martes, 4 de enero de 2022

Colotlán en los últimos años - 1992

 

Por: Lic. Renato Haro Ortega

Fue escrito a finales de 1991 y principios de 1992.

En el marco de los 400 años de la fundación de Colotlán, celebrados un año antes.

Este estudio pretende, de manera sencilla y basada sólo en los recuerdos, hacer un esbozo de cómo se transformó Colotlán en los últimos 40 años. De aquella vida que transcurría provinciana y recatada, con muchas carencias de comodidades modernas, pero compensado con muchas satisfacciones de orden moral y espiritual.

Quizá un ejemplo tangible de lo que pasó a nuestra sociedad sea la transformación física del pueblo y la destrucción de las viejas y seculares casas de altos y gruesos muros de adobe por las modernas construcciones, unas que conservan cierta estética y otras que rompen por completo el perfil tradicional de nuestro pueblo.

Colotlán llega a los tiempos actuales con un renovado espíritu de progreso. Sus habitantes han sufrido las vicisitudes de la historia de México en grado heroico, a causa del aislamiento geográfico. Los habitantes de Colotlán se han endurecido en las luchas intestinas y, al iniciarse el siglo, el pueblo ha perdido en gran parte su pasado indígena y sobrevive con el predominio de su parte mestiza; el idioma que se habla en la región es el castizo, sobre todo en las rancherías, donde hasta hace pocos años se hablaban palabras que nos remontan al español del siglo XVII y XVIII. Todavía hoy así hablan los viejos. Pasados los acontecimientos de la Revolución Mexicana y los sucesos de la guerra cristera, que en nuestra región fueron intensos (centrándose en las poblaciones de Huejuquilla el Alto, Mezquitic y Totatiche, que a través de la sierra se comunicaban) y finalmente terminados los avatares de la educación socialista, que aquí también tuvo sus mártires, Colotlán llegó a una época de tranquilidad donde la vida transcurría apaciblemente regida por las costumbres, las fiestas religiosas y las cívicas, y uno que otro acontecimiento inesperado que rompía la monotonía del diario acontecer.

Era Colotlán un pueblo pequeño, con sus habitantes bien identificados, unidos por acontecimientos comunes, vividos desde el inicio de la Revolución. Unidos hasta en sus discordias, aquella que antes había entre la “gente decente” y el peladaje —y que en Colotlán se cristalizaba en los dos andenes de la plaza principal: el de adentro destinado a la gente importante, el de afuera a la gente menuda y en las serenatas de los domingos y los días de fiesta— había desaparecido. Existía un sentimiento de igualdad entre ricos y pobres y un gran respeto.

Los que por su trabajo o por herencia tenían una posición económica desahogada, trataban con gran diferencia a los que se ocupaban de menesteres más humildes, fueran artesanos, medieros o pequeños propietarios. Sus casas eran igualmente limpias y decorosas, y amuebladas con la misma austeridad. El trato y el lenguaje eran de gran sencillez, pero de mucha dignidad. Y así se visitaban unos a otros, se solicitaban servicios, y los pleitos y diferencias se ventilaban en un marco de reserva y discreción. En esos años de los cuarenta a los sesenta fue Colotlán una sociedad de lo más parecida a las utopías que desde Platón, entre los griegos, y otros autores del Renacimiento v la Edad Moderna pretendieron establecer como modelo de convivencia social. Me refiero al ámbito social y familiar, porque en lo político las consigas venían de arriba, de las autoridades del estado o de la federación.

Al llegar la década de los cincuenta era Presidente Municipal Agustín de Ávila Mayorga (durante los años 1950, 1951 y 1952). Rico de abolengo, como se decía en aquellos años, don Agustín hizo un gobierno como le permitieron los escasos ingresos del Ayuntamiento (en aquellos años estos pueblos de la región avanzaron con recursos propios de sus habitantes, que siempre cooperaban en las obras), ya que el abandono de los gobiernos federal y estatal era casi absoluto, centrados éstos en hacer grandes sus capitales. No había nada o casi nada para la provincia, y menos para esta apartada región, que nadie conocía ni siquiera de oídas.

Durante su administración se construyó el edificio para la Escuela Secundaría por la calle Juárez, donde ahora funciona la Escuela de Niños; colaboraron intensamente Rafael Haro Márquez, como Presidente de la Junta de Mejoramiento; Francisco Ortega, don Lauro Martínez, Cuco Raygoza, y varias personas más. Esta escuela comenzó a funcionar posteriormente, hasta el año de 1958, y luego dejó ese edificio para ocupar el actual, siempre con la cooperación de los padres de familia y de la colectividad en general.

Por estos años era Colotlán una población limpia, con sus calles empedradas en tiempos de Faustino Hernández, el año de 1937. No había todavía agua entubada: la gente sacaba el agua de sus pozos, v para beber se compraba agua zarca, que vendía una señora llamada doña Lorenza, quien recorría diariamente el pueblo con sus burros cargados con jarrones de barro, y la fresca agua para consumo de los habitantes.

Muchas familias tenían destiladoras de cantera, donde el agua se purificaba por filtración y se conservaba fresca.

La electricidad era proporcionada por una planta instalada en el edificio del viejo molino de trigo, llamado de Santa Isabel, que antes fuera propiedad de don Juan Martínez y de don Juan de Dios Zulueta y para esos años era ya propiedad de Antonio Maldonado, hoy radicado en el Estado de México y dedicado a molinos de masa. La luz llegaba al oscurecer, y terminaba a las 10:30 11 de la noche. Toño Maldonado también tenía una alberca y unos baños con agua caliente que eran muy solicitados por los jóvenes de la ciudad.

En el renglón de la educación funcionaba una escuela oficial de niños y una escuela de niñas, así como la Escuela Particular Incorporada “Progreso”, dirigida por Adelaida de la Isla, siendo maestras distinguidas Lola Ortega, hoy religiosa de San José de Lyon, radicada en México, D.F. con el nombre de sor Miriam; Elvira Ramos, hoy casada y radicada en Torreón, Coahuila; Ildelisa Campos, también casada y radicada en México, D.F. Todas ellas excelentes maestras.

El comercio en Colotlán había sido pujante desde el siglo pasado y principios del actual. Durante la Revolución decayó y posteriormente se reorganizó. Para estos años eran comerciantes en ropa Agustín de Ávila Mayorga, Rafael Haro Márquez, Alberto Macías Romero, Lauro A. Martínez, Ramón Ruiz Campos, Alberto Berumen Robles, Fortino Navarro Samaniego (que ocupaba el lugar que habían sido de don Filiberto Mayorga y don Felipe Macías Romero); posteriormente iniciaron los comercios de Genaro Robles Mota, Fabio A. Ruiz Ortega y Juan Pablo Herrera Serrano.


Las principales tiendas de abarrotes eran las de José Ortega del Real, Romualdo Ortega del Real, Carlos M. de León, Manuel de León, Andrés Torres, Rafael Haro Márquez, Rosendo Saldaña y Nicolás Ortega.

Había también carnicerías, siendo las principales las de don Isauro y Luis Humberto huerta Alejo (la del segundo todavía existe y es una de las mejores de la ciudad), Simón Navarro Alejo, Auxilio Pérez, José Álvarez y la de José de Jesús Navarro Alejo. Actualmente se suman las de Manuel Quiñones, padre e hijo, José Manuel huerta y la muy reciente de Lalo Montoya. Por aquellos años era muy común que los habitantes de los ranchos, y varios vecinos de la cabecera, usarán huaraches, y era célebre la huaracharía de Lino Álvarez en el mercado, y la de Jesús Haro en su casa de la calle Marcos Escobedo. Este también era curtidor; tenía su tenería, así como J. Guadalupe Alejo, Martín Hernández, la familia Frausto y Crescencio Pinedo. Costureras de renombre eran en Colotlán Sarita Godina, Carlota Robles, Florita Arellano y Delfina Huízar y hermanas. Sastres distinguidos fueron Marcos Rubalcaba y don Domingo Rubalcaba. El primero desarrolló en Colotlán su actividad y posteriormente se trasladó a la ciudad de Guadalajara, donde su clientela lo siguió por la finura de sus trajes, actualmente se encuentra retirado y radica en la capital del Estado.


 Por la calle Cuauhtémoc, frente al actual mercado, abría sus puertas la dulcería de don Luis Torres, en donde podían encontrarse los chocolates más finos del país. Médicos había muy pocos, se recuerda a José León Oropeza, Raúl Vázquez y Héctor Martínez. Toda la población disfrutaba del pan que elaboraba don Eugenio Martínez, Juan Magallanes y Esteban Solano. Los molinos de nixtamal que comenzaban temprano a trabajar eran de Antonio Maldonado, Esteban Domínguez, don José de Jesús Moreno y Luis Solano. Era famosa y bien surtida la frutería de don Jesús Sánchez, hoy retirado. J. Refugio Ortega tenía una paletería. Don José Ortega del Real fue pionero en la instalación de una estación de gasolina, refaccionaria, y posteriormente la gasera. Uno de los primeros en dar servicio de alquiler de vehículos fue don Manuel Jara Carreón, también se recuerda a Abundio Soriano, y posteriormente a Rafael Flores y Nicolás Quesada y sus hijos, que actualmente permanecen activos en ese ramo.

La talabartería, actualmente tan extendidas, estaba representada en aquellas fechas por Nacho Quesada, Toto Gálvez, Cruz Fernández y los hermanos Carrera.

Durante el año de 1953 fue presidente municipal José Ortega del Real. En 1954 dejó la presidencia a don Felipe Macías Romero, y de nuevo la asumió durante el año de 1955. Posteriormente, en las administraciones municipales siguientes, José Ortega habría de tener una decidida participación y colaboración en las importantes obras que mejoraron la calidad de vida de los colotlenses.

En 1956 llegó a presidir el H. Ayuntamiento J. Refugio Raygoza Pacheco, hasta el año de 1958. Fue la primera de tres administraciones municipales que dirigió como Presidente Municipal, todas ellas muy fructíferas, que cambiaron el aspecto de nuestra ciudad.

En esta primera etapa, destaca su intervención muy valiosa para la construcción de la Presa de Tenasco levantado en la Boquilla, municipio de Santa María de Los Ángeles, Jalisco, que beneficia a muchos predios de ese municipio y del de Colotlán. Fue una obra grandiosa para la región y para lograrla intervinieron también el entonces diputado federal profesor Diego Huízar Martínez y Rafael Haro Márquez. El interés despertado por el Gobernador del Estado licenciado Agustín Yáñez Delgadillo y la colaboración de funcionarios como el ingeniero Guillermo Lugo Sanabria, director entonces de la Comisión Federal de Jalisco, hizo posible esta magna obra que mucho habría de beneficiar a los campesinos de la región, con mayor razón ahora que se encuentra llena a plenitud, después de varios años de no recibir el caudal de agua necesario. Cuco Raygoza intervino posteriormente para la construcción de los canales de riego de la misma presa.

Durante la escasez de maíz que se presentó el año de 1957 por la falta de lluvias, el señor Raygoza, apoyado por personas distinguidas del municipio, como Rafael Haro Márquez y José Ortega del Real, se dio a la tarea de comprar 500 toneladas de maíz en Wisconsin, Estados Unidos, que en la época representó la cantidad de cien mil pesos, suma muy fuerte, pero gracias al apoyo de las personas mencionadas y del propio Presidente Municipal, logró traerse ese maíz para beneficio de los habitantes de Colotlán.

En ese periodo se arregló la plaza principal y el kiosco de la misma. Se hicieron las gestiones necesarias para la introducción del sistema de agua potable; Rafael Haro Márquez donó el terreno y ahí se construyó la caseta en el barrio de Chihuahua. Se acondicionó el nuevo rastro municipal, que se había comenzado desde la administración de don Agustín de Ávila Mayorga. Y en septiembre de 1958 inició sus actividades la primera secundaria de la región por cooperación, resultando su primera directora Hermelinda Huízar Márquez. La construcción del edificio se había iniciado desde años antes, como ya se dijo. Esta escuela posteriormente pasó a ocupar otro edificio construido también por cooperación de los padres de familia y habitantes de esta ciudad, en el lugar llamado Parque del Campo Santo, al oriente de la ciudad. Hasta la fecha han egresado 30 generaciones de alumnos, aproximadamente. En 1975 dejó de ser por cooperación y se integró al Sistema Estatal de Secundarias. Se iniciaron las labores de construcción del nuevo edificio siendo presidente municipal Benjamín Navarro Alejo. Han sido directores Víctor Manuel Márquez Huízar, Luis Arellano Enciso, y la actual, María Elena Macías Ortega.

La administración municipal de Otoniel Navarro Márquez, que comprende el periodo de 1959-1961, representó un importante avance en la administración de servicios básicos para elevar el nivel de vida de la población. Era diputado local Faustino Hernández Vázquez, originario de esta población -había sido presidente municipal en 1937- figuraba como jefe de control político de la Cámara de Diputados del Estado de Jalisco. En diciembre de 1959 entró en servicio el sistema de agua potable, siendo su primer encargado Luis López Álvarez. Posteriormente quedaría como responsable Pedro Macías Orozco, Felipe Valdez Pacheco, Agustín Olague Rivera y el actual Víctor Mota Álvarez. En marzo de 1961 llegó a Colotlán la energía eléctrica continua, uniéndose al sistema federal. Durante este mismo año entró en operación el nuevo Rastro Municipal, iniciado varios años antes, también comenzó una etapa nueva en materia de salud y asistencia, al iniciar sus actividades el Centro de Salud, siendo su primer encargado el doctor Óscar Escobar Valenzuela. De lo dicho se desprende que este periodo fue vital para el progreso de Colotlán, y se contó con el auxilio y la aportación generosa de personas, instituciones, clubes, funcionarios y, desde luego, la dirección del Presidente Municipal.

En la administración municipal de Juan González Valenzuela, fino y distinguido colotlense, lamentablemente desaparecido poco tiempo después de terminar su periodo de Gobierno, se construyó y empezó a funcionar la nueva escuela de niñas llamada “Marcela González de Lutherot”, en memoria de la madre de Salvador Lutherot González, colotlense radicado en México, D.F., quien donó la mitad de la construcción; la otra mitad fue donada por el Gobierno del Estado. Habían sido directoras de esta escuela Aurora Huízar, de grata memoria, tía del profesor Víctor Manuel Márquez Huízar, Nicolasa Ramos Aréchiga, Laura Elena Sánchez Valenzuela, José Navarro Salazar y la actual Cordelia Montañez Talamantes.

En relación a planteles educativos, se había mencionado al Colegio Jalisco, antes Escuela Particular Incorporada "Progreso", que desde el año de 1934 había iniciado con algunos salones que mandó arreglar el cura Ignacio Gallegos; posteriormente se repararon salones por órdenes del cura José Rodríguez. En 1954 llegó a la parroquia Candelario Ayala, quien comenzó a ampliar la escuela con nuevos salones y el patio del fondo, donde había un corral. Arregló una casa para religiosas, mandó llamar a hermanas para que se encargaran del Colegio y, a partir de 1956, se inició una nueva era con el nombre de colegio Jalisco, incorporado al sistema federal y dirigido por religiosas, primeramente de una congregación, las hermanas del Divino Pastor, y luego las actuales, hermanas mínimas de María Inmaculada, cuya directora, muy enérgica y activa, es la hermana María Elena Herrera Serrano, originaria de esta ciudad. Desde el año pasado, el Colegio Jalisco cuenta con secundaria y en este septiembre se iniciará la segunda generación de alumnos.

La segunda administración municipal de J. Refugio Raygoza Pacheco abarca el trienio 1965-1967. Fueron años políticamente difíciles, pues había una gran división entre los habitantes de Colotlán. Sin embargo, con apoyo de vecinos distinguidos, se logró la introducción del sistema de drenaje a la población, servicio indispensable y sin el cual no hubieran podido ejecutarse obras de arreglo a las calles de Colotlán. A pesar de que algunas personas se opusieron abiertamente, el drenaje se construyó y entró en operación en este trienio. La primera feria regional de Colotlán se llevó a cabo en 1967.

Benjamín Navarro Alejo se hizo cargo de la Presidencia Municipal durante los años de 1968-1970. Fue Secretario y Síndico del H. Ayuntamiento Agustín Olague Rivera, y Tesorero primeramente, Mario de Santiago Sánchez y, posteriormente, Rosa Córdoba Cameros. Era diputado federal el licenciado Leopoldo Hernández Partida, y diputado local Primitivo Ávila León. Durante su administración se gestionó la adquisición de un campo para aterrizaje de aviones en el lugar donde actualmente se construye el aeropuerto de Colotlán, en la Laguna, habiendo donado el terreno J. Refugio Haro, aunque como hizo la donación verbalmente, posteriormente su hija exigió, y le fue dada, una indemnización por dichos terrenos.

Durante este período se dio gran realce a la Feria Regional, con exposición ganadera en el lugar del campo deportivo, y contando con el apoyo de Salvador Mayorga Cameros, entonces Presidente de la Unión Ganadera Regional de Jalisco. Asimismo, por gestiones del diputado federal Leopoldo Hernández Partida, se municipalizaron dos terrenos que aparecían como federales. El primero de ellos, la vieja Escuela de Niñas, hoy terreno donado por el H. Ayuntamiento donde funciona la Escuela Preparatoria Regional. Otro, el terreno de la antigua Escuela de Niños, donde se construyó el actual mercado Hidalgo, en las calles de Niños Héroes y Cuauhtémoc.

Los años siguientes, 1971-1973, tocó al licenciado Antonio Sánchez de León presidir la administración pública municipal. J. Refugio Raygoza Pacheco fue Presidente del Consejo de Colaboración Municipal y, aprovechando su experiencia, el Cabildo se abocó a adoquinar algunas calles de la población, las primeras y más céntricas y las de la Plaza Principal. Se construyó el nuevo mercado municipal, llamado Hidalgo, que posteriormente fue ampliado por Fabio A. Ruiz Ortega. Asimismo, en el año de 1971, contando con el apoyo muy valioso del diputado local José Mendoza Padilla, se compró un terreno para que funcionara la Escuela Secundaria Técnica número 17, que comenzó sus cursos en el año de 1973. Fue primer director de la escuela Roberto Loera Perea, siguió durante varios años Efraín Ruiz Rivera y el actual es el profesor Isidro Moreno Chávez.

Regresó Cuco Raygoza Pacheco para su tercera, y hasta ahora última administración municipal, quizá la más fructífera de las tres, ya que durante los años 1974-1976 se demolió la vieja Presidencia Municipal que había sido reconstruida por Agustín Rivera entre 1928 y 1929; después del incendio provocado por Pánfilo Natera en 1914 se construyó el nuevo y actual edificio de la Presidencia Municipal con fondos del gobierno estatal, presidido por el licenciado Alberto Orozco Romero. También el Auditorio Municipal a un costado de la Presidencia. Se remodeló el Jardín Corona, frente a la Parroquia, y se adoquinaron varias calles de la población. En el año de 1967, administración también de Cuco Raygoza se había instalado el servicio telefónico de larga distancia y posteriormente el automático. Raúl Vázquez Felguérez sigue siendo su encargado.

Tocó a don Ramón Mayorga Sánchez, Presidente Municipal del periodo de 1977-1979, terminar algunos detalles y propiamente estrenar la nueva Presidencia Municipal. Faltaban los canceles de las puertas principales y de todas las oficinas, así como mobiliario y cortinas. El día que tomó posesión de la Presidencia Municipal plantó un laurel de la india, que se encuentra muy grande, en la parte oriente y ojalá llegue a ser tan grande y frondoso como aquel que conocimos en el centro de la misma parte oriente del jardín, que era orgullo de Colotlán, y que había sido plantado por Ismael del Muro siendo Jefe Político del Cantón de Colotlán, el año de 1912. Era todo un espectáculo ver las bandadas de miles de pájaros que todas las tardes, antes de anidarse, ejecutaban un ritual de vuelos encontrados. Al decir de muchos visitantes en pocas ciudades de la República habían visto un árbol tan frondoso y bien desarrollado como ese laurel de la India, que, lamentablemente, a causa del excesivo peso de los pájaros anidados, y de la misma longitud de sus ramas, se desgajó primero en dos partes, sobreviviendo una parte, por unos años más, hasta que al fin cayó alrededor de 1975.

Don Ramón tuvo como Secretario y Síndico al licenciado Antonio Gómez Quezada primero, y posteriormente a Judith Mayorga Jara. Tesorero Municipal fue Germán Dávila Ruiz. Era diputado federal José Mendoza Padilla y local el profesor Urbano Ortiz Carranza. Durante su administración se compraron cinco hectáreas de terreno a José Ortega del Real, quien las vendió a bajo precio, para construir la Escuela Normal Experimental de Colotlán, y le tocó poner la primera piedra en el año de 1977 y la inauguración en 1979. Esta escuela se fundó bajo la inspiración del maestro Misael Macías Velázquez, originario de esta región, con la ayuda de las autoridades y de varias personas que apoyaron la idea, como el profesor J. Gertrudis Ramos Estrada, profesor Felipe Valdez Pacheco, Ignacio Alemán, Manuel Herrera, y otros. Inició sus actividades en septiembre de 1977, primero utilizando las instalaciones de la escuela conocida como del profesor Pinto, después en el local de la Escuela de niñas, donde hoy funciona la Escuela Preparatoria Regional; luego en la escuela llamada del Cerrito, para, finalmente, en 1979 ocupar sus instalaciones propias, que son muy amplias y cada día mejoran, como podemos constatarlo los habitantes de esta ciudad. La Escuela Normal Experimental de Colotlán ha sido cobijo y sustento espiritual a diez generaciones, que suman aproximadamente 682 egresados, alumnos de la región y de los Estados de Nayarit, Zacatecas, y hasta de Durango. Fue su primer director el profesor Camilo Acevo Gutiérrez. Siguieron varios directores; recordando al profesor Cáceres Villafaña, y al actual director, originario de esta población y muy conocido nuestro, el profesor Francisco Javier Pinedo Villa.

Durante esta administración se compró el terreno y se construyó la Unidad Deportiva Municipal, ubicada por la salida de Colotlán hacia Zacatecas. La Plaza Principal fue remodelada en su aspecto actual, con adoquinamiento de los andenes, bancas metálicas, y el barandal que protege el jardín interior.

La administración de Ramón Mayorga igualmente gestionó la construcción y perforación de un nuevo pozo artesiano, que fue aprobado y tocó a la siguiente administración la edificación del mismo. Se compró equipo para sondear la tubería de agua potable, y se fundó un Jardín de Niños aprobado por Yolanda Castilleros de Romero de Velasco. Se empedraron varias calles de la ciudad, y se ayudó económicamente a varias escuelas del municipio. Su esposa, Carolina Jara de Mayorga, colaboró intensamente. En el año de 1977 se estableció en Colotlán la Delegación Regional de Tránsito del Estado. En 1978 se echó a andar la Delegación Regional de Catastro. En este mismo año y durante 1979, empezaron a funcionar líneas telefónicas en los domicilios. También, en este año, tuvimos ya la comunicación completa por pavimento con la ciudad de Zacatecas.

Al iniciar la década de los ochenta, tocó a Fabio Alonso Ruiz Ortega ocuparse de los asuntos públicos del municipio, como Presidente Municipal. Colaboró Germán Dávila Ruiz como Secretario y Síndico, y Encarnación Navarro Rubalcaba como Tesorero. Fue diputado federal Manuel Ojeda, de la Liga de Comunidades Agrarias y local el licenciado José Luis Leal Sanabria.

De las obras ejecutadas por esta administración destacan la perforación equipamiento, la nueva red, y el depósito para el nuevo pozo instalado al oriente de la ciudad, y que vino a dotar a la población de más agua potable, ya que el primer pozo instalado era ya insuficiente. Se instalaron 432 butacas en el Auditorio Municipal. Se construyó el puente sobre el río Colotlán, camino al Hepazote. Se hicieron trámites ante la Federación y el Estado para la construcción de aulas y un laboratorio en la Escuela Normal Experimental de Colotlán. Se apoyó la construcción de la nueva secundaria, ya siendo del sistema estatal. Se amplió el Mercado Hidalgo, para dejarlo al doble de su capacidad inicial. Se adoquinaron 16,000 metros cuadrados de calles, resultando en total 22 cuadras adoquinadas. Se instaló nuevo alumbrado en las calles de la ciudad, con lámparas de manufactura estadounidense. Se construyó el centro DIF-Municipal a un costado del templo de San Nicolás, así como también la Biblioteca Pública Municipal, a la que se dotó de libros y una enciclopedia. Y finalmente, se apoyó la instalación de la Escuela Preparatoria Regional de Colotlán, dependiente de la Universidad de Guadalajara, donando el terreno y edificio que fuera la vieja Escuela de Niñas, y apoyando la construcción de varias aulas; la preparatoria inició sus actividades en septiembre de 1980, siendo rector de la Universidad de Guadalajara el arquitecto Enrique Zambrano Villa, y funcionario el actual rector Raúl Padilla López. Colaboraron intensamente Horacio García Pérez, el profesor tules Ramos Estrada, Felipe Valdez Pacheco, Eliseo Castañeda Valdez y, desde luego, el Presidente Municipal Fabio a Ruiz Ortega. La Escuela Preparatoria Regional significó un importante avance en el campo educativo, ya que, al terminar la secundaria muchos alumnos no podían continuar sus estudios porque tenían que trasladarse a la ciudad de Guadalajara, o a Zacatecas, y la mayoría no contaba con recursos suficientes para sostenerse. Además, se dio oportunidad a los jóvenes para seguir en el seno de sus familias, continuando con sus estudios y salir del hogar ya más maduros, en lo físico y en lo moral. Además, estudiante que llega a terminar su educación a nivel bachillerato, hace un esfuerzo más grande para no interrumpir sus estudios y terminar su educación profesional. En el año de 1980, en el mes de enero, comenzó a darse servicio en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social. Hasta la fecha, se encuentra afiliada la gran mayoría de los trabajadores de la población; tiene un servicio muy eficiente, ahora que entró en funcionamiento el hospital de solidaridad, ubicado en Tlaltenango de Sánchez Román, Zacatecas.

En el año de 1981 inició sus actividades la Escuela Secundaria Nocturna Mixta, a la que se puso por nombre “Profr. Diego Huízar Martínez”. Esta secundaria funcionó en la misma Escuela Preparatoria Regional de Colotlán, y dio oportunidad a muchos jóvenes, que trabajan durante el día, para que pudieran seguir sus estudios.

Dice en abril de ese mismo año de 1981 se estableció la oficina del Registro Público de la Propiedad, ya independiente del Juzgado de Primera Instancia. Fue su primer jefe el licenciado Salvador Virgen Bermúdez posteriormente el licenciado Teodoro Robles Acosta, luego el licenciado Abel Martínez Delgado, actual Juez de Primera Instancia, y hoy en día el licenciado José de Jesús Navarro Rodríguez, originario de esta ciudad. La oficina registra documentos relacionados con la propiedad en los diez municipios que forman la llamada Zona Norte del Estado, y es uno de los factores que dan importancia regional a Colotlán.

En este mismo mes de abril de 1981 comenzó a funcionar en Colotlán el Departamento de Servicios Regionales, dependiente de la Unidad de Servicios Educativos a descentralizar en Jalisco, de la Secretaría de Educación Pública. Se recuerda como jefe de este Departamento al licenciado Roberto López y, durante su cargo, el H. Ayuntamiento donó, en el año de 1980, un terreno ubicado a un lado del libramiento carretero, y ahí se construyeron las Oficinas del Departamento.

Al terminar la administración de Fabio A. Ruiz Ortega fue electo Presidente Municipal para el periodo 1983-1985 el ingeniero Javier Ávila Mares, cuya administración se significó por un trabajo intenso y un avance notable en materia de infraestructura urbana y rural. En la cabecera municipal se demolió lo que quedaba de la antigua y muy renombrada Plaza de Toros “Progreso”, en donde dos tardes llegó a torear Conchita Cintrón, y en su lugar se construyó el Centro Deportivo y Social “Tenamaxtli”, que desde el momento de su inauguración ha sido de gran utilidad y disfrutado por todos los habitantes de Colotlán, ya que ahí tienen lugar eventos deportivos, reuniones sociales, bailes tanto privados como públicos; ha servido a las escuelas y academias para sus ceremonias de fin de año y para eventos culturales y de la administración pública. Realmente resulta necesario, y así se ha demostrado, ya que no hay semana, o casi día, que no tenga alguna actividad.

Se continuó adoquinando calles, en un total de 13,000 metros cuadrados aproximadamente. Se construyeron puentes uno sobre el arroyo del Cuitatero, en la calle Marcos Escobedo, y otro sobre el río de Colotlán, para comunicar al barrio de Tochopa; se instaló la red de drenaje y de agua potable en el barrio del Cerrito, y se empedraron varias calles, como la de la Normal y las Pilas, en un tramo. También entró en funcionamiento la Laguna de Oxidación, al suroeste de la cabecera municipal, que al parecer fue dañada en parte por la creciente del río ocurrida el año pasado.

Durante los años de 1986 a 1988, ocupó la Presidencia Municipal el licenciado Renato Haro Ortega. Fue Secretario y Síndico Raymundo Carrillo Rivera, Tesorero Julián Valdez Torres, y jefe de Obras Públicas Salvador Estrada Magallanes. Era diputada federal Alma Salas Montiel, y diputado local el licenciado Carlos Sepúlveda Valle, de quienes la administración municipal recibió siempre los apoyos necesarios. Lamentablemente, coincidió esta administración con los años más graves de la profunda crisis económica que sufrió nuestro país, originada principalmente por la enorme deuda externa de cuando bajaron los precios del petróleo y subieron las tasas de interés de los bancos, y el interés del Gobierno del Estado era únicamente terminar las obras iniciadas, y no hacer ninguna obra nueva. La inflación fue tan grande que únicamente el escrupuloso manejo de los recursos municipales permitió librar el gasto corriente del Ayuntamiento y el mantenimiento y perfeccionamiento de los servicios públicos municipales, que se apoyaron fuertemente con la compra de equipo de oficina, que era muy deficiente, así como una unidad para el servicio de uso público para continuar con el programa de adoquinamiento de calles, lográndose terminar aproximadamente 20 cuadras que significaron un promedio de 12,000 metros cuadrados. Con un módulo de maquinaria se nivelaron diversas calles de la población, sobre libramiento de la carretera en la parte norte y poniente. Se donaron terrenos para instituciones oficiales, se apoyó para instituciones oficiales, se apoyó el establecimiento de jardines de niños y, a nivel de goberación, se expidieron los Reglamentos Municipales de Policía y Buen Gobierno,

Obras Públicas, Mercados, y Reglamento Interno del Ayuntamiento. Por una parte, se aprobó la elaboración del escudo oficial del municipio, que fue encargado a Gabriel Camarena, miembro distinguido de la Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, especialista en heráldica, quien lo hizo conforme a las características de esta ciudad, y fue oficialmente aprobado por el Cabildo. Los elementos principales del escudo son el significado del nombre de Colotlán, el santo patrono, que es San Luis Obispo de Tolosa, miembro de la Casa cal de Francia, y en el escudo se representa por unas flores de lis, y el campo de plata, que simboliza la región minera de Bolaños, que perteneció a la Frontera de Colotlán.

En julio de 1986 tuvo lugar un acontecimiento trascendental para los habitantes de esta región, la carretera directa pavimentada a Colotlán fue inaugurada por el gobernador Enrique Álvarez del Castillo, acompañado por el entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, ingeniero Díaz Díaz.

La carretera significó la realización de un sueño que databa de más de cien años. desde la época en que era gobernador del estado don Ignacio L. Vallarta, quien tuvo un especial interés en que esta obra se realizara, pero los problemas políticos y administrativos que representaba en época no permitieron su realización. Ahora Colotlán está unido por vía directa a su hermosa capital, lo cual era casi imposible anteriormente. Lo hacían los arrieros a principios del siglo. Las personas que deseaban ir a la capital del estado debían seguir la ruta de Zacatecas, Aguascalientes y Lagos de Moreno, para llegar por Los Altos de Jalisco.

Después el gobernador Agustín Yáñez inició la carretera que va por los cañones de Jalpa y Juchipila, hasta llegar a Malpaso, Zacatecas. Los colotlenses y, en general, todos los habitantes de la región Norte, somos entrañablemente jaliscienses, aunque hemos sufrido el abandono de nuestras autoridades estatales. Esperemos que en adelante nos den un trato igual al de las demás regiones del estado. Así parece indicarlo la actitud que ha tomado nuestro actual gobernador, licenciado Guillermo Cosío Vidaurri, quien inició su campaña política en San Marín de Bolaños siguiendo todas las poblaciones de la zona. Ha apoyado ya a la región con importantes obras de comunicación, como son la carretera Villa Guerrero, San Martín de Bolaños, y la carretera de Mezquitic a Huejuquilla el Alto. En Colotlán se construyó el aeropuerto, importante obra que será pilar de las comunicaciones en la amplia zona sur de Zacatecas y Norte de Jalisco.

Sacado de la revista "Estudios Jalisienses" publicación #8 Mayo de 1992.

Ilustraciones de distintas fuentes públicas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Francisco M Vargas, Señor Cura de Colotlán entre 1860 y 1864

  Por: José Alonso Serrano Campos Francisco Melitón Vargas y Gutiérrez fue un sacerdote que llegó a Colotlán en 1860 como auxiliar y tomó po...