miércoles, 1 de noviembre de 2023

Día de Muertos en Colotlán

Por: José Alonso Serrano Campos

El Día de Muertos, que se festeja el 1 y 2 de noviembre, es una de las tradiciones mexicanas más significativas, donde los vivos se preparan para recibir a sus muertos y convivir con ellos. Estos son algunos puntos para entender esta festividad, considerada desde 2003 por la Unesco como patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.

Este 2023 y durante los últimos años, en el pueblo se viven distintas tradiciones de las cuales daremos cuenta en estas líneas para que perduren en el recuerdo de propios y extraños, locales y radicados en otras partes del mundo.

Aunque cada región mexicana tiene sus propias tradiciones, todas tienen rasgos en común. Una de las más importantes es la colocación de altares. En ellos no faltan los pétalos de cempasúchil (cempoalxúchitl), las velas y comida como el pan de muerto. Se pueden apreciar en edificios públicos y empresas, en pequeño porcentaje también son colocados por las familias en sus hogares.

Para los antiguos mexicanos, la muerte era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, es decir el reino de los muertos o inframundo y no tenía la connotación moral de la religión católica, en esta mezcla de fe los altares son colocados en este día con la firme creencia que las almas de los difuntos nos visitan en esta fecha para convivir con los vivos.

Los antiguos mexicanos creían que el destino del alma del muerto estaba determinado por el tipo de deceso que había tenido y su comportamiento en vida, muestra de reconocimiento se les colocan cosas y comida de la predilección en vida de la persona a la que se le dedica.

Muy esmerados son los tapetes con aserrín pintado colocados en la plaza principal por distintas instituciones educativas como CUNorte, Normal, Preparatoria de la U. de G., Cecytej, incluso escuelas secundarias que dedican tiempo y esfuerzo en plasmar imágenes, grecas y diseños atractivos para mostrarlos a los colotlenses y visitantes.

Las escuelas se esmeran en los eventos, algunos preescolares preparan a los niños para portar vestimentas acorde a la ocasión de Halloween (celebración del vecino país del norte que ha penetrado en la cultura local), algunos jardines de niños salen a pedir dulces, llegan hasta la Presidencia, los niños disfrutan la visita y los dulces que el personal les otorga.

Un desfile con multitud de asistentes con motivo del día de Halloween desborda el día 31 de octubre por la noche en las principales calles del pueblo, decenas de motociclistas y otros vehículos motorizados recorren las calles con tripulantes vestidos de monstruos, brujas y otros personajes terroríficos, lo lamentable es la apología del delito que utilizan muchas personas simulando llevar cadáveres por encima de sus vehículos.

Otro hecho, que sin juzgar, se ha apadrinado por la mezcla entre la celebración norteamericana y la mexicana; centenares de niños alentados por sus padres, piden tres días “el muerto” por las calles del pueblo, si bien tradicionalmente era solo pedir alrededor de su vivienda el día 2 de noviembre, hoy toman los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre para recorrer la ruta del Pastor a La Cantera y de Soyatitlán a Lomas de la Cruz, todos visitando las tiendas del centro de la población con distintos cantos aún tradicionales a la entrada de los locales para a fin de cuentas recibir un dulce, la fruta tradicional de los años pasados es rechazada, por lo mismo casi nadie la da.

Por diferentes lugares se colocan catrinas gigantes que pueden ser de distintos personajes, tipo alebrijes o aludiendo a temáticas como la wixarika (huichol) o propios de la talabartería y la gastronomía local. Van desde los dos metros de altura colocadas a la entrada de las instituciones públicas, hasta de ocho o diez metros de altura, como la que se coloca en la plaza principal por parte del gobierno municipal en turno.

Casa de la cultura y escuelas del municipio organizan eventos culturales en el marco del día de muertos que complementan a los altares, tapetes y catrinas, también presentan obras de teatro, grupos musicales y conferencias en el mismo sentido.

El aspecto religioso no se queda atrás, el día 1 de noviembre se organiza una procesión con niños vestidos de algún Santo, hay celebraciones especiales y el mero día 2 de noviembre no puede faltar la misa en el panteón “Guadalupe” con cientos de asistentes que desde temprana hora se dan cita para visitar a sus difuntos.

En el jardín “Hidalgo” frente al templo de San Luis Obispo vendedores de flores y coronas se instalan desde días antes para vender los presentes que serán llevados a los seres queridos en el marco de la celebración del día de muertos hasta el lugar donde descanzan sus restos.

Así, las tradiciones siguen latentes de generación en generación, con algunos cambios, adaptándose también a la modernidad de los tiempos vertiginosos y a la influencia externa que surge a partir de estar comunicados y en un mundo cada vez más globalizado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Francisco M Vargas, Señor Cura de Colotlán entre 1860 y 1864

  Por: José Alonso Serrano Campos Francisco Melitón Vargas y Gutiérrez fue un sacerdote que llegó a Colotlán en 1860 como auxiliar y tomó po...