Por: José Alonso Serrano Campos
Pedí a mis colegas del área que fuéramos junto con la historiadora Lucía Vázquez Felgueres, Coordinadora en ese entonces de Eventos Culturales de la Casa de la Cultura y también Presidenta de la muy activa Asociación Cultural del Norte de Jalisco A. C.; a la cita también fueron el gran artista Ricardo Urista Alvarado, que fungía como Director de la Casa de la Cultura de Colotlán y el escultor Raúl Serrano Arenas, maestro de la misma Casa de la Cultura.
Posterior a la visita agradecimos a los dueños y nos retiramos, a finales del mismo mes el arquitecto Villavicencio nos hizo llegar su informe, ese instrumento quedó en resguardo de la autoridad y desconozco si se le dio trámite, pero de lo que estoy seguro es que a pesar de tan relevante edificación para la historia de los colotlenses, nunca se le hizo una buena difusión, por lo tanto, con el debido respeto que me merecen los actuales propietarios, comparto un extracto del mencionado documento con enorme valor histórico:
DATOS DEL INMUEBLE
Por determinación de ley son monumentos históricos:
I. Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato públicos y al uso de las autoridades civiles y militares. Los muebles que se encuentren o se hayan encontrado en dichos inmuebles y las obras civiles relevantes de carácter privado realizadas de los siglos XVI al XIX inclusive.” (Ley Federal …, 1995, p 16)
En lo que se refiere al monumento histórico, se trata de un inmueble inicialmente construido a fines del siglo XVI, con ulteriores ampliaciones o reconstrucciones que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX. El tipo de arquitectura corresponde a género religioso.
Uso original: Culto religioso.
Uso actual: El ábside sin uso y la nave y anexos destinados a discoteca (hoy funeraria y sala de velación).
Régimen de propiedad privado, con dos propietarios: la C. María Teresa Martínez Ruvalcaba, propietaria de la nave y anexos, y el C. Carlos de León Orozco quien recientemente había adquirido el presbiterio. Presenta un estado de conservación regular y malo.
En la actualidad, casi la totalidad de lo que fue el monasterio franciscano ha desaparecido y en su lugar se han construido casas habitación y tiendas. Una mayoría de ellas todavía edificadas con adobe y cantera. (CASA CULTURA COLOTLÁN, 2004)
En el contexto conventual se percibe que las edificaciones que prevalecen son el inmueble que aloja hoy la funeraria “Aurora” y el ábside, el primero indistintamente usado como banco, tienda de ropa, teatro, cine, discoteca, aunque originalmente fuera la capilla del monasterio franciscano.
No obstante, las constantes demoliciones, aun se conservan algunos elementos estructurales y dependencias de la antigua edificación conventual tales como: muros, arcos, corredores. En las construcciones actuales, circundantes a la Capilla, prevalecen vestigios de elementos estructurales antiguos que han sido reutilizados para construir sobre ellos las nuevas edificaciones, lo anterior se constata con la inspección ocular realizada y registro fotográfico.
Relatan los estudiosos que la iglesia primitiva, la que erigieron los franciscanos se cayó. Se colapsó porque sus muros eran de fábrica de adobe y techo de paja, los que se reblandecieron con la lluvia abundante que se precipitó, del 30 de octubre al 14 de noviembre de 1803.Fue el 12 de noviembre cuando se desplomó, entre otros factores, también contribuyó la existencia de oquedades por debajo de los cimientos que inexorablemente habían socavado las hormigas llamadas arrieras. (CARLOS CASAS-HARO ORTEGA, 1991, pp. 129 y 197.)
Para 1823 nos “Dice Victoriano Roa: La iglesia parroquial de Colotlán está arruinada, y solo quedó una capilla de bóveda muy corta que sirve actualmente de parroquia, hace más de cuarenta años que se empezó a construir una nueva, y si llega a concluirse, será magnífica, según su capacidad y forma que se le ha dado. La capital de este cantón tiene además tres capillas que son: el Hospital, San Nicolás y San Lorenzo”. (Cfr. CARLOS CASAS-HARO ORTEGA, op. cit. p 149).
La iglesia parroquial nueva a que hace referencia la cita, sin duda es el Templo de San Luis Obispo, iniciado desde el 6 de enero de 1772 y concluido como se conoce hoy día hacia el año de 1862. El 8 de septiembre de ese año, el Sr. Pbro. Don Bacilio Terán bendijo solemnemente la parroquia. Concluida según se percibe con fachada principal en estilo ecléctico, según el diseño del arquitecto José María Martínez. Se dice que el frontispicio original se edificó en estilo barroco a semejanza de la Catedral de Zacatecas, talla en cantería que lamentablemente fue demolida. (CARLOS CASAS-HARO ORTEGA, 1991, p 170).
“En la arquitectura mexicana del siglo XVI, aparece un tipo de capilla distinto a los tradicionales. Son las llamadas Capillas Abiertas o de Indios que, mirando hacia un espacio abierto, el atrio, servían para oficiar la misa ante grandes multitudes, y cobijaban, a veces, bajo techo, a los principales de la región.” (SEPANAL, 1975, p 102).
También cabe la posibilidad, en función de la advocación mariana, que se trate del camarín de la virgen, si tomamos en cuenta la existencia de un muro tapón en el eje sur del ábside, muro que además de una puerta tiene una ventana al centro.
En todo caso cabe señalar que no obstante que la fundación de Colotlán data de 1591, la colonización y en particular la evangelización en los territorios circundantes a Colotlán, Teúl, Tlaltenango y otras localidades, a posteriori de la Guerra del Mixtón (8 de diciembre de 1541), fueron procesos previos que propiciaron el establecimiento de presidios y conventos.
Sin duda el ábside data de esta época de pacificación y persuasión a un nuevo credo, actividades en las que participaron las personalidades prominentes de Fray Antonio de Segovia, el padre Nicolás Valdés Huerta y Fray Miguel de Bolonia.
De otra parte, es de suponer que, al término de la lucha por la independencia, ya hubo condiciones para emprender o continuar procesos edificatorios. Así se explica la construcción de los seis entre ejes y el coro que se caracteriza por la simplicidad en la configuración de sus elementos arquitectónicos y la sobriedad en su ornamentación, rasgos distintivos del estilo neoclásico.
Ahora bien, según consta en la oficina de Catastro Municipal de Colotlán, en una escritura registrada en el mes de mayo de mil ochocientos cincuenta y seis, y en la que se vende un lote de lo que fuera el convento franciscano, aledaño a la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, se señala lo siguiente:
‘… El Dr. Don Andrés López de Nava cura propio de esta ciudad, teniendo en consideración que un solar que se encuentra al costado derecho de la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de este lugar, perteneciera a la Iglesia, nada le produce, sino al contrario le es oneroso en basura …’ (cfr. CASA CULTURA COLOTLAN, Idem.)
Se señala que los linderos son las dos calles, la capilla de Nuestra Señora de los Dolores y los Herederos de don Miguel del Real, al norte. Es decir que para esta fecha algunas partes de lo que constituyó el monasterio, ya había sido vendido o enajenado por particulares. Es probable que la capilla continuara en posesión de la Iglesia, por lo menos hasta ese momento. (Ibidem.)
Los traslados de dominio a que se refieren los párrafos anteriores, sin duda fueron realizados con anterioridad a las Leyes de Reforma de 1859. La Ley de Nacionalización se expidió el 12 de junio de 1859, de esta manera los bienes de las asociaciones religiosas pasaron entonces de pleno derecho a ser del dominio directo del Estado.
Es de suponer que la venta de las propiedades del clero en Colotlán tenga como precedente la Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas (junio de 1856) que, no obstante garantizar el precio que se obtuviera por adjudicación de los bienes, causó inconformidad en el clero quien promovió una lucha denominada Guerra de Reforma para evitar que la desamortización se llevara a cabo efectivamente en el país. (DIAZ-BERRIO, 1990, pp. 79-81)
Cabe mencionar que aún se conserva la imagen de Nuestra Señora de los Dolores en uno de los costados de la Iglesia de San Luis Obispo de Colotlán, en algunos escritos antiguos se narra la peregrinación que hizo Basilio Terán para trasladarla de su capilla al lugar que hoy ocupa, por sus características se observa de mayor antiguedad que todas las demás imágenes que tiene la iglesia, por lo que seguramente es la misma imagen de la Capilla.
La segunda fiesta religiosa a niver nacional, luego de la virgen de Guadalupe, es la del 15 de septiembre, precisamente la de la Virgen de Dolores. Los mexicanos asociamos esta Virgen con el Día de la Independencia. La llamada que comenzó la Guerra de Independencia, el Grito de Dolores, sucedió en la noche del 15 de septiembre de 1810, en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de Dolores Hidalgo, Guanajuato durante la misa dedicada a su Santa Patrona, la Virgen de los Dolores.
En Teocaltiche, Jalisco se celebran las fiestas patronales en honor a la Dolorosa, mismas que tienen una duración del 1 al 11 de noviembre, siendo el día 11 la cúspide de la fiesta. En Colotlán pasa prácticamente desapersividas ambas fechas en que se celebra a la Dolorosa.
La parte de la Capilla construida en el siglo XIX mira hacia el sur y en planta es rectangular y de una sola nave, está dividida en siete tramos o entre-ejes: En el primero se encuentra el coro y el sotocoro, dependencias que han sido modificadas para adecuarlas al uso actual; en el área del sotocoro se han integrado columnas de concreto armado adicionadas a los paramentos de los muros laterales para soportar una trabe sobre la que se apoya el entrepiso del coro construido en bóveda de cuña, esta área ha sido acondicionada para funcionar como vestíbulo de ingreso integrándosele un muro tapón reversible en un eje imaginario al medio del espacio.
El coro y cuatro de los entre-ejes están cubiertos con bóvedas de arista, sobre planta rectangular, con líneas de clave horizontales y directrices de medio punto (MORENO GARCIA, 1980, 109), sostenidos por arcos
fajones con soportes de impostas y arcos formeros integrados a los muros laterales, las bóvedas están horadadas en su centro por un óculo, abertura circular a manera de lucernarios cenitales, aberturas que sin duda fueron hechas a posteriori de la fábrica original. No se perciben machones al interior de los muros laterales, en cambio al exterior se aprecian contrafuertes esbeltos. Los paramentos interiores de los muros laterales se muestran lisos, sin altares ni ornamentos.
El séptimo entre-eje no tiene la cubierta original, es de suponer que la cubierta también haya sido demolida. Actualmente parte del espacio es un patio de servicio, en el resto se han construido dependencias destinadas a área de bodegas en planta baja y servicios sanitarios en planta alta.
La actual fachada principal, ha sido objeto de mutilaciones y demoliciones, hoy día imperceptible como elemento de un monumento histórico en el contexto de la calle Morelos, se perfila en dos niveles como un macizo con acabado en aplanado liso que contiene dos vanos, el ingreso rectangular en planta baja y la ventana con arco de medio punto en planta alta. La configuración de la ventana corresponde al diseño original. El muro con espesor menor a un metro es de mampostería de piedra.
El sistema constructivo de la cúpula, tambor, segmentos de bóveda y pechinas son mamposterías de fábrica de piedra, siguen rellenos de hormigón, firmes de mortero y terminado con enladrillado de azotea y aplanados bruñidos en el exterior; aplanados de mortero en el interior.
El sistema constructivo de las cubiertas correspondientes a las bóvedas de arista son mamposterías de fábricas de ladrillo y/o piedra, sigue relleno de hormigón apisonado y terminado con enladrillado de azotea lechadeado. Los arcos fajones, son aparejos de medio punto construidos de piedra, dovelas y clave de cantería labrada.
El sistema constructivo de las cubiertas y entrepisos correspondientes a las bóvedas de cuña son mamposterías de fábrica de ladrillo rojo recocido, aparejos de arco rebajado soportados por vigas de acero perfil “I” y dispuestos a intervalos regulares. Las estructuras que soportan las bóvedas de cuña son de concreto armado.
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Detalle con pintura original |
El muro de la fachada principal y los muros laterales de la nave son fábrica de mampostería de piedra, probablemente en combinación con aparejos construidos con ladrillo rojo recocido y adobe. Los muros del ábside poligonal cuyo espesor es mayor de un metro son fábricas de mampostería de piedra aparejada en forma irregulares, los muros tapones fueron construidos en adobe o ladrillo rojo recocido. Los muros portantes en los anexos y colindancias son predominantemente de fábrica de adobe, revestidos con aplanado de mortero cal-arena.
Los pisos interiores en las dependencias, son de cerámica vidriada de forma cuadrada, tipo vitropiso o interceramic. En el área del ábside el piso es de ladrillo tipo perón. El piso del patio de servicio es de concreto hidráulico.
En el documento de donde se extrae la información anterior, cuya copia tengo en mi poder, también contempla el diagnóstico y el dictamen del arquitecto, pero cuyo propósito no es mi intención dar a conocer en este escrito, solo cabe decir que se hace un riguroso análisis de cada una de sus partes y se invita a hacer lo conducente para la restauración y preservación, cuya tarea queda pendiente por parte de quien corresponda para conservar este patrimonio histórico de los colotlenses.
Finalmente, buscando en los archivos de la Parroquia, me encontré con el fallecimiento de Don Félix Márquez de los Olivos y de Gamboa, quedó registrado su deceso como un español, cuyos restos fueron sepultados precisamente en esta capilla, era originario del Sauz de los Márquez, localidad perteneciente a Santa María de los Ángeles, Jalisco. Nació en 1747, dice en el acta que no dejó testamento por ser pobre y murió de cancer, fue sepultado en la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores el 9 de junio de 1817.
Casado que fue con la señora Alvina Romero, sus padres fueron Joseph Antonio Márquez de los Olivos Sánchez y doña Juana Francisca De Gamboa Ortega, ella original del Carrizal. Firmó el presbítero Miguel de León.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
CARLOS
CASAS, Bernardo y Renato HARO ORTEGA: |
Historia de
Colotlán, Colotlán, Ed.
De los Autores, 1991, 349 p. |
CASA
DE LA CULTURA DE COLOTLAN |
Monasterio
Franciscano, Colotlán,
xerox, 2004. |
DIAZ-BERRIO,
Salvador: |
Conservación
del Patrimonio Cultural en México, México, INAH,
1990, 438 p) |
INAH: |
Ley Federal
sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y su Reglamento, México,
INAH, 1995, 56 p. www.inah.gob.mx |
MEDEL,
Vicente: |
Diccionario
mexicano de arquitectura, México,
Infonavit-Inbursa, 1994, 395 p. |
MORENO
GARCIA, Francisco: |
Arcos y
bóvedas, Barcelona,
Ediciones CEAC, 1980, 170 p. |
ROA,
Victoriano: |
Estado Libre de
Jalisco, Guadalajara,
Edit. Gob. Del Estado, 1981 |
SEPANAL: |
Vocabulario
Arquitectónico Ilustrado, México,
Secretaría del Patrimonio Cultural, 1975, 541 p. |
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