Por: José Alonso Serrano Campos
SIMON DE HERRERA LEYVA Y SOTOMAYOR(1753-1813)
Militar, Gobernador. Nació el 27
de abril de 1753 en la ciudad de San Cristóbal de la Laguna, de la isla de
Santa Cruz de Tenerife, en las Canarias, España. Hijo del coronel Simón de
Herrera y Leyva y de Doña Manuela Sotomayor Topete y Arzola.
Sentó plaza como alférez en el regimiento
de Güimer, en aquella isla y militó después en el regimiento de Zamora. En 1776
formó parte de la expedición de Pedro Ceballos a la conquista de la isla Santa
Catarina, de la colonia del Sacramento, en el Río de la Plata.
Destinado después al bloqueo de
Gibraltar, por dos años y medio, y luego al Ejército de Operación, a las
órdenes de Bernardo de Gálvez, desempeñando comisiones en Francia. Estuvo un
año en Cádiz. Ahí se casó con Josefa Brickdale Tresierras. Estuvo más tarde en
los Estados Unidos, donde fue presentado al presidente Washington, de quien se
expresaba "con extrema veneración". Una descripción de la época
expresa que Herrera: "tiene unos 5 pies y once pulgadas de estatura, ojos
negros y brillantes, tez y cabellos oscuros... habla francés bien y un poco
inglés. Es atrayente su conversación por sus iguales, cortés y condescendiente
con sus inferiores, y en todos sus actos uno de los hombres más galantes y
perfectos..."
En 1788 fue designado Gobernador
de San Luis Colotlán y le fue encomendado impulsar el cuerpo de Dragones
Provinciales de esta frontera, así como el arreglo de las misiones de Nayarit,
fungiendo su encargo hasta el año 1794.
Concluido su gobierno, por la
real cédula de 22 de abril de 1794, fue designado Gobernador político y militar
del Nuevo Reyno de León, con sueldo anual de 3,038 pesos, en sustitución de Don
Manuel de Bahamonde. Tomó posesión el 7 de abril de 1795, en Cabildo presidido
por Francisco Javier Urresti.
Entre sus primeras medidas figura
la designación de Francisco Bruno Barrera como mayordomo (tesorero) a fin de
que hiciera acopio de maíz para distribuirlo entre el pueblo, por la escasez,
debido a la falta de trabajo por la suspensión de las obras de la catedral.
Promovió obras materiales como la construcción de la presa en el Ojo de Agua y
el puente de la Presa Chiquita. Esta obra sirvió para canalizar las aguas y
facilitar el riego de labores nuevas, propiedad de la ciudad, que por vez
primera pudieron ser sentadas. Erigió también la estatua de La Purísima.
Durante la epidemia de viruela de 1798, se encargó personalmente de la
administración del hospital. El ayuntamiento le felicitó por "la caridad,
el esmero y amor con que se trata los enfermos y el empeño con que ha servido a
la patria, sin dispensarse fatigas ni incomodidades para ello".
Dictó órdenes eficaces para
contrarrestar el mal y ordenó inocularse "sus dos hijos e hija y toda la
familia de su casa, ejemplo que imitaron muchos de los principales sujetos de
esta ciudad". El ayuntamiento recomendó este mérito al rey "por ser
más notorio el celo, honor y desinterés con que llena las obligaciones de su
empleo".
En 1798, fundó la Villa de
Azanza, a orillas del río Salado, pero fue destruida por la inundación de 1800.
En 1801 envió al Rey un informe sobre ayuntamientos. Levantó el padrón general
de 1803, y en 1810 redactó un Catálogo de Noticias..., dirigido al intendente,
comprendiendo geografía, costos, aspectos militares, economía, etc. Y decretó,
además la instrucción primaria obligatoria.
Tuvo serias diferencias con los
obispos, particularmente con Llanos y Valdés, oponiéndose a las obras
materiales emprendidas por este, como la catedral nueva, el hospital, etc. Las
tuvo también con el obispo Marín de Porras, quien le acusó, en unión de Don
Pedro su hermano de fraude y contrabandismo. Nombrado comandante de las
milicias de Texas y Nuevo León, en 1805, en observación por los rumores de
revolución en esos rumbos a donde había llegado el Gral. D'Alvimar, emisario de
Napoleón.
El 14 de mayo de 1806, delegó el
gobierno a Dn. Pedro de Herrera y Leyva su hermano. Pasó de Béjar a la Luisiana
firmando acuerdo en Nacogdoches sobre la línea fronteriza. Al sobrevenir el
movimiento de independencia, fue hecho prisionero en Béjar el 22 de enero de
1811, por el insurgente Juan Bautista Casas, en unión del comandante Salcedo.
Conducidos a Monclova, el gobernador Aranda les trató con muchas
consideraciones y les dio la Villa por cárcel. Unidos allí con el Capitán
Colorado, Villamil, Elizondo y otros, aprehendieron a Aranda y organizaron la
contrarrevolución.
Herrera quedó de Gobernador
Interino de Coahuila. Esto propició la aprehensión de los caudillos insurgentes
en Béjar. Su designación como Gobernador fue aprobada por Salcedo y gobernó
hasta mediados de Julio, en que pasó nuevamente a Texas, a hacerse cargo del
gobierno de aquella provincia. Tomó posesión el 22. En Texas combatió a los
insurgentes de Gutiérrez de Lara. Tras la batalla de Medina, éste se apoderó de
Béjar, sometiendo a juicio a Salcedo y a Herrera, quienes fueron sacados por el
populacho y degollados a inmediaciones de San Antonio el 5 de abril de 1813.
Herrera había sido nombrado por
Calleja comandante general de las Provincias Internas de Oriente, pero enterado
de su muerte, designó a Joaquín de Arredondo.
Con información del Diccionario
Biográfico de Nuevo León.