domingo, 12 de enero de 2025

Francisco M Vargas, Señor Cura de Colotlán entre 1860 y 1864

 Por: José Alonso Serrano Campos


Francisco Melitón Vargas y Gutiérrez fue un sacerdote que llegó a Colotlán en 1860 como auxiliar y tomó posesión el 5 de marzo de 1863, fue el último sacerdote de la diócesis de Guadalajara que llegó a Colotlán, pues la diócesis de Zacatecas a la que se sumaría la Parroquia de Colotlán, se erigió el 26 de enero de 1863, obteniendo este territorio de la diócesis de Guadalajara, que fue elevada simultáneamente a arquidiócesis.

Francisco M. Vargas (como firmaba en los libros parroquiales) nació en Ahualulco, Jalisco, el 9 de mayo de 1823. Fueron sus padres el insurgente Antonio Vargas e Ignacia Gutiérrez. Su padre fue pensionado por su participación en la guerra de independencia, pero la pensión era muy exigua y Francisco Melitón trabajaba para ayudar en los gastos familiares.

En noviembre de 1840 se fue a radicar a Guadalajara e ingresó al Seminario Conciliar de San José con beca de merced. Luego ganó por oposición una beca de honor en Teología y en octubre de 1849 fue nombrado catedrático de Mínimos. En diciembre de 1850, el obispo Diego Aranda le confirió la ordenación sacerdotal y continuó como profesor del Seminario.

El 16 de marzo de 1854 la Universidad Nacional de Guadalajara le confirió el grado de licenciado en Teología. A pesar de las sugerencias del Claustro de Doctores para que solicitase la borla doctoral, la rechazó por modestia.

En 1854 fue nombrado cura fundador de la parroquia de Santa Ana Acatlán, Jalisco, a donde el 19 de marzo de 1858 llegó huyendo de Guadalajara el presidente de la república Benito Juárez y su gabinete, asediados por el ejército conservador, entonces: “[...] Se alojó –escribe Brígida del Carmen Botello Aceves– en el mesón de Miguel Gómez. En su corta permanencia estuvo [a punto de] perder la vida a manos de los conservadores, salvándolo de morir el párroco del lugar, Melitón Vargas”.

A pesar de su acción humanitaria para con los connotados liberales, en 1860 se negó a celebrar las nupcias del alférez José Ulloa –ya que era casado–, quien lo acusó de enemigo de las fuerzas liberales y partidario de los conservadores, por lo que se le aprehendió y fue conducido a Guadalajara. Tras ser procesado, se le declaró inocente y regresó a su parroquia.

Del 8 de abril al 31 de diciembre de 1860 fue cura interino de Zapopan, de 1861 a 1864 fue cura de Colotlán, donde sufrió un atentado, en 1864 fue nombrado párroco de la Asunción de Aguascalientes. Para 1865 habría llegado al pueblo el nuevo Señor Cura Florentino Sánchez. El 22 de marzo de 1869 ingresó al Cabildo Eclesiástico como medio racionero de la Catedral de Guadalajara y el 29 de mayo inmediato ganó por oposición la canonjía lectoral.

También fue gobernador de la Mitra de Guadalajara, y de 1870 a 1879 fue rector del Seminario Conciliar de San José. Durante su periodo rectoral reformó los planes de estudio y los métodos de enseñanza, el Seminario ocupó las nuevas instalaciones en el antiguo Convento de Santa Mónica, adquirido por el licenciado Dionisio Rodríguez, y se aumentó el número de estudiantes, especialmente los externos. Y fue tal el prestigio académico de la institución que se le conoció como la “Edad de Oro del Seminario”.

Al quebrantarse su salud dejó la rectoría del Seminario y luego el arzobispo Pedro Loza lo nombró vicario para la atención de Baja California, que la Santa Sede le había encomendado. El 15 de marzo de 1883 el papa León XIII lo preconizó primer obispo de Colima, el 27 de mayo inmediato recibió la ordenación episcopal, y el 24 de junio tomó posesión del Obispado.

Mientras se encontraba dedicado a la organización del Obispado se desató una epidemia de fiebre amarilla que causó grandes estragos entre la población colimense. Él auxilió personalmente a varias de las víctimas y cuando se le agotaron los recursos monetarios empeñó sus joyas episcopales para continuar sus labores asistenciales.

El 1° de junio de 1888 fue trasladado al Obispado de Puebla de los Ángeles. En 1892 inauguró el Colegio de San Bernardo, que él había fundado; en 1894 viajó a Colima para consagrar la Catedral; en 1895 inauguró la Casa de la Salud de San Vicente de Paul y asistió a la coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe en México. En 1896, ya muy enfermo, participó en el Quinto Concilio Mexicano.

Hizo decenas de obras bibliográficas para los alumnos del Seminario, nociones de Psicología; sacadas de varios autores. Relación de méritos para la oposición de canonjías vacantes de la Catedral de Guadalajara (1868); Informes del rector del Seminario de Guadalajara y cartas pastorales a los diocesanos del Obispado de Colima; Sermones y trece cartas pastorales a los diocesanos del Obispado de Puebla.

Falleció en Puebla de los Ángeles el 14 de septiembre de 1896. Fue sepultado en la Colegiata de Nuestra Señora de Ocotlán, en la ciudad de Tlaxcala, para luego ser trasladado a la cripta de la Catedral angelopolitana. El 22 del citado septiembre de 1896 fue su solemne funeral en la Catedral de Colima.

 


Juicios y testimonios

Virtuosísimo y caritativo primer Prelado de la Diócesis de Colima, acreedor al respeto y constante cariño, así como a la gran gratitud de esa Diócesis, pues fue insigne benefactor de toda ella.

Don Francisco Melitón Vargas Gutiérrez fue el primer obispo, consagrado en la catedral de Guadalajara el 27 de mayo de 1883, y que tomó posesión el 27 de junio del mismo 1883. El Señor Vargas, organizó la diócesis de Colima, activó la construcción de la iglesia catedral y asistió a todos con ocasión de la epidemia de fiebre amarilla que atacó Colima en 1883-1884. Estableció escuelas y fomentó el progreso del Seminario.

Recorrió varias veces todo el obispado, y en su tercera carta pastoral hace una relación histórica de cada parroquia. Erigió los curatos de Manzanillo, Comala, La Merced (Colima), Coquimatlán y Ahuijullo, y consiguió que la Santa Sede anexara a Colima la parroquia de Autlán con todo su clero. El 1 de julio de 1888 fue trasladado a Puebla para hacerse cargo de aquel obispado, donde murió el 14 de septiembre de 1896.

sábado, 11 de enero de 2025

Las cosas de San Nicolás en 1863

Por: José Alonso Serrano Campos

Llegó a mi vista por intercesión del sacerdote Jorge Gordiano Vázquez y aquí les comparto, el documento fechado en 1863 de puño y letra del presbítero Basilio Terán donde hacía entrega a su sucesor los bienes del templo de San Nicolás, cabe recordar que luego de esa fecha se vendrían acontecimientos terribles como la Revolución y la Cristeada, por lo que de aquello poco quedó, pero resulta interesante lo que había y cómo estaría...

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Inventario de las cosas pertenecientes a la Capilla del Señor San Nicolás hecho por el Presbítero D. Basilio Terán en la entrega que hizo del curato al señor cura D. Francisco Melitón Vargas.

Primeramente: la capilla con su sacristía y una pieza adyacente que nombran rosero habilitadas todas las puertas con llave con excepción de la del costado.

Un cementerio adornado con sus viacrucis y quince árboles, teniendo el expresado cementerio dos puertas habilitadas.

Dos campanas y una esquila.

Una pieza que está en el patio de la capilla.

Otra que está por concluirse.

Tres mesas.

La imagen de San Nicolas con su diadema ahumada en oro y un crucifijo de metal amarillo.

Dos imágenes medianas del Sr. San Nicolás teniendo una de ellas dos diademas y folato de plata.

Un altar moderno de piedra con su sagrario, manteles, palia y su cobertera.

Cuatro candeleros de metal amarillos de distintos tamaños.

Dos caneleros de cristal ya usados.

El altar de nuestra señora del Refugio con su mesa habilitada de todo lo necesario.

Una imagen pequeña de nuestra señora de Talpa.

Otra imagen de el señor de la Parroquia.

Un sagrario de madera.

El altar de Jesús Nazareno donde se halla colocada la imagen de Jesús con su corona y potencias de plata.

Otra imagen de Jesús pequeña.

Otra imagen de San Rafael.

Otra imagen del señor de la misericordia con su corona y potencias de plata.

Un cuadro grande del Sr. San Nicolas que esta en el rosero.

Otra imagen de la Santísima trinidad.

Una lámpara de cristal.

Un púlpito de piedra con su escalerilla y tornadero y un crucifijo.

Una campanilla de plata y dos de cobre.

Un crucifijo pequeño.

Otra imagen de su corona y potencias de hoja de lata.

El Sr. De las tres caídas con su mesa.

Un palabrero con crucifijo con corona y potencias de hoja.

Una mesa de ornamentos con cuatro cajones.

Un palabrero con crucifijo.

550 milagros de plata del Sr. San Nicolás.

Dos cruces de plata, una de Sr. San Nicolas y otra de Padre Jesús.

Un cáliz de plata.

Un estante grande.

Dos ornamentos blancos, un encarnado de dos ases.

Un clavijero.

Un agua manil de madera.

Unas gradas de madera.

Una imagen grande de los Dolores con su manto a su fondo encarnado de raso y resplandor y daga de plata.

Una imagen pequeña con su mando y fondo de resplandor y daga de plata.

Una imagen de nuestra señora de la Soledad con su … de plata.

Una imagen de Sr. San José con su capa amarilla y verde su corona y armena de plata y el niño con su … que nombran del rocío.

Una imagen de la resurrección.

Otra imagen de San Juan Bautista.

Otra imagen de la Purísima con su manto… lado corona y media luna de hoja de lata.

Una alfombra grande.

Una imagen del Santo Entierro.

Otra imagen de San Antonio con su niño.

Colotlán marzo 5 de 1863.

Entregué                           Recibí

Basilio Terán            Francisco M. Vargas

Fragmento final del documento

Fuente: Archivo Diócesis de Zacatecas.

martes, 7 de enero de 2025

Finca de los baños “La Primavera”

 Por: José Alonso Serrano Campos

Fachada de "La Primavera"  Foto:Jaime Dávila
“La Primavera” en Colotlán es más que unos baños, una huerta de nogales, un lugar para fiestas o un centro de diversiones del siglo pasado, es un lugar lleno de historias que a lo largo de sus días se fueron construyendo en la memoria de los colotlenses.

Hace algunos años dejó de funcionar como baños públicos, cuando no había agua por varios días o el agua escaseaba en las casas, casi toda la gente de Colotlán iba a bañarse ahí.

El lugar guarda entre su arquitectura mucha historia, fue en su época un punto de encuentro de las familias colotlenses, al no haber más lugares para hacer sus fiestas, en este sitio se amenizaban las tardes y noches por la orquesta del mismo nombre: "Primavera", otros grandes grupos de la época también ahí se presentaron.

En un principio se encontró una noria con abundante agua, límpia y fresca para ocho baños, además una alberca y juegos infantiles, una pequeña explanada, un kiosco para colocar comidas y bebidas, un foro para los músicos y un centenario árbol de nuez y de no menos deliciosa sombra para las tardes de verano.

Era toda la manzana hasta el río, al fondo había sanitarios, muy independientes a los baños, tenía una alberca donde ahorita es el patio de una casa habitación, en aquel tiempo también tenía dos regaderas para los que salían de la alberca.

El árbol es un nogal, tiene en su haber tres impactos de rayos, aunque a un costado se ubica un pararrayos, se le observa una varilla en lo alto de su tronco para mantenerlo unido, luego de que un rayo lo partiera, negándose a morir se mantiene en pie a pesar de que en los últimos años ha escaseado el vital líquido en sus adentros y sus ramas se ven sin hojas la mayor parte del año.

La familia de los primeros dueños eran Alejo, esa familia tenía muchísimas tierras, de siembra, de ganado pero sobre todo huertas, las más y mejores eran las del barrio de Chihuahua, ellos tenían propiedades al otro lado del río, eran de ellos todas las Mesas, los Vallecitos hasta las barrancas; el baño de la Primavera y la manzana de don Luis Humberto Huerta donde hizo su casa y el deportivo.

El señor Salvador Alejo Rosales (Santiago grande) y su hijo Santiago Alejo Campos (Santiago chico) eran de los ricos de Colotlán y primeros dueños de la finca de La Primavera. Santiago grande todo el tiempo andaba alineado, con traje de casimir inglés y chalequito, era todo un señorón. Él fue de los primeros que tuvieron carro en Colotlán. La gente allegada a su familia siempre tenía mucha fruta que les regalaba Don Santiago.

Santiago chico nunca se casó, pero sí tuvo un hijo adoptivo en 1925, Flavio Alejo Salinas, que fue quien vino acabando con el capital de los Alejo. Flavio se dio buena vida, se casó con Conchita Lozano Bermúdez y se fueron a vivir a Texas en Estados Unidos, murió en Los Ángeles, California en el año 2002.

El señor Emilio Torres fue buen amigo de los dos señores Santiago Alejo, el instaló las tuberías de los baños junto con “el Canano”. Por eso está su nombre allí en la entrada de los baños.

La noria fue el punto de partida de este emblemático edificio ubicado junto a la parte posterior del santuario de San Nicolás Tolentino, según la placa que está a la entrada se lee que fue puesto en funcionamiento el 2 de mayo de 1937, debajo de la fecha dice “el maestro J Jesús A Herrera”.

Desde que se hizo el edificio funcionaban ocho baños, el dueño que lo tuvo en sus últimos años de esplendor fue Don Alberto Meza Bañuelos, (Don Beto para los amigos) papá del actual propietario, Alfredo Meza, fue quien hizo otros dos baños y muchas mejoras a la finca.

En la entrada estaba la ventanilla de cobro

Don Alberto lo compró en 1972 a un señor también de apellido Bañuelos, tenía un hermano sacerdote y tenía un molino en la esquina de San Nicolás, él vivía por la calle Guillermo Prieto. Don Beto tenía además de noble corazón y buena familia, la recordada “estrella azul”, una paletería ubicada en la calle Basilio Terán donde dio trabajo a mucha gente que recorría las calles con carritos de paletas.

Como antes no había salones de fiestas, “La Primavera” fue el recinto oficial de las bodas, 15 años, Piñatas, festivales e infinidad de comidas de los colotlenses entre los años 50 y 90 del siglo pasado, Don Beto y su familia además de brindar el servicio de baños, en las tardes y noches lo rentaban o hasta lo prestaban para que la gente se divirtiera.

Uno de los cuartos de la finca guarda una anécdota que a continuación la desempolvaremos: en sus entrañas tiene un sótano, muy aterrado que difícilmente se podría constar que se tratara de una entrada a los túneles de Colotlán, sin embargo, hay quienes afirman que esa era una de las entradas al túnel que conectaban a San Nicolás con esa red subterránea que iba a los demás templos y a otras casas.

Antiguos Sanitarios
Justo en ese lugar allá por los años 50 se escondió la persona que mató a Agustín de Ávila Ruiz (Agustincillo le decían), el hijo de Don Agustín de Ávila, ese hombre se llamó Manuel Lozano, vivía por la Zaragoza, en el acta de defunción de Agustín refiere: “a 11 de octubre de 1950, por oficio del juez de primera instancia, se procedió a levantar la presente acta de defunción del que en vida llevó el nombre de Agustín de Ávila Ruiz, soltero, comerciante de 28 años de edad, originario y vecino de este lugar, quien falleció el día 9 del actual a las 21 horas a consecuencia de heridas por proyectil de arma de fuego, mexicano, católico, raza mestiza, certificó la defunción el doctor Raúl Vázquez…”

Cuando mataron al hijo, Don Agustín era Presidente Municipal, hasta renunció a la presidencia y entró como presidente interino don Andrés Torres, fue sustituto por licencia, pues era el vicepresidente. Ahí estuvo escondido en ese sótano el asesino, como 5 o 6 días mientras se enfriaba la cosa, nadie salía ni podía entrar a Colotlán para que no se les escapara, pero salió en la noche vestido de mujer y logró huir de sus captores.

A tiempo que la orquesta “Primavera” dejaba escuchar alegres dianas, en la entrada estaba ubicada la taquilla, aún se conserva la ventana y su protección de seguridad para quienes adentro cobraban los servicios. La gente entraba a la huerta y se veía cubierta con la rica sombra del nogal gigante, el dueño don Beto Meza siempre al pendiente de sus clientes, familias completas bañándose, desde muy temprana hora, por la tarde reuniones campestres con tamborazo o mariachi en los ochenta, todavía se celebraban eventos.

Foto: colotlanenllamas
Mismo ángulo en la actualidad

En esta fotografía de los años 50 se pueden distinguir a los señores: Daniel Ponce, Juan Villareal, Ramiro López, Don Simón Navarro, Luis Huizar, Ubaldo Macias grande, Elías Raygoza, Jesús Navarro papá del que fue presidente y Don José María de León, entre otros.

Foto cortesía de Francisco Pinedo Villa

La Orquesta Primavera en la que participaban los virtuosos Sánchez, festejaban en La Primavera, el cumpleaños de una de sus integrantes por los años 50.

 

Interior de La Primavera Foto: Jaime Dávila.

Si buscamos en algún mapa de internet, el nombre de la calle donde se ubica esta finca, dirá Primavera o Angulo; había una placa en la esquina de la calle Nicolás Bravo donde decía “Callejón Primavera”, luego apareció otra placa con el nombre “Angulo”, este último es el nombre oficial de la calle, en honor a Joaquín Angulo González, nacido en Guadalajara en 1776, quien fue abogado y diputado local en 1846, gobernador constitucional de Jalisco de 1848 a 1852 y senador, murió en 1861. Para muchos esta calle seguirá siendo la de La Primavera; finalmente, frente a la finca se abrió otra calle, que topa justo en el callejón de enfrente, el callejón Solitario, por ahí apareció un letrero de la nueva calle: “Otoño”; quizá porque ya había una “Primavera”.

Voces de ayer...

Recuerdos del Club Violeta

Nuestros bailes eran bonitos, a raíz de eso se formó la orquesta la primavera, organizada por el químico Raúl Sánchez Muñoz, hijo de don Liborio. El murió muy joven, se le picaron sus riñones por su oficio, trabajaba en el ingenio en Veracruz. Fue una orquesta preciosa, tocaban muy bonito se inauguró en nuestro baile de aniversario. En ella tocaba Mariano Pinedo, muchos otros señores que ya murieron. Todos ellos se uniformaron con traje negro. Mi club lo mantuve mientras yo estuve allí, como yo soñaba, como yo quería hacerlo.


Rosita Loera

También tuvimos una huerta y tenía naranjos, membrillos, limas y otras frutas, allí pegado con las propiedades don Santiago Alejo. También a él lo conocí y Flavio Alejo no era hijo legítimo, porque don Santiago nunca se casó, a él le dejoó todo: las huertas, la primavera. Don Santiago era muy rico y se lo dejó todo a Flavio, que era de buen cuerpo, prietillo como la mamá, su padre era muy blanco. Él se casó con Concha Lozano. Flavio y Avelino Navarro, se paseaban por todos lados, que hasta cerraban los hoteles. Conchita tenía unas tías en EE.UU. y ellas lo animaron a que se fueran para allá. Don Santiago grande era muy elegante, siempre usaba traje y se ponía una mascada agarrada por una argolla, en el cuello y su bastón. Dicen que cuando Luis Huízar arregló un cuarto le cayó un chorro de monedas y cuando murió dijeron que se había engasado porque había sacado un tesoro del pozo de la casa.


Simón Navarro

Flavio Alejo, no era hijo de matrimonio, él era hijo natural. Ya cuando murieron los dos Santiaguitos el grande y el chico, le quedó la herencia a Flavio. La mayoría de las huertas de Chihuahua eran de ellos, el rancho de los Vallecitos, además decían que tenían mucho dinero en efectivo. Ya cuando murió Santiago chico, reconocieron a Flavio como hijo de don Santiago y él se quedó con la herencia de todo.

Allí en la huerta de la primavera la arregló bien, hizo un kiosco para los músicos y hacía tardeadas los domingos para los amigos. No era gratuito, pero lo hizo allí como para divertirse. No como negocio, no ocupaba nada, tenía mucho dinero. Agarró la orilla y acabó con todo. Vieras que raro, tenía mucho ganado y a los parientes que éramos los Huerta y yo. Nunca nos vendió una vaca, ni un animal.


Fotogalería


Vista del foro y explanada en La Primavera










*Con información e imágenes de:

- colotlanenllamas

-Jaime Dávila

-Alfredo Meza

-Varias familias colotlenses

domingo, 22 de diciembre de 2024

Historia de la Escuela Secundaria "Ramón García Ruiz" Foránea #13


Por: José Alonso Serrano Campos

En el 2024 la Escuela Secundaria “Ramón García Ruiz” Foránea # 13, la más antigua de este nivel en Colotlán, conmemoró 66 años de vida académica, a continuación se presenta parte de la historia forjada en esta escuela:

Por mucho tiempo esta institución representó para Colotlán el nivel más alto de enseñanza que un joven o adolescente podía tener acceso, luego de haber concluido el nivel básico de primaria, en los años de 1958 a 1973 para ser exactos, ya que en ese último año se establece la Secundaria Técnica # 17, llamada desde entonces la ETA; a los pocos años llegó también a Colotlán la Escuela Normal Experimental en 1977, en 1980 la Preparatoria Regional de Colotlán y en 1997 el Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara.

Como se aprecia, ahora contamos con una amplia gama de oportunidades para que los jóvenes o adultos sigan preparándose e incorporándose a la población económicamente activa en el campo que más les acomode. Cabe destacar que entre los egresados de esta Secundaria Foránea hay muchos profesionistas importantes, que han alcanzado reconocimientos a nivel internacional, también hay quienes solo terminaron su Educación Secundaria, misma que les fue de base para la formación de un oficio en cualquiera de las posibilidades que la vida les pudo forjar.

Los ex alumnos y maestros de las primeras generaciones, recuerdan con cariño y añoranza las experiencias, actividades y convivencias de esos años; muy cierto es que los tiempos han cambiado y en esa medida la educación ha venido transformando métodos y contenidos, se han incorporado distintos perfiles y equipamiento, buscando que los egresados logren un perfil que les permita ser más competitivos, eficaces, responsables y así poder enfrentar los retos de la época actual; donde la ciencia, tecnología y los idiomas son fundamentales.

La escuela, la familia y la comunidad conforman una unidad compleja en la que es necesaria la comunicación asertiva, la cimentación de valores y buenos hábitos. Cada uno de los que han pasado por estas aulas, todos han contribuido a la creación y desarrollo de esta escuela: Autoridades educativas, civiles, personas interesadas y sobre todo maestros y personal de apoyo que han dejado y seguirán dejando parte de su vida en el interior de esos muros.

Los orígenes de esta institución datan de finales de los años cuarenta, cuando un grupo de padres de familia preocupados por la educación media básica de sus hijos, pues en toda la región no existía una sola institución de este nivel, se organizaron para buscar la manera de establecerla. Un egresado de la Primaria no tenía ninguna otra opción, desde tan temprana edad los que querían estudiar tenían que migrar a las capitales de Jalisco, Aguascalientes o Zacatecas.

Un grupo de colotlenses, encabezados por el entonces Presidente Municipal, Don Agustín de Ávila Mayorga solicitaron al Gobernador Jesús González Gallo la construcción de una Escuela Secundaria en Colotlán, sería la primera en toda la región norte de nuestro Estado. Fue en 1949 que se aprovechó una estancia de tres días que tuvo el Gobernador José de Jesús González Gallo en el municipio, con motivo de preparar el recibimiento del Presidente de la República Miguel Alemán Valdés, quien a su vez venía a inaugurar la Presa de Excamé, en el municipio de Tepechitlán, Zacatecas.

Las personas interesadas tuvieron tiempo de platicar y planear con el Presidente Municipal y exponerle su petición al Gobernador, obtuvieron su apoyo sobre ese ambicioso proyecto, dando por consecuencia la gestión y aprobación por parte del Presidente de la República para impulsar los trámites ante las Secretarías de Educación y de Construcción, y para disponer de recursos que permitieran la construcción lo más rápido posible, esto último no fue tan alentador como se esperaba, los colotlenses no se “durmieron en sus laureles” esperando la respuesta del gobierno; ellos se organizaron y por cuenta propia iniciaron los trabajos de construcción del inmueble.

Al ver que no fluían los recursos, los propios ciudadanos de Colotlán se dieron a la tarea de iniciar la obra. El terreno fue donado por el señor Juan Francisco Villalobos y su esposa, con una superficie de una hectárea aproximadamente, ubicado en los límites de Colotlán -en aquel entonces- en la calle Juárez, a media cuadra pasando la calle Centenario, aún no había nada construido alrededor, era lo más alejado que había del centro de la población en la pequeña mancha urbana colotlense a mediados del siglo XX.

Es en el espacio físico que hoy ocupa la Escuela Primaria “Niños Héroes”, en aquellos años el edificio -hoy completamente remodelado- fue construido pensado expresamente para la Secundaria, pilares importantes fueron quienes conformaron el Comité Proconstrucción que quedó integrado de la siguiente manera:

Presidente: Sr. Rafael Haro Márquez

Tesorero: Sr. Alberto Macías Romero


Ejecutores del proyecto escolar: Sr. J. Refugio Raygoza Pacheco, Lauro Martínez y Francisco Ortega quien estuvo al frente de la obra, la esposa de Don Francisco Ortega, la señora Cuca de Ávila así lo recordaba:

“Cuando se construyó la secundaria, mi marido dio su trabajo desde que se bendijo la primera piedra, hasta que se entregaron las llaves de la escuela. Rafael Haro dio dinero, y mucha gente cooperó con dinero y trabajo, pero mi marido se entendió con toda la gente y la raya todo el tiempo que duró la construcción. Llegaba tan cansado por las noches a la casa, que lo desvestía yo y cenaba en la cama. Trabajó mucho en esa escuela, para beneficio de los jóvenes, incluidos nuestros hijos.”

En esta labor colaboraron muchos colotlenses, conservándose la siguiente lista de aquellos cuyas aportaciones fueron más significativas:

JESUS HARO MARQUEZ

FORTINO NAVARRO

J. TRINIDAD MARQUEZ

ALBERTO BERUMEN

DOLORES GARCIA

LABERTO MACIAS

DOLORES MACIAS

AGUSTIN DE AVILA

J. REFUGIO RAYGOZA

DR. JOSE L. OROPEZA

RAFAEL HARO MARQUEZ

RODRIGO ORTEGA

DR. HECTOR MARTINEZ

JOSE ORTEGA DEL REAL

BASILIO DEL REAL GONZALEZ

RAMON RUIZ

MANUEL DE LEON

SIMON SALAZAR

ELISEO NAVARRO

LUIS HUIZAR

ANTONIO MALDONADO

FRANCISCO ALDANA

JULIAN SANCHEZ

J. CARMEN JARA

FELIPE MURO

RAFAEL RAYGOZA

MAURO HUERTA

CARLOS DE LEON

FLAVIO ALEJO

SALVADOR MAYORGA

MARIA CONSUELO TORRES

FELIPE SILLAS

ROMUALDO ORTEGA

RAMON MAYORGA

JUAN FRANCISCO VILLALOBOS

JESUS SANCHEZ

CATARINO MURO

J. ISABEL CAMEROS

RAFAEL DEL REAL

J. TRINIDAD SERRANO

HERMINIO HUIZAR

Además, muchas otras personas estuvieron dando aportaciones económicas para tan noble fin, logrando quedara terminado el edificio en 1951, faltando tan solo de construirse la fachada; sin embargo, quienes primero ocuparon el inmueble fueron los estudiantes de la Escuela “Niños Héroes” cuyo plantel estaba en lo que había sido el Curato junto a la iglesia y que hoy es el mercado municipal “Benito Juárez”, debido a que por estar en pésimas condiciones físicas era un peligro latente para la integridad de los niños, motivo por el cual solicitaron ocupar la nueva construcción de la Secundaria que de momento se encontraba prácticamente vacía, aún no se inscribían alumnos y la expectativa era de poca cantidad de alumnos que se interesaban en seguir estudiando al terminar la Primaria. Fue hasta 1958 que la escuela de Educación Media Básica (Secundaria) inició actividades con el siguiente equipo de profesores:

Maestros Fundadores de la Escuela Secundaria Mixta por Cooperación:

PROFA. MARIA AUXILIO ALVAREZ

PROFA. EMMA SOTO DE MARQUEZ

SRA. MARIA DE JESUS TALAMANTES MONTAÑEZ

PROFR. FELIPE VALDEZ PACHECO

LIC. BERNARDO MARTINEZ

ING. SALVADOR MARISCAL

SRA. DOLORES ALICIA HUIZAR MURO

PROFA. ANA MARIA DE LEON

DR. ENRIQUE LEYVA URBINA

PROFA. LIDIA FLORES UREÑA

PROFA. ESTHER VAZQUEZ FELGUEREZ

PROFA. CLEMENTINA DE LEON SANCHEZ

PROFA. ELVIA HERMELINDA DE LEON SANCHEZ

PROFA. HERMILINDA GUIZAR GALVEZ

PRESBITERO. TIMOTEO HERNANDEZ

PROF. REYNALDO AGUAYO

DIRECTOR: PROF. VICTOR MANUEL MARQUEZ HUIZAR

Concretamente en septiembre del año 1958 iniciaron los trabajos del ciclo escolar con el primer grupo de Secundaria, compartiendo el edificio con la Escuela Primaria “Niños Héroes”; los primeros años se tenían horarios discontinuos, después se establece la Secundaria en turno vespertino y la Primaria en matutino, y así permanece por varios años. La Secundaria estaba incorporada a la Secretaría de Educación Pública en el Subsistema Estatal por lo que no se contaba con presupuesto alguno, sólo con un subsidio de $500.00 pesos, por tanto, los alumnos pagaban una cuota mensual que se utilizaba para gastos de la escuela y honorarios de los maestros.

Su primer director fue el Prof. Víctor Manuel Márquez Huízar, lo relevó la Profa. Hermelinda Huízar Gálvez hasta el año de 1972 en que asume el cargo el Prof. José Luis Arellano Enciso, quien había sido primero Subdirector y posteriormente ascendió a Supervisor de la Zona 16 de las escuelas secundarias generales en la región norte de Jalisco, en todo momento fue un fuerte apoyo la maestra Lidia Flores Ureña, quien tenía cargo de secretaria y también fue docente destacada de Matemáticas.

La Secundaria Mixta por Cooperación compartía el local con la escuela de niños, su turno era vespertino, así que los alumnos tenían que esperar a que salieran los niños para ingresar al plantel. Una conglomeración afuera de la puerta de metal de adolescentes ansiosos por entrar y otra de niños por el otro lado, aún más ansiosos por salir. 

De cancerbero con las llaves en la mano “Don Lunes”, pues el anterior conserje había sido Don Domingo. Los recién ingresados de buena fe creían que ese era el nombre de don Toño Márquez, de bigote entrecano, bajito pero corpulento, que más a fuerza que de ganas se había hecho inmune a las innumerables bromas de los estudiantes que con buen talante sobrellevaba.

El edificio estaba orientado de norte a sur y tenía su entrada por la calle Juárez y como estaba en alto había que subir tres escalones para ingresar a su explanada. Tenía más de cuarenta metros de frente y con excepción de los cajetes de una fila de enormes árboles, toda la explanada estaba cubierta de cemento, que ya entonces presentaba grandes cuarteaduras. Diez metros más allá de la barda perimetral de mamposta y alambrado estaba el edificio pintado de amarillo pálido.

Una puerta amplia daba lugar a un pequeño corredor con sendas puertas a los lados. A la izquierda las oficinas de la secundaria y a la derecha las de la primaria. Después un corredor de más de tres metros de ancho, que encerraba el patio y su cancha de básquetbol. A la izquierda después de la oficina estaba la cooperativa y después un salón pequeño. En el ala oriente había dos enormes salones, lo mismo que en el poniente. Al sur estaban los baños y un auditorio que no se usaba casi nunca. Y había una puerta que comunicaba a dos salones en la parte posterior y a la enorme cancha de fútbol, al oriente un corredor con árboles y otra cancha de básquetbol, a donde sacaba el maestro Manuel Arellano (“el taconazo”) a los jóvenes a practicar danza. 

Guillermo Dávila Huizar fue alumno de la secundaria en tiempos del anterior edificio, recuerda que: “El día de las inscripciones me acompañó mi padrino Oscar a registrarme; la fila de aspirantes era enorme y se rumoraba que muchos de nosotros seríamos rechazados, situación que nos mantenía preocupados. Formados en varias filas en el patio frente a la dirección, esperábamos que nos recogieran los documentos y llenaran nuestra ficha de inscripción; al frente del grupo de maestras y secretarias se encontraban el Profesor Luis Arellano, con su seriedad habitual, su estilo marcial y su ropa inmaculadamente planchada. 


Adelante de nosotros iba un compañero de mi escuela con sus padres, importantes miembros de la comunidad y reconocidos empresarios. Al encontrarlos el Profe Luis cambió totalmente su semblante, e increíblemente sonrió y bromeó con "el amiguito", revisando sus calificaciones que yo sabía eran muy inferiores a las mías, les garantizó a sus padres que ya estaba dentro de la escuela. Cuando me tocó mi turno se acabaron las sonrisas, revisó con atención mi certificado con promedio de nueve y me dijo que iban a ver si alcanzaba a entrar. Afortunadamente salí en la lista que publicaron algunas semanas después y que pegaron en la pared afuera de las oficinas de la secundaria. Era el verano de 1979”.

Precisamente el Prof. Luis Arellano Enciso fue quien gestiona el trámite de oficialización de esta Escuela Secundaria en el año de 1980, y entre los requisitos había uno fundamental, que debía tener edificio propio donde sólo se ofertara el Nivel de Secundaria, y después de algunas pláticas con quienes dirigían la Primaria se llegó al acuerdo que la Secundaria buscaría otro lugar para establecerse.

Motivo por el cual el Maestro José Luis Arellano solicitó al Presidente Municipal, Fabio Alonso Ruíz Ortega, un terreno para construir el nuevo edificio, obteniendo el apoyo; el alcalde impulsó junto con su ayuntamiento bajo Acta de Cabildo en 1980 ceder el espacio donde actualmente se encuentra esta secundaria, ubicado como domicilio en la calle Cuauhtémoc S/N (Sin número), que abarca hasta la calle Zaragoza y el libramiento de la carretera Zacatecas-Guadalajara, lo que en su momento funcionaba como Campo de Béisbol, pero que anteriormente, en el siglo XIX, había sido el “Panteón de la Santa Cruz”, se dividió el terreno para ceder también un espacio a una clínica del IMSS y a un Jardín de Niños, quedó así para servir como Escuela Secundaria Foránea y ya no como Mixta por Cooperación.

Se conformó un Patronato y se iniciaron los trabajos de construcción con la participación muy activa de maestros, alumnos, personal de apoyo y padres de familia. Terminaron el primer módulo que constaba de seis aulas, una cancha, baños y un área acondicionada para la Dirección. El cambio de instalaciones de la Escuela “Niños Héroes” al actual edificio de la Secundaria se dio en el año de 1983, pero la escuela se había oficializado ya desde septiembre de 1981.

Posteriormente se construyeron otras cuatro aulas, dos en la planta baja y dos en la planta alta; se cambió todo el sistema de electrificación, se construyó la segunda cancha de basquetbol, un laboratorio múltiple, un espacio para cooperativa escolar y la mitad de la barda perimetral.

Se preguntarán porqué actualmente la Secundaria Foránea #13 tiene el nombre de “Ramón García Ruiz”; a muchas personas no les suena, pero tiene un fuerte motivo; Ramón García Ruiz fue un jalisciense que se dedicó a servir a los demás; fue Maestro, Secretario de Gobernación, Secretario de Educación, entre otros cargos dentro del Gobierno del Estado.

Escribió varios libros sobre asuntos educativos; pero lo más importante para la institución fue que a él le tocó gestionar la Incorporación de esta escuela ante la Secretaría de Educación en 1958 y posteriormente, siendo Jefe del Departamento de Educación Pública tramitaría la oficialización de la misma en 1981; dejando en ese momento de ser Escuela por Cooperación para convertirse en Escuela Oficial.

1984 fue uno de los años más extraordinarios en la historia de la Secundaria y también del pueblo, pues tuvo lugar la famosa huelga estudiantil que mantuvo cerrada la escuela por varias semanas y curiosamente muchos de los participantes a ya cerca de cuarenta años de que ocurrió, siguen ignorando las causas. El Profesor Luis Arellano Enciso era el director, su popularidad entre los alumnos nunca había sido muy alta, en el momento de la huelga si lo era, gracias a que se habían celebrado en Colotlán unos juegos deportivos amistosos con varias de las secundarias de la región y esta escuela había salido victoriosa en todas las disciplinas; en una emotiva ceremonia de premiación frente a la presidencia municipal, el profesor Luis había dirigido un encendido discurso a sus estudiantes.

Poco tiempo después, un día casi al final de la jornada matutina de clases, la Güera hija de la maestra Delia Escobar, pasó a todos los salones a dar la noticia que iban a correr al profe Luis y animándolos a protestar. La noticia corrió como reguero de pólvora por la escuela y los estudiantes se comenzaron a organizar. Varios bajaron a las papelerías del pueblo a comprar material para pancartas. Cuando los alumnos del turno vespertino empezaron a llegar, la manifestación ya estaba en proceso, Mario Leyva apoyado del "Goris", un corpulento estudiante de cerca de 18 años, había invitado a algunos maestros a salir de las instalaciones y el comité de huelga comenzó a restringir el acceso, sobre todo la salida de los estudiantes, muchos de los cuales estuvieron encerrados por cerca de un mes, sin llegar a entender el objetivo del movimiento y hasta la fecha. 

Mario recuerda que durante su primer año de secundaria el salón de 1º B en el segundo piso del edificio no tenía vidrios, cubrían con cartones las ventanas para protegerse del frío; no pocos tenían sus cobijas al salón y se envolvían en ellas las primeras clases de la mañana de aquel crudo invierno de 1983 y 1984. Fue en el otoño de 1984 cuando estalló el paro de labores en la secundaria y recuerda que los estudiantes para resguardarse del frío quemaban llantas en el patio e incluso destrozaron los tableros de madera de la cancha de básquetbol para procurarse combustible. 

Recuerda que el movimiento nació en apoyó del Profesor Luis Arellano al que supuestamente estaban sacando de la institución y el profesorado se dividió en dos bloques: los que apoyaban su permanencia y los que favorecían su salida; entre los primeros se contaban las secretarias, la maestra Carmen Carrillo, el piloto, la maestra Delia Escobar, su hija y otros; al otro grupo lo lideraba la maestra Malena Macias, David Carrillo, la Maestra Titina y otros más.

Mario junto con los hijos de algunos profesores como Carlos, hijo del director, los Changos, hijos de la maestra de inglés, las hermanas de la maestra Hermelinda y los hermanos Landeros, encabezaron el paro y él se convirtió en la voz del movimiento, entablando comunicación con los huelguistas desde la dirección, con el sistema de sonido. 

Los primeros días los profesores en sus carros lo llamaban para preguntarle del movimiento y se reían. Sin embargo, en algún momento algunos compañeros se dieron cuenta de la oportunidad de aprovechar la situación para sacar beneficios para la escuela. Influidos por las trasformaciones académicas que la preparatoria estaba generando en la comunidad, vieron la oportunidad de pedir mejoras materiales como: laboratorio, canchas deportivas, biblioteca y cafetería y también la posibilidad de eliminar a los profesores que llegaban crudos a dar clases, los que solo leían, dictaban y no preparaban clases, se comenzó a fraguar una lista negra de los maestros menos aptos. Allí comenzó a surgir un pliego petitorio que pugnaba por una mejor educación. La noticia de la huelga alcanzó los medios informativos que entrevistaron a los huelguistas, llegaron los maestros a apoyarlos y de la FEG los universitarios, y entonces los maestros ya no reían. 

El Lic Renato Haro fue a dar legitimidad a la huelga y se cerraron y sellaron aulas y varias patrullas se apostaron fuera de la institución. Los padres de familia preocupados por los acontecimientos apoyaban a sus hijos y mandaban comida y bebidas para soportar la causa. 

No habían pasado dos semanas completas cuando los profesores se dieron cuenta que la huelga estaba tomando un rumbo peligroso y presionaron a sus hijos para que eliminaran a los estudiantes leales del movimiento, así que acusaron a Mario de alta traición porque platicaba con el grupo de Malena y porque no los dejaba dormir en los salones sellados y con el brazo ejecutor del Gorila, estuvieron a punto de raparlo y bañarlo en el aljibe. Finalmente, solo lo expulsaron de la escuela con dos fieles escuderos y ni tardos ni perezosos aprovecharon la situación para irse a vacacionar a la ciudad de México. 

Las propuestas progresistas quedaron en el olvido y la mayoría de los estudiantes y sus padres ni siquiera se enteraron que había existido un pliego petitorio, que, si bien se había recogido en los periódicos y en la televisión y el radio estatales, ninguno de estos medios tenía un impacto en el Colotlán de los ochenta. No alcanzaba la señal de radio ni televisión y los periódicos distribuidos en el pueblo no llegaban a cincuenta.

Así que mes y medio después cuando el pueblo estaba lleno de antimotines a punto de desalojar a los huelguistas; las autoridades escolares citaron a los padres de familia en la esquina suroeste del plantel para resolver la situación, a petición del maestro Arellano le habían dado un puesto de director en una secundaria en un municipio cerca de Guadalajara, lo que era más conveniente para él, pues tenía dos hijas que estaban terminando la preparatoria y pronto se mudarían a Guadalajara para proseguir una carrera. Apostó correctamente, porque después se convertiría en el supervisor en la región.

Llegó a la secundaria de Guadalajara un director interino, Alfredo Lomeli, que metió en cintura tanto a maestros como alumnos y favoreció la inserción de profesores de la prepa. Se dejó de hacer manualidades artísticas por un tiempo y se abrió una clase de teatro y después de música. Ninguno de los maestros fue removido de su puesto y dos ciclos escolares después, el grupo de Malena tomó control de la escuela.

“Quienes integran este colectivo escolar saben cuál es su compromiso y cuentan con la mejor disposición para que junto con los Padres de Familia, tengan jóvenes con pensamientos de progreso, con metas encaminadas a un Proyecto de Vida que los lleve a ser hombres y mujeres de bien, considerando siempre a esta escuela la más grande por número de personal, alumnos y doble turno en la región norte de Jalisco” fueron las palabras de la maestra Ma. Elena Macías Ortega, directora de esta Secundaria en los 50 años de fundada, en 2008.

Tras varias gestiones de la Directora “Malena”, se pudo contar con un área administrativa, biblioteca y cubículos de servicio académico y de orientación, ubicados a un costado del edificio de aulas. Es importante señalar que muchos alumnos egresados han logrado ocupar puestos importantes en las diferentes áreas de la vida social, política, económica, educativa y de servicio en nuestro propio Municipio o en otros lugares del Estado y la República, ellos han apoyado en que la mejora del edificio sea una realidad permanente. 


En los 90 era característico ver a los alumnos salir de la escuela con sus útiles en la mochila, en una mano su guitarra o flauta para las clases de música y en la otra mano una máquina de escribir para las clases de mecanografía, los más intrépidos montaban su bicicleta, así se movían de la casa a la escuela y de regreso.

La cooperativa se encontraba debajo de las escaleras, ahí la señora Carmelita Ramírez, su familia y trabajadores vendía alimentos y golosinas a los niños y adolescentes, avanzados los años se construyó enfrente un edificio donde se puso la nueva cooperativa.

La Foránea era una potencia en distintas disciplinas, ganaba concursos de poesía, declamación, ortografía, matemáticas, especialmente en el deporte ganaban torneos de futbol y de basquetbol. Alumnos del maestro Francisco Valadez Sepúlveda, recuerdan que el maestro hacía dos equipos y los hacía competir entre ellos de una manera peculiar: jugaban contra otro equipo el primer tiempo, cambiaba a los jugadores para el segundo tiempo con el reto de ver cual de los dos grupos metía más canastas al equipo contrario, los contrincantes creían que entraban jugadores menos hábiles y para su sorpresa terminaban perdiendo por un marcador más abultado.

Para el año 2010 la Secundaria contaba con doble turno, atendía a casi 500 alumnos en 17 grupos, 9 en la mañana y 8 en la tarde, había permanecido la misma plantilla docente y administrativa por 20 años seguidos, la escuela gozaba de su máximo esplendor, se acababa de construir un laboratorio de ciencias y una nueva cooperativa, tenía equipos de cómputo, incluso algunos donados por un ex alumno.

La Dirección tuvo sus primeras computadoras a finales del 2008, la biblioteca tenía también seis computadoras para uso de los alumnos, ya con internet y el laboratorio de cómputo existía aunque no había propiamente un encargado por lo que las primeras computadoras IBM que llegaron a la escuela se desecharon con el cambio de la tecnología, se dieron de baja prácticamente nuevas.

La Profa. Ma Elena Macías Ortega estuvo al frente de la Dirección por más de 30 años, era “su segundo hogar” y fue toda una institución al frente de su querida Escuela Secundaria Foránea, hasta que enfermó de los pulmones y falleció en enero de 2015. En sus últimos años llegaron 40 computadoras a un salón dispuesto como laboratorio de cómputo para las clases de Informática y después se instalaron en cada aula pantallas y proyectores, llegaron más computadoras para uso de los docentes en cada aula.

Entre 2015 y 2016 de manera temporal estuvo encargado de la Dirección el maestro Gregorio Quezada Santoyo; de 2016 a 2018 estuvo como Directora una maestra que venía de Guadalajara, se llamaba Irma Patricia Franco Cordero, en su periodo se tuvieron varios ajustes, puso su propio estilo de dirigir, el turno vespertino desafortunadamente venía peligrando en desaparecer, se cerraron varios grupos, quedando tan solo cuatro en la tarde; en la mañana se mantuvieron los nueve grupos, tres por cada grado, su “mano derecha” fue un joven subdirector de Etzatlán, Jesé Melchor Navarro, que hizo mucho por la escuela, sistematizó y digitalizó procesos importantes en el área administrativa como las gráficas de calificaciones en un formato Excel y las herramientas Google cada vez más indispensables para los docentes.

El 8 de septiembre de 2017 el Gobernador Aristóteles Sandoval hizo su visita a este plantel para inaugurar el Domo de la Cancha, ubicado sobre la primera cancha de basquetbol que se construyó en la década de los 80 y entregar otros apoyos para el municipio, encabezado en ese momento por el presidente municipal Armando Pinedo Martínez.

Al cabo de dos años, se jubiló la Directora Franco Cordero y el subdirector hizo su cambio a la zona metropolitana de Guadalajara, la Dirección quedó vacante y en junio de 2018 llegó como Director el maestro Carlos Rafael Monroy Rodríguez, era docente de este mismo plantel, concursó para director en los procesos de promoción y ganó una plaza, estuvo como Director en otras Secundarias en el interior del Estado y en la zona metropolitana de Guadalajara, en cuanto le fue posible pidió su cambio a su tierra, desde entonces y hasta la fecha sigue al frente de la Secundaria. 

En su gestión se han instalado cámaras de seguridad en los salones y en las áreas comunes de la escuela, pantallas de televisión en todos los salones, se construyeron baños para docentes y se ha seguido con el mantenimiento necesario para conservar el edificio en óptimas condiciones.

El mobiliario de la escuela donde toman clases los alumnos también ha cambiado, inicialmente fueron bancas de madera, posteriormente butacas individuales de fierro y estructuras metálicas, madera en el asiento, respaldo y mesa. Por muchos años se utilizaron butacas de fierro, recientemente la Secretaría de Educación dio butacas de plástico y estructura metálica, con mesa de color negro y el resto color gris.


Como es visible, cada día a lo largo de los años, se han forjado experiencias, compartido conocimientos, cientos de adolescentes encontraron la semilla de la curiosidad, del descubrimiento y del aprendizaje; el edificio está impregnado del trabajo, esfuerzo y voluntad de los colotlenses de ayer y de hoy.

Gracias infinitas a: colotlanenllamas por su aporte a esta gran historia.

domingo, 24 de noviembre de 2024

Edificio histórico de la calle Hidalgo #11

Por: José Alonso Serrano Campos

Un edificio emblemático para los colotlenses, pero que pocos conocen la historia de tan importante recinto ubicado en pleno centro histórico de Colotlán, frente al costado oeste de la Parroquia de San Luis Obispo, en la calle Hidalgo.

Su construcción se remonta a mediados del siglo XIX, entre 1840 y 1850, en aquellos años en que Basilio Terán, sacerdote destacado de Colotlán, dejaba su legado cada día con obras de importante impacto como la terminación del templo, el hospital, la escuela de primeras letras y el seminario.

El Padre Terán veía con buenos ojos ese espacio por la calle Camino Real, que en aquel entonces (1842) le cambiaron su nombre a calle Nacional, hoy se llama esa misma calle Hidalgo, a media cuadra de la calle San Nicolás (así se llamaba en 1842), hoy lleva por nombre calle Basilio Terán, en honor a este sacerdote.

Un edificio que sobrevivió a los agravios de la Revolución Mexicana, las quemazones de Natera, la cristeada, más atrás en los tiempos de la Ley Lerdo en 1856 con la Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, pasó de ser propiedad de la iglesia a estar en manos de la Nación, administrado por el gobierno en turno, principalmente por las fuerzas del ejército, pasando posteriormente al ámbito educativo también en beneficio público.

Estuvo en muchas manos y sigue siendo intervenido por muchas más, de algunos usos desde entonces les destaco a continuación las más significativas; las autoridades municipales de antes estarían hoy arrepentidas de haberlo regalado a la Universidad de Guadalajara con las enormes posibilidades que tendría actualmente, pero se entiende que en aquellos años representaba un importante aporte para el desarrollo del pueblo, por lo que no dudaron en deshacerse del inmueble, luego de tenerlo prácticamente como un pasivo del municipio.

Ante esto, la historia nos muestra el alto valor para la memoria de los colotlenses, un esfuerzo de los antepasados digno de recordar y tener presente que ha permitido preservar la fachada y su uso por bien de niños y jóvenes de nuestro terruño que con bien ha hecho la U. de G.


Primeras Letras y Seminario

En 1849 el padre Basilio Terán recién llegado a Colotlán como vicario cooperador del notable cura don Andrés López de Nava; se dedicó a hacer mejoras materiales en el pueblo y a acelerar la construcción del templo, el cual estuvo concluido y bendecido en 1862.

Terán promovió la creación de escuelas y el seminario religioso en este recinto, por datos históricos se sabe que este edificio y el curato que estaba en donde hoy se ubica el Mercado Municipal turnaba su ocupación al oficio de la fé católica, como escuela y preseminario, Terán intervino para la construcción del viejo hospital (hoy colegio “Jalisco”), su empeño decidido era hacia el progreso en todos los órdenes. Alentó a jóvenes creativos como Mateo Saldaña a seguir su vocación artística e inspiró a muchos otros a seguir la carrera religiosa.


Colegio Terán

Una vez que faltó el padre terán en la década de 1890, el Obispado de Zacatecas mediante un documento descriptivo menciona la puesta en marcha del "Colegio Terán", también en este mismo edificio, el domingo ocho de enero de 1905, así lo cuenta de puño y letra el Obispo José Guadalupe de Jesús Alva de la diócesis de Zacatecas:

En la ciudad de San Luis de Colotlán a las siete de la noche del domingo ocho de enero de mil novecientos cinco el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Fray José Guadalupe de Jesús Alva y Franco de los hermanos menores, dignísimo cuarto obispo de Zacatecas, se dignó bendecir la casa número 12 de la calle de Hidalgo en la que estableció el “Colegio Terán de la Purísima Concepción”. Enseguida y bajo la presidencia del mismo Ilustrísimo Prelado tuvo lugar la inauguración con asistencia de los señores presbíteros D. Jesús Pérez Avelar, oficial mayor de la Curia. D. Francisco Reveles, cura interino de esta parroquia, D. Juan C. Martínez, profesor de Latinidad y Prefecto del Colegio, D. Flavio Remigio vicario de esta parroquia, D. Ignacio Muga vicario de la misma, D. José Guadalupe Ortiz y D. Ramón de la Isla, particulares y de muchos de los principales vecinos de la población. El Señor Oficial Mayor dio lectura al decreto de erección del Colegio y al nombramiento de profesor prefecto; el señor Presbítero Pérez Avelar tomó la palabra en castellano manifestando las nobles miras del Ilustrísimo Prelado de Zacatecas al hacer esta fundación y felicitando a la sociedad colotlense por esta distinción de S.S. Ilmo. el Señor Cura pronunció un discurso en castellano y señor presbítero D. Flavio Remigio pronunció una alocución latina. Por último, el Ilmo. Señor Obispo se dignó tomar la palabra manifestando su complacencia por este acontecimiento, expresando las esperanzas que abrigaba por sus buenos resultados y bendiciones a la concurrencia. Los discursos fueron alternados con buenas piezas de música que desempeñó la orquesta.

El señor colotlense Alfredo Sánchez refería aquella época: “Recuerdo que el colegio donde estudié se llamaba Basilio Terán, era muy bonito, tenía unos baños en el segundo patio muy arreglados. Había muchos grupos, las maestras no eran profesionistas, pero muy buenas todas, la señorita Herlinda Sánchez, Carmen Huízar, Aurora, que fue directora muchos años hasta que llegó la señorita Nicolasa Ramos, ella era profesionista también de Colotlán, de los Ramos Aréchiga. Cointa Ramos Aréchiga, casada con don Manuel Sánchez Caballero, ella era maestra. (Pachita) Bonifacia Campa, Hermelinda Huízar, todas eran muy listas.

Cuartel Militar

Otros registros marcan como recinto de un cuartel militar avanzado el siglo XX, intento de fortalecer la presencia de las fuerzas del ejército en la región, rápido los ricos de la época concretaron darle un giro al uso de este recinto y no permitir que sirviera más para la milicia.

Escuela primaria


La escuela primaria exclusiva para niñas llamada “Manuel Martínez Valadez” tiene grabado en la placa que permanece en la fachada, un recuerdo conmemorativo que existe desde 1939.

 Academia Comercial “Juana de Arco”


Existen fotografías de una academia comercial llamada “Juana de arco”, varios niños y jóvenes acompañados de sacerdotes y religiosas posan teniendo de fondo los arcos del interior de esta finca en 1948.

Primaria Urbana 40

Para 1962, cuando era presidente el señor Juan González Valenzuela, fino y distinguido Colotlense, durante su periodo de gobierno se construyó y comenzó a funcionar la nueva escuela de niñas llamada Marcela González De Lutteroth, por lo que el recinto se desocupó siendo la "Escuela Primaria Urbana No. 40 Para Niñas" desde años atrás.

Escuela Normal

No quedó desocupado por mucho tiempo, en breve llegaría la Escuela Normal Experimental de Colotlán, las oficinas de la nueva escuela se instalaron provisionalmente en la Presidencia Municipal y el día 26 de septiembre de 1977 nace la Escuela Normal, comenzando sus labores académicas en dos aulas prestadas de la Escuela Primaria Rural Federal "Adolfo López Mateos" del Barrio de Chihuahua, con una inscripción de 102 alumnos, distribuidos en los dos primeros grupos con que contó el nuevo plantel. El horario fue vespertino para no interferir con las clases de la Escuela Primaria.

A los dos meses, el 14 de noviembre, se cambió al edificio de la calle Hidalgo #11 donde permaneció dos ciclos escolares. En septiembre de 1979, se cambió a la escuela "20 de noviembre" del Barrio del Cerrito. El 19 de noviembre de 1980, se instaló finalmente la Escuela Normal en su propio edificio donde permanece hasta nuestros días.

Salón de bailes

Desde antes que llegara la Escuela Normal y paralelo a su ocupación como edificio que resguardaba el máximo nivel educativo para los colotlenses de aquella época, se utilizó como salón de eventos, donde hubo majestuosos bailes para conmemorar graduaciones, bodas y fechas religiosas.

El Presidente Municipal, Favio Alonso Ruiz Ortega, urgió a desocupar el edificio, porque se iba a fundar la Preparatoria y ahí iba a iniciar.

Preparatoria


En 1978 se dio un acercamiento con la Universidad de Guadalajara, en específico, con Raúl Padilla López, presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), a través del Lic. Samuel Fernández Ávila, para establecer en la Zona Norte, en particular en Colotlán, una escuela preparatoria para evitar la migración de los jóvenes que egresaban de la secundaria, principalmente a las ciudades de Guadalajara y Zacatecas.

Posteriormente, a principios de 1980, se organizó una reunión en el Cine Colonial, a la cual asistió una gran cantidad de padres de familia que solicitaron a las autoridades universitarias que en Colotlán se tuviera una preparatoria; esto, con el apoyo del presidente municipal, Sr. Fabio Alonso Ruiz Ortega. En consecuencia, se nombró como presidente del Patronato Pro-Escuela Preparatoria al Prof. Felipe Valdez Pacheco.

Fue en agosto de 1980 cuando rindieron frutos las gestiones ante el Rector de la Universidad de Guadalajara, el Arq. Jorge Enrique Zambrano Villa y del entonces presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara, Horacio García Pérez, para lograr la apertura de la preparatoria.

Para conseguirlo se debió juntar 500 firmas de alumnos, fue el 8 de septiembre de 1980 cuando abrió sus puertas la tan ansiada Preparatoria Regional, en el edificio de Hidalgo # 11 que albergó a la Preparatoria por 20 años, el primer director fue el MVZ José Ramón Félix Gastelum. Dejaron el edificio en agosto de 2000 para trasladar sus instalaciones cerca de lo que hoy es el Bulevar en la parte norte del pueblo.

En 1991 la Universidad invirtió fuertes sumas económicas para la construcción de un edificio en la parte central del recinto, tres niveles de aulas y escaleras que conectan aulas, laboratorios y lo que era utilizado como biblioteca, los baños se rehabilitaron y se contaba con una cancha de basquetbol, de manera provisional hubo una tienda tipo cooperativa administrada por alumnos de la misma preparatoria.

Campus Norte y luego CUNORTE


En enero del año 2000, el Rector General de la UdeG, el Dr. Víctor Manuel González Romero, convocó para formar el Comité de Planeación encargado de diseñar la creación de los Centros Universitarios del Norte y Valles. 

El Comité de Planeación tuvo como tarea principal analizar la necesidad y viabilidad de crear estos centros universitarios en el mismo año 2000. La propuesta final del Comité fue la creación del Centros Universitarios del Norte (CUNorte), pero antes de arrancar formalmente como Centro se llamó Campus.

Sus primeros alumnos tomaron clases en el edificio que había dejado la Preparatoria, en el calendario 2000 “B” arrancaron, estuvieron por casi dos años, se le llamaba “Campus Universitario”, hasta que pudieron trasladarse al actual Centro Universitario del Norte, en Santiago Tlaltelolco.

Posterior a esa fecha, no abandonaron el edificio, CUNorte creó inmediatamente el Centro Cultural “Casa Hidalgo” ubicado en esta misma finca a un costado del templo principal de la localidad.

Casa Hidalgo


Actualmente es un espacio que permite difundir actividades artísticas y culturales de la región, mediante actividades como: danza, baile, pintura, fotografía, escultura, música y teatro; conferencias con variada temática, así como orientación psicológica; se cuenta con un conjunto de obras artísticas propiedad del Centro Universitario y se realizan exposiciones temporales en cuatro salas.

 El edificio cuenta actualmente con áreas administrativas o de oficina al ingreso, cuatro salas de exposición, una es sala de cine; un salón con duela, un aula de cómputo; varios consultorios y actualmente trabajan en un proyecto de domo donde anteriormente era una cancha de basquetbol y unos baños.

FUENTES:
- Colotlanenllamas
-Arzobispado de Guadalajara
-Obispado de Zacatecas
-Entrevistas

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