martes, 2 de enero de 2024

Historia de la Plaza de Toros “La Concordia” (después llamada “El Progreso”) de Colotlán


Por: José Alonso Serrano Campos

Aunque las corridas de toros sean hoy un espectáculo ampliamente censurado, es sin duda singular y de origen español, sus inicios se remontan a los sangrientos juegos romanos y las crueles venaciones en las que se mataban miles de animales para divertir a un público sediento de sangre.

Las corridas de toros en América se implementaron con gran éxito, luego atravesaron las mismas vicisitudes que en el resto del mundo, decretándose reglamentos y posteriormente prohibiciones tanto civiles como eclesiásticas, dando lugar a un declive a estas faenas, aún vigente en distintos lugares de México.

El documento colotlense donde el artista Antonio García Rivera registró los hechos más importantes del siglo XIX, señala que se inauguró en 1858 con corridas de toros por la tarde y por la noche, era tanta la concurrencia que se devolvía la gente, fueron las mejores funciones; claramente eran otros tiempos y aquí congregamos los hechos más relevantes:

En ese tiempo de esplendor de Colotlán a mediados del siglo XIX se acababa la edificación de la iglesia de San Luis Obispo, inaugurada por Basilio Terán el 8 de septiembre de 1862, los cuatro años previos fueron importantes de gran manera, la recién inaugurada Plaza de Toros sirvió para recabar los recursos finales que permitieron contar con la parroquia y otros edificios de la época.


En 1821 cuando se reconoció la independencia de México por el Virrey, en Colotlán se hicieron corridas de toros en la plaza de armas, sirviendo de coso la prevención. Estas fiestas se llamaron “de los pases” en las que también hubo indultos para los que habían tomado las armas en contra de la independencia.

Las últimas funciones de toros que se hicieron en la plaza en honor de San Luis fueron en el año de 1844, última vez que hubo morisma, que la equipó Doña Luisa Ramos, quien dio 20 moros, sillas, frenos y espadas, todos los adornos eran de plata amartillada.

Para el año de 1845 fue la primera vez que se hizo la plaza de toros al costado oriente de la parroquia, se hicieron notables estas funciones por haber tenido compañía de toreros capitaneada por Toribio Peralta, La Galusa y música de Jerez.

En el lugar donde hoy se encuentra el Centro Social y Deportivo “Tenamaxtle” se inauguró en septiembre de 1858 el emblemático escenario de la Plaza de Toros, la cual denominaron “La Concordia” (al paso de los años fue llamada “El Progreso”), muchas personas mayores aún recuerdan ese escenario que antecedía al actual Centro Social construido a principio de los 80 del siglo pasado. 

Entre los toreros distinguidos colotlenses

Como dato curioso mucha de la piedra que se utilizó para la construcción de esta plaza de toros provenía de las ruinas del antiguo convento franciscano, regaladas por los propietarios del terreno ubicado en la esquina entre la calle Morelos y la explanada Corona al construir una nueva casa habitación según relataron las actuales dueñas del mismo.

Las primeras imágenes de la Plaza de Toros de Colotlán que se plasmaron en fotografías fueron en el año de 1928, la señora Hildelisa Rivera Olague y a su hija Sylvia Soliz compartieron con nosotros esta extraordinaria imagen.

Festival años 70
El espacio además de reunir a centenares de personas para las corridas de toros servía como sala de cine, escenario de diversos festivales a lo largo de cada año para escuelas, la iglesia y algunos empresarios lo utilizaron, también sirvió como cancha de fútbol y de basquetbol.


En la plaza de toros era donde se alojaba el cine Gloria, el Olimpia, también el cine Mundial y cuando venía también el Colonial, que era una o dos veces por mes. La plaza de toros se llenaba a reventar en cada función, la gente rentaba su silla para disfrutar cómodamente la función. El cine Gloria que tenía unos aparatos muy grandes, requirió que colocaran en el piso dos vigas para sostener la enorme pantalla en que se proyectaban las imágenes.

Festival artístico años 60
Los mayores recuerdan cuando vino a Colotlán la famosa rejoneadora Conchita Cintrón en 1943, ella tenía raíces españolas, pero nació en Chile y se crio en Perú, toda una celebridad de su tiempo y tuvo a bien presentarse en Colotlán, un evento que nadie se quería perder pero que las condiciones del clima no fueron favorables, fue así que se llevó a cabo el acontecimiento:


A principios del año de 1943, el teniente coronel Dr. José León Oropeza formó una sociedad para traer a Conchita Cintrón a Colotlán, se juntaron cien socios, de aquí, de Villa Guerrero, Totatiche, Santa María y Huejúcar, cada uno de a 100 pesos. 

En esa ocasión llovió y no recuperaron la inversión. Después, en mayo volvieron a traer a Conchita Cintrón, pero ya solo cuatro socios y el teniente coronel. Se ponía una gradería de madera que salía hasta media calle de la plaza. En aquel entonces la madera era muy difícil de conseguir.


El teniente coronel, que era el amo de la región, se traía la madera sin ningún problema forestal. Don Alberto Macias, era el empresario que contrataba con los toreros y principalmente con Conchita, y se encargaba de proporcionarles todo lo que ocupaban. 

Donde hoy es el hotel San Luís se dejaban los caballos. Conchita la mayor parte del tiempo la pasaba con las Macías. La segunda vez también llovió, en pleno mayo, y la gente no fue y se perdieron cinco mil pesos, en lugar de tres mil novecientos de la vez anterior.

“Cuatro de la tarde, ineludible momento del toreo, cuando la mayoría de las corridas comienzan y el sol declinando golpea de frente en los ojos del toro, deslumbrándolo con sus brillos incandescentes. Pese a todo, ninguna de esas dos tardes, en que Conchita toreo en Colotlán, se dejó ver el sol. Por el contrario, pertinaz llovizna no cejo en todo el día, y cuando detrás de las puertas cerradas del patio de cuadrillas, Conchita, montada y lista, esperaba con un frio que entumía su cuerpo hasta los huesos, quizás solo entonces sintió por un momento un miedo cerval, repentino como un rayo que se anidó en el fondo de su estómago y como muchas otras veces se preguntó: ¿Qué toro me depara hoy el destino? ¿Será este mi día?


En ese momento todo quedó en silencio, incluso la lluvia se detuvo por un momento; tan solo el agolparse de la sangre en sus sienes y el crecido tamborilear de su corazón llegó hasta sus oídos. La voz de un aficionado deseándole suerte; después las puertas se abrieron y el sonido de las trompetas resonó en la plaza de toros. Se santiguó rápidamente, -Mi Dios-, y comenzó el ritual de la sagrada fiesta: el toro y el torero frente a frente.”

Ver torear a Conchita fue una experiencia increíble, en un Colotlán que desde su fundación había tenido una orgullosa afición a la fiesta brava, pero que en las últimas décadas se fue desmoronando y que se extinguió casi por completo cuando tiraron la placita de toros, para construir el centro social.


Don Pancho del Real, era dueño del mesón de San Luis, frente a la plaza de toros, Ignacia Ortiz era la encargada del mesón, testigos del ir y venir de personalidades y público que se daba cita a disfrutar los espectáculos que en su tiempo era de las pocas actividades lúdicas que se podían hacer.

Don Aureliano Huizar era uno de los más aficionados al toreo, contento de poder imbuir en los nietos su pasión centenaria por la fiesta brava, mientras les conducía firmemente de la mano hasta su asiento en la Plaza de Toros, en una época en que todavía quedaba una generación de aficionados a los toros en Colotlán.

Para el periodo 1983-1985 fue electo presidente el Ing. Javier Ávila Mares, cuya administración significó un trabajo intenso y un avance notable en materia de infraestructura urbana y rural. En la cabecera municipal se demolió lo que quedaba de la antigua y muy renombrada Plaza de toros “El Progreso”, en su lugar se construyó el “Tenamaxtle”, un espacio deportivo y social que ha reunido infinidad de disciplinas deportivas, festivales, entrega de reconocimientos, informes de gobierno, apoyos de programas sociales, arena para la Lucha Libre, albergue para peregrinos y refugio temporal en casos de desastres como las inundaciones del río entre los 80 y 90.


Quizá una de las últimas fotografías que se tomó antes de que la plaza de toros fuera demolida, la imagen es interesante ya que pocas lo muestran a color, aunque obviamente no se encuentra en su esplendor y la estructura de la misma se ve ya deteriorada.

En la actualidad se llama Centro Deportivo “Tenamaxtle” y es donde se desarrollan las Ligas Municipales de Basquetbol Y Voleibol, sirve como espacio para entrenamiento desde las edades infantiles hasta adultos. Escuela de Basquetbol CODE, Escuela de Voleibol Sureños, Escuela de Basquetbol 20 de noviembre (Panteras), Preparatoria Regional de Colotlán en Basquetbol, Jubilados Cachi bol; también ahí está la oficina de la Dirección de Deportes.


*Con información de testimonios y de la página: colotlanenllamas.

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