Por: José Alonso Serrano Campos
El colotlense Marcos Marcelo Escobedo Ayala se identificó como un indio del barrio de Tlaxcala de Colotlán, nació en 1758 aproximadamente, fue hijo legítimo de Rafael del Ángel de Escobedo y Paula de la Candelaria de Ayala, presumiblemente descendiente de los colonizadores tlaxcaltecas originales de la región. Tuvo un hermano mayor de nombre Juan Julián y un menor de nombre Pedro Martin.
Se casó en primeras nupcias en la iglesia parroquial de Colotlán con María Martina de la Candelaria Sánchez Morillo el 12 de febrero de 1775, en su registro de matrimonio del libro parroquial ambos se identifican como indios, ella incluso refiere ser hija de Morillo Sánchez y Dominga, del barrio de Tochopa, él hijo de Rafael Escobedo y Juana de la Candelaria, finada para ese entonces.
Se tiene registro de 10 hijos y sus nacimientos que fueron asentados como “indios de Tlaxcala”: Juana Santiaga (1780), María Feliciana (1782), Francisco Xavier (1784), José Guillermo (1786), José Clemente (1788), María Eutimia (1791), José Cesáreo (1793), Guadalupe Gerónima (1796), María Celestina (1801) y María Guadalupe Gerónima (1803).
Registro de bautizo de la hija de Marcos Escobedo: María Feliciana en 1782. |
En 1808 Don Marcos Escobedo, hombre muy querido y respetado del pueblo era gobernador en este año, y recibió del virrey de México un retrato de Fernando VII y orden de que con la mayor solemnidad posible fuera jurado y reconocido como rey de España y de toda la América; exaltado al trono el 19 de marzo. Luego se comenzaron a hacer los preparativos para hacer la función el 30 de mayo, se convocaron los 33 pueblos que pertenecían a la frontera, empezaron a reunirse ocho días antes de la festividad; juntamente con sus gobernantes se distinguían los pueblos por sus banderas. Mientras ostentaba el título de segundo teniente del ejército español, funge como alférez real y gobernador del mismo barrio de Tlaxcala.
La víspera se quemaron fuegos artificiales, otro día se formó un altar con el retrato del rey y tres sacerdotes revestidos con el libro de los cuatro evangelios abierto, donde todos los gobernantes fueron juramentos de guardar y hacer guardar la obediencia, reconociendo por su legítimo rey de España y de toda la América a Fernando VII y acabado el juramento, se tiró al pueblo 2,000 pesos tomados de las cajas reales en medio de entusiastas vivas para Fernando, luego se ordenó al pueblo que recorrió todas las calles con el retrato del rey colgado de un estandarte que se le llamó el Pendón, custodiado por 50 señoritas vestidas con tunicelas, blancas medias, zapato de raso con pecto en el pecho, con las armas de España, una espada al hombro y un gorro español que se le llamaba “gorraltres”, luego seguían las autoridades de los pueblos y luego venían mil hombres de los pueblos, otro día a las 11 fue la salva, se colocaron a los flecheros de a dos pasos, uno de otro y comenzaron a disparar flechas y fueron tantas que se nubló el sol, y eran tan ligeros para tirarlas que mantenían un peso en el viento a flechazos, según refieren testigos oculares que los vieron.
El 1 de noviembre de 1810 se declaró a favor de la independencia de México del Reino de España, y junto con el sacerdote llamado Pablo José Calvillo y las guarniciones indígenas de la región, organizó sus fuerzas equipándolas de lanzas, machetes, ondas y flechas. Se puso al servicio del líder independentista Miguel Hidalgo; el 1 de enero de 1811 recibe orden del Cura Hidalgo de marchar para Guadalajara a reunirse con las demás fuerzas que salían para el puente de Calderón a resistir a Don Félix María Calleja. Marchó Don Marcos acudiendo en su auxilio con 5,000 hombres.
Se emprendió la batalla que perdió Hidalgo, sufriendo la misma suerte la gente de Escobedo, este se regresó a Colotlán y en el camino se reunió con el resto de sus tropas que constituían 1,100 hombres. En la ausencia de Don Marcos tomaron la plaza Francisco del Real, Juan Lozano y Sebastián Gallegos y hermanos jefes realistas y al aproximarse Escobedo salió Francisco y Lozano a la orilla de la población y derrotados que fueron, dio Escobedo sobre los Gallegos que se hallaban en las consistoriales luego sitió y puso fuego al edificio, los Gallegos empezaron a salir por las ventanas los que eran muertos a lanzazos, apenas se repusieron de esta guerras cuando se tuvo noticia, que se aproximaba el cura Álvarez a El Chicharronero, apodo que le dieron porque quemaba a los muertos, tomó su campo en la mesa de las Canoas.
Don Marcos subió su caballería por las Viudas y él, con la infantería subió la loma atacándolo por su frente y viéndose atacado también por su espalda emprende la fuga dejando muchos muertos, Don Marcos organiza mejor sus fuerzas, esto acontecía a fines de Febrero y en Abril se destacó una fuerte columna al mando de Don Diego Negrete compuesta de caballería, e infantería, sobre este lugar, Don Marcos hizo una junta de guerra, y se acordó que se resistiría afuera de la población, formando el campo en la ceja de la loma del arroyo de la Tierra Blanca.
Entre los equipos que hizo Escobedo, fue hacer un cañón de mezquite, el que labraron con escoplo en dos mitades con mucho trabajo, cinchándolo con cinchos de cuero y cordeles embrollados, luego lo montaron en una rodada de carreta con suficiente dotación de parque e hicieron huso de su cañón sobre el enemigo, haciéndolo retroceder con cuatro descargas que les aguantó, pues a la siguiente reventó, y luego comenzaron a retroceder ante la superioridad del armamento enemigo que hacían pedazos sus líneas.
Don Marcos no pudo organizar sus tropas y huyeron, los que fueron tomados prisioneros fueron fusilados, azotados sus cuerpos y colgados por los cuatro vientos, Negrete expidió bando de indulto, los indultados se les cortaban las trenzas.
El 7 de abril de 1811, precisamente el Domingo de Ramos, sus tropas se enfrentaron al ejército del coronel Pedro Celestino Negrete y recordemos fueron derrotadas en la Batalla de Tierra Blanca. Don Marcos Escobedo debió de esconderse durante varios días en un pozo de lazo para salvar la vida, luego pasó a la clandestinidad durante varios años, después de esta derrota. Don Marcos se fue a los cerros, Negrete después de haber pacificado la región regresa a Guadalajara.
En 1911 murió su esposa María de la Candelaria, cuatro años despues, el 13 de diciembre de 1815 se volvió a casar con María Bárbara Blasa Sataray, ambos viudos contrajeron matrimonio en segundas nupcias, él de 57 años, ella de 28 años de edad.
Entre 1817 y 1818 figuró nuevamente en la vida política y se unió nuevamente a la guerra por la independencia levantándose nuevamente en armas, librando batallas en los pueblos de San Andrés, Chalchihuites y Huejuquilla, logrando el control de la región para el movimiento independentista.
Marchan las fuerzas de Escobedo en 1820 en unión de las de Jerez y Tlaltenango para la Hacienda de Jaral, uniéndoseles fuerzas de San Luis, allí se hallaban muchos españoles con interés, fue tomada la hacienda a viva fuerza donde saquearon un rico botín. Se volvieron a Colotlán y luego marcharon para Bolaños, en Tepec sorprenden a los españoles y presos son conducidos para San Luis de Colotlán.
Oficialmente el 27 de septiembre de 1821, llegó la noticia de que había sido reconocida la independencia de México por el Virrey, Marcos Escobedo organizó grandes festejos en Colotlán para celebrar la independencia de México y la entrada de las tropas independentistas (Ejército Trigarante) a la Ciudad de México. Se hicieron corridas de Toros, las que tuvieron lugar en la plaza de armas, sirviendo de coso la prevención. Estas fiestas se llamaron “de las pases” en las que también hubo indultos para los que habían tomado las armas en contra de la independencia.
En 1823 el síndico del convento de Guadalupe de Zacatecas, pidió al guardián una misión para este lugar. Vienen en abril seis padres al mando de Fray Luis Fregoso, los sermones fueron predicados en la Parroquia que era una tapia por lo que la iglesia comenzaba a organizar un nuevo edificio parroquial.
Para el siguiente año de 1824, ante una numerosa concurrencia que con anterioridad se había solicitado, se leyó la primera Constitución de la República que dividía los Estados, fue nombrado este lugar Octavo Cantón de Jalisco, quitándole el nombre de “Frontera” que antes tenía. Todas las cosas del Gobierno cambiaron. El Gobernador se cambió en jefe político, los Justicias en Jueces o Alcaldes. El capitán de guerra en comandante, los Alguaciles o Topiles en Gendarmes y Comisarios, se abolió el Cepo y los Azotes, se fabricaron Cárceles y Calabozos.
El primero de enero de 1825 se estableció el primer Ayuntamiento, siendo el primer presidente Don Marcos Escobedo, comenzó derribando las casas municipales desde los cimientos, inservible edificio de las casas consistoriales, pues se habían con el tiempo reventado las paredes, para construir el primer Ayuntamiento y mirando que la población se anegaba de agua, hizo un desagüe haciendo una zanja que daba al arroyo, un rudimentario drenaje que libra la cuidad de devastadoras corrientes de lluvias. “Quizá Don Marcos pensó mejor que nuestros actuales Ayuntamientos” (esto último lo reflexionó José Antonio García a principios del año 1900 en su escrito que sirvió de base para esta reseña).
En noviembre de 1825, en su carácter de jefe político sometió a los naturales de San Andrés del Teúl, quienes descontentos por el reparto de tierras y de cobranza de arrendamiento, acometieron contra el alcalde, el regidor y varios vecinos. Aprehendió a los responsables y los remitió presos a Huejuquilla el Alto, consignándolos al juez de aquella población.
Para 1833 invade por primera vez el Colera Morbus a este lugar, sus estragos fueron terribles, esta enfermedad causaba la muerte en dos o tres horas, consistía en ataques de calambres que daban por todo el cuerpo, evacuaciones y vascas, eran tantos los muertos que no bastaban las sepulturas, sino que abrían vallados, y hubo casos que venían muertos de los ranchos y los que venían cargando eran sepultados juntamente con el cadáver que habían cargado.
El 7 de agosto de 1833, a los 75 años de edad, murió a consecuencia de esta misma enfermedad, el mejor hijo de Colotlán que sacrifico su interés y bien estar por la libertad de su pueblo, gobernándolo con equidad y justicia, el guerrero Don Marcos Marcelo Escobedo, recibió los santos sacramentos de la penitencia y de la extremaunción de manos del párroco José Tadeo Suárez y sus restos depositados en el Campo Santo de San Lorenzo. En el libro se asentó que ese mismo día fueron sepultadas 17 personas más en los diferentes Campos Santos de Colotlán, (de ese tamaño era la pérdida en las familias colotlenses) y solo por dimensionar la tragedia de aquel tiempo.
La familia Escobedo se fue de Colotlán, Jalisco, existe registro como uno de los linajes de pobladores de Viesca, posteriormente se trasladaron a Matamoros, y finalmente, a Torreón (tres poblaciones laguneras de Coahuila). Este apellido Escobedo enlazó con otras familias, como los Guerra, Cifuentes o Sifuentes, Ugalde y otros varias que persisten hasta la actualidad en las tres ciudades mencionadas.
Al estudiar la presencia de esta familia tlaxcalteca en Colotlán, radicada también en Viesca y al ser un destacado insurgente, hay razones por las cuelas personas de Coahuila lo han estudiado: muchos laguneros resultan ser consanguíneos de este héroe nacional y, por lo tanto, encuentran interesante saber de la vida y la obra de este lejano pariente colotlense aquí contada.
Excelente reseña. Una pregunta para especular un poco ya que no hay registro histórico, salvo una pequeña nota en la gaceta de México. ¿Donde cree ud. que andaba peleando el teniente Manuel Campos? ¿En qué bando? Saludos. Margarita Campos S.
ResponderBorrarJuan Manuel Freyre, español que desertó siendo Coronel del Ejército Realista y se vino de Durango, ciudad donde operaba. Llegó al rancho de Los Vela cambiando su apellido Freyre por el de Campos. Juan Manuel Campos se adhirió al Ejército Insurgente y reunió hombres de su región para ponerse a las órdenes de Don Marcos Escobedo y a su vez a las órdenes de Don Miguel Hidalgo en el Puente de Calderón.
BorrarMuy muy interesantes sus datos. Me podría decir si hay documentos al respecto. Porque si los hay se contradicen un poco con los registros bautismales de la epoca.
ResponderBorrarCiertamente los registros dicen una verdad y los testigos de aquella época que ya murieron dejaron sus anécdotas en pláticas.
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