jueves, 8 de agosto de 2024

Historia de la EST #17 antes ETA #289 en Colotlán

Breve recuento de los hechos más destacados en el marco de los 50 años de la Secundaria Técnica en Colotlán publicados en el libro conmemorativo por el maestro José Luis Carrillo Sandoval y el periodista Francisco Vázquez Mendoza.

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 La enseñanza técnica

Este es un recuento del contexto educativo en los años sesenta en México, en que se promovía una enseñanza técnica que desarrollaría habilidades en los alumnos. De esta manera, se crearon las condiciones para que una Escuela Tecnológica Agropecuaria llegara a Colotlán.

No es la intención hacer una descripción detallada del panorama educativo nacional a fines de los años sesenta y principios de los setenta, en la que se dio un gran impulso a la educación técnica, al crearse diversas instituciones que promovieron este tipo de educación en el país, como las Escuelas Técnicas Industriales o las Escuelas Tecnológicas Agropecuarias. Sin embargo, se hace necesario presentar un breve marco histórico sobre algunas de las condiciones que enmarcaban el Sistema Educativo para conocer cómo se fue gestionando la fundación de la Escuela Tecnológica Agropecuaria 289 en Colotlán, Jalisco.

Aunque la educación técnica data de muchos años atrás en la historia de México, como referencia, se presentan algunas acciones realizadas por el gobierno de Adolfo López Mateos, quien le dio un impulso sin precedentes al crear la Subsecretaría de Enseñanza Técnica y Superior, designando como titular a un exalumno distinguido de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Ing. Víctor Bravo Ahuja, quien años más tarde se convertiría en Secretario de Educación Pública. Entre otras acciones educativas y para ofrecer a la ciudadanía espacios para que aprendiera un oficio o una carrera técnica, creó en 1963 los llamados Centros de Capacitación para el Trabajo, mismos que a la postre y sobre todo ya en el gobierno de Gustavo Días Ordaz, se convertirían, al igual que otros centros educativos, en las primeras Escuelas Tecnológicas la Agropecuarias o en otras del mismo tipo, lo que ocurriría durante los últimos años de la década de los sesenta y primeros años de los setenta.

De hecho, fue durante el periodo del licenciado Adolfo López Mateos cuando la Secretaría de Educación Pública reestructura los planes de estudios de la educación secundaria, dando origen a la secundaria técnica. "En este tipo de secundaria se imparten materias académicas para obtener los conocimientos necesarios para continuar estudios superiores, y a la vez capacita a los alumnos en adiestramientos industriales, agrícolas o comerciales, específicos de la región, con el propósito de que quienes no puedan proseguir sus estudios superiores, cuenten con las competencias para incorporarse decorosamente a la vida productiva del lugar".

Se puede decir que durante el gobierno de Díaz Ordaz se dio seguimiento al desarrollo de la educación técnica, a fin de buscar el mejoramiento de las condiciones del campo, la industria, la ciencia y la tecnología del país. Algunas de las evidencias de lo anterior, fue la creación en 1966 de la Escuela Nacional de Maestros de Capacitación para el Trabajo Industrial (ENAMACTI) orientada a formar personal docente para las actividades tecnológicas, más tarde, en 1968 se crearon los Centro de Estudios Tecnológicos, con el propósito de ofrecer formación profesional del nivel medio superior en el área industrial.

Durante el sexenio de Díaz Ordaz se continuó con la construcción de nuevas escuelas técnicas y con el reacondicionamiento de otras, que como ya dijimos, trabajaban como centros de capacitación para el trabajo y otras con distinta denominación. Se dio gran impulso al Instituto Politécnico Nacional aumentando su cobertura, mejorando sus políticas educativas y sus planes y programas de estudio.

Fue en los últimos años de este sexenio cuando se empieza a gestar la Reforma Educativa que detonaría en un gran auge de la educación técnica en el país y el mejoramiento de la educación en general.

Como sabemos, toda reforma nace por la necesidad de cambiar el status-quo que se vuelve inoperante en un momento dado en la vida de las instituciones o de la misma sociedad. Se puede decir, que en materia educativa las reformas deben nacer de la necesidad de modernizar, mejorar o actualizar los sistemas educativos que ya no responden a las demandas y requerimientos sociales de la época.

En el mejor de los casos, los gobiernos visionarios advierten cuando debe de reformarse la vida de las instituciones y en este caso particular, el Sistema Educativo Nacional. Sin embargo, no siempre es así, muchas veces los gobiernos son rebasados por la sociedad, o por grupos sociales que se organizan para presionar a éstos, a que traten de mejorar las condiciones de las entidades, y en educación se requería urgentemente un cambio que hiciera de la educación un derecho para todos los mexicanos, por lo que se proponía trabajar en el tema de la cobertura educativa ya que, sobre todo, el medio rural carecía de muchas oportunidades para que su población pudiera ingresar al nivel medio superior y superior. Aunque no sólo se trataba de la cobertura, sino también de la calidad educativa, es decir, que respondiera a las necesidades de la población rural y urbana, que formara jóvenes para que no tuvieran que salirse de su contexto en busca de empleo o en el mejor de los casos para detener un poco la migración hacia los Estados Unidos, en busca de mejores condiciones de vida

Si recordamos, en 1968 sucedió en México el Movimiento Estudiantil, que se manifestó en una enérgica protesta al gobierno de Díaz Ordaz para que mejorara diversas áreas de la vida social a través de políticas públicas, que contribuyeran a una mejor distribución de la riqueza y de las oportunidades. Aunque dicho movimiento fue reprimido por las autoridades, trajo consigo una serie de cambios en los diversos ámbitos de la vida pública, pero cabe mencionar sus repercusiones en materia educativa.

"Uno de los mayores legados del Movimiento del 68 fue un importante cambio en la educación pública, especialmente a nivel medio y superior, que permitió, entre otras cosas, la ampliación de lugares para recibir a más alumnos y diversas reformas a leyes que hasta entonces estaban vigentes.

De hecho, la reforma a la educación fue una de las banderas que tomaron los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y de Luis Echeverría Álvarez para tratar de atender lo que, según consideraron, era el punto principal de las protestas de quienes participaron en el Movimiento Estudiantil".

De tal manera que después de dicho suceso, "se hicieron planes para expandir la capacidad instalada de educación básica y secundaria, crecer la matrícula en los niveles de educación media y superior, atender la educación para adultos, actualizar métodos de enseñanza, reestructurar los programas educativos y, final-mente, expedir un Ley Federal de Educación que remplazó a la legislación que estaba vigente desde 1941. En ese contexto, surgieron instituciones educativas como el Colegio de Bachilleres y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); además de que las escuelas vocacionales del Instituto Politécnico Nacional se transformaron en Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt)".

En este orden de ideas, la reforma educativa que se concretó en 1970 inició su gestación desde 1969 con la Asamblea Plenaria del Consejo Nacional Técnico de la Educación (CONALTE), a la que asistieron delegados de toda la República Mexicana para hacer planteamientos al gobierno sobre aquellas áreas o aspectos que debían ser reformados en materia educativa.

"Los resultados de esta Asamblea se concentraron en un documento que contenía todas las propuestas aprobadas por el pleno de la misma para reformar la educación, mismo que fue entregado a los diferentes organismos técnicos de la SEP para su análisis, estudio y aplicación posterior".

Por supuesto que la concreción de la reforma ya no sería en el sexenio del presidente Gustavo Díaz Ordaz, puesto que el primero de diciembre de 1970 entregaría la administración del país al licenciado Luis Echeverría Álvarez, quien con el apoyo de su eficiente Secretario de Educación, el Ingeniero Víctor Bravo Ahuja, haría realidad muchas de las propuestas planteadas en la citada Octava Asamblea Ordinaria.

Cabe mencionar uno de los planteamientos que hizo el licenciado Echeverría Álvarez en su discurso de Toma de Posesión Presidencial: "Todos nuestros problemas desembocan o se relacionan con uno solo: el de la educación... hagamos de cada aula un agente dinámico de cambio social, del progreso científico y del desarrollo económico (... Que surja de la escuela la nación que ambicionamos ser (...) Es preciso que el campesino aprenda a transformar su medio y pueda incorporarse a la economía contemporánea y que la industria y los talleres se enlacen estrechamente con la escuela para volverla más productiva".

Entre las acciones realizadas para mejorar la educación, se implementaron políticas públicas para incrementar su cobertura y llegara cada vez más a los estratos más vulnerables y apartados del país, es decir, al medio rural. Se prosiguió con la idea de fortalecer la educación técnica por lo que se continuó con el incremento de Escuelas Tecnológicas Agropecuarias a lo largo del país, a fin de concretar esa idea de tecnificar el campo y la producción agropecuaria, sobre todo en lugares que tradicionalmente presentaban mayor grado de marginación.

Además, como se esperaba, hubo una reestructuración en el organigrama de la Secretaría de Educación Pública para crear direcciones e instancias que fueran acordes a la nueva política educativa.

De acuerdo a lo anterior, y por órdenes del presidente Luis Echeverría Álvarez, el 24 de agosto de 1971 es creada la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA), misma que en un principio ofrecía capacitación para el trabajo agropecuario y forestal, formación de profesores de capacitación para el trabajo agropecuario (que desempeñaban sus labores en las escuelas agropecuarias) y en educación superior agropecuaria y forestal.

Alguno de los beneficios de la creación de la DGETA fue la multiplicación de las Escuelas Tecnológicas Agropecuarias en todo el país, que ya venían funcionando desde su creación en 1967 y que tuvieron su auge y gloria en los años setenta.

En sus inicios, estas escuelas pertenecían al nivel de Enseñanza Media y años más tarde se trasladan al nivel de Educación Básica, hasta la fecha.

Desde su creación, estas instituciones, en muchos sentidos, revolucionaron el nivel de la educación secundaria puesto que, a cada escuela, al crearse, no sólo se le dotaba de un inmueble y una plantilla de personal para las actividades académicas, sino que era requisito dotarlas de una parcela con una extensión mínima de 20 hectáreas para las prácticas sobre técnicas agrícolas y agropecuarias y el personal capacitado para la enseñanza de estas materias.

Es así como se crearon las condiciones desde el ámbito educativo federal para que la enseñanza técnica llegara a Colotlán.


Una escuela tecnológica para Colotlán 

Hace cincuenta años Colotlán tenía un rezago educativo importante. José Luis Carrillo, integrante de la primera generación, nos cuenta el contexto del pueblo en 1973 y nos ofrece detalles de los primeros años de la Escuela Tecnológica Agropecuaria.

A finales de los años sesenta, Colotlán presentaba un rezago socioeconómico significativo, su población, que rondaba los 14 mil 300 habitantes, apenas si contaba con los servicios básicos como la energía eléctrica, el agua potable y el drenaje, aunque no todos los barrios y mucho menos las comunidades.

Por hablar de los servicios más elementales, como es la salud y la educación, en el caso de la primera se contaba solo con tres médicos particulares y la Secretaría de Salud y Asistencia (SSA), hoy Secretaría de Salud, prestaba los servicios básicos en el Centro de Salud ubicado en el Barrio de Chi-huahua, en el cruce de la calle Guerrero y el Callejón Quiteria, en el inmueble que hoy ocupan las oficinas de la Jurisdicción Sanitaria No. 01 de la Región Norte de Jalisco. En materia de educación, el atraso no era menor, sólo contaba con tres escuelas primarias en la cabecera municipal y en el nivel de educación secundaria aún no se contaba con una escuela oficial, por lo que gran parte de los egresados de educación primaria se quedaban con sólo ese nivel de estudios.

Gracias a la buena voluntad de varios profesores y de las autoridades locales se abrió en 1958 la Escuela Secundaria Mixta por Cooperación. Aunque el personal docente y directivo recibía una muy modesta remuneración, la mayoría de los padres de familia no estaba en condiciones de aportarla, quedándose así muchos adolescentes sin poder ejercer su derecho a la educación. Esta escuela prestaba el servicio educativo por las tardes, ya que en el mismo edificio funcionaba la Escuela Primaria "Niños Héroes" en el turno matutino. Cabe decir que, con todo y las carencias de esta secundaria por cooperación, logró sacar adelante a varias generaciones de alumnos hasta el momento de hacerse escuela oficial en 1975, año en el que pasó a ser la Secundaria Foránea Núm. 13, con carácter oficial dependiente del subsistema estatal.

De esta manera, Colotlán entra a la década de los setenta sin una secundaria oficial, y si eso sucedía en este municipio, cabecera de región, en el resto de los municipios de la zona norte de Jalisco el rezago era más acentuado. Así, la necesidad de una secundaria oficial crecía año con año, puesto que la población de estudiantes que demandaban este servicio era cada vez mayor y la Secundaria por Cooperación no podía atenderla por la falta de recursos económicos.

Fue hasta el año de 1972 en que un grupo de padres de familia y profesores, en coordinación con la autoridad local, gestionaron la creación de una secundaria oficial en este municipio. Iniciaron por concertar una cita con el entonces Diputado Local por el Distrito Electoral No. 1, el C. José Mendoza Padilla aprovechando una visita a la región, durante la cual le entregaron un documento firmado por autoridades, profesores y padres de familia, en donde solicitaban la creación de una Escuela Secundaria Técnica. La respuesta no tardó. En diciembre de 1972 se celebró una reunión en la Presidencia de Colotlán en la que estuvieron presentes el citado Diputado Local, el presidente municipal, Antonio Sánchez de León y varios profesores y padres de familia, así como organizaciones de la sociedad civil. Entonces se vivía el auge de las escuelas secundarias técnicas para promover el desarrollo y el mejoramiento de la producción industrial, agrícola, ganadera y pesquera, por lo que se pensó en una de este tipo.

En la reunión, el presidente municipal explicó a los presentes, que para crearse una Secundaria Técnica Industrial se requería un terreno de por lo menos cinco mil metros cuadrados y para una Escuela Tecnológica Agropecuaria se necesitaba un terreno de no menos de 20 Has. Por lo anterior se dio un mes para buscar un terreno de esta última dimensión, ya que, por las características de la región, cuya vocación es agrícola y ganadera, se inclinaron por la segunda alternativa. En esa misma reunión se conformó el Comité Proconstrucción de la Escuela Tecnológica Agropecuaria 289, quedando como se describe a continuación:

o PRESIDENTE: C. ELISEO CASTAÑEDA VALDÉS

o SECRETARIO: PROFR. FELIPE VALDEZ PACHECO

o TESORERO: DR. ENRIQUE LEYVA URBINA

o TER. VOCAL: PROFR. VÍCTOR MANUEL MÁRQUEZ HUÍZAR

o 2DO. VOCAL: J. GERTRUDIS RAMOS ESTRADA

o 3ER. VOCAL: ING. JAVIER AVILA MARES

Entre otras personas que apoyaron la gestión y también aparecen como vocales son:

o Profra. Clementina De León Sánchez

o Profra. Soledad Sánchez

o Profra. Silvia Montañez Talamantes

o Profr. Heriberto Ávila Ávila

o C. José Encarnación Navarro

o C. Luis Mayorga D.

o C. María Del Carmen Frausto y otros

FUENTE: Acta de reunión fechada el 19 de diciembre de 1972.

Una vez conformado el Comité, el trabajo no fue fácil. Una de las primeras acciones fue conseguir el terreno de 20 has. Así, unos meses más tarde se informaba a las autoridades estatales de la consecución de un terreno, el cual se consiguió antes del tiempo estipulado y ocho meses después, en agosto de 1973, el Gobierno del Estado adquiría parte de ese terreno denominado "La Cementera", ubicado en la Carretera Federal 23 Colotlán-Jerez, Zac., en las inmediaciones de lo que hoy es el Centro Universitario del Norte, de la Universidad de Guadalajara y la cabecera municipal de Santa María de Los Ángeles, Jalisco.

A unos 6.5 kilómetros de distancia de Colotlán. La transacción del terreno se hizo por conducto del dueño del mismo, Sr. Benjamín Sánchez Robles y el Gobernador del Estado, Lic. Alberto Orozco Romero, por un monto de 350 mil pesos, dando un monto inicial y el resto a la firma de la escritura.


La rumorología

Desde los primeros meses de 1973, se rumoraba en Colotlán la creación de una secundaria oficial, generando todo tipo de comentarios y de altas expectativas entre la población, sobre todo en los adolescentes que estaban por terminar la educación primaria en la generación 1972 - 1973, puesto que serían ellos los primeros beneficiarios.

Entre otras cosas, se comentaba que sería una escuela muy grande, con suficientes aulas muy bien equipadas, con instalaciones como: talleres, canchas deportivas, alberca, laboratorios y un gran terreno para hacer prácticas y aprender técnicas agrícolas y ganaderas. También se decía que contaría con personal altamente capacitado, incluso, que los egresados terminarían sus estudios con un documento que certificaría que estaban aptos para ejercer algún oficio como: carpintería, soldadura y electricidad, industrias rurales o la crianza de ganado y la agricultura.

Quienes egresaron del nivel de primaria en junio de 1973 fueron muy afortunados, pues sería el momento justo en el que iniciara labores la nueva escuela secundaria en Colotlán, a ellos les tocaría estrenar la institución educativa. Pero no sólo a ellos, varios alumnos que ya había cursado el primer ciclo de educación secundaria en la Mixta por Cooperación se dieron de baja y se inscribieron en la Escuela Tecnológica Agropecuaria 289. A decir de algunos de ellos, no se arrepintieron de haber repetido un ciclo escolar de educación secundaria; según ellos, valió la pena el cambio.

Y se llegó el día de la inauguración... Todas las instituciones educativas del municipio habían iniciado desde septiembre el ciclo escolar 1973 - 1974, menos la ETA. Aún no se concretaban los trámites, faltaba resolver algunos pendientes de la plantilla de docentes y una pequeña parte de material de oficina y mobiliario escolar. Una vez resueltos los últimos pendientes, se preparó todo para que se inaugurara el primero de octubre de 1973, en el que las autoridades civiles y educativas se dieron cita en el recién construido plantel para llevar a cabo el protocolo correspondiente, mismo que se hizo estando presente un representante del Gobierno del Estado, el señor Presidente Municipal, los miembros del Patronato Proconstrucción de la escuela y quien sería el primer director de la escuela, Roberto Loera Perea. Además de las autoridades, se contó con la presencia de quienes conformaron el cuerpo directivo, docente, administrativo y de servicios, así como 110 adolescentes con ganas de vivir la experiencia educativa que esta institución ofertaba.

Entre otras personalidades presentes en el protocolo de inauguración de la ETA 289 fueron: Lic. Antonio Sánchez De León, Presidente Municipal; señor Luis Humberto Gálvez Pérez, Tesorero Municipal; Salvador Santoyo, Oficial Mayor del Ayuntamiento; el doctor Enrique Leyva Urbina; Eliseo Castañeda Valdés, los profesores Felipe Valdez Pacheco, J. Gertrudis Ramos Estrada, Azael Ku Balán y Antonio Venaderos.

El personal directivo, docente, administrativo y de servicios era el siguiente:

o Director: Maestro Roberto Loera Perea

o Secretaria: Esther Horcasitas Reyes.

o Docentes:

o Ciencias Sociales: Francisco Chávez Rubio.

o Ciencias Naturales: Nélida Azuara Barragán.

o Matemáticas: Gustavo Vaquera Contreras +.

o Español: Rafael Monroy Sánchez.

o Orientación Vocacional: Clementina

o De Léon Sánchez (sólo de Oct - Dic).

o Agricultura e Industrias Rurales: Enrique Ovalle Pérez.

o Ganadería: Elías Molina García.

o Taller Básico: Alfredo Ramírez Cruz.

o Auxiliares de Intendencia:

o Pedro Sierra +.

o Manuel Vázquez Valdés.

o Manuel Huízar Pacheco.


Al siguiente ciclo escolar 1974/75, se incorpora Santa García García sustituyendo a Francisco Chávez Rubio y la maestra Aydé González Arámbula sustituye a Nélida Azuara, el maestro Jaime Salas Pinal llega por Gustavo Vaquera Contreras, ya que se fueron por cambio de adscripción. También se incorporó la maestra Clementina de León, pero a la asignatura de Inglés. Llegaron dos auxiliares administrativos, María Concepción Pinedo Vega y Macrina Pinedo Pinedo.


Los primeros años, mucho trabajo

Como toda institución que inicia, la ETA 289 lo hizo con lo más elemental, dos aulas, un laboratorio para física, química y biología, un taller sin maquinaria, un espacio para la cooperativa escolar, los sanitarios, un espacio para la dirección y un patio cívico. No se contaba con canchas deportivas, se improvisaba una de volibol y una de futbol en alguna parte del terreno sin construir, la cancha de básquet bol se construyó en el segundo año de funciones de la escuela.

El personal directivo, docente y de servicios de la escuela, así como los padres de familia y el mismo alumnado tuvieron que colaborar y trabajar para transformar la institución, cosa que todos hacían con mucho gusto gracias al liderazgo que ejercía el director. Entre otras actividades que se hacían eran: deshierbar y limpiar el terreno, reforestar y regar los árboles, acarreo de piedra y arena del río, el cual no queda lejos del inmueble, y todo lo que era necesario para que la escuela luciera cada día mejor. Lo mismo se hacía en el terreno donde se construyó la escuela como en el terreno donde se hacían las actividades agrícolas, en "La cementera", al cual se asistía en la clase de agricultura y se hacían actividades como deshierbar, regar, labrar la tierra y cosechar.

Se contaba con un pequeño tractor, el titular de la materia daba clases de manejo a los alumnos.

De esa misma manera se construyeron las zahúrdas, corrales para aves, huertos familiares, etcétera.

Se compraron los primeros cerdos y en los huertos se cultivaban jitomates, rábanos, zanahorias, cebollas y otros.

Todo marchaba bien en la escuela porque existía una coordinación entre el director, el personal y los padres de familia, quienes a su vez estaban pendientes del desempeño escolar de sus hijos.


El financiamiento para actividades agropecuarias

Una forma de obtener recursos para las diferentes actividades agropecuarias que se emprendían, fue la conformación de una cooperativa, tipo compra de acciones, que era como una cuota que los padres de familia, a través de los alumnos, aportaban y con ella se compraban los insumos necesarios para esas actividades y al final del ciclo escolar se le entregaba al papá o a su hijo el capital que había puesto, más las ganancias que había generado por las actividades realizadas. Por supuesto que había quienes reinvertían el capital o todo el monto recibido para seguir financiando ese tipo de actividades que realizaba la escuela).

Las primeras generaciones de la Escuela Tecnológica Agropecuaria 289 asistían a la escuela por la mañana y por la tarde, durante el horario matutino de 7:00 am a 1:00 pm. Se impartían las materias de Español, Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Educación Física. Y en horario vespertino de 3:00 a 7:00 se impartían las tecnologías y talleres como Agricultura, Ganadería, Industrias Rurales, Apicultura, Soldadura y Electricidad, Deportes, Danza, Pintura, Dibujo, Teatro, Música, Declamación, Oratoria, etcétera.

Cabe mencionar que la ETA hacía actividades de proyección a la comunidad, entre otras, La Hora Social, que consistía en un programa artístico literario que se desarrollaba en la plaza principal o en un lugar público para que la población lo disfrutara y se diera cuenta de las actividades que realizaban los alumnos en la escuela, así mismo se realizaban exposiciones de los trabajos realizados.


El ambiente escolar

Las autoridades escolares y los docentes generaban un ambiente basado en la disciplina, la productividad, la responsabilidad y el respeto, por lo que se generaba una convivencia armónica entre el alumnado, los docentes, padres de familia y toda la comunidad escolar. Cuando había algún incidente o alguien cometía alguna falta, rápidamente se le pedía presentarse en la dirección y si el caso lo ameritaba se llamaba al padre de familia, a quien se informaba lo que estaba pasando. De esa manera no se dejaban crecer los problemas y la solución era pensada en el bien del alumno y que éste no perdiera su derecho a la educación.

Para que no fueran tan notables las diferencias sociales o económicas entre los estudiantes, se implantó un uniforme escolar obligatorio, era de color caqui, con corbata, había el de gala y el ordinario.

Sólo los miércoles era día en el que se podía vestir con la ropa que cada uno tuviera o quisiera, con su ropa personal. El corte de pelo debía ser corto, si alguien se lo dejaba largo, el director lo invitaba a que se lo cortara y por lo general atendían su observación. Pocos mostraban rebeldía ante la autoridad, sabían que, si lo hacían, el director contaba con el apoyo de los padres de familia.

Los desfiles de las diferentes celebraciones cívicas, como hasta la fecha, el contingente de la Escuela Tecnológica Agropecuaria 289 era el atractivo, la gente se esperaba a ver qué novedad presentaba y por lo general eran cuadros plásticos en los que representaban los sucesos que se conmemoraban, también presentaban pirámides, saltos de garrocha, salto de altura, saltos al aro de fuego, y otros espectáculos deportivos o artísticos como tablas rítmicas y bailables o cantos alusivos).

Hasta la fecha, estas escuelas, hoy llamadas Secundarias Técnicas, han dado una atención especial al deporte, se trabaja como una disciplina que ayuda a los adolescentes a "descargar" sanamente su energía y a canalizarla positivamente. Por lo anterior, cada año se organizaban los juegos INTER-ETAS, hoy INTER-SECUNDARIAS TÉCNICAS, en los que se participaba inicialmente a nivel interno para sacar selecciones y posteriormente a nivel regional, para después asistir a los eventos estatales; aunque cabe mencionar que no sólo son deportivos, sino también académicos y culturales, compitiendo en ellos los alumnos más destacados en cada disciplina deportiva, académica o artística).

Como es sabido, cada director, con el tipo de liderazgo que ejerza, imprime su "sello" en la gestión que realiza y de ello depende la aceptación, el reconocimiento, la productividad y el prestigio que tienen los centros escolares. En el caso del primer director, tal vez por las circunstancias de ser una escuela en pleno nacimiento, las condiciones le obligaron a realizar acciones diversas para atender cada una de las problemáticas que presentaba la nueva institución. Una de sus grandes habilidades es que hizo amistad con los personajes que dominaban la política y con aquellos que ostentaban puestos de autoridad en los gobiernos locales, lo que le facilitó muchas veces la solución a los grandes retos que implicó su función al frente de la escuela, lo que hizo ganarse el aprecio y sobre todo el reconocimiento de alumnos, padres de familia y de la población en general.


Los años setenta

Durante los años setenta y principios de los ochenta, la atinada gestión del profesor Roberto Loera Perea hizo que esta escuela viviera una de las épocas más productivas y de mayor liderazgo en el municipio y la región. Poco a poco se iba consolidando tanto en materia de infraestructura y equipamiento escolar, como en la mejora de la plantilla docente y de servicios, lo que hacía que la gente percibiera que el personal hacía una labor educativa relevante y significativa a favor de sus alumnos.

A mediados del ciclo 1975 - 1976 se empiezan a hacer los preparativos para el egreso de la primera generación de alumnos; la escuela está lista para entregar a la sociedad a un grupo de jóvenes preparados y dispuestos a proseguir con sus estudios a nivel de bachillerato. El profesor responsable de Orientación Educativa hizo lo propio, aplicando diferentes exámenes y entrevistas a futuros egresados para apoyarlos a tomar la mejor decisión para elegir el tipo de bachillerato que habrían de cursar, puesto que nos invitaban a seguir en el mismo tipo de instituciones técnicas, industriales o agropecuarias.

El director inició con reuniones con padres de familia para preparar la ceremonia y los eventos de clausura, así como para motivarlos a que siguieran apoyando a sus hijos en su preparación académica hacia una carrera profesional.

Fue el día 30 de junio de 1976 la ceremonia de graduación de aquella primera generación de egresados.

Era tanto el interés del director porque los egresados de la ETA 289 siguieran estudiando que, al saber que no se contaba con una institución a nivel de bachillerato en la región, él mismo gestionó una preparatoria que dependiera de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, que funcionó sólo una parte del ciclo escolar 1976 -1977, institución que recibió a algunos egresados de la citada escuela y de la Secundaria Foránea recién oficializada. También, por ese tiempo funcionaba en Colotlán una Escuela Normal Para Profesores de Educación Primaria, en Servicio con Sistema Abierto (ENPEPSSA) que preparaba a docentes que ya laboraban en escuelas, pero carecían de un título. Esta escuela formadora de docentes abrió las puertas a algunos solicitantes egresados de la ETA adquiriendo posteriormente el título de Profesores de Educación Primaria. Hubo también quien ingresó a la Academia Comercial "Pitman", que preparaba a jóvenes para el trabajo en oficinas como Auxiliar en Contabilidad, Mecanografía, Archivonomía, etcétera. Aquellos exalumnos, cuyos padres hicieron el esfuerzo por enviarlos a estudiar fuera de Colotlán, ingresaron a preparatorias de Zacatecas, Aguascalientes, Guadalajara y otros lugares que les ofrecían condiciones para llevar a cabo ese nivel de estudios. En el ramo de la Educación Tecnológica Agropecuaria, la institución que ofrecía estudios a nivel bachillerato con carrera técnica, eran los Centros de Estudios Tecnológicos Agropecuarios, y uno de los más cercanos era el CETA 30 de Pabellón de Arteaga, Aguascalientes, al que no faltó quien se inscribiera al mismo.

Para fortuna de los egresados de la primera y segunda generación de la ETA, en el ciclo escolar 1977 - 1978 se crea la Escuela Normal Experimental de Colotlán, Jalisco. ENECO, que absorbe a gran cantidad de esos egresados de secundaria, ya que en ese tiempo este era el nivel antecedente a la Educación Normal. La preparatoria gestionada por el maestro Loera Perea cerró pronto sus puertas, puesto que, por un lado, no se logró la incorporación a la Universidad Autónoma de Aguascalientes y por otro, para ese tiempo (1978) se iniciaron las gestiones para crear una preparatoria de la Universidad de Guadalajara. Aunque abrió sus puertas hasta el día 8 de septiembre de 1980.

Durante el año de 1978, la Secretaría de Educación Pública hace una reingeniería en la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGTA) y crea la Dirección General de Educación Secundaria Técnica, lo que dio pie a que las Escuelas Tecnológicas Agropecuarias (ETA) se transformaran en Escuelas Secundarias Técnicas (EST), así la ETA 289 se transforma en EST 17. Cabe mencionar que la ETA 289 pertenecía al Estado de Aguascalientes y posteriormente a Zacatecas, ya que la subdirección a la que pertenecían estaba administrada por regiones. Al convertirse en EST todas pasaron a administrarse por sus propias entidades federativa, en este caso, lo que es hoy la Secretaría de Educación Jalisco.

Tanto la Escuela Normal como la Preparatoria Regional de Colotlán, vinieron a representar un parteaguas en la educación del municipio y de la región, y años más tarde, en marzo del año 2000, el Centro Universitario del Norte, de la Universidad de Guadalajara, generó un impulso trascendental en la vida cultural, educativa, económica y social de nuestra región. La presencia de esas instituciones de nivel medio superior y superior aumentó significativamente el nivel académico de los habitantes de la zona norte de Jalisco y sur de Zacatecas, puesto que ya no se tenía que emigrar a otros lugares para poder estudiar y la gente de bajos recursos, con un poco de esfuerzo pudieron y actualmente pueden dar educación superior a sus hijos. Se hace la anterior referencia en el sentido de que son directamente beneficiados los alumnos que egresan del nivel de secundaria, sin embargo, con la apertura de la preparatoria semiescolarizada, muchos adultos que en su tiempo no pudieron cursar este nivel de estudios, se han visto ambién beneficiados y han podido estudiar alguna profesión ya en edad adulta, a la vez que trabajan y encabezan una familia.

No puede faltar la mención de la creación en Colotlán del Módulo del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Jalisco (CECYTE)), mismo que tiene sede en el vecino municipio de Totatiche, y es una institución de nivel medio superior creada en el año 2008 que ofrece la oportunidad de estudiar el bachillerato con una carrera a nivel técnico profesional como Programación y Ventas.


La despedida del primer director

Durante el ciclo escolar 1980 - 1981, la escuela tuvo un significativo incremento en la matrícula, su buen prestigio y buenos resultados hacían que cada vez más padres de familia prefirieran inscribir a sus hijos en este plantel, por tal razón, el maestro Roberto Loera Perea inició los trámites para que la Secretaría autorizara un turno vespertino, lo cual se logró posteriormente a través de quien lo sucedió en la dirección de la escuela. Desafortunadamente, por ese mismo tiempo el maestro Roberto tuvo algunas desavenencias con algunos padres de familia inconformes; al parecer, los motivos eran, entre otros, que los alumnos tenían como obligación vender algunos productos que se fabricaban en la clase de Industrias Rurales como: queso, chorizo, longaniza, algunas carnes frías, etc., y por supuesto no todos los padres estaban de acuerdo con esta situación, misma que se hizo cada vez más tensa y que llegó a hacerse del conocimiento de las autoridades estatales, al grado que éstas le propusieron al director pensar en su cambio para bien de él mismo y según ellos, de la propia institución. La situación golpeó anímicamente al profesor y a su familia, quienes consideraron la propuesta, y el maestro Roberto Loera anuncia su futuro cambio de adscripción. Para la mayoría de quienes lo conocían, algunos exalumnos y padres de familia, resultó una noticia nada agradable, pues habían sido testigos del trabajo, la dedicación, el prestigio, l
a evolución y el progreso que el director había dado con su liderazgo a la institución.

Y así todo tiene un principio y un fin, a veces para bien, otras para mal, y en el inicio del ciclo escolar 1981 - 1982, Roberto Loera Perea deja la dirección para cambiarse de adscripción a la localidad de Los Azulitos, municipio de Lagos de Moreno, Jalisco, a fundar una nueva escuela. El cambio fue benéfico para él porque se acercaba a su tierra. Sin lugar a dudas, con su partida, dejó un gran reto a su sucesor y la gestión institucional sufriría una notable transformación.


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