y de esas ilusiones que forjaron un ideal, cumplirlo será el reto, el ¿Cómo? Se logra en par, en el triángulo perfecto de una relación, elimina el monstro trabajando con él, llega a un acuerdo y aprende a vivir sin él.
Que el tiempo no te gane pues cada movimiento es vigilado y si no te das cuenta llegará el día que otra historia se escriba con la tinta de ellos, si justo de seres inocentes que llegan a núcleos de amor, transformándose en dolor. No digas SÍ cuando el NO está latente. Piensa con el corazón, responde con la razón.
La historia no tiene fin, pues aún hay que vivir, y trabajar por lograrlo eso está en tu acción.
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