Por: José Alonso Serrano Campos
Este 2023 y durante los últimos años,
en el pueblo se viven distintas tradiciones de las cuales daremos cuenta en
estas líneas para que perduren en el recuerdo de propios y extraños, locales y
radicados en otras partes del mundo.
Aunque cada región mexicana tiene
sus propias tradiciones, todas tienen rasgos en común. Una de las más
importantes es la colocación de altares. En ellos no faltan los pétalos de
cempasúchil (cempoalxúchitl), las velas y comida como el pan de muerto. Se
pueden apreciar en edificios públicos y empresas, en pequeño porcentaje también
son colocados por las familias en sus hogares.
Los antiguos mexicanos creían que
el destino del alma del muerto estaba determinado por el tipo de deceso que
había tenido y su comportamiento en vida, muestra de reconocimiento se les
colocan cosas y comida de la predilección en vida de la persona a la que se le
dedica.
Muy esmerados son los tapetes con
aserrín pintado colocados en la plaza principal por distintas instituciones
educativas como CUNorte, Normal, Preparatoria de la U. de G., Cecytej, incluso escuelas
secundarias que dedican tiempo y esfuerzo en plasmar imágenes, grecas y diseños
atractivos para mostrarlos a los colotlenses y visitantes.
Las escuelas se esmeran en los eventos, algunos preescolares
preparan a los niños para portar vestimentas acorde a la ocasión de Halloween
(celebración del vecino país del norte que ha penetrado en la cultura local),
algunos jardines de niños salen a pedir dulces, llegan hasta la Presidencia, los niños
disfrutan la visita y los dulces que el personal les otorga.
Otro hecho, que sin juzgar, se ha
apadrinado por la mezcla entre la celebración norteamericana y la mexicana; centenares
de niños alentados por sus padres, piden tres días “el muerto” por las calles
del pueblo, si bien tradicionalmente era solo pedir alrededor de su vivienda el
día 2 de noviembre, hoy toman los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre para
recorrer la ruta del Pastor a La Cantera y de Soyatitlán a Lomas de la Cruz, todos
visitando las tiendas del centro de la población con distintos cantos aún tradicionales
a la entrada de los locales para a fin de cuentas recibir un dulce, la fruta
tradicional de los años pasados es rechazada, por lo mismo casi nadie la da.
Casa de la cultura y escuelas del
municipio organizan eventos culturales en el marco del día de muertos que
complementan a los altares, tapetes y catrinas, también presentan obras de
teatro, grupos musicales y conferencias en el mismo sentido.
En el jardín “Hidalgo” frente al
templo de San Luis Obispo vendedores de flores y coronas se instalan desde días
antes para vender los presentes que serán llevados a los seres queridos en el marco
de la celebración del día de muertos hasta el lugar donde descanzan sus restos.
Así, las tradiciones siguen latentes de generación en generación, con algunos cambios, adaptándose también a la
modernidad de los tiempos vertiginosos y a la influencia externa que surge a
partir de estar comunicados y en un mundo cada vez más globalizado.
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