Por mucho tiempo esta institución representó para Colotlán el nivel más alto de enseñanza que un joven o adolescente podía tener acceso, luego de haber concluido el nivel básico de primaria, en los años de 1958 a 1973 para ser exactos, ya que en ese último año se establece la Secundaria Técnica # 17, llamada desde entonces la ETA; a los pocos años llegó también a Colotlán la Escuela Normal Experimental en 1977, en 1980 la Preparatoria Regional de Colotlán y en 1997 el Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara.
Como se aprecia, ahora contamos con una amplia gama de oportunidades para que los jóvenes o adultos sigan preparándose e incorporándose a la población económicamente activa en el campo que más les acomode. Cabe destacar que entre los egresados de esta Secundaria Foránea hay muchos profesionistas importantes, que han alcanzado reconocimientos a nivel internacional, también hay quienes solo terminaron su Educación Secundaria, misma que les fue de base para la formación de un oficio en cualquiera de las posibilidades que la vida les pudo forjar.
Los ex alumnos y maestros de las primeras generaciones, recuerdan con cariño y añoranza las experiencias, actividades y convivencias de esos años; muy cierto es que los tiempos han cambiado y en esa medida la educación ha venido transformando métodos y contenidos, se han incorporado distintos perfiles y equipamiento, buscando que los egresados logren un perfil que les permita ser más competitivos, eficaces, responsables y así poder enfrentar los retos de la época actual; donde la ciencia, tecnología y los idiomas son fundamentales.
La escuela, la familia y la comunidad conforman una unidad compleja en la que es necesaria la comunicación asertiva, la cimentación de valores y buenos hábitos. Cada uno de los que han pasado por estas aulas, todos han contribuido a la creación y desarrollo de esta escuela: Autoridades educativas, civiles, personas interesadas y sobre todo maestros y personal de apoyo que han dejado y seguirán dejando parte de su vida en el interior de esos muros.
Los orígenes de esta institución datan de finales de los años cuarenta, cuando un grupo de padres de familia preocupados por la educación media básica de sus hijos, pues en toda la región no existía una sola institución de este nivel, se organizaron para buscar la manera de establecerla. Un egresado de la Primaria no tenía ninguna otra opción, desde tan temprana edad los que querían estudiar tenían que migrar a las capitales de Jalisco, Aguascalientes o Zacatecas.
Un grupo de colotlenses, encabezados por el entonces Presidente Municipal, Don Agustín de Ávila Mayorga solicitaron al Gobernador Jesús González Gallo la construcción de una Escuela Secundaria en Colotlán, sería la primera en toda la región norte de nuestro Estado. Fue en 1949 que se aprovechó una estancia de tres días que tuvo el Gobernador José de Jesús González Gallo en el municipio, con motivo de preparar el recibimiento del Presidente de la República Miguel Alemán Valdés, quien a su vez venía a inaugurar la Presa de Excamé, en el municipio de Tepechitlán, Zacatecas.
Las personas interesadas tuvieron tiempo de platicar y planear con el Presidente Municipal y exponerle su petición al Gobernador, obtuvieron su apoyo sobre ese ambicioso proyecto, dando por consecuencia la gestión y aprobación por parte del Presidente de la República para impulsar los trámites ante las Secretarías de Educación y de Construcción, y para disponer de recursos que permitieran la construcción lo más rápido posible, esto último no fue tan alentador como se esperaba, los colotlenses no se “durmieron en sus laureles” esperando la respuesta del gobierno; ellos se organizaron y por cuenta propia iniciaron los trabajos de construcción del inmueble.
Al ver que no fluían los recursos, los propios ciudadanos de Colotlán se dieron a la tarea de iniciar la obra. El terreno fue donado por el señor Juan Francisco Villalobos y su esposa, con una superficie de una hectárea aproximadamente, ubicado en los límites de Colotlán -en aquel entonces- en la calle Juárez, a media cuadra pasando la calle Centenario, aún no había nada construido alrededor, era lo más alejado que había del centro de la población en la pequeña mancha urbana colotlense a mediados del siglo XX.
Es en el espacio físico que hoy ocupa la Escuela Primaria “Niños Héroes”, en aquellos años el edificio -hoy completamente remodelado- fue construido pensado expresamente para la Secundaria, pilares importantes fueron quienes conformaron el Comité Proconstrucción que quedó integrado de la siguiente manera:
Presidente: Sr. Rafael Haro Márquez
Tesorero: Sr. Alberto Macías Romero
Ejecutores del proyecto escolar: Sr. J. Refugio Raygoza Pacheco, Lauro Martínez y Francisco Ortega quien estuvo al frente de la obra, la esposa de Don Francisco Ortega, la señora Cuca de Ávila así lo recordaba:
“Cuando se construyó la secundaria, mi marido dio su trabajo desde que se bendijo la primera piedra, hasta que se entregaron las llaves de la escuela. Rafael Haro dio dinero, y mucha gente cooperó con dinero y trabajo, pero mi marido se entendió con toda la gente y la raya todo el tiempo que duró la construcción. Llegaba tan cansado por las noches a la casa, que lo desvestía yo y cenaba en la cama. Trabajó mucho en esa escuela, para beneficio de los jóvenes, incluidos nuestros hijos.”
En esta labor colaboraron muchos colotlenses, conservándose la siguiente lista de aquellos cuyas aportaciones fueron más significativas:
JESUS HARO MARQUEZ
FORTINO NAVARRO
J. TRINIDAD MARQUEZ
ALBERTO BERUMEN
DOLORES GARCIA
LABERTO MACIAS
DOLORES MACIAS
AGUSTIN DE AVILA
J. REFUGIO RAYGOZA
DR. JOSE L. OROPEZA
RAFAEL HARO MARQUEZ
RODRIGO ORTEGA
DR. HECTOR MARTINEZ
JOSE ORTEGA DEL REAL
BASILIO DEL REAL GONZALEZ
RAMON RUIZ
MANUEL DE LEON
SIMON SALAZAR
ELISEO NAVARRO
LUIS HUIZAR
ANTONIO MALDONADO
FRANCISCO ALDANA
JULIAN SANCHEZ
J. CARMEN JARA
FELIPE MURO
RAFAEL RAYGOZA
MAURO HUERTA
CARLOS DE LEON
FLAVIO ALEJO
SALVADOR MAYORGA
MARIA CONSUELO TORRES
FELIPE SILLAS
ROMUALDO ORTEGA
RAMON MAYORGA
JUAN FRANCISCO VILLALOBOS
JESUS SANCHEZ
CATARINO MURO
J. ISABEL CAMEROS
RAFAEL DEL REAL
J. TRINIDAD SERRANO
HERMINIO HUIZAR
Además, muchas otras personas estuvieron dando aportaciones económicas para tan noble fin, logrando quedara terminado el edificio en 1951, faltando tan solo de construirse la fachada; sin embargo, quienes primero ocuparon el inmueble fueron los estudiantes de la Escuela “Niños Héroes” cuyo plantel estaba en lo que había sido el Curato junto a la iglesia y que hoy es el mercado municipal “Benito Juárez”, debido a que por estar en pésimas condiciones físicas era un peligro latente para la integridad de los niños, motivo por el cual solicitaron ocupar la nueva construcción de la Secundaria que de momento se encontraba prácticamente vacía, aún no se inscribían alumnos y la expectativa era de poca cantidad de alumnos que se interesaban en seguir estudiando al terminar la Primaria. Fue hasta 1958 que la escuela de Educación Media Básica (Secundaria) inició actividades con el siguiente equipo de profesores:
Maestros Fundadores de la Escuela Secundaria Mixta por Cooperación:
PROFA. MARIA AUXILIO ALVAREZ
PROFA. EMMA SOTO DE MARQUEZ
SRA. MARIA DE JESUS TALAMANTES MONTAÑEZ
PROFR. FELIPE VALDEZ PACHECO
LIC. BERNARDO MARTINEZ
ING. SALVADOR MARISCAL
SRA. DOLORES ALICIA HUIZAR MURO
PROFA. ANA MARIA DE LEON
DR. ENRIQUE LEYVA URBINA
PROFA. LIDIA FLORES UREÑA
PROFA. ESTHER VAZQUEZ FELGUEREZ
PROFA. CLEMENTINA DE LEON SANCHEZ
PROFA. ELVIA HERMELINDA DE LEON SANCHEZ
PROFA. HERMILINDA GUIZAR GALVEZ
PRESBITERO. TIMOTEO HERNANDEZ
PROF. REYNALDO AGUAYO
DIRECTOR: PROF. VICTOR MANUEL MARQUEZ HUIZAR
Concretamente en septiembre del año 1958 iniciaron los trabajos del ciclo escolar con el primer grupo de Secundaria, compartiendo el edificio con la Escuela Primaria “Niños Héroes”; los primeros años se tenían horarios discontinuos, después se establece la Secundaria en turno vespertino y la Primaria en matutino, y así permanece por varios años. La Secundaria estaba incorporada a la Secretaría de Educación Pública en el Subsistema Estatal por lo que no se contaba con presupuesto alguno, sólo con un subsidio de $500.00 pesos, por tanto, los alumnos pagaban una cuota mensual que se utilizaba para gastos de la escuela y honorarios de los maestros.
Su primer director fue el Prof. Víctor Manuel Márquez Huízar, lo relevó la Profa. Hermelinda Huízar Gálvez hasta el año de 1972 en que asume el cargo el Prof. José Luis Arellano Enciso, quien había sido primero Subdirector y posteriormente ascendió a Supervisor de la Zona 16 de las escuelas secundarias generales en la región norte de Jalisco, en todo momento fue un fuerte apoyo la maestra Lidia Flores Ureña, quien tenía cargo de secretaria y también fue docente destacada de Matemáticas.
La Secundaria Mixta por Cooperación compartía el local con la escuela de niños, su turno era vespertino, así que los alumnos tenían que esperar a que salieran los niños para ingresar al plantel. Una conglomeración afuera de la puerta de metal de adolescentes ansiosos por entrar y otra de niños por el otro lado, aún más ansiosos por salir.
De cancerbero con las llaves en la mano “Don Lunes”, pues el anterior conserje había sido Don Domingo. Los recién ingresados de buena fe creían que ese era el nombre de don Toño Márquez, de bigote entrecano, bajito pero corpulento, que más a fuerza que de ganas se había hecho inmune a las innumerables bromas de los estudiantes que con buen talante sobrellevaba.
El edificio estaba orientado de norte a sur y tenía su entrada por la calle Juárez y como estaba en alto había que subir tres escalones para ingresar a su explanada. Tenía más de cuarenta metros de frente y con excepción de los cajetes de una fila de enormes árboles, toda la explanada estaba cubierta de cemento, que ya entonces presentaba grandes cuarteaduras. Diez metros más allá de la barda perimetral de mamposta y alambrado estaba el edificio pintado de amarillo pálido.
Una puerta amplia daba lugar a un pequeño corredor con sendas puertas a los lados. A la izquierda las oficinas de la secundaria y a la derecha las de la primaria. Después un corredor de más de tres metros de ancho, que encerraba el patio y su cancha de básquetbol. A la izquierda después de la oficina estaba la cooperativa y después un salón pequeño. En el ala oriente había dos enormes salones, lo mismo que en el poniente. Al sur estaban los baños y un auditorio que no se usaba casi nunca. Y había una puerta que comunicaba a dos salones en la parte posterior y a la enorme cancha de fútbol, al oriente un corredor con árboles y otra cancha de básquetbol, a donde sacaba el maestro Manuel Arellano (“el taconazo”) a los jóvenes a practicar danza.
Guillermo Dávila Huizar fue alumno de la secundaria en tiempos del anterior edificio, recuerda que: “El día de las inscripciones me acompañó mi padrino Oscar a registrarme; la fila de aspirantes era enorme y se rumoraba que muchos de nosotros seríamos rechazados, situación que nos mantenía preocupados. Formados en varias filas en el patio frente a la dirección, esperábamos que nos recogieran los documentos y llenaran nuestra ficha de inscripción; al frente del grupo de maestras y secretarias se encontraban el Profesor Luis Arellano, con su seriedad habitual, su estilo marcial y su ropa inmaculadamente planchada.
Adelante de nosotros iba un compañero de mi escuela con sus padres, importantes miembros de la comunidad y reconocidos empresarios. Al encontrarlos el Profe Luis cambió totalmente su semblante, e increíblemente sonrió y bromeó con "el amiguito", revisando sus calificaciones que yo sabía eran muy inferiores a las mías, les garantizó a sus padres que ya estaba dentro de la escuela. Cuando me tocó mi turno se acabaron las sonrisas, revisó con atención mi certificado con promedio de nueve y me dijo que iban a ver si alcanzaba a entrar. Afortunadamente salí en la lista que publicaron algunas semanas después y que pegaron en la pared afuera de las oficinas de la secundaria. Era el verano de 1979”.
Precisamente el Prof. Luis Arellano Enciso fue quien gestiona el trámite de oficialización de esta Escuela Secundaria en el año de 1980, y entre los requisitos había uno fundamental, que debía tener edificio propio donde sólo se ofertara el Nivel de Secundaria, y después de algunas pláticas con quienes dirigían la Primaria se llegó al acuerdo que la Secundaria buscaría otro lugar para establecerse.
Motivo por el cual el Maestro José Luis Arellano solicitó al Presidente Municipal, Fabio Alonso Ruíz Ortega, un terreno para construir el nuevo edificio, obteniendo el apoyo; el alcalde impulsó junto con su ayuntamiento bajo Acta de Cabildo en 1980 ceder el espacio donde actualmente se encuentra esta secundaria, ubicado como domicilio en la calle Cuauhtémoc S/N (Sin número), que abarca hasta la calle Zaragoza y el libramiento de la carretera Zacatecas-Guadalajara, lo que en su momento funcionaba como Campo de Béisbol, pero que anteriormente, en el siglo XIX, había sido el “Panteón de la Santa Cruz”, se dividió el terreno para ceder también un espacio a una clínica del IMSS y a un Jardín de Niños, quedó así para servir como Escuela Secundaria Foránea y ya no como Mixta por Cooperación.
Se conformó un Patronato y se iniciaron los trabajos de construcción con la participación muy activa de maestros, alumnos, personal de apoyo y padres de familia. Terminaron el primer módulo que constaba de seis aulas, una cancha, baños y un área acondicionada para la Dirección. El cambio de instalaciones de la Escuela “Niños Héroes” al actual edificio de la Secundaria se dio en el año de 1983, pero la escuela se había oficializado ya desde septiembre de 1981.
Posteriormente se construyeron otras cuatro aulas, dos en la planta baja y dos en la planta alta; se cambió todo el sistema de electrificación, se construyó la segunda cancha de basquetbol, un laboratorio múltiple, un espacio para cooperativa escolar y la mitad de la barda perimetral.
Se preguntarán porqué actualmente la Secundaria Foránea #13 tiene el nombre de “Ramón García Ruiz”; a muchas personas no les suena, pero tiene un fuerte motivo; Ramón García Ruiz fue un jalisciense que se dedicó a servir a los demás; fue Maestro, Secretario de Gobernación, Secretario de Educación, entre otros cargos dentro del Gobierno del Estado.
Escribió varios libros sobre asuntos educativos; pero lo más importante para la institución fue que a él le tocó gestionar la Incorporación de esta escuela ante la Secretaría de Educación en 1958 y posteriormente, siendo Jefe del Departamento de Educación Pública tramitaría la oficialización de la misma en 1981; dejando en ese momento de ser Escuela por Cooperación para convertirse en Escuela Oficial.
1984 fue uno de los años más extraordinarios en la historia de la Secundaria y también del pueblo, pues tuvo lugar la famosa huelga estudiantil que mantuvo cerrada la escuela por varias semanas y curiosamente muchos de los participantes a ya cerca de cuarenta años de que ocurrió, siguen ignorando las causas. El Profesor Luis Arellano Enciso era el director, su popularidad entre los alumnos nunca había sido muy alta, en el momento de la huelga si lo era, gracias a que se habían celebrado en Colotlán unos juegos deportivos amistosos con varias de las secundarias de la región y esta escuela había salido victoriosa en todas las disciplinas; en una emotiva ceremonia de premiación frente a la presidencia municipal, el profesor Luis había dirigido un encendido discurso a sus estudiantes.
Poco tiempo después, un día casi al final de la jornada matutina de clases, la Güera hija de la maestra Delia Escobar, pasó a todos los salones a dar la noticia que iban a correr al profe Luis y animándolos a protestar. La noticia corrió como reguero de pólvora por la escuela y los estudiantes se comenzaron a organizar. Varios bajaron a las papelerías del pueblo a comprar material para pancartas. Cuando los alumnos del turno vespertino empezaron a llegar, la manifestación ya estaba en proceso, Mario Leyva apoyado del "Goris", un corpulento estudiante de cerca de 18 años, había invitado a algunos maestros a salir de las instalaciones y el comité de huelga comenzó a restringir el acceso, sobre todo la salida de los estudiantes, muchos de los cuales estuvieron encerrados por cerca de un mes, sin llegar a entender el objetivo del movimiento y hasta la fecha.
Mario recuerda que durante su primer año de secundaria el salón de 1º B en el segundo piso del edificio no tenía vidrios, cubrían con cartones las ventanas para protegerse del frío; no pocos tenían sus cobijas al salón y se envolvían en ellas las primeras clases de la mañana de aquel crudo invierno de 1983 y 1984. Fue en el otoño de 1984 cuando estalló el paro de labores en la secundaria y recuerda que los estudiantes para resguardarse del frío quemaban llantas en el patio e incluso destrozaron los tableros de madera de la cancha de básquetbol para procurarse combustible.
Recuerda que el movimiento nació en apoyó del Profesor Luis Arellano al que supuestamente estaban sacando de la institución y el profesorado se dividió en dos bloques: los que apoyaban su permanencia y los que favorecían su salida; entre los primeros se contaban las secretarias, la maestra Carmen Carrillo, el piloto, la maestra Delia Escobar, su hija y otros; al otro grupo lo lideraba la maestra Malena Macias, David Carrillo, la Maestra Titina y otros más.
Mario junto con los hijos de algunos profesores como Carlos, hijo del director, los Changos, hijos de la maestra de inglés, las hermanas de la maestra Hermelinda y los hermanos Landeros, encabezaron el paro y él se convirtió en la voz del movimiento, entablando comunicación con los huelguistas desde la dirección, con el sistema de sonido.
Los primeros días los profesores en sus carros lo llamaban para preguntarle del movimiento y se reían. Sin embargo, en algún momento algunos compañeros se dieron cuenta de la oportunidad de aprovechar la situación para sacar beneficios para la escuela. Influidos por las trasformaciones académicas que la preparatoria estaba generando en la comunidad, vieron la oportunidad de pedir mejoras materiales como: laboratorio, canchas deportivas, biblioteca y cafetería y también la posibilidad de eliminar a los profesores que llegaban crudos a dar clases, los que solo leían, dictaban y no preparaban clases, se comenzó a fraguar una lista negra de los maestros menos aptos. Allí comenzó a surgir un pliego petitorio que pugnaba por una mejor educación. La noticia de la huelga alcanzó los medios informativos que entrevistaron a los huelguistas, llegaron los maestros a apoyarlos y de la FEG los universitarios, y entonces los maestros ya no reían.
El Lic Renato Haro fue a dar legitimidad a la huelga y se cerraron y sellaron aulas y varias patrullas se apostaron fuera de la institución. Los padres de familia preocupados por los acontecimientos apoyaban a sus hijos y mandaban comida y bebidas para soportar la causa.
No habían pasado dos semanas completas cuando los profesores se dieron cuenta que la huelga estaba tomando un rumbo peligroso y presionaron a sus hijos para que eliminaran a los estudiantes leales del movimiento, así que acusaron a Mario de alta traición porque platicaba con el grupo de Malena y porque no los dejaba dormir en los salones sellados y con el brazo ejecutor del Gorila, estuvieron a punto de raparlo y bañarlo en el aljibe. Finalmente, solo lo expulsaron de la escuela con dos fieles escuderos y ni tardos ni perezosos aprovecharon la situación para irse a vacacionar a la ciudad de México.
Las propuestas progresistas quedaron en el olvido y la mayoría de los estudiantes y sus padres ni siquiera se enteraron que había existido un pliego petitorio, que, si bien se había recogido en los periódicos y en la televisión y el radio estatales, ninguno de estos medios tenía un impacto en el Colotlán de los ochenta. No alcanzaba la señal de radio ni televisión y los periódicos distribuidos en el pueblo no llegaban a cincuenta.
Así que mes y medio después cuando el pueblo estaba lleno de antimotines a punto de desalojar a los huelguistas; las autoridades escolares citaron a los padres de familia en la esquina suroeste del plantel para resolver la situación, a petición del maestro Arellano le habían dado un puesto de director en una secundaria en un municipio cerca de Guadalajara, lo que era más conveniente para él, pues tenía dos hijas que estaban terminando la preparatoria y pronto se mudarían a Guadalajara para proseguir una carrera. Apostó correctamente, porque después se convertiría en el supervisor en la región.
Llegó a la secundaria de Guadalajara un director interino, Alfredo Lomeli, que metió en cintura tanto a maestros como alumnos y favoreció la inserción de profesores de la prepa. Se dejó de hacer manualidades artísticas por un tiempo y se abrió una clase de teatro y después de música. Ninguno de los maestros fue removido de su puesto y dos ciclos escolares después, el grupo de Malena tomó control de la escuela.
“Quienes integran este colectivo escolar saben cuál es su compromiso y cuentan con la mejor disposición para que junto con los Padres de Familia, tengan jóvenes con pensamientos de progreso, con metas encaminadas a un Proyecto de Vida que los lleve a ser hombres y mujeres de bien, considerando siempre a esta escuela la más grande por número de personal, alumnos y doble turno en la región norte de Jalisco” fueron las palabras de la maestra Ma. Elena Macías Ortega, directora de esta Secundaria en los 50 años de fundada, en 2008.
Tras varias gestiones de la Directora “Malena”, se pudo contar con un área administrativa, biblioteca y cubículos de servicio académico y de orientación, ubicados a un costado del edificio de aulas. Es importante señalar que muchos alumnos egresados han logrado ocupar puestos importantes en las diferentes áreas de la vida social, política, económica, educativa y de servicio en nuestro propio Municipio o en otros lugares del Estado y la República, ellos han apoyado en que la mejora del edificio sea una realidad permanente.
En los 90 era característico ver a los alumnos salir de la escuela con sus útiles en la mochila, en una mano su guitarra o flauta para las clases de música y en la otra mano una máquina de escribir para las clases de mecanografía, los más intrépidos montaban su bicicleta, así se movían de la casa a la escuela y de regreso.
La cooperativa se encontraba debajo de las escaleras, ahí la señora Carmelita Ramírez, su familia y trabajadores vendía alimentos y golosinas a los niños y adolescentes, avanzados los años se construyó enfrente un edificio donde se puso la nueva cooperativa.
La Foránea era una potencia en distintas disciplinas, ganaba concursos de poesía, declamación, ortografía, matemáticas, especialmente en el deporte ganaban torneos de futbol y de basquetbol. Alumnos del maestro Francisco Valadez Sepúlveda, recuerdan que el maestro hacía dos equipos y los hacía competir entre ellos de una manera peculiar: jugaban contra otro equipo el primer tiempo, cambiaba a los jugadores para el segundo tiempo con el reto de ver cual de los dos grupos metía más canastas al equipo contrario, los contrincantes creían que entraban jugadores menos hábiles y para su sorpresa terminaban perdiendo por un marcador más abultado.
Para el año 2010 la Secundaria contaba con doble turno, atendía a casi 500 alumnos en 17 grupos, 9 en la mañana y 8 en la tarde, había permanecido la misma plantilla docente y administrativa por 20 años seguidos, la escuela gozaba de su máximo esplendor, se acababa de construir un laboratorio de ciencias y una nueva cooperativa, tenía equipos de cómputo, incluso algunos donados por un ex alumno.
La Dirección tuvo sus primeras computadoras a finales del 2008, la biblioteca tenía también seis computadoras para uso de los alumnos, ya con internet y el laboratorio de cómputo existía aunque no había propiamente un encargado por lo que las primeras computadoras IBM que llegaron a la escuela se desecharon con el cambio de la tecnología, se dieron de baja prácticamente nuevas.
La Profa. Ma Elena Macías Ortega estuvo al frente de la Dirección por más de 30 años, era “su segundo hogar” y fue toda una institución al frente de su querida Escuela Secundaria Foránea, hasta que enfermó de los pulmones y falleció en enero de 2015. En sus últimos años llegaron 40 computadoras a un salón dispuesto como laboratorio de cómputo para las clases de Informática y después se instalaron en cada aula pantallas y proyectores, llegaron más computadoras para uso de los docentes en cada aula.
Entre 2015 y 2016 de manera temporal estuvo encargado de la Dirección el maestro Gregorio Quezada Santoyo; de 2016 a 2018 estuvo como Directora una maestra que venía de Guadalajara, se llamaba Irma Patricia Franco Cordero, en su periodo se tuvieron varios ajustes, puso su propio estilo de dirigir, el turno vespertino desafortunadamente venía peligrando en desaparecer, se cerraron varios grupos, quedando tan solo cuatro en la tarde; en la mañana se mantuvieron los nueve grupos, tres por cada grado, su “mano derecha” fue un joven subdirector de Etzatlán, Jesé Melchor Navarro, que hizo mucho por la escuela, sistematizó y digitalizó procesos importantes en el área administrativa como las gráficas de calificaciones en un formato Excel y las herramientas Google cada vez más indispensables para los docentes.
El 8 de septiembre de 2017 el Gobernador Aristóteles Sandoval hizo su visita a este plantel para inaugurar el Domo de la Cancha, ubicado sobre la primera cancha de basquetbol que se construyó en la década de los 80 y entregar otros apoyos para el municipio, encabezado en ese momento por el presidente municipal Armando Pinedo Martínez.
Al cabo de dos años, se jubiló la Directora Franco Cordero y el subdirector hizo su cambio a la zona metropolitana de Guadalajara, la Dirección quedó vacante y en junio de 2018 llegó como Director el maestro Carlos Rafael Monroy Rodríguez, era docente de este mismo plantel, concursó para director en los procesos de promoción y ganó una plaza, estuvo como Director en otras Secundarias en el interior del Estado y en la zona metropolitana de Guadalajara, en cuanto le fue posible pidió su cambio a su tierra, desde entonces y hasta la fecha sigue al frente de la Secundaria.
En su gestión se han instalado cámaras de seguridad en los salones y en las áreas comunes de la escuela, pantallas de televisión en todos los salones, se construyeron baños para docentes y se ha seguido con el mantenimiento necesario para conservar el edificio en óptimas condiciones.
El mobiliario de la escuela donde toman clases los alumnos también ha cambiado, inicialmente fueron bancas de madera, posteriormente butacas individuales de fierro y estructuras metálicas, madera en el asiento, respaldo y mesa. Por muchos años se utilizaron butacas de fierro, recientemente la Secretaría de Educación dio butacas de plástico y estructura metálica, con mesa de color negro y el resto color gris.
Como es visible, cada día a lo largo de los años, se han forjado experiencias, compartido conocimientos, cientos de adolescentes encontraron la semilla de la curiosidad, del descubrimiento y del aprendizaje; el edificio está impregnado del trabajo, esfuerzo y voluntad de los colotlenses de ayer y de hoy.
Gracias infinitas a: colotlanenllamas por su aporte a esta gran historia.
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