MITO O REALIDAD
Por: José Alonso Serrano Campos
También existe la versión de que fueron hechos para el paso de agua, se cuenta incluso que el río Colotlán pasaba más cerca de lo que pasa hoy, es decir, muy cerca del Templo de San Luis Obispo, posiblemente estaba entre ambos templos del centro, otros cuentan que servían para ayudar a escapar a las personas de las guerrillas, y que después ayudaron en la época de los cristeros.
Aunque se dice de la inexistencia y fantasía de estos espacios, su poca veracidad a veces se reserva con celo debido principalmente al morbo que esto genera, mucha confusión de igual manera la que ha generado, ya que líneas descubiertas recientemente han sido confundidas con aquellas galerías para direccionar agua, la infinidad de túneles que existen aunque algunos seccionados por múltiples obras nos permite dimensionar cómo fueron en sus tiempos de uso frecuente, ya fuera para trasladarse de un punto a otro, como escondites o simplemente otra forma de almacenaje o bodegas en casos de grandes fincas.
En obras recientes de bacheo por las calles de Colotlán aparecieron galerías filtrantes que precipitaron socavones en Nicolás Bravo esquina con Basilio Terán y en Morelos con Marcos Escobedo, así también han aparecido en domicilios de la calle Cuauhtémoc, recordemos además que prácticamente todas las casas de la época tuvieron pozos de laso, también creando la confusión con respecto a la veracidad de ser los tan nombrados túneles del viejo Colotlán, se comprobó con mapas y relatos de la época, fueron parte de aquellos viejos túneles.
TÚNELES FRANCISCANOS
A lado del Jardín “Corona” había un convento que fue vendido y demolido para construir casas, en donde había túneles que conectaban con el Templo de San Luis y un antiguo templo con salida a la calle Morelos, en el costado izquierdo había una entrada de un túnel que llevaba hasta el templo de San Nicolás, ya que los sacerdotes tenían fama de construir túneles para comunicar sus iglesias, y de ahí a sus casas y posteriormente a las antiguas oficinas públicas o cofradías.
TÚNELES EN ZACATECAS
Por otra parte, la construcción de túneles en las ciudades mineras era el pan de cada día en las construcciones de la colonia, y eran tan elaborados y con bastante arquitectura y distintos usos.
El túnel debajo del Portal de Rosales en el centro de la capital de Zacatecas es un desagüe de agua pluvial y alcantarillado creado en el año 1882 desde el barrio la pinta y se unió a lo que sería el túnel mayor que pasa por debajo del centro y que dichos sellos de cantera que se han encontrado comenzó a construirse entre 1820 y 1850 terminando de unirse en 1890 la primera red de túnel de la ciudad, el cual contó desde un principio con banquetas a los lados y pasamanos así como un drenaje en medio.
Un dato curioso es que dichos túneles son grandes anchos y altos en ciertos tramos y se intercomunican con otros sub túneles de menor medida, que están por toda la ciudad, colonia, centro y colonias aledañas, el “túnel mayor” o el túnel principal el más grande de todos llega hasta la plaza bicentenario donde de ahí hasta Guadalupe (la zacatecana) desemboca en un túnel un poco más pequeño, y que pasa por debajo del bulevar, y parque arroyo de la plata.
Otro dato interesante es que dicho túnel mayor tiene 2 túneles gemelos rumbos a la Alameda y rumbo a Santo Domingo, a estos se les intercomunican sub túneles más pequeños, algunos de ellos ya están derrumbados o bloqueados por rejas que desconocen quien las puso y por qué están tapando los túneles.
TÚNELES EN JEREZ, ZAC.
Las entrañas esconden secretos que muchos de sus habitantes desconocen y otros niegan desvelar, las llamadas bóvedas subterráneas que comunican los edificios principales con las grandes casonas, fueron solo una leyenda, los relatos de los mayores para muchos quedaron enterrados como los túneles, pero no para el historiador jerezano Luis Miguel Berumen Félix. Así relata la nota periodística donde el investigador se da a la tarea de investigar los relatos de su padre y se dio a la tarea de estudiar y cotejar datos y pruebas tangibles. Una vez localizados, para el relata no fue fácil pues los dueños no permiten el acceso y bloquearon a los accesos para borrar la huella de la historia.
Los usos que le daban a estos tunes se manejan varias hipótesis entre ellas que la población estaba atemorizada de los ataques de conflictos armados y estos pudieron ser utilizados como protección también para comunicación pues se habla de un sacerdote llamado francisco Javier Reveles que tenía el don de la ubicuidad, se le veía en una parte y después en otra, esto lo atribuyen a que se trasladaba por el túnel de su casa a las iglesias, ya que él intervino en varios sucesos. La investigación continúa.
TÚNELES DE COLOTLÁN.
Para el caso de los edificios construidos en épocas difíciles se encuentra el antiguo hospital de Colotlán, hoy Colegio “Jalisco”, construido por el padre Basilio Terán, y anteriormente las capillas de San Nicolás en el barrio de Soyatitlán y la capilla de San Lorenzo en el barrio de Tochopa, tan antiguas en su construcción como lo fue el convento franciscano ubicado en lo que hoy es la manzana oriente de la parroquia de San Luis Obispo, indicios aun ocultos tras la nuevas construcciones de las zona de comercio que las oculta en los patios traseros de negocios como la actual sala de velación.
La vox populi de Colotlán ha surgido desde las generaciones más antiguas hablando de las experiencias habidas en casas particulares, donde hubo túneles en las habitaciones para esconder todo tipo de mercancías y personas ante la llegada de los guerrilleros, existen aún casas testigos de estos túneles, así como personas que aseguran haberse librado de la muerte ocultándose ahí.
Otra información oculta es la relativa a la entrada de estos túneles, dónde inician, hacia dónde van y qué hay ahí dentro. Hasta 1980 existía la entrada “semiabierta” en una sección de la capilla del sagrado corazón de Jesús, pero para 1985 aproximadamente y ante algunas remodelaciones, esta entrada fue suspendida, y consistía en una escalera que bajaba a un preámbulo pequeño entre la cámara del Ciprés y la capilla del Sagrado Corazón.
Para el caso de la obra civil que ejecutaban los encargados del gobierno, es tan escasa la obra pública, pues los documentos existentes investigados niegan la existencia de cámara o galerías filtrantes de agua, antes bien algunos informes de los gobiernos en turno describen que se construían canales desde el río Colotlán a ras de piso para regar los jardines de la plaza.
De lo anteriormente expuesto la negativa del pueblo a que estos lugares existen es basada en la falta de información documentada y la falta de investigadores o instituciones que posibiliten la veracidad de la vox populi y queda abierto a la exploración para tener sitios de interés público, social, cultural y turístico.
En los años 60 cuando Cuco Raygoza era presidente municipal por segunda ocasión y comenzó con la implementación de la red de agua potable y drenaje del centro
de Colotlán, se encontraron los famosos túneles y decidieron taparlos, hasta ese entonces la
familia Aldana tenía acceso a esos espacios gracias a que fueron ellos quienes
en la época revolucionaria y cristera resguardaron en el sótano de su domicilio a todas las
imágenes sacras de la parroquia, cuya conexión subterranea era celosamente resguardada por esa familia.
Los túneles más escuchados
En los libros del hospicio cabañas de Guadalajara se habla de un túnel que llevaba hasta la catedral tapatía, por el cuál escapaban las monjas y los niños cuando llegaban tropas a violentar la paz del hospicio, y se dice que raptaban monjas y niñas, por eso huían por los túneles.
Las entrañas de Colotlán ocultan secretos que muchos de sus habitantes desconocen y otros se niegan a develar, las bóvedas subterráneas que comunicaban los edificios principales con las grandes casonas, por años han sido sólo una leyenda. Los relatos de los mayores para muchos quedaron enterrados y olvidados, pero no para el historiador jerezano Luis Miguel Berumen Félix.
A pesar de que aquellos que se consideraban eruditos en la materia negaron su existencia o afirmaron que se trataba de drenajes, Berumen Félix se dio a la tarea de investigar los relatos de su padre en aquella ciudad.
En consecuencia, en Colotlán se ha dicho que existió una ruta de túneles que conducían a los tres templos: de San Nicolás a San Luis y San Lorenzo. Incluso que había otro más largo hacia el actual Colegio “Jalisco”, otro conectaba al ahora Auditorio Municipal. Se han detectado hundimientos por la calle Cuauhtémoc y hace poco en la esquina de Nicolás Bravo y Basilio Terán, así como en Morelos y Marcos Escobedo. Las bóvedas datan de 1830, después de la guerra de Independencia.
Su interés por la historia lo llevó a tomar apuntes desde que era un adolescente y en su vida adulta a investigar y cotejar los datos de sus cuadernos con documentos y pruebas tangibles. Ingresar a los túneles no fue fácil, pues los propietarios de las fincas no permiten el acceso y bloquearon los accesos para borrar la huella de la historia. Pero esto no fue un obstáculo para que la investigación continuara por años y pudiera ingresa a algunos de estos en Jerez. En Colotlán se sabe que las entradas eran por los pozos de agua, en el caso de la iglesia de San Luis en el costado izquierdo.
Se ha investigado la ubicación de estos y se concluye que la mayor parte de los edificios antiguos de uso público, y algunas fincas particulares del centro están conectados mediante túneles, siendo los principales el San Luis a San Nicolás, y con otros templos hacia casas importantes, incluyendo el Colegio “Jalisco”.
El uso de los túneles
Del motivo para el que fueron construidas estas galerías subterráneas, maneja varias hipótesis. Entre ellas que la población estaba atemorizada por ataques de conflictos armados y estos pudieron ser utilizados como protección. Se cree que los túneles tuvieron usos como resguardo de personas, traslado entre los sitios e incluso como drenajes para la lluvia.
También se cree que sirvió para la comunicación, pues se habla de un sacerdote de nombre Francisco Javier Reveles, párroco de Colotlán a principios del siglo XX, que tenía el don de la ubicuidad (se le veía en una parte y después en otra).
Esto lo atribuye a que se trasladaba por el túnel de su casa en Jerez al santuario de Nuestra Señora de la Soledad o a la parroquia de la Inmaculada, ya que él intervino en muchos sucesos de la historia.
En el caso del túnel que se encuentra en la finca que ocupa el Museo de Tradición y Charrería por la calle del Santuario, considera que fue para resguardo o traslado y después se habilitó para drenaje.
La investigación
Para hacer un pequeño mapa o bosquejo de los lugares por donde pasan estos túneles, el historiador reunió la información de la tradición oral, ya que no existen documentos.
La investigación consistió en localizar datos y documentos de quiénes vivieron en esas casas y de dónde llegaron. Para verificar la autenticidad de estas obras se apoya de especialistas y de su familia.
Las galerías comunican edificios importantes con casonas. La presidencia, las iglesias, los antiguos cuarteles, cofradías y un sin número de fincas han sido exploradas, pero la investigación continúa.
Del porqué no existen documentos que den fe de estos túneles, Miguel Berumen dijo: “no se pueden documentar porque la gente dice que no existen”, pero él considera que fueron construidos aproximadamente en 1830, después de la guerra de Independencia.
Con información de la página de facebook: Capital Cultural de Colotlan A.C. y de Casa de la Cultura de Colotlán 2001-2003 y 2004-2006.
Francisco J. Reveles
Al Sacerdote Francisco Javier Tranquilino Reveles Valdez en Jerez, Zacatecas se le atribuye el don de la ubicuidad porque sabiendo que estaba en algún lugar específico de la parroquia, de repente podía aparecer en otro lugar como su casa o la sacristía, nació en la ciudad de Zacatecas en 1870, fue bautizado el 2 de abril de 1872 en la parroquia del Sagrario, en su registro se especifica que tenía 2 años y un mes de vida. Luego de su ordenación sacerdotal llegó a Colotlán y fue el responsable de la conclusión de la bóveda del campanario de Colotlán en 1905, cuya evidencia quedó plasmada en una placa conmemorativa ubicada en la parte alta de la bóveda, obra que había comenzado años atrás el presbítero Basilio Terán, al poco después Francisco J. Reveles fue párroco de Jerez, Zacatecas y quizá el último en poder utilizar esos túnes en Colotlán.
El Jardín Chico, ábside del Santuario de Jerez, sitio de inolvidables encuentros, el día 10 de julio de 1916, el señor Cura Francisco Javier Reveles lo bendijo y lo consagró celebrando la primera misa, de ahí la importancia de su legado y paso por estos dos pueblos.
Francisco de Borja Reveles Valdez
Los primeros 6 años de su ministerio los pasó en Colotlán Jalisco (1914 a 1919) y el resto en Concepción del Oro, Zacatecas. Desempeñó el puesto de Cura Párroco hasta el 31 de marzo de 1957, fecha en que renunció por indicaciones del Obispo de Zacatecas en ese tiempo don Antonio López de Aviña, para que se dedicara ya a descansar por lo avanzado de su edad y sus enfermedades. Falleció el 19 de julio de 1957 luego de 40 años de servicio. Tuvo la iniciativa de la construcción de la Parroquia “la Inmaculada Concepción” que comenzó en 1920 y culminó en 1930, donde fue sepultado, tiempo después se levantó un monumento en su honor en la Plaza Juárez de su municipio, así como en aquellos lugares, en Colotlán también dejó importante legado a su paso, siendo también un hombre que pudo usar los túneles, sin que haya evidencia, más que pudo resguardar los vienes de la iglesia en aquel entonces de la revolución y los constantes saqueos.
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