jueves, 15 de mayo de 2025

LA CORONA PITEADA

Las primeras doce ediciones de la Feria Nacional del Piteado se llevaron a cabo como tradicionalmente marcaba la tradición de la feria regional que les antecedía, contando con una reina que era coronada, su cetro y corona de pedrería, además de una banda de tela que indicaba el reinado de la soberana, el año y edición de la feria, todo muy normal.

Pero la historia dio un giro interesante en 2002, cuando se dio a conocer la primera corona piteada y de ahí nunca volvería a ser igual esta tradición, la peculiar muestra del talento artesanal colotlense de distintos artesanos que trabajan con cuero y pita, se dio de la siguiente manera:


Primera Corona Piteada

Sonia I

Reina de la XI Feria Nacional del Piteado 2002

Sonia Isela Márquez De Santiago fue la Primera en portar ajuares piteados en alusión al sentido de la feria, no fue oficialmente coronada con una corona piteada pero el respetable sentido de identidad y pertenencia que durante su reinado demostró tener hacia su pueblo, marcó la pauta que siguen las reinas en la actualidad.

La corona piteada fue “un capricho”, así mencionado con todo respeto por sus familiares, uno que fue satisfecho por la amorosa atención de su abuelo el talabartero Flavino De Santiago, quien fue el artesano creador de la primera de una gran tradición que es coronar en pita a la soberana reina, la misa fue elaborada de forma sencilla debido a las limitaciones económicas.

En ella se ve un contorno de greca enmarcando el alacrán, símbolo inherente de Colotlán, la corona fue portada sin mayor atención y complementada con las aportaciones personales de su imaginación e intelecto, no faltó nunca en su atuendo algún rebozo, prenda mexicana por excelencia tan fue así que se considera una de las impulsoras de la moda del rebozo en Colotlán, atuendos sencillos y de manta fueron embellecidos al plasmar en ellos edificios y lugares icónicos del municipio, así como el uso de brazaletes, sandalias, aretes y demás artículos piteados que fueron siempre utilizados durante su reinado.

Destaca el esfuerzo que tanto ella como sus familiares tuvieron que realizar para mantener esta imagen, pues todo lo ya mencionado se costeó por ellos mismos,

Pasó el 2003 y la corona fue tradicionalmente de pedrería, fue hasta el 2004 que el patronato de la Feria adoptó las innovaciones de Sonia para las siguientes reinas. Es así como el reinado de Sonia debe ser recordado por ser el fundador de la tradición de portar una corona con pita, pues muchas de las ideas que ella adoptó a su imagen perduran hoy en día.


Corona de Alejandra I

Reina de la XIII Feria Nacional del Piteado 2004

Primera reina en ser coronada con ajuar piteado.

Elaborada por el Maestro Artesano J. Guadalupe Lares Grano

El reinado no es tarea fácil y es algo que tanto a Alejandra Márquez Dávila como a su Familia le quedó claro al levantar la responsabilidad que recae en ser embajadora del piteado. Los primeros momentos de su reinado fueron en primera instancia el anuncio por parte del entonces presidente municipal José Luis Carrillo Sandoval como representante del Patronato de la FENAPI de que en la elección realizada por el patronato había sido elegida, la sorpresa no se hizo esperar pues el hecho de ser elegida directamente fue una novedad ya que la usanza hasta entonces era la elección por medio de certamen.

En voz de su madre el gasto de los ahorros familiares, las madrugadas en vela y sobre todo los días ajetreados de la feria no fueron un sacrificio si no una maravillosa inversión que les permitió fortalecer los lazos familiares. 

El toque personalizado de su reinado la llevo a visitar en varias ocasiones a diseñadores quienes ayudaron que su imagen luciera de manera particular en cada uno de los eventos en que se presentaba, los diseños que adornaban sus atuendos de manta fueron realizados por manos colotlenses como reconocimiento a su tierra y el precio por la calidad del trabajo local.

Uno de los primeros pasos como reina fue algo único que escasas veces ha pasado, al ser la primera en ser coronada con una corona piteada tuvo el honor de participar en proceso de diseño de la misma, fue hecha en una plancha lisa de baqueta, retratando los intricados diseños de una corona de metal, posteriormente seria modificada con recortes para darle finesa y estilo al grabado, cabe destacar que su designación contó con buena aceptación por el público, quien reconoció el empeño que se veía reflejado en los vestuarios que lucía.

Fue también representante del piteado de manera nacional y coronada Miss Imagen. Finalmente, Alejandra ha sido inmortalizada como la primera reina de la Feria Nacional del Piteado en ser coronada en pita.


Corona de Paola I

Reina de la XIV Feria Nacional del Piteado 2005

Ajuar piteado obra del Maestro Talabartero Mario Montoya.

El extraordinario conjunto creado para el reinado de Paola Irene Mayorga Salamanca refleja un diseño sencillo y elegante inspirado en la naturaleza como mucho del arte creado por el maestro artesano Mario Montoya de la Rosa.

La corona se ve formada por grecas vegetales entrelazadas en formas circulares y rematas con flores similares a tréboles, los recortes entresacados le brindan una ligereza al diseño que se eleva alto y esbelto, dichas características le brindan porte y lucidez, el tono oscurecido con el que se tiño la baqueta ofrece el perfecto contraste con el claro y finísimo bordado de la pita. 

El conjunto se ve completado por una hermosa gargantilla y el juego de artes, del mismo modo artículos piteados como el cetro, la banda, calzado y demás artículos que complementaron el ajuar; durante su reinado dotaron el sello particular de su vestimenta.


Corona de Rebeca I

Reina de la XV Feria Nacional Del Piteado 2006

Obra del Artesano Mario Montoya de la Rosa

Esta corona forma parte del ajuar de Rebeca Ruiz, lucida obra del maestro talabartero Mario Montoya y segunda colaboración del artesano en la coronación de la Reina de la Feria Nacional del Piteado.

En las obras de arte que comprenden este ajuar se ve impreso el estilo particular de autor en donde aparecen nuevamente la inspiración en la naturaleza que se manifiesta a través de una greca vegetal rematada en flores ubicada en el borde superior e inferior de la corona aparecen también en la misma y por primera vez en una corona cristales decorando los espacio sin bordado brindando un espectáculo visual contrastante con el fino bordado de la pita, la sencillez aparece en el intrincado y elegante diseño geométrico que llena la mayor parte del espacio en la corona este mismo se reproduce para complementar el juego plasmándolo en cetro.


Corona de Nancy I

Reina de la XVI Feria Nacional del Piteado 2007

Obra del artesano Sergio Campos Gálvez

La corona de Nancy del Real Aldana es una obra de inspirada en la que fuera durante 6 años la corona oficial del certamen Miss Universo llamada Ave Fénix o Miki moto nombre de su fabricante que fuera usada desde 2002 hasta 2007 y llegara a convertirse en una de las joyas más icónicas de este concurso, la gracia y habilidad del artesano permitieron que la delicadeza de su diseño se viera fielmente replicada en esta obra de arte.

Gracias a las adecuaciones pertinentes hechas por el autor se logra conservar la esencia y belleza original imprimiendo a la vez el sello característico del arte en pita, siete plumas de pavorreal bordeadas con cristales y rematadas al centro con una pequeña flor crean una delicada tiara de estética inconfundible, en la parte inferior se aprecia un borde de orden triangular hecho con una tradicional greca ampliamente usada en arte del piteado y referente indiscutible de sus orígenes e color natural del cuero y la pita trabajada con maestría dan sin duda el toque final a este diseño tan peculiar. 


Corona de Marcela I

Reina de la XVII Feria Nacional del Piteado 2008

Obra del Maestro artesano Enrique Hernández Varela

La corona de Marcela Landeros hace gala de una técnica insuperable, en el diseño se encuentran plasmadas tres estilos de gregal diferentes que se fusionan para dar lugar a una obra compleja y atractiva, la naturaleza es sin duda la principal inspiración del diseño siendo guías de vegetación el hilo conductor de la trama, las grecas que bordean la corona así como la que forma la circunferencia del rosetón central hacen gala de un bordado prolijo y bien distribuido, la parte inferior de la corona hace gala de un entramado sencillo pero bastante elegante que remata en pequeñas hojas, el recorte entresacado resalta la fineza de este diseño dando la apariencia de ligereza y otorgando a la vez un equilibrio a un diseño que de otra forma pudiera verse pesado, la joya de la corona la encontramos en la parte más vistosa de este trabajo y es una rosa bordada en alto relieve que no deja lugar a errores y demuestra la calidad del bordado que no puede ser menos en los artesanos de la Capital Mundial del Piteado es por esto la corona de la rosa detalle que no se repite en ningún otro diseño posterior.


Corona de Janet I

Reina de la XVIII Feria Nacional del Piteado 2009

La corona de Janet Gordiano es una fusión de tres artistas diferentes, proyecto que fuera encabezado por Alejandro Gordiano, Raúl Hernández en el dibujo, Víctor Cornejo en el bordado y Alejandro Navarro en el acabado. La obra está hecha en una pieza entera de cuero al color natural plasmada con intrincados diseños de líneas circulares complementadas con detalles vegetales que parecen brotar de la nada, el detalle principal de esta obra es la rosa que abarca todo el plano principal de la misma y le brinda temática al diseño, la utilización de cristales pasa a ser uno de los elementos más representativos de la obra de Alejandro además claro de la insuperable calidad y precisión del bordado, el magnífico desarrollo de la técnica en la pita le permite jugar con diseños complejos y sobre puestos ya que la precisión con que se realiza conserva intacta la vitalidad y movimiento de las líneas.


Corona de Guillermina Haro Navarro

Reina del bicentenario

Fiestas Patrias 2010

Obra del Maestro Artesano Miguel González Ortiz

La corona realizada como encargo especial para la celebración del Bicentenario del inicio de la Guerra de Independencia Nacional y Centenario de la Revolución Mexicana entra a la historia ya que es la única ocasión en que a la Reina de las Fiestas Patrias se le ha envestido con una corona piteada. 

Es una obra de grandes dimensiones que requirió de mucho trabajo para su elaboración el diseño está compuesta en tres flancos, izquierdo derecho y el central en los cuales se ubican representados los símbolos más importantes de los eventos ya mencionados, entre las leyendas Independencia, Revolución, y Bicentenario de encuentra plasmado en plano principal el monumento a la revolución coronado con el águila devorando a la serpiente y resguardando bajo su cobijo una mano con una antorcha encendida, en su flanco izquierdo se representó al cura Miguel Hidalgo Padre de la Patria y principal actor del movimiento independentista, en su flanco derecho impresa la campana de Dolores.


Paloma I

Reina de la XIX Feria Nacional del Piteado 2010

Obra del Maestro Artesano Alejandro Navarro y diseño de Raúl Hernández

Paloma Fernández portó durante su reinado una de las obras más reconocidas en cuanto a la corona piteada se trata, ya que para su elaboración se contempló en el proceso creativo incluir en el diseño elementos referentes al a los festejos del centenario del inicio de la Guerra de Independencia Mexicana. 

La precisión y detalle que el Artesano Alejandro Navarro es capaz de imprimir en sus diseños fue clave para poder concretar tan complejo diseño en el que se puede observar en primer plano el escudo de la primera hoja de la Constitución Federal de 1824 símbolo inherente a la mexicanidad el águila devorando una serpiente sobre un nopal enmarcada por un impecable estampado vegetal repleto de minucioso detalles artísticos que contemplan desde hojas flores hasta colas de alacrán, en el mismo podemos encontrar también la presencia de las guirnaldas de encino y laurel parte imprescindible del escudo nacional, complementa finalmente la aplicación de cristales que llenan de brillo el trabajo dando como resultado una obra de incomparable calidad y valor artístico.


Corona de Valeria I

Reina de la XX Feria Nacional del Piteado 2011

Obra del Maestro Artesano Miguel Gonzáles Ortiz

La Corona de Valeria I del Real Aldana es una obra que muestra como ninguna otra la belleza de un bordado fino que se ve manifiesto en el detalle de la enramada vegetal que cubre completamente esta obra el contraste entre los bordad y la totalidad del cuero rematado con punto hacen de esta corona un ejemplo de las técnicas.


Corona de Sandra I

Reina de la Feria Nacional del Piteado 2012

Obra del Maestro Artesano Miguel Gonzáles Ortiz

La corona elaborada para Sandra Durón Adame hace gala de una técnica en el calado indiscutiblemente profesional, las finísimas líneas bordadas sujetas en vacío se alzan en un horizonte vertical con rematadas con detalles en forma de llamas, las líneas curvas sobrepuestas al diseño concentran la atención en las flores que toman parte en el primer plano de la obra.

Cabe destacar la importantísimas participación en el proyecto de maestro Artesano Raúl Hernández quien se distingue principalmente por la técnica de bordad que desempeña de manera excelsa.


Corona de Isela I

Reina de la XXII Feria Nacional del Piteado 2013

Obra del Maestro Artesano Juan Manuel Pérez Arceo

La corona elaborada para Martha Isela Serrano Ramos es una obra de arte concebida para escenificar la belleza de la naturaleza en toda la extensión de la palabra, las intrincadas grecas vegetales se ven finamente rematas por cuatro flores que le dan punto central al diseño, la finesa del bordado así como la gala que se hace en la técnica de punto complementan un diseño que sin duda luce la belleza del arte Colotlense.


Corona de Paulina I


Reina de la XXIII Feria Nacional del Piteado 2014

Obra realizada por el Maestro Artesano Alejandro Navarro

Finísima obra elaborada en cuero natural y detallado diseño que consta de finos bordados con grandes calados que le dan una ligereza y elegancia peculiar, la ubicación detallada de la pedrería aporta brillo y distinción al conjunto lucido por Paulina Castillo Cárdenas


Corona de Stephany I

Reina de la XXIV Feria Nacional del Piteado 2015

Obra realizada por el Maestro Artesano Mario Montoya de la Rosa

Esta sublime obra de cuero y pita está elaborada en diseño de que por primera vez incorpora la gamuza como fondo para las filigranas y diseños florales distintivos del artista, presenta como elemento principal dos alacranes encontrados como referencia a nuestro municipio


Corona de Daniela I

Reina de la XXV Feria Nacional del Piteado 2016

Obra realizada por: Felipe García Cárdenas Agapito Esparza Solano y Roberto Rivera Sosa.

Esta corona compuesta de finas rocallas y guías herbáceas enmarca por primera vez un monumento arquitectónico de Colotlán, uno de los arcos del antiguo mercado, flanqueado por dos gallos en posición de combate, dos alacranes con las tenazas al aire y dos corceles en carrara mirando a los extremos.


Corona de Gabriela I

Reina de la XXVI Feria Nacional del Piteado 2017

Obra realizada por el maestro artesano Alejandro Navarro

Fiel a la técnica del artista presenta un rebuscado diseño abundante en traslapes y texturas, su diseño se basa en el crecimiento vegetal de tal forma que en un corazón se enmarcan dos de las flores que ornamentan la composición, hojas de rocalla y cornetas parecidas a obeliscos se distinguen por la blancura de la pita en un fondo que por primera vez presenta una corona de color negro que le dota de una elegancia particular.


Corona de Karla I

Reina de la XXVII Feria Nacional del Piteado 2018

Obra realizada por artesanos de Talabartería y Diseños García

Esta Lujosa pieza de indumentaria real se compone de finísimas guías vegetales que rodean flores y buqués de hojas piteadas que al contrastar con su solidez y la ligereza del entresacado equilibran la composición, retoma el color oscuro de la piel y complementa con pedrería iridiscente.


Corona de Aydé I

Reina de la XXVIII Feria Nacional del Piteado 2019

Obra realizada por artesanos de Talabartería y Diseños García

La corna realizada para esta edición baso su diseño en elementos arquitectónicos distintivos, coloca los amplios portales a manera de diadema y los corona retomando el icónico arco del antiguo mercado sustituyendo la luz de su entrada por una herradura. Se acompaña de finas flores y detalles vegetales, así como pedrería.


Corona de Anahí I

Reina de la XXIX Feria Nacional del Piteado 2022

Obra realizada por artesanos de Talabartería y Diseños García

Esta fina corona toma como elemento principal el Kiosco, este queda flanqueado en ambos extremos por tres palomas al vuelo y sobre todo se ubican tres alcatraces rodeados de elementos vegetales y pedrería convirtiendo esta corona en una de las que mejor ha logrado incorporar elementos arquitectónicos en el diseño.


Corona de Esmeralda II

Reina de la XXX Feria Nacional del Piteado 2023

Obra realizada por artesanos de Talabartería y Diseños García

El ajuar de esta edición presenta por primera vez pita teñida, misma que se justifica perfectamente tras la incorporación de mariposas que con su vuelo decoran esta floral y festiva creación. La mariposa monarca como símbolo de realiza es acompañada de otras dos mariposas amarillas de menor dimensión, así como de flores con centro oscuro y diferentes ornamentos vegetales.


Corona de Montserrath I

Reina de la XXXI Feria Nacional del Piteado 2024

Obra realizada por el maestro artesano Claudio Quiñonez

Por primera vez aparece en una corona la joya arquitectónica del municipio, la Parroquia de San Luis Obispo. Durante su presentación la corona contaba con el alzado de la parroquia en un manto sólido, bordeada por grecas y tres flores sobre relieve, la mayor de ellas al centro y arriba sobre la que se posó un alacrán. Posteriormente fue complementada con recortes y pedrería para la coronación.


Corona de Vanesa I

Reina de la XXXII Feria Nacional del Piteado 2025

Obra realizada por: Carlos Quezada Santoyo

Esta corona destaca por ser la primera de doble vista, al fente una guía con pedrería contorneada por una greca en forma de T y en la base un filo también con pedrería; en su interior se compone de cinco imágenes principales de alacranes. El primer alacrán de izquierda a derecha es un alacrán rupestre encontrado en manifestaciones petroglificas de Colotlán y su entorno.

El segundo alacrán es un elemento encontrado en un mural prehispánico en Tlaxcala. Se le conoce como el hombre-alacrán, recordando que los tlaxcaltecas son parte del momento de fundación de Colotlán como villa española.

El tercer alacrán que es la imagen central y de mayor dimensión, fue tomado del Códice de Borgia donde el caparazón del alacrán representa un rostro de un anciano con barbas, sumando el elemento de donde Colotlán toma el significado de lugar de alacranes y/o lugar del dios viejo.

El cuarto alacrán es la imagen de la lámina 70 de la nueva Tlaxcala donde Nuño de Guzmán entra a territorio Colotlense y el quinto alacrán es una de las expresiones gráficas de la cultura índigena.

De tal forma que el orden de las imágenes contenidas en la corona de la reina de la FENAPI 2025, son una línea de tiempo que cuentan la historia local en cinco momentos progresivos que incluyen los tres grupos humanos principales que la protagonizan, índigenas, tlaxcaltecas y españoles, de los cuales somos la familia mestiza llamada colotense.


Con información de: 

- Mtro. Ricardo Urista Alvarado. 

- Braulio Zamora “Crónicas de Colotlán”.

- Entrevistas a artesanos.

- Casa de la Cultura de Colotlán.


Autobiografía de la Maestra Chilo Martínez


Mi nombre es María Auxilio Martínez Aguilar nací el 18 de enero de 1935 en la ciudad de Mexicali, Baja California; fueron mis padres Eugenio Martínez y Francisca Aguilar.

Los primeros 5 años vivimos en Los Ángeles, California, Estados Unidos. A la edad de 5 años en el mes de septiembre de 1940 toda la familia nos trasladamos a la ciudad de Colotlán, estado de Jalisco y vivimos en la casa marcada con el número 17 de la calle Paseo. 

En la escuela primaria para niñas ubicada en calle Hidalgo número 11 hoy Centro Cultural Casa Hidalgo cursé la primaria del año 1941 al año 1947. Mis maestros fueron: Anita Bermúdez, María Auxilio Ramos, Amelia Huizar, Carmen Huizar, Hermelinda Huizar y la directora Aurora Huizar.

En primaria en quinto año tuve una experiencia traumática casi siempre me escogían para formar parte de la escolta y sobre todo para recitar.

Mi papá tenía una panadería en el mercado y le ayudábamos toda la semana y especialmente los domingos que había mucha gente y como no teníamos clases estábamos ahí desde la mañana.

Ese año me ordenó la maestra que aprendiera una poesía y yo le expliqué que como era domingo mi papá no me iba a dejar y después solo confirmé a la maestra, pero no aceptó y dijo tenía que ir.

Llegó el domingo y no tuve permiso, fue la maestra a la panadería a rogarle que solamente recitara y me regresara y no aceptó.

Al día siguiente fui a la escuela y me vacilaron y regresé llorando y así ocurrió varios días, mi abuela viendo el problema y lo que yo sufría fue directamente a la dirección de la escuela, no sé lo que les diría y los convenció de aceptarme, pero ya sentía que me hacían el bacilo.

En Colotlán después de primaria no había ni secundaria menos preparatoria y los que podían estudiar fuera eran los hijos de familias con recursos.

En nuestra casa lo primero mi familia era numerosa en el año 1947 éramos 7 niños y no se disponía de suficiente para alimentarnos y sostener fuera del hogar a algunos de nosotros.

Entonces conocimos aquí en Colotlán que la Academia "Juana de Arco" con primaria terminada ofrecía la carrera de taquimecanografía, yo de inmediatamente ilusioné sobre todo con aprender taquigrafía y además mecanografía y ahí impartieron taquigrafía, mecanografía, correspondencia, documentación, matemáticas y ortografía, era mi sueño. 

Vimos la posibilidad de estudiar, pero entre los gastos con que se enfrentaría mi papá era pagar el servicio de luz eléctrica que proporcionaba el señor Antonio Maldonado de las 19:00 h de la tarde a las 23:00 h de la noche y nos planteó si queríamos estudiar se suspendiera el servicio de luz "y tendrán que utilizar aparato de petróleo o velar" y la decisión sin titubear fue estudiar.

En el mes de septiembre de 1947 nos inscribimos, mi hermana Elvira y yo María Auxilio, en la Academia "Juana de Arco" cuya directora y maestra era la profesora Cuca Cortés para estudiar la carrera de taquimecanografía que duraba dos años.

La Academia "Juana de Arco" inicialmente estaba ubicada en un local ubicado en Calle Juárez propiedad del señor Juan Macías, posteriormente se cambió a la calle Morelos donde estuvo ubicado Banorte y enseguida en calle Morelos número 19 y finalmente en los salones anexos del santuario de San Nicolás cuando el párroco en Colotlán era el padre José Rodríguez.

La razón de los cambios supongo que era a raíz del aumento de alumnos porque incluso unos meses la exalumna Lupe Huerta estuvo auxiliando a la maestra.

El horario como en la escuela primaria era asistencia por la mañana y por la tarde y por lo mismo se aprovechó el tiempo para hacer algunas manualidades, pero lo que más me gustó fue que el señor Nacho Sánchez algunos meses nos dio clases de contabilidad.

Al concluir los dos años de estudiar los alumnos se trasladaban a las ciudades Zacatecas, Zacatecas a presentar examen en la Academia Comercial para señoritas cuya directora era la profesora Eustolia Cabral y ella expedía diploma de la carrera de taquimecanografía con el visto bueno del director de Educación Pública del Estado de Zacatecas y la Secretaría de la Dirección de Educación.

En el año 1949 la directora de la Academia "Juana de Arco" profesora Cuca Cortés empezó a estar enferma y desgraciadamente murió antes de que se presentaran los exámenes que avalaran nuestra carrera, pero se solventaron estos problemas porque la exalumna María Guadalupe Ortega nos preparó para el examen.

Y el problema de que se aceptaran examinarnos en la Academia ya indicada en la ciudad de Zacatecas se resolvió con el apoyo del señor cura José Rodríguez que entonces era el rector del seminario de Zacatecas y el del señor cura Candelario Ayala, Párroco de Colotlán, en la fecha que nos dejaron.

Los alumnos nos trasladamos a la ciudad de Zacatecas a presentar examen acompañados por una persona encargada de estar al pendiente de nosotros pues todos éramos muy jóvenes. Nos hospedó el Sr. Rodríguez en su casa del obispado y nos atendió su mamá Mateanita.

Cuando terminamos la carrera de taquimecanografía el día 13 de octubre de 1949 mi hermana y yo iniciamos nuestra práctica en la presidencia municipal de esta ciudad cuando era presidente el señor Agustín de Ávila. 

El horario era por la mañana de las 9:00 a las 14:00 h de la tarde estuvimos en el Registro Civil a cuando el encargado era el señor Felipe Córdoba y cuando él salió la suplió mi hermana, yo suplía al secretario en sus vacaciones, por la tarde trabajé como secretaria en la tienda de abarrotes propiedad del señor José Ortega.

En el año de 1950 en Colotlán solo había escuela primaria para niños y escuela primaria para niñas, y era toda la preparación a que se podía aspirar si no tenían la posibilidad de salir a hacer otros estudios fuera cuando terminaban su primaria.

En el año de 1950 se abrió la institución con el nombre de Academia comercial “PITMAN” con la directora ya Hildelisa Salazar, ex alumna de la anterior Academia "Juana de Arco" la cual impartía con duración de dos años la carrera de taquimecanografía con primaria terminada.

El año 1951 se casó la maestra y renunció y pidieron mi cooperación para sustituir a la directora e inicié mis labores el mes de enero del año 1952 en turno matutino.

Durante los años siguientes los alumnos presentaban examen en la misma Academia ya mencionada en la ciudad de Zacatecas y recibían su diploma como taquimecanógrafos, documento expedido por la directora Eustolia Cabral con el visto bueno del Director de Educación Pública del Estado de Zacatecas y la Secretaría de la Dirección.

Las clases se impartieron inicialmente por un tiempo en los salones anexos al santuario de San Nicolás y posteriormente por razones personales quedó establecida en la finca urbana ubicada en la calle Paseo número 17 de esta misma ciudad con horario vespertino. 

En el año 1976 se hicieron los trámites para incorporar la institución al departamento de Educación Pública del Estado de Jalisco, Dirección de Educación Secundaria Normal y de Enseñanzas Especiales del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco y quedó formalmente inscrita como Academia Comercial “Pitman” A.C. clave ECPE060 Directora María auxilio Martínez Aguilar, secretaria María del Carmen Martínez Aguilar para impartir la carrera de Secretario-a Empresarial con duración de dos años para personas con estudio de primaria terminada.

En esta carrera las materias que se impartían además de las que inicialmente ya se estudiaban en la carrera de taquimecanografía serían: contabilidad, archivo y práctica de oficina, personalidad y relaciones humanas, actividades cívicas y caligrafía.

A partir de 1986 también con duración de 2 años se inició la carrera de Secretario-a Ejecutivo para personas con estudios de Secundaria terminada punto en esta carrera se omitía caligrafía y actividades cívicas, pero dedicaban mucho más tiempo a la práctica para mejorar la preparación.

En los primeros años que la institución inició labores coma siempre hubo grupos no muy numerosos punto los alumnos terminaban su carrera y empezaban a laborar especialmente en instituciones oficiales. Posteriormente cuando se incorporó la Secretaría de Educación, además de alumnos de Colotlán, empezaron a inscribirse alumnos de los diferentes municipios de esta cabecera: Chimaltitán, Bolaños, San Martín de Bolaños, Totatiche, Temastián, Villa Guerrero, Santa María de Los Ángeles, Huejúcar, Mezquitic y además de Momax, Tlaltenango y Huejuquilla el Alto.

A partir de la incorporación de la institución, los exámenes se presentaban en la misma Academia y las listas de calificaciones de los alumnos se remitían directamente a Guadalajara al departamento de Educación Pública del Estado de Jalisco, a la dirección correspondiente, al finalizar la carrera de Secretario Empresarial o Ejecutivo cada alumno recibía su certificado y diploma correspondiente.

El último grupo correspondió al periodo 1998-2000 año de clausura de la institución, correspondía a alumnos de la carrera de Secretario Ejecutivo, no quiero dejar de hacer mención que desde el inicio de la incorporación me apoyaron en primer lugar la profesora María de la O, Directora de la Academia “PITMAN” en Guadalajara y el Secretario Profesor Carlos de la O Oliva, quienes me representaban en todo lo necesario en el departamento para evitar que yo me trasladara a la ciudad de Guadalajara, llevaban la documentación relativa y volvía la documentación autorizada tanto certificados como diplomas y además en todas las graduaciones nos acompañaban y el evento era más lucido.

En varias ocasiones la doctora Martina Cueva V. Jefa de Enseñanzas Especiales del Departamento de Educación Pública del Estado de Jalisco estuvo presente en nuestras graduaciones y la ceremonia tenía un carácter más oficial. 

El Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo de 2011, el gobierno municipal de Colotlán en coordinación con la dirección de Cultura y Turismo y Ce-Mujer me otorgaron un reconocimiento por mi labor educativa en el municipio y a toda la región durante 48 años.

El evento se llevó a cabo en el salón del hotel “La Estancia” de esta ciudad, del cual asistieron el maestro José Luis Carrillo Sandoval Presidente Municipal, C. Lucía Vázquez Felguerez Dir. de Cultura y Turismo  y C. María del Socorro Leaños Mares, Directora del Ce-Mujer, personal de estas dependencias y desde luego con un nutrido grupo de ex alumnos y como invitados especiales mis hermanos: Manuel, Daniel, J. Guadalupe, Juan Ramón y sus esposas, María del Carmen y su esposo. Además, se exhibieron cuadros de fotos de varias graduaciones. 

Tomaron la palabra personal de las dependencias y por último yo di las gracias por el reconocimiento que nunca esperé, ya que siempre he tratado de laborar a conciencia porque estoy convencida que se debe dar siempre lo mejor en lo que nos comprometemos.

Del año 1956 al año 1988 turno matutino laboré como auxiliar en la oficina subalterna federal de Hacienda de esta ciudad ubicada en la calle Obregón número el personal era solamente el jefe y el auxiliar por lo tanto el auxiliar se encargaba de labores desde aseo de la oficina expedir los recibos de los pagos de impuestos federales y entregar documentos a los contribuyentes control del archivo control de ingresos y depósitos diarios en el Banco e informar a la oficina principal sobre los movimientos. 

A la subalterna le correspondía también el control de las agencias federales de Hacienda ubicadas en los municipios de la cabecera. En el año 1969 el subalterno que era de esta ciudad falleció y en los años siguientes vinieron de fuera personas nombradas para este encargo.

Inicialmente la oficina estuvo adjunta a la oficina Federal de Hacienda en Zacatecas y posteriormente a la federal en Guadalajara. Toda la práctica en la oficina me preparó para impartir las clases que sobre esa área se enseñaba en la Academia “PITMAN”.

Después que cumplí 30 años de servicio me retiré e hice mis trámites para pensionarme.

La caja popular pio XII tenía poco tiempo constituida y por falta de personas que pudieran apoyarla en las labores, los socios estaban cancelando sus cuentas y en el año 1959 me invitaron para regular el servicio.

Cuando recibí una cajita de cartón el archivo de la caja, supe que el último socio que se había inscrito era el número 135 y de este número los que todavía tenían activas sus cuentas no llegaban quizá a 20 socios.

Se empezó a trabajar de esta manera: los domingos en la iglesia de San Luis saliendo por la sacristía se instalaban uno o dos socios que esperaban la salida de personas de misa de 12 del día y en una libreta normal anotaban los socios que se presentaban.

1º # de socio

2º Nombre

3º Ahorro

4º suma total del ahorro

En la libreta del socio anotaban

Fecha     $Ahorro        $Total

Al terminar sumaban lo recibido y lo cotejaban con el dinero, en seguida se trasladaban a mi domicilio, paseo número 17, para hacer entrega de lo recibido y se procedía a anotarlo en la hoja de control de cada socio y se checaba si coincidían los datos. 

En el mismo horario en que se recogían ahorros, en mi domicilio atendía personas que deseaban información, hacer retiros o inscribirse y cuando la caja estuvo en posibilidades también a hacer préstamos y posteriormente cobrar abonos e intereses. Posteriormente y conforme se aumentaba el número de socios, se iban cumpliendo los días y horarios de servicio más o menos.

En el año de 1961 nos visitó la Federación de Cajas Populares de Guadalajara, ya había comité de Crédito, Consejo de Vigilancia y entonces supe que yo era Gerente pero se encontró una irregularidad, las personas que tendríamos este cargo no éramos socios, a todos, como a mí, nos habían invitado porque no ignoraban que éramos personas dispuestas a colaborar y ayudar si estaba en nuestras manos. Entonces todos abrimos nuestras cuentas y yo hasta la fecha soy sucia activa.

La caja siguió creciendo en el número de socios y capital y trabajando a conciencia, se adquirió un local enfrente de la plaza, se acondicionó y se amuebló debidamente para la atención a los socios, ya había personal preparado que laboraba tiempo completo.

El año de 1982 el Consejo de Administración me hizo la proposición que laborara exclusivamente en la caja y pensé: ésta es la oportunidad de quitar una presión laboral a mi vida, la aproveché y presenté mi renuncia.

En el año 1990 solamente por la tarde atendía a los alumnos de la Academia y por la mañana descansaba, entonces abrieron un despacho contable varias personas que habían trabajado en Hacienda y me invitaron a trabajar en turno matutino. Inicialmente estuvo ubicado en Calle Obregón # 25 posteriormente en Calle independencia # 22 después en Calle Hidalgo #15 en donde se clausuró en el mes de enero de 2014.

El periódico Voz del Norte Jalisco para celebrar sus 25 años de labor periodística, el 9 de diciembre de 2023 me otorgó, en compañía de otras cuatro personas, un reconocimiento por haber sido distinguida con el Galardón Voz del Norte Cuauhtli 2023, máximo reconocimiento que la casa editora otorga a personajes destacados del occidente del país por su trayectoria ejemplar y profesionalismo en el campo de su actividad, el cual se entregó en este lugar en Centro Cultural Casa Hidalgo en la fecha indicada.


viernes, 18 de abril de 2025

El Obispo Alonso de La Mota cuando visitó Colotlán entre 1602 y 1605

Por: José Alonso Serrano Campos

Don Alonso de la Mota y Escobar fue un importante obispo de varios lugares como Guadalajara y Tlaxcala, por mencionar dos de los más interesantes, de origen criollo fue un hombre instruido y con experiencia política, conocido por sus buenas relaciones con las autoridades virreinales y por su impulso a la educación. 

Al fallecer Santos García, obispo de Guadalajara, en 1597, don Alonso de la Mota y Escobar fue designado como su sustituto, trabajando arduamente durante nueve años hasta que retornaría a la ciudad de Puebla el 26 de marzo de 1606.

En ese lapso sus "Memoriales" son una valiosa fuente para comprender la vida en el obispado donde estuvo a principios del siglo XVII, incluyendo datos sobre población, lugares, sacerdotes, y actividades económicas donde Colotlán estuvo presente en sus recorridos por la Nueva Galicia.

Entre los años de 1602 a 1605 reunió o debió reunir las noticias de su Descripción geográfica de la Nueva Galicia, pues si alguna obtuvo por obediencia de subalternos. el texto convence de que la mayor parte de ellas procedían de observación directa.

Esta descripción geográfica tiene un indiscutible y extraordinario interés desde todos los puntos de vista en que se la examine, por la suma de detalles que suministra y por la precisión de sus noticias, todo lo cual le da un valor único, ya en la descripción de los pequeños poblados que sitúa sobre su itinerario, ya en las escrupulosas estadísticas que ofrece sobre población, frutos de la tierra, reales de minas y molinos de beneficio y tráfico de mercaderías en sus trayectos.

Escribió en particular lo que considero es una joya, de la cual extraigo lo más significativo de nuestro territorio, dicha obra manuscrita original se encuentra en la Biblioteca Pública del Estado “De Castilla - La Mancha” en Toledo, España, llamada: "Descripción Geográfica de los Reinos de Galicia, Vizcaia y Leon, por Don Alonso de la Mota y Escobar a Don Pedro Fernández de Castro, Marqués de Sarria, Conde de Lemos y de Andrade, Presidente de todos los Estados de las Indias Orientales y Occidentales de la Real Corona de Castilla".

Describe sus recorridos como obispo de Guadalajara por tres caminos de Guadalajara a Zacatecas (por Aguascalientes, Nochistlán y Jerez) cuyo interés destaca la Tercera Salida, donde habla de nuestro pueblo, Colotlán:






jueves, 17 de abril de 2025

La Segunda Guerra Cristera en Colotlán de 1932 a 1938

Por: José Alonso Serrano Campos

La Segunda Guerra Cristera abarcó parte del gobierno de Lázaro Cárdenas (1934–1940), a raíz de que el Congreso realizó modificaciones al artículo 3 de la Constitución Mexicana en octubre de 1934 para incluir el siguiente texto introductorio: "Artículo 3. "La educación será socialista y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.”

La promoción de la llamada “educación socialista" encontró una fuerte oposición entre algunas partes de la sociedad, en Colotlán la gente no quería mandar a sus hijos a la escuela porque les enseñarían “el marxismo”.

Muchos cristeros se levantaron en armas nuevamente, seguidos de otros católicos, pero durante este periodo maestros desarmados se encontraron entre los principales blancos de las atrocidades cometidas por los cristeros durante este periodo.

Los maestros rurales no participaron en el conflicto armado, pero algunos no aceptaron dejar sus escuelas y comunidades, y a muchos se les cortaron las orejas o les arrebataron la vida como resultado.

En los peores casos, los maestros fueron torturados y asesinados por los cristeros. Se ha calculado que al menos 300 maestros en todo el país fueron asesinados entre los años 1935 y 1939, incluyendo el caso de Lucía Curiel en Canoas; Asimismo puede citarse el caso de la maestra María Rodríguez Murillo, quien fuera ultrajada y muerta por un grupo de cristeros en Tabasco, Zac.


Ataques de los cristeros en contra de los maestros rurales

Lucía Curiel Rivera nació el 16 de septiembre de 1887 en la comunidad de San Nicolás, perteneciente al municipio de Colotlán, Jalisco su padre fue Don Dionicio Curiel Ramos y su madre Lucía Rivera Rodríguez, quienes hicieron vida en Colotlán y no dejaban atrás del todo a su tierra al este de la población.

Casada fue con el joven Pablo Huizar Ramos, también originario de San Nicolás el 5 de abril de 1911 en la Parroquia de San Luis Obispo de Colotlán, tuvieron a su hijo Adrián Huizar Curiel que nació en su rancho el 31 de octubre de 1911.

Poco se sabe de la vida de la maestra Lucía, pero en su tiempo, a principios de 1900, le tocó ser alumna de las primeras escuelas donde aceptaban niñas, cabe recordar que hasta 1935 llegó la primera escuela oficial para niñas, la instrucción era en casas de señoritas que impartían las primeras letras.

Contemporánea del Prof. Diego Huízar Martínez, con quien llevaba una estrecha amistad, coincidiendo en ideales por su vocación de maestros, al tiempo muchos maestros lograron incursionar en las escuelas oficiales, la profesión se dispersó más en las rancherías, donde en aquellos años todavía existía gran concentración de personas, hoy se sabe la gran mayoría de aquellas comunidades están solas o prácticamente deshabitadas, sus escuelas solas, cerradas y abandonadas.

Cuentan que por la Morelos en una casa está un cuadro de una mujer de San Nicolás, se trata del retrato de la maestra Curiel, una gran historia, en San Nicolás si había Curieles, en la familia de don Bernabé Huízar. Arriba de la casa de don Bernabé Huizar allí vivían esos Curieles. Ella era maestra y la mataron en Canoas, cuando la cristiada.

Mataron a la maestra Curiel en el Rancho de Canoas el 11 de diciembre de 1937 en el registro de su defunción se lee: “por lesiones de arma de fuego, maestra rural, a los 48 años de edad, originaria de San Nicolás”.

Contaron los testigos del hecho que fue un tal Miguel Olvera el que mató a la querida maestra rural Lucia Curiel Rivera, estaba de maestra en el rancho de Canoas (hoy es más bien un barrio de la cabecera). Los cristeros tenían consideradas a las escuelas como anticatólica. Lucita gozaba de la amistad de los pobladores de las Canoas.

Desde 1930, la persecución y asesinato de maestros fue una de las situaciones más comunes en aquel tiempo, creando un ambiente hostil de la población hacia las cuestiones educativas. Se Corría el rumor de que las enseñanzas eran comunistas, y que se daban lecciones sobre sexo.

En 1934, fueron asesinados el presidente municipal de Colotlán Don. Segundo Ortega y el inspector escolar de la zona el Profesor. Francisco Javier Huízar. 

En marzo de 1935, la situación del maestro rural era insostenible, debido a la ignorancia, fanatismo y malos consejos de los explotadores de nuestro pueblo y aunque aparentemente no se veía una oposición franca, había enemigos encubiertos solapados, dispuestos a sacrificar al maestro a la sombra y en el misterio.  

En 1936 ya habían quemado la escuela de Canoas, en donde años más tarde en 1937, la maestra Lucia Curiel, es enviada de Guadalajara, para que reanude el servicio educativo. Inicia sus labores cambiando notablemente el aspecto de la escuela. Al poco tiempo de su llegada hizo una fiesta para dar prueba del aprovechamiento escolar, su trabajo le absorbía todo el tiempo. Fue así como planea hacer una kermés, invitando a las autoridades educativas y a los padres de familia. Los fondos por recaudar serían para adquirir mobiliario.

Ella era trigueña, de buen cuerpo y muy platicadora, fue en esa misma kermés que llegaron cuatro fulanos al caer la tarde, pardeando ya para oscurecer a eso de las 8:00 PM y preguntaron quién era la profesora de la escuela, cubiertos con largas cobijas gritaron “Que Viva Luz Curiel” con la intención de identificarla, salió ella y les dijo: “Muy a sus órdenes, yo soy”, la sacaron a la orilla del patio y todavía no terminaba de hablar cuando recibe el primer disparo.

Se le oyó decir “Yo no Soy, Dios mío...”  el cuerpo cayó al tiempo que la linterna que traía en la mano caía también, se escucharon varios disparos más. Todo pasó tan rápido, el correr de las personas hacia un lado y otro, la confusión, el llanto de algunas mujeres, desbordó el terror de todos los presentes que paralizados por la sorpresa corrieron para ponerse a salvo.

A Lucita (como le decían sus amigos) le arrebataron la vida por su celosa entrega a su trabajo educativo y de apoyo a los campesinos, ella se presentó con ellos y ellos al instante le dispararon, porque decían que enseñar a los niños no era bueno y ella los había estado desobedeciendo.

Olvera era un viejo loco que andaba por allí por la sierra. Lo agarraron por ahí por las Canoas, lo trajeron a la cárcel del pueblo y lo mataron también. Lucita tenía un hermano llamado Tomas Curiel, era aguador, acarreaba agua en unas burrillas.

Así fue como víctima de la ignorancia, muere la maestra Lucia Curiel, quien sin importarle la situación por la que en ese tiempo atravesaba el magisterio, dio su vida por sus ideales, sembrando la semilla del saber.


La iglesia

En la cristiada los cristeros entraban a la iglesia, no tenía bancas, la gente tenía que estar de rodillas o parada en el piso de madera, pero en ese tiempo no dejaban entrar a todos, entonces salían los sacerdotes y les decían a los peleoneros: “Toma esta estampita de la virgen de Guadalupe y esta crucita de palma bendita, ponte la cruz en tu sombrero y la virgen de Guadalupe por dentro y si te matan tú ya vas a correr derechito al cielo porque ya tienes la gloria dada por estar en defensa de cristo, de la religión de cristo o sea de los cristeros”.

Dicen que según cuando ya iban a salir les decía el sacerdote “vénganse para bendecidlos” y ya todos se hincaban y en el nombre del señor, les daban la bendición, les bendecían las armas y ya se iban. Las palmas esas que les daban las hacían en el nombre de dios, por eso al que mataran se iba derecho al cielo.

Para ese tiempo se juntaron mucha gente en el camposanto de arriba, donde hoy es la Secundaria Foránea, para ir a visitar a la Virgen de Santiago a pedir por el temporal. Iban muchas muchachas, Lorencita Salazar entre ellas, era vecina en la calle Cuauhtémoc, cerca de la calle del Centenario, que era muy arenosa y donde eran los rodeos. Don Agustín Rivera, muy prepotente, mandó a la policía y quisieron meter o las metieron a la cárcel a las que iban a Santiago.


Los agraristas

En otro lado, al líder agrario Avelino Navarro a fin de que lo mataran andaban más de 50 empistolados detrás de él. Cuando mataron a don Segundo Ortega en 1934, estaba el bolón de gente por donde quiera, estaba oscureciendo y nadie los conocía ¿No los conocerían? ¡A todos! pero que iban a decir ¿Usted cree que no los iban a conocer? Si hasta de muertos, pero el temor estaba presente en la población.

Don Felipe Márquez Villegas era del año 1919, nacido en San Juan de Potreros, avecindado en Colotlán, agrarista con parcela en el Ochotal, le tocó todo el mitote de la cristiada, escuchaba la balacera cuando se agarraron en la “Mesa de las Tarjeas”. Conoció perfectamente a Don Agustín Rivera, hombre de buen tamaño y bien parecido.

En una ocasión contó que Don Manuel Márquez le había solicitado al gobernador un camino de Colotlán a Potreros, y el gobernador le ordenó al presidente que lo entregara, y fue así como acudió don Agustín Rivera. Primitivo Huizar y don Manuel Márquez eran compañeros de armas, también de Potreros. Él decía que cuando aprehendieron al Sr. Cura Magallanes y al padre Caloca en Totatiche, los trajeron a Colotlán. Que Primitivo fue el que los mató, que Primitivo divisó que los verdugos comenzaron a tener miedo, y que les dijo:

- ¡Quihubo jijos de acá y más allá, tienen miedo de matar a estos jijos... Primitivo tomó el arma y él les sonó “cuetazos”. Una viejita de Totatiche, que andaba con los padres, platicó que ella se vino con ellos a ver en que paraba, y que los soldados la aventaban, y que al tiempo que los padres cayeron se vino un perfume de flores y que habían caído entre la tierra suelta y el estiércol. Que ella deseaba que allí hubiera estado toda su familia, para que hubieran olido el perfume. Luego sacaron los cuerpos a la calle y mujeres recogían la sangre con trapos o algodones, los metían en recipientes y se iban.

En la casa de una señora muy viejita por la calle Centenario, luego dicen que llegaron los cristeros buscando a las muchachas y se las llevaron, vinieron buscando por estos rumbos y entonces todas estuvieron escondidas, pero ya se acabó la guerra de la cristiada y todo quedó en paz, solamente quedaron las puras paredes de las casas que quemaron, mucha gente se fue a refugiar en diferentes rancherías.

Los soldados y otras historias

Durante la Cristiada estuvo destacamentado el 75 regimiento en Colotlán, por la Morelos, luego por Hidalgo, luego terminó en Tlaltenango y no dejaban de venir al pueblo a hacer sus desmanes, el estado mayor se estableció en la casa que fue de las Zulueta, que luego fue el “Super González” en la esquina de Guerrero y Morelos. 

Unas cuantas casas más hacia el barrio alto, tenía su casa el Dr. Ramón Cumplido quién era un hombre delgado, moreno, de dientes pequeños y muy pretencioso; estaba casado con una hija del árabe don Salvador Ahued, que había venido de Argentina con sus hijos; pusieron tienda de ropa buena, donde Romualdo tuvo después su tienda, ellos tenían dinero. Las muchachas eran jóvenes, blancas y muy bonitas y con una de ellas se casó el doctor. La pareja tuvo un hijo, que se les contagio de una enfermedad y murió.

Simón Navarro Alejo contó en vida que en la Cristiada se pelearon aquí en Colotlán con los gobiernistas. Agarraron los cristeros el sistema de entrar por las casas, taladraban y hacían agujeros en las paredes con barras para pasarse de una casa a otra. Pasaban la bocacalle y seguían con otra manzana, hasta llegar a los fortines.

El cuadro de la Plaza era el primer cuadro, estaba el gobierno fortificado en las azoteas y las iglesias. Los Cristeros llegaron hasta su casa de la esquina de Juárez y Guerrero, por una ventana que estaba por la Juárez, le disparaban al fortín.

Allí estuvieron todo el día guerreando y en la tarde se les antojó a los del gobierno hacer un toro de petate. Tenían el mesón de San Luis en la calle Obregón, frente a la plaza de toros, allí tenían los caballos. 

En la Calle Ramón Corona, tenían un vallado como de dos metros para que no pasaran los cristeros. Un grupo de ejidatarios ensillaron los caballos y salieron por las calles gritando que vivera el 75 regimiento, que era un regimiento muy valiente, y que le tenían miedo. 

Como que habían venido a reforzar a Colotlán. Se los creyeron y dieron la orden de retirarse. Ya habían tomado casi todo Colotlán, ya nada más quedaba el centro. Decían que los cerros nada más blanqueaban de cristeros, miles de cristeros apostados en la cantera, el Zanjón, el cerrito de la Santa Cruz. 

Se habían reunido todos los del partido de los cristeros para venir atacar a Colotlán. Cuando se fueron los cristeros, los del gobierno llegaban a las casas donde habían estado los cristeros. Llegaban a las casas los gobiernistas y con ellos, don Jesús Navarro, el primer ejidatario de Colotlán. Y les decían: - Es verdad que aquí estuvieron haciendo fuego los cristeros, al fortín de enfrente. -Si señores, pero yo ni modo de detenerlos. 

Rubén la Ruca andaba de cristero, traía botas, pantalón beige, su 45 fajada y su rifle. Él era cabecilla de los cristeros. Allí en la esquina de Paseo y Juárez mataron a un cristero, muy conocido, se llamaba Andrés Contreras, se salía a media calle a torear a los del fortín. Hasta que le atinaron. Allá arriba en la esquina del hospital (hoy el colegio Jalisco) mataron a un ejidatario de Huacasco, también muy valiente. Después de que pasaba el revoltijo, la gente iba a ver los muertos, antes de que los levantaran.

Los fortines estaban colocados de tal forma que favorecían el primer cuadro de la plaza, había uno en la esquina de Juárez y Guerrero, estaba otro fortín en la calle de arriba; en la torre de la iglesia estaba otro fortín para tirarles a los de lejos, a los de las orillas; en el mesón de San Luis en la calle Obregón, estaba la caballería del ejército. 

El San Francisco era allá abajo, el puerto Arturo, el Zaragoza. Luego hicieron unos vallados, para que no entraran hasta el centro los cristeros a caballo. En la Obregón había uno, en la Hidalgo. Vallados altos de dos metros, para que no brincaran los caballos. Cuando acordaron tenían invadido todo el pueblo, ya nada más el centro, los cristeros eran muchos, nomás se veían los cerros con la caballería. A la muerte de don Herminio Sánchez, mucha gente se desertó, ya no andaban contentos con don Felipe Sánchez, dicen que era muy bueno para andar a caballo, bueno para montar y brincar cercas, él se defendía a patas de caballo. Hermano de don Manuel Sánchez, hombre alto y bien parecido, esposo de Cointa Ramos. Su hija fue Sunny, reina de las fiestas patrias. Él se fue a vivir a Fresnillo y allá murió.


miércoles, 16 de abril de 2025

La Guerra Cristera en Colotlán de 1926 a 1929

 

Gobernaba al país el General Plutarco Elías Calles, desde el 1° de diciembre de 1924, cuando el 7 de julio de 1925, cobró importancia, sobre todo en Jalisco, Guanajuato y el Distrito Federal, la organización de tipo exclusivamente religioso llamada Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa (LNDLR), y que los dirigentes del clero mexicano habían fundado con anterioridad, de conformidad con el Papa romano y con exclusivo objeto de combatir la tareas del gobierno, particularmente sobre legislación obrera, educación y reparto de tierras.

Calles era considerado como el peor enemigo de la religión católica; motivo por el cual comenzó la subversión de la Liga Nacional de la Defensa de la Libertad Religiosa que encabezaron los dirigentes con motivo de encauzar las tareas hacia los fines perseguidos, se celebró en Guadalajara, en los primeros días de enero de 1924, la Convención de la Unión Popular Jalisciense, organismo que era una especie de la Delegación de la LNDLR.

En esta convención —dice Antonio Rius F., autor del México Cristero- usaron de la palabra, el asistente eclesiástico de la Unión diocesana, Canónigo Garibi Rivera, después Cardenal de México; el Reverendo Padre Méndez Medina; el R.P. Ocampo; el P: Higinio Gutiérrez; el Lic. Agustín Navarro y el Lic. Agustín Yánez (este último, Director del Periódico "La Época") fundado por el dinámico caballero de San Gregorio Magno, Pedro Vázquez Cisneros. Agustín Yáñez ocuparía la Gubernatura del Estado de Jalisco, seis lustros más tarde, como representativo de la Revolución.

Como se ve, éstos fueron los primeros pasos que se dieron para dar mayor fuerza a una organización que más tarde había de ser la directora intelectual del conflicto armado, llamado Revolución Cristera pero no solamente se vigorizó la existencia de la Liga Nacional de la Libertad Religiosa (LNOLR), sino que también cobró nuevos impulsos la organización denominada Acción Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), que preparó a muchísimos jóvenes para lanzarlos oportunamente a la lucha armada.

La Ley Reglamentaria del Artículo 130 Constitucional, aprobada el 4 de enero de 1926 y que entre otras cosas establecía la conveniencia que cada Entidad Federativa, por decreto respectivo de su Cámara Local, fijara el número de sacerdotes indispensables en cada ciudad de su jurisdicción; el derecho a ejercer el ministerio en cuestión, solamente a los mexicanos; la prohibición del culto externo y otras disposiciones de menor importancia, como la Ley Calles (Decreto que reformó el Código Penal Federal), que entró en vigor el 31 de julio de 1926 y que a la vez establecía también sanciones a las corporaciones religiosas y sus ministros, al incurrir en desobediencia a los mandatos de la reglamentación del citado Artículo 130, fueron el motivo para que estallara con todos sus horrores, el conflicto armado a que nos referimos.

Le habían asegurado que el 30% de la población mexicana estaba dispuesta a sacrificarse en defensa de la fe y los intereses de la iglesia católica, y que, en unos cuantos meses, la situación quedaría completamente dominada.

Los sacerdotes atendieron desde luego la disposición, absteniéndose de concurrir a los templos y suspendiendo toda clase de servicios religiosos. Muchos se dedicaron a visitar las casas de los fieles y otros menos sagaces empuñaron las armas, levantando grupos rebeldes. Comenzaron los levantamientos en distintas partes del territorio nacional, los motines y contrabando de armas.

En Colotlán, el 2 de agosto de 1926, un grupo de más de trescientas devotas, pretendieron linchar al comerciante Plácido Vázquez, cuando ya los hermanos Herminio y Felipe Sánchez, Salvador Cordero y otros, estaban preparados, organizando grupos por el rumbo de Totatiche.

El motín de las devotas se complicó por el poco tino del Vicepresidente Municipal en funciones, Sr. Dr. Don Pascual Cumplido, agregado a la simpatía que encubrió al iniciarse el mismo, pero que quedó de manifiesto al comprobarse que su esposa había sido una de las principales dirigentes del mismo. Sucedió de la siguiente manera: Plácido Vázquez, Regidor del H. Ayuntamiento, se había dado cuenta que la policía atravesó la plaza de armas conduciendo al Sr. Francisco Flores, que, en estado de ebriedad, gritaba sin descanso: "Me llevan porque soy católico", "Viva Cristo", "Viva Cristo Rey', y otras cosas más. Vázquez, liberal de extrema izquierda, entrevistó más tarde al Dr. Cumplido para sugerirle le impusiera a Flores un castigo ejemplar. El Vicepresidente, que era de carácter muy violento, le contestó que aún que tenía el cargo de Regidor, distaba mucho de convertirse en jefe de él, y que por lo tanto, se largara y dejara de entrometerse en asuntos que a él sólo correspondían. Hechos de palabras, se disgustaron, llegando a decirle el doctor, que en la tarde reuniría a los Munícipes para entregarles la Presidencia. Vázquez a su vez, le contestó majaderamente, retirándose encolerizado.

Al día siguiente, encontrándose enfermo el Sr. José Flores, llegó a la casa de éste el Dr. Medellín, que venía desde Zacatecas a atenderlo. Cuando llegó, se encontraban con el enfermo algunas personas, entre ellas el Sr. Miguel del Muro, y preguntando al médico sobre qué novedades traía, éste contestó que en Zacatecas no había cosa notable, pero que en Jerez pudo darse cuenta que había muchas fuerzas federales, mismas que habían cerrado el templo y que al salir él hacia esta ciudad, habían tomado otro rumbo.

Esta información bastó para que todos los presentes se alarmaran; Miguel del Real se despidió luego y presuroso se encaminó a la casa del párroco Sr. don José Martínez y nerviosamente lo puso al corriente de las novedades, y ambos se fueron a la iglesia junto con otras personas a quienes pudieron informar momentáneamente. La noticia se extendió rápida en pocas horas, y en la tarde las mujeres llenaron la iglesia, informadas por el sacerdote, que les anunció el cierre del templo y la ausencia de Dios de la ciudad, comenzaron a llorar desconsoladamente. Una comisión de las mismas trató de entrevistar al Dr. Cumplido, pero el mandatario pretextando indisposición, les informó a través de su señora esposa, que él no podía hacer nada a su favor, que si los templos se cerraban, era cuestión de atender alguna disposición del Gobernador del Estado, pero que en todo caso los señores Regidores serían quienes dirían la última palabra. La señora de Cumplido, que desde ese momento se perfiló como una de las directoras del motín, alteró la situación con protestas airadas y contando además las dificultades que tuvieron dos días antes Cumplido y Vázquez.

Ante situación tan alarmante, más de 300 devotas irrumpieron armadas con garrotes, machetes y hasta armas de fuego, de la iglesia hacia la calle Cuauhtémoc, el Mercado y la Plaza Principal, encontraron a J. Jesús Rosales, que fungía como Regidor, y gritando: "mátenlo por enemigo de Dios”, se le echaron encima. Rosales no se atemorizó, haciendo ademanes con demasiada sangre fría, logró contenerlas en un instante, por haberles hablado en nombre de Jesucristo, citándoles bellos pasajes bíblicos y haciéndoles comprender que estaban en un error, ya que él era católico. Su admirable sangre fría lo libró de haber sido muerto por las fanáticas.

Las amotinadas se dirigieron luego al comercio de otro de los Regidores, el Sr. Enrique Basurto Aviña que, sorprendido por la gritería, se retorcía las manos con impaciencia y pavor, Implorando calma, logrando al fin salir ileso gracias a su parentesco con el Cura Ortiz, conocido de las revoltosas y a quien aludió varias veces.

La mayor parte de las fanáticas se habían ido a casa de Plácido Vázquez en esos momentos, apedrearon muebles, macetas y otros útiles. El P. Espinosa, que circunstancialmente pasaba por allí y Bartolo Ramos Jr., novio de una de las hijas de Vázquez, llamada Rebeca, lograron calmar a las amollinadas. El Sr. Ramos quitó a su novia un rifle, pues la muchacha, a pesar de su corta edad, intentó disparar a las devotas desde una de sus habitaciones.

Dispersa la multitud, las devotas no recibieron castigo alguno, solamente Adelaida de la Isla, que era Maestra al servicio del Sistema Estatal, fue cesada de su empleo, por ser una de las dirigentes principales.

Algunas personas consideran que el Dr. Cumplido pagó muy caros sus errores y los de su esposa, ya que a ello se atribuye su muerte acaecida en Guadalajara poco tiempo después. Se asegura que una noche fue sacado violentamente de su domicilio particular por individuos que portaban el uniforme reglamentario del ejército nacional, mismos que lo asesinaron en despoblado a la salida de la Capital.

En Chalchihuites, Zacatecas, durante ese mismo mes, el Secretario del Ayuntamiento denunció una conspiración jefaturada por el P. Batís; fue comisionado por la Jefatura de la Zona Militar, con cabecera es Zacatecas, el Teniente Blas Maldonado, que se trasladó a aquel lugar y aprehendió al sacerdote, junto con otros jóvenes. Como tratara de fusilarlos, el pueblo se amotinó, por lo que el oficial tuvo que salir de pueblo con los prisioneros. El populacho instigado por Pedro Quintanar, comerciante de Huejuquilla el Alto, que a razón se encontraba en aquella población, pretendió perseguir a los federales para arrebatarles los presos, por los que éstos tuvieron que hacer fuego sobre los amotinados, resultando algunas personas muertas y otras heridas. Como los perseguidores continuaron de lejos organizándose y tratando de enfrentarse a las tropas del gobierno. Maldonado fusiló a los prisioneros, volviéndose a Zacatecas.

Con este motivo, Pedro Quintanar se levantó en armas y enterado el Jefe de la Zona Militar, Gral. Eulogio Ortiz, organizó su persecución y Quintanar tuvo que andar durante algunos días a salto de mata optando por la rendición, que se llevó a cabo en septiembre, entregando al General las armas de que disponía.

Pero Quintanar no era hombre que cumpliera su palabra, así que supo de los levantamientos en la región sur de Colotlán, con fecha 1° de noviembre volvió a las armas, levantando en Huejuquilla 200 rebeldes con los que se encaminó al sur y en el “Gato” en compañía del P. Montoya, se ofició una misa de campaña, a la que concurrieron distintos grupos rebeldes que habían sido convocados. Después de la misa, se reconoció como Jefe Supremo de las fuerzas al Sr. Herminio Sánchez, teniendo un encuentro con los federales pocos días después, en las inmediaciones de aquel lugar.

Derrotados emprendieron la marcha hacia Colotlán, pero no se decidieron a atacarlo y el grueso de la columna se dividió, volviendo una parte a Huejuquilla y siguiendo la otra hacia el sur, siendo derrotados nuevamente en Coculitén a mediados de noviembre, pero volviéndose a reunir el día 20 -transcribo al autor de México Cristero- en Villa Guerrero, Jal., continuaron con varios incidentes su incansable peregrinación y el día 26 se enfrentaron en las Atarjeas, entre Totatiche y Colotlán, a un enemigo superior.

Los rebeldes se encontraban “afortinados” a lo largo de un ancho vallado y cercas que servíanles de protección y el número aproximado podría variar entre mil y mil doscientos hombres. El número de federales que mandaba como Jefe el Gral. Eulogio Ortiz y su segundo el Gral. Arenas, era un número de quinientos hombres, con la ventaja de que éstos contaban con mejor armamento y mayor pericia en la estrategia militar.

La batalla comenzó a temprana hora, ya que el Gral. Ortiz, avisado de antemano por sus espías, estaba enterado del lugar donde se encontraba el enemigo, el cálculo aproximado de su número y la clase de armamento con que contaba y no obstante la superioridad de los cristeros, se les enfrentó decididamente y con premura. todavía al medio día, era de punto imposible conseguir ventaja sobre las posiciones rebeldes, a pesar de las distintas maniobras de estrategia que disponía frecuentemente el clarín.

Con demasiada insistencia se divisaba a un charro que en brioso caballo recorría las posiciones de los cristeros. Descansando el general con parte de su Estado Mayor a la sombra de unos árboles en una pequeña prominencia, casi fuera del alcance de los proyectiles enemigos, enfocando sus gemelos al cerro de las líneas enemigas, llamó su atención la valentía del charro que desafiaba la muerte alentando a sus hombres. Pasó los gemelos al Sr. Primitivo Huizar con la orden de fijarse en tan valiente jinete, para ver si lograba reconocerlo, ya que sospechaba que fuera el general en jefe enemigo. El Sr. Huizar que conocía personalmente al Sr. Herminio Sánchez, confirmó la sospecha del general, al asegurar que se trataba de él.

El Gral. Ortiz, tomando nuevamente los catalejos, comentó que no estaba difícil tumbarlo e invitó a varios oficiales allí presentes, a realizar voluntariamente tamaña comisión, ofreciendo al que la cumpliera, el grado de coronel.

Un Subteniente apellidado Castro, contestó inmediatamente que él mero se lo "echaba" y que solamente necesitaba a alguien que lo protegiera llamando la atención del enemigo desde un grupo de magueyes que se encontraban a escasos metros de las líneas rebeldes.

Como nadie se decidiera a hacerlo y un silencio aterrador puso los nervios en tensión, con voz irónica retó al Sr. Primitivo Huizar, diciéndole: "pos a ver si deberas es usté hombre". Y él aceptó el reto, suplicándole al General le facilitara un fusil ametrallador. El General accedió y ordenó de inmediato al Gral. Arenas que con un buen número de soldados llamara fuertemente la atención del enemigo en otro punto distante al que Castro había elegido para cumplir con su misión voluntaria.

Las órdenes fueron cumplidas en el acto y el Subteniente Castro y el Sr. Huizar arrastrándose como torpes reptiles, con el objeto de pasar desapercibidos por el enemigo, se deslizaron pesadamente. Fue un momento que les parecieron siglos. Finalmente, el señor Huizar alcanzó el punto convenido y tras un montón de piedras comenzó a disparar con el propósito de distraer al enemigo y lograr que Castro llegara a su destino. Éste continuaba arrastrándose entre el abrojal y por momentos daba la impresión de un cadáver, pero logró situarse en el sitio por él escogido. Minutos después apareció el charro, próximamente al lugar de acecho y Castro abrió fuego. El estrago del combate era aterrador a lo largo de la línea y minutos después se vio como el charro caía del caballo. El Genera, que observaba atentamente con sus gemelos, también lo vio y el corneta tocó diana. El bando rebelde pareció confundirse, pero al percatarse de la presencia cercana del Subteniente, más de 50 fusiles le vomitaron su plomo mortífero, quedando muerto en el acto.

Aunque el Sr. Huizar no reveló el número de federales muertos, por prohibirlo las ordenanzas, si decía que el número de heridos sobrepaso a 15, entre ellos el Gral. Arenas, a quien una bala expansiva le atravesó los muslos. Por parte del enemigo calculó alrededor de 30 muertos, sin precisar el número de heridos. Debido a que los rebeldes se retiraron sin ser perseguidos, se logró enterrar a los muertos y recoger a los heridos. Al valiente Castro se le rindieron honores de coronel.

Con la muerte de tan connotado Jefe Rebelde, los cristeros perdieron parte de su buena organización y dirección atinada. Felipe Sánchez, Salvador Cordero, Justo de Ávila, Pedro Quintanar, Castañón y otros jamás tuvieron la capacidad y dotes militares del General Herminio Sánchez Sánchez, caído el 26 de diciembre de 1926.

Los agraristas de la religión, aunque muy pocos entonces y todavía sin haber recibido los beneficios de la Revolución Mexicana, sus solicitudes estaban en trámite, pedían armas a gritos para defender sus intereses y su ideología revolucionaria.

El precursor del agrarismo regional, Sr. Don Martin Plascencia, reforzado ahora por los Sres. Primitivo Huizar Robles, Rogaciano Márquez, José María Navarro y otros, urgían a las Autoridades Agrarias la dotación profesional a varios ejidos, que desde 1924 iniciara Plascencia.

Por fortuna, a fines de 1926, el gobierno accedió a proporcionarles armas y al grito de Tierra y Libertad", se enfrentan a los rebeldes en varias acciones, muchas veces acompañando al ejército federal.

El 1° de enero de 1927, tomó posesión como Presidente Municipal el Sr. Francisco R. Mayorga pero como no conviniera a los intereses de la política, que comenzó a balancearse a favor del agrarismo, tuvo que entregarla a los cuatro días al Vicepresidente Sr. Felipe Macías, que el 13 de abril del mismo año la entregó a Leovigildo Corona, líder consumado que convivía con el grupo anticristero y que terminó al finalizar el año. Lo sustituyó en una breve licencia de 11 días el señor Macías.

A principios de 1927 comienza a sonar un nombre hasta entonces desconocido en la ciudad y en la región, y que había de opacar a todos los agraristas, aprovechándose del espaldarazo que de buena fe le habían dispensado lo más distinguido del grupo liberal. Agustín Rivera, originario de El Carrizal.

Entre tanto, la rebelión cundía por todo Jalisco, particularmente en Los Altos y en nuestra región y el número de armados ascendía constantemente, tanto en las filas rebeldes como en las agraristas.

Las comunidades de El Carrizal, municipio de Colotlán, Sotoles y Huacasco, del municipio de Santa María de los Ángeles, fueron dotadas de tierras provisionalmente en septiembre y octubre de este año y esta circunstancia aumentó el odio del bando rebelde.

Durante el año a que nos referimos, la ciudad estuvo resguardada por agraristas y fuerzas federales al mando del Teniente Coronel Medina, que con frecuencia salían a batirse al enemigo por distintos rumbos.

El domingo 8 de mayo de ese mismo año, los rebeldes al mando de Felipe Sánchez, Quintanar y otros, pusieron sitio a Colotlán. Comenzada la acción a temprana hora, se prolongó hasta medio día en que los sitiadores se retiraron dejando algunos muertos, en vista de haber sido atacados a retaguardia por los agraristas de Huacasco. Los Cristeros tomaron la plaza, en dicho combate hubo 55 muertos, entre ellos el Presidente Municipal y el jefe de las defensas sociales.

El día 5, es decir tres días antes, se había celebrado una corrida de toros, con motivo de la conmemoración de la Batalla de Puebla, y se había anunciado para el día 8 la siguiente, que no se realizó, debido a las circunstancias antes apuntadas.

El Teniente Coronel Medina, durante sus salidas, acostumbraba dejar resguardada la plaza con elementos agraristas y a fines de mayo se dirigió a Totatiche, donde aprehendió a los padres Magallanes y Caloca, a quienes condujo a esta ciudad la noche del 25 de ese mes, fusilándolos otro día al amanecer en los corrales de la Presidencia Municipal, y tirándolos a la calle frente a la misma, donde estuvieron varias horas los cadáveres. Muchas personas desfilaron ante los mismos y en algodones recogían la sangre de los cuerpos, ante la mirada de los soldados.

El 21 de agosto del tantas veces mencionado año de 1927, el Sr. Gral. Crisanto E. Quintero, Comandante del 75° Regimiento, fijó su matriz en Tlaltenango de Sánchez Román, comenzando desde luego una formal persecución de los rebeldes.

Por esos días, había sido designado por la Liga Nacional de la Libertad Religiosa (LNDLR) jefe de las fuerzas rebeldes en el Estado de Jalisco, el Gral. Enrique Gorostieta. Era nativo de Monterrey y estudió en el Heroico Colegio Militar y ya en 1910, era Cadete. Alcanzó en pocos años el Generalato y en tiempos de don Venustiano Carranza, fue dado de baja del ejército y tuvo que salir del país.

Con tan experimentado Genera, el Episcopado Mexicano y la LNDLR, creyeron seguro su triunfo al menos en el estado de Jalisco.

Gorostieta tomó luego el mando de las tropas que se le confiaron y poco después se le unieron José Ma. Gutiérrez y Teófilo Valdovinos, que unidos atacaron Jalpa, donde estuvieron a punto de derrotar a los federales; más tarde tuvieron otra escaramuza en Florencia, Zacatecas pero sin resultados a su favor. Parece que el más afortunado lo era Pedro Quintanar, que muy pronto fue ascendido a General por el mismo Gorostieta.

Al mando de Quintanar, operaban distintos grupos distribuidos en Durango, Zacatecas y nuestra región.

En el área huichola, su segundo era Juan Bautista; en Huejúcar y Monte Escobedo, el mayor Luis J. Montellano y por Colotlán y Totatiche, el Coronel Felipe Sánchez.

El Gobierno Estatal, influenciado por los amigos de Jorge E. Preciado, confeccionó la planilla de munícipes para 1928, misma que encabezaba este; pero Leovegildo Corona y Agustín Rivera, junto con los agraristas, habían preparado la suya y que encabezaba Agustín Rivera. Por tal motivo, cuando se tuvo noticia de que Preciado venía en camino a tomar posesión de su cargo, Corona y los suyos tomaron algunos acuerdos tendientes a adueñarse del poder, después de una serie de reuniones secretas.

El 1° de enero de 1928 cuando Preciado trató de tomar la Presidencia, acompañado de varios amigos se encontró con que las guardias agraristas, apostadas en todas las entradas del edificio, le impidieron la entrada. Trató de atemorizar a las mismas y a los responsables del bloqueo señores Manuel Pacheco Ávalos, Primitivo Huizar y otros. Estos contestaron que se retirara inmediatamente de la ciudad, por no haber encontrado apoyo. Tomó posesión de la Presidencia el Sr. Agustín Rivera y como Vicepresidente el Sr. José María Navarro, ambos agraristas. Esta fue la segunda ocasión que el grupo agrarista se adueñó del poder aunque esta vez por la fuerza.

A partir de este hecho, Rivera se perfiló como líder agrarista de la región, su personalidad y valentía mucho le ayudaron para encumbrarse, aunque su falta de cultura más tarde dividió a los agraristas y liberales en dos bandos distintos. Equivocadamente los de extrema izquierda representados por los agraristas, calificaron a los primeros de reaccionarios: J. Jesús Rosales, Adolfo y José de Jesús Moreno, Prof. Francisco J. Martínez, Carlos M. De León, Andrés Iturriaga, Segundo Ortega, J. Inés Huizar y otros, aunque la mayoría eran católicos, distaron mucho de ser reaccionarios.

Agustín Rivera fue uno de los pocos presidentes con grandes dotes de organizador que haya tenido nuestra ciudad, no obstante su carácter recio y su escasa cultura.

En mayo del mencionado año, realizó brillantes festividades en ocasión de la conmemoración de la Batalla de Puebla: desfiles, toros, serenatas, etc., hicieron olvidar a los tranquilos habitantes, el apogeo de la rebelión cristera.

Reconstruyó el Palacio Municipal, cotizando forzosamente a los comerciantes y demás personas solventes de la ciudad. Durante esta etapa del gobierno, en que se advierte ya un marcado interés por el mejoramiento de la Administración Municipal, y particularmente por el impulso a la educación, cuando menos en el área urbana, tuvo como su mejor amigo y consejero al dinámico y culto Prof. Francisco Javier Huizar Martínez.

En este mismo año, el Jefe de la Guarnición de la Plaza, Capitán Vela Gil, construyó con los elementos a sus órdenes, el quiosco de la plaza principal.

El movimiento rebelde continuaba extendiéndose y periódicamente amenazaba a Colotlán. Después del toque de silencio, dado a las nueve de la noche, en el Cuartel Federal, ubicado entonces en la casa donde se encontraba la Oficina Subalterna Federal de Hacienda, por la calle Guerrero, ningún ciudadano podía salir a la calle, y el que lo hacía, era conducido por los soldados al cuartel, donde se le interrogaba minuciosamente. Al día siguiente era multado por el propio Capitán Vega, sanción que sólo consistía en material de escritorio que el multado compraba en determinada tienda, mismo que era vendido posteriormente por el flamante Capitán.

Con frecuencia se soltaban "borregos", como llamaba el populacho a las falsas alarmas, de la presencia del enemigo en las cercanías de la ciudad. La gente corría a sus casas y muchas veces las damas rompían sus faldas que eran angostas y largas, para poder correr, por lo general se anunciaba la proximidad de los rebeldes con campanadas, pero esto sólo acontecía cuando el alto mando militar de la plaza lo disponía, indicándose con ello la posibilidad de una escaramuza.

Fuera de la acción de armas del 8 de mayo del año anterior, durante los primeros meses del año de 1928, no volvió a registrarse escaramuza de importancia.

La semana anterior a la Mayor o "Santa", se rumoró que el Coronel Felipe Sánchez estaría con seguridad en la ciudad a la capirotada, uno de los días santos. Por tal motivo las fuerzas agraristas, ya que el resguardo federal había salido de la población, permanecieron acuarteladas, al mando de sus jefes, en los mesones.

Finalmente, como se suponía, la mañana del lunes santo, entraron a la ciudad los rebeldes y la cruzaron de poniente a oriente, en la más completa de las calmas y tranquilidad, y repartidos en grupos. Atrevidamente uno de los mismos pasó casi por el centro de la población, cuando ya los agraristas habían ensillado y salido a las calles en su persecución, misma que se prolongó por distintos rumbos, sin que los visitantes audaces se atrevieran a enfrentarse a sus perseguidores, que dos horas más tarde, regresaron sin novedad.

El Sr. Agustín Rivera no terminó su periodo anual, pues con fecha 1° de noviembre de ese año, entregó el mando a don Jesús Rosales. En sus breves ausencias, que fueron algunas, lo sustituyó el Vicepresidente, el Sr. Don José María Navarro.

Hay que hacer notar que en el periodo de gobierno de Agustín Rivera, se exigió el uso del pantalón a todos los individuos, pues eran contadas las personas que lo usaban, dándose un espectáculo muchas veces hasta inmoral con el uso del calzón. Los policías recorrían las calles de la población en busca de niños vagos para llevarlos por la fuerza a la escuela, de tal suerte que la ciudad se proyectaba hacia nuevas costumbres, luchándose por la cultura.

Comenzaba ya por esos días a gestarse un movimiento de oposición al grupo agrarista, de tipo netamente político y el que en su primer intento no tuvo éxito. Este lo dirigían Francisco R. Mayorga, J Jesús Rosales y Andrés Iturriaga. El partido agrarista estaba demasiado fuerte, sostenido por hombres de la tala de Paco Huízar Martínez y otros que continuamente estaban acostumbrados a ver cara a cara la muerte en los campos de batalla.

Agustín Rivera tuvo la debilidad de no entender esta situación, que se le presentaba velada, dado a sus marcadas ambiciones de poder, así, creyó más tarde que él podía bastarse a sí mismo, con los elementos que le eran adictos y que, para hacer honor a la verdad, muchos de ellos, quizá los más valientes, aprovechaban la oportunidad para cometer toda clase de tropelías, aunque con demasiada discreción.

Nuevamente el bando agrarista, que contaba todavía con el espaldarazo de los revolucionarios a que se hizo mención anteriormente, triunfó en las elecciones municipales y el 1° de enero de 1929, el C. Agustín Rivera vuelve a hacerse cargo de la Presidencia, fungiendo como Vicepresidente el Sr. J. Jesús Rosales.

A principios de 1929 el Presidente de la República, Lic. Emilio Portes Gil, fundó el PARTIDO NACIONAL REVOLUCIONARIO que luego tuvo comités en todas las ciudades de Jalisco. En Colotlán, los fundadores del PNR fueron los CC. José Ma, Navarro, J. Jesús Rosales, Leovigildo Corona, Fernando Bustio G., Primitivo Huizar, Prof. Francisco Huizar M. y otros.

El 3 de marzo de ese año de 1929, estalló una nueva rebelión en Sonora, acaudillada por el Gral. Gonzalo Escobar que, aunque no de tipo religioso, como la que todavía asolaba a Jalisco y Zacatecas, tuvo su origen en el pretexto de que el Presidente Portes Gil trataba de imponer la Candidatura del Ing. Pascual Ortiz Rubio a la Presidencia de la República en las próximas elecciones. Los rebeldes trataban a su vez de sostener a mano armada la del Lic. Gilberto Valenzuela y lograron astutamente el respaldo de la mayor parte del ejército federal y pronto se propagó en los Estados del norte del país. El bando cristero se puso en contacto con los Generales Escobar y Urbalejo, principales jefes federales rebeldes y parece que llegaron al acuerdo de ayudarse mutuamente.

Con ese motivo el gobierno federal ordenó la concentración de todos los elementos gobiernistas a la ciudad de Zacatecas.

Pocos días antes de la fecha en que las tropas federales, que perseguían a los rebeldes de la región y demás elementos adictos al gobierno, abandonaran la misma, voló sobre la ciudad un avión verde, en cuyas alas traía dibujado un círculo tricolor. Fue el primer aparato aéreo que conoció la gente y que causó terror en muchas personas analfabetas. Era tanto el fanatismo todavía en esa fecha, que las mujeres se hincaban santiguándose devotamente y otras con los brazos en alto le ponían las cruces expresando las más groseras maldiciones.

El 19 de marzo del año referido, el 75° Regimiento abandonó la región, acompañado de buen número de agraristas y familias simpatizadoras del gobierno constituido. Los segundos se quedaron en Jerez y agregándose a los agraristas de aquella ciudad, alcanzando las fuerzas el número aproximado de 400, que dispuestos, esperaron con tranquilidad el ataque de los cristeros, pues nuestra región y buena parte del estado de Zacatecas, habían quedado completamente dominada por los cristeros. Así, en los últimos días de marzo y primeros de abril, nuestra ciudad se vio llena de elementos del Ejército Libertador, al mando del famoso Gorostieta y demás jefes rebeldes que a su llegada realizaron un gran mitin en la plaza principal. Hubo discursos y descargas en señal de regocijo y atención al creer que su triunfo estaba asegurado. Se nombró Presidente Municipal al Sr. José Flores, comerciante de reconocida filiación rebelde. Pero este triunfo aparente de los rebeldes coterráneos no se había de prolongar por muchos días.

Portes Gil nombró, para combatir a los rebeldes del Norte, al Gral. Plutarco Elías Calles, quien con 30,000 soldados de línea derrotó a los sublevados al mando de Escobar, en menos de dos meses, La ciudad de Jiménez, Chihuahua, sirvió de tumba a las aspiraciones descabelladas del flamante Escobar.

A raíz de haber aplastado con demasiada prontitud la rebelión Escobarista, el Gobierno comisionó al Gral. Montalvo con mil soldados y seiscientos agraristas de la región, el objeto de pacificar a la misma, llegando a mediados de abril. Tuvo su primer encuentro en El Tesoro, cerca de Jerez, inmediatamente después de su llegada. 

En esa acción, más de doscientos federales dieron la espalda al enemigo, circunstancia que para en peligro no solamente al Estado Mayor del Gral. Montalvo, sino a todas las fuerzas gobernistas. Es de notarse que se peleó a bayoneta calada y que la batalla terminó después de medio día; se efectuó la más horrible confusión por haber robado los rebeldes la contraseña a los agraristas, que consistía en la manga del brazo izquierdo arremangada. Los cristeros, en número aproximado de 2,500, hacían esfuerzos denodados por ganar las ventajas de una elevación en el terreno de la lucha, y fue casi en las alturas de la misma donde los combatientes cayeron hasta el horror. El propio Gral. Montalvo estuvo a punto de caer abatido si no es por la intervención oportuna de los jefes agraristas, entre ellos el Sr. Primitivo Huizar, que protegiéndolo valientemente, lograron no solamente cambiar la contraseña de buen número de agraristas, sino instalar en las alturas tres ametralladoras, habiendo salvado la situación de desesperación de los artilleros que debidamente instalados, hicieron estragos en las filas enemigas.

El campo quedó cubierto de cadáveres, pertenecientes a ambos bandos, y ya entrada la noche llegó a Jerez y no obstante no haber sido derrotado, perdió muchas piezas de artillería y más de cien soldados, sin contar los desertores que por intervención de los propios jefes agraristas, conservaros la vida.

El General Montalvo no permaneció en Jerez, reorganizó su Estado Mayor y los distintos aspectos de su columna y salió inmediatamente para Colotlán, adonde sabía que se habían dirigido los rebeldes. Envió a la vanguardia a las fuerzas agraristas mandadas por el C. Luis Reyes, más tarde Gobernador de Zacatecas.

En Colotlán quedaban pocos cristeros, ya que la mayor parte se había marchado a reunirse con los de Pedro Quintanar y atacar a Jerez, proyecto que no llevaron a cabo, pues como se acaba de anotar, la acción se libró en El Tesorero.

Cuando tuvieron noticias de que fuerzas agraristas se acercaban, mismas que les fueron dadas por sus avanzadas de Santa María de los Ángeles y que en loca carrera llegaron a nuestra ciudad, la desocuparon inmediatamente dirigiéndose hacia el sur.

Fueron hechos muchos prisioneros, los que, sorprendidos, no tuvieron tiempo de huir por carecer de bestias. El Gral. Montalvo los llevó más tarde a Jerez, donde fueron puestos en libertad al terminarse el conflicto armado.

Los simpatizantes del Ejército Libertador tuvieron la mayor decepción de su vida al contemplar tristemente la ocupación de la ciudad por parte de las fuerzas gobernistas. Hemos de repetir que el bando agrario no tuvo en su haber ningún asesinato infundado. A pesar de que todos los jefes sabían quienes en la ciudad ayudaban moral y económicamente a los rebeldes, jamás mancharon sus manos con sangre inocente. Acaso su desquite lo encontraron en las vacas, que robaron para su alimento, y los distintos préstamos que impusieron a los ricos, particularmente a aquellos que según estaban informados ayudaban moralmente y a veces hasta con dinero a los rebeldes. Mucho debe Colotlán a que algunos de sus hijos hayan jefaturado las fuerzas agraristas, porque éstos pudieron influenciar ante los Jefes Militares para que no se fusilaran personas de la ciudad.

El clero continuaba su activa propaganda con volantes e impresos distintos que aparecían en diversas poblaciones. Circuló por aquellos días un impreso a máquina que, a manera de periódico, se burlaba de muchos jefes militares y personajes del Gobierno. Se llamaba "El peoresnada",  y a él se refiere el autor del México Cristero:

"Si yo fuera un gran señor 

y que nadie me tosiera, 

es decir que si yo fuera, 

tamaño periodicón.

Yo diría que un gran torzón

llevase al otro potrero

a Calles y Portes Gil

a Morones y otros mil

pero se fuesen primero

López, Montalvo y Quintero".

En esa época de constante sobresalto y angustia, muchas personas se fueron a vivir a otras poblaciones, ya que aquí, en Colotlán, la rebelión cristera era tremenda y algunas de las personas que por esos tiempos vivían fuera de Colotlán, y algunos que tenían familiares que andaban en la "bola", decían con pesar el siguiente verso:

Quisiera ser aguililla

pero mejor gavilán

para llegar a mi tierra

que es mi lindo Colotlán.

Época amarga la de la famosa Rebelión Cristera, cayeron compañeros maestros, que por el sólo hecho de servir a la niñez mexicana y forjar y cimentar el progreso de nuestra Patria, fueron sacrificados y martirizados por los fanáticos que, capitaneados fustigados por el clero, con esa actitud trataban, junto con el capitalismo, de recuperar sus privilegios y pisotear nuestra Constitución.

Transcribimos una de las muchas narraciones que los soldados gobernistas relataban en los cuarteles:

Manuel era muy valiente, macho entre los machos, llamado Manuel Muñiz, vecino de Mezquitic a quien los rebeldes habían dado muerte pocos días antes por el rumbo de la Hacienda "La Trojita", cuando miramos que los cristeros nos querían encerrar en unos corrales para matamos, porque ellos eran más de cien y nosotros nomás veinticinco, porque sólo nos mandaron a traer las vacas para la comida, a él le mataron el caballo y a nosotros mirándonos perdidos, ya que los cristeros iban cerrándose en rueda para no dejamos escapar, nos abalanzamos derecho a donde todavía no se cerraba el sitio, pero Manuel no tenía caballo; me lo eche en ancas pero mi caballo se endemonió, él se bajó y me dijo que me fuera, que me salvara yo siquiera; hice varios intentos de subirlo otra vez y no se pudo porque le estorbaban el rifle y sus carrilleras y el caballo quería reparar; entonces me repitió que si yo no quería salvarme que me bajara para morir como los hombres, porque ya estaban cerrando el circulo y los dos estábamos casi solos. Se hizo tras unos magueyes y siguió disparando sin descanso. Yo seguí a mis compañeros y logré escaparme y a él lo mataron, cuando ya no tuvo ni un cartucho, pero seguramente lo hallaron vivo, porque otro día que volvimos a buscarlo, yo me acordaba muy bien en donde lo había dejado y allí encontramos nomás un montón de casquillos. Lo encontramos más allá de los corrales, todo sacrificado.

Para aquellos días ya, Agustín Rivera había torcido su línea "quebrando" con el Sr. Primitivo Huizar, como meses más tarde había de hacerlo con Paco, como cariñosamente le hablaban todas las personas al Prof. Francisco Javier Huizar Martínez. Por medio de intrigas había tratado de fusilar al Sr. Primitivo Huizar, por ser "un anticristo peligroso". No lo logró por la intervención inmediata del Gral. Montalvo que operaba en Zacatecas y que, avisado oportunamente, descubrió la maniobra y evitó el crimen.

Los rebeldes se presentaron finalmente en la ciudad el 22 de abril de 1929, las fuerzas agraristas, preparadas de antemano, establecieron sus fortines en las líneas escogidas de acuerdo con las necesidades previstas.

A las seis de la mañana de ese fatídico día 22, comenzó la batalla que duró todo el día y parte de la noche, Los rebeldes taladraban los muros de las casas y generalmente se colocaban frente a los parapetos de los sitiados. En los fortines de la Plaza de Toros y lugares cercanos, el fuego era nutrida y el combate muy reñido; había agujeros por donde quiera y las paredes estaban hechas pedazos por los muchos proyectiles disparados.

Como a las 12 de la noche del citado día, ya los sitiados estaban en aprietos por falta de parque, y como no contaban con refuerzos, idearon un plan que consistió en lanzar por las calles un pequeño grupo de caballería, arrastrando ramas de mezquite y disparando fusiles automáticos. Tomaron parte en esta acción un puñado de valientes, entre los que se encontraba J. Jesús Santoyo, Manuel Pacheco y otros.

Los rebeldes, cuando escucharon la gritería y el tropel improvisado, comenzaron a ceder, suspendiendo el fuego en todas sus líneas, situándose en la orilla de la población por todos los rumbos, el tropel de los agraristas y el atronar de la fusilería continuaba sin tregua, por lo que, finalmente, a las dos de la mañana levantaron el sitio.

Cuando los agraristas se dieron cuenta que sus contrarios habían desistido del combate, se ordenó concentración a la plaza principal y a la torre, habiendo abandonado todos los fortines, menos los de los mesones que continuaban alertas por disposición del alto mando de la plaza. El fuego había cesado por completo, pero se ignoraba si los rebeldes reanudasen más tarde la lucha.

El Sr. Primitivo Huizar, que defendía con algunos de sus compañeros el fortín del cruzamiento de las calles Guerrero y Zaragoza, se había concentrado en la torre con los que lo acompañaban, dispuestos a descansar hasta nueva orden. Estuvo conversando alegremente con Paco Huízar y otros, sin acordarse de que en el fortín había olvidado su cobija. Cuando comenzó a sentir frio mañanero, se decidió ir por ella, sin escuchar a Paco que le suplicaba lo esperase para acompañarlo, ya que según creía, el peligro todavía existía.

El Sr. Primitivo Huizar cruzó por el lado norte del mercado, siguió por la calle Cuauhtémoc y dobló hacia la izquierda por el callejón de las Chimoleras, al término del mismo le fue dado "el quien vive" por los agraristas que quedaron en el mesón de La Mora y él contestó con las palabras del "santo y seña", habiéndole contestado con "Avance usted". Desde el mesón citado, al lugar donde había olvidado su cobija, no hay más que unos cuantos pasos y es así que no tardó ni diez minutos en estar de regreso ya con su cobija; a la vuelta de donde se le había marcado el alto por primera vez, nuevamente se lo marcaron, y sin darle tiempo a contestar se le disparó arteramente. A su vez contestó la agresión disparando violentamente su pistola 45, pero notando que los del fortín habían redoblado el fuego y que no tendría escapatoria, se tiró al suelo sin dejar de disparar, todavía no ponía pecho en tierra, cuando recibió un balazo en el hombro derecho, mismo que atravesándole el pulmón fue a incrustarse muy cerca de los riñones. No obstante sentirse desfallecer, continuó disparando y tambaleante reanudó su marcha, porque sus heridores habían dejado de disparar. Todavía alcanzó a llegar a la torre y contarles a sus compañeros los detalles de la agresión que los mismos agraristas habían consumado. Murió en Zacatecas el 14 de mayo de ese año y el Sr. Luis Reyes, siendo Gobernador de aquel Estado, otorgó pensión a la viuda.

En esa acción de armas murió también el valiente Pedro Sánchez, vecino de Villa Guerrero que, con un valor sin igual, salía a cada momento del mesón de San Luis hasta media calle disparando a los cristeros. Recordemos también al valeroso Ezequiel Orozco, que encontró la muerte defendiendo los ideales agraristas cuando atemorizaba a sus enemigos desde las defensas cercanas al mesón citado. Hubo otros seis o siete muertos, cuyos nombres escapan a la memoria. Los heridos que sobrepasan a la docena fueron llevados a Zacatecas.

Don Felipe Macias, que tenía una tienda de ropa, por sugerencia del Sr. J. Jesús Rosales, regalo algunas cobijas a los heridos.

La ciudad quedó horrorizada; los jefes agraristas recorrieron el día 23 todas las manzanas desde donde el enemigo había hecho fuego, penetrando en los hogares y pretendiendo culpar a sus moradores que, atemorizados, se limitaban a pedir consideración. No hubo, sin embargo, represalias de ninguna clase. El bando agrarista jamás cometió injusticias, es decir, no tiene en su haber ningún fusilamiento indebido. Sí algunos de sus elementos saquearon los templos e impusieron préstamos forzosos a las personas solventes económicamente; esto no quiere decir que en la generalidad de los casos se procediera así, pues ese comportamiento fue sancionado por sus jefes.

Seis o siete días más tarde volvieron los rebeldes que, informados seguramente de la forma de que se valieron los agraristas para obligarlos a levantar el sitio el día 22, pretendieron nuevamente tomar la ciudad, pero esta vez fue una escaramuza sin importancia, ya que dos o tres horas después, se retiraron sin saberse los motivos.

Agustín Rivera fue herido en esa ocasión, aunque no de gravedad.

Desde mayo de este año se venían haciendo esfuerzos a fin de que terminara el conflicto religioso, ya que el Sumo Pontífice urgía al clero mexicano a terminarlo, en vista de los resultados negativos.

Tres hechos de importancia ayudaron al restablecimiento de la paz, que los propios jefes cristeros no querían, acusando al Comité Episcopal, a la Liga Nacional de la Libertad Religiosa y al alto clero, como traidores y ante los cuales insistían a fin de continuar la lucha: La designación del Gral. Saturnino Cedillo para la campaña de Los Altos de Jalisco, a quien al frente de las fuerzas de San Luis Potosí acabó con los grupos religiosos; la muerte del Jefe del Ejército Libertador, Gral. Enrique Libertador, Gral. Enrique Gorostieta, acaecida el 2 de junio de 1929 en la Hacienda del Valle, cerca de Atotonilco el Alto; y la derrota que infringió a los cristeros de nuestra región el Gral. Crisanto E. Quintero en la Meza de González, Municipio de Totatiche por esos mismos días.

El 27 de junio de 1929 fue reanudado el culto y los servicios religiosos en todas las iglesias de la República. El Presidente Portes Gil, que tomó posesión como Presidente Provisional el 1° de diciembre de 1928, había logrado terminar con la Rebelión Cristera.

Los jefes rebeldes licenciaron sus tropas y se amnistiaron, Felipe Sánchez y otros lo hicieron en Tlaltenango ante el Gral. Quintero; otros más en Zacatecas.

LA CORONA PITEADA

Las primeras doce ediciones de la Feria Nacional del Piteado se llevaron a cabo como tradicionalmente marcaba la tradición de la feria regio...